Después de varios días en Puerto del Carmen y ya habiendo comprobado el nivel de la restauración de la zona, dominada por restaurantes indios, asiáticos de fusión, pizzerías, etc, nos dio por consultar una conocidísima web de opiniones de hoteles y restaurantes para ver si podíamos cenar en algún sitio que mereciera la pena.
Aparentemente por todas las opiniones con la máxima calificación, ese sitio era el Lani's Cafe & Restaurant ya que casi el 100% de opiniones eran muy positivas.
No seré yo quien ponga en duda la opinión de tantos comensales que tan buenas críticas y puntuaciones dan a este restaurante pero hay que tener en cuenta algunas variables que probablemente influyan en tan magníficas opiniones.
Una es la extraordinaria situación del restaurante a la misma orilla del mar. Si a esto se le suma que supongo que el 99% de comensales están de vacaciones, como fue nuestro caso, el peloteo del personal con la clientela y sobremanera con la clientela extranjera y la comparación del comedor con el de la mayoría de los garitos de la vecindad, en la que sale indudablemente ganador este restaurante, tenemos el coctel perfecto para salir casi levitando si no eres exigente gastronómicamente hablando.
En nuestro caso no fue así.
Según te sientas te sirven una copa de espumoso, muy buen detalle sin duda, pero que estaría mucho mejor si no hubiera estado casi a temperatura ambiente. Es difícil mantener la temperatura del espumoso fresca en un sitio como Lanzarote evidentemente, pero si haces algo procura hacerlo bien.
También nos pusieron unas croquetas, creo recordar, de jamón con plátano bastante buenas, hay que reconocerlo.
La carta es muy amplia. Demasiado. Tantos platos parece difícil que pueden salir perfectos todos.
De entrada pedimos el surtido de quesos con tostas y frutos secos. Le preguntamos al maitre si los quesos eran de la isla o por lo menos canarios ya que en la carta no ponía nada. Nos dijo que sí, que eran canarios...
Si de algo comemos en abundancia cuando visitamos las Canarias, aparte de las papas con mojo, es de los fantásticos quesos de las islas y me resulta muy difícil creer que lo que había en el plato tuviera nada que ver con las Canarias ya que uno era el típico queso de cabra de rulo de lo más barato que te encuentras en un supermercado de descuento, otro un semicurado del montón y el otro ni me acuerdo pero malo tirando a muy malo. A años luz de los excelentes quesos probados en la isla. Claro está que no puedo asegurar que los quesos no fueran canarios pero tanto como si lo eran como si no, la calidad era mala.
Por lo menos tuvieron el buen detalle de no cobrarlos después de escuchar nuestra respuesta a la pregunta de qué nos parecieron...
Para los platos principales nos decidimos por pescado. El cherne con crema de tubérculos, no estuvo mal. Bien de punto y sabor aunque algo escaso de cantidad y más comparado con otros restaurantes más tradicionales de la isla. Lo que no entendimos bien es que además de las cremas de tubérculos pusieran papas también todo mezclado. Redundancia.
El otro pescado que pedimos fue atún rojo del día. Como diletante reconocido que soy en esto de la gastronomía tampoco puedo asegurar contundentemente que lo servido no era atún rojo, pero he comido bastante atún rojo estos últimos años en las propias Canarias, Croacia, las Azores y por supuesto, Cádiz, como para sospechar que por textura y sabor este era alguna especie de las que se comercializan como tal, como albácora, atún de aleta amarilla, patudo, etc. No apostaría el sueldo del mes pero si hubiera habido alguna forma de comprobarlo in situ no creo que me hubiera equivocado. Y si lo hiciera y sí hubiera sido atún rojo sería entonces porque la preparación estropeó totalmente el atún. Fuera lo que fuese, el peor atún que recuerdo en mucho tiempo.
Otra cosa mejorable es que el acompañamiento era prácticamente igual que el del cherne. Un poco más de imaginación, por favor.
La carta de vinos sí que está bien y con una buena selección de vinos canarios aunque tuvimos la mala suerte de pedir una auténtica castaña como el Rubicón Malvasía Volcánica 2015, un brebaje en el estilo de lo peor de Rueda, que parecía un zumo de maracuyá, platanito y piña colada. Alguien podría preguntar que por qué no lo devolvimos, y no lo hicimos porque el vino no tenía defecto de conservación ni nada por el estilo. Era muy malo de por sí y de tal cosa no tiene ninguna culpa el restaurante.
No pedimos postre y nos fuimos para no volver más.
Lani’s Cafe Restaurant
http://www.lanissuites.com/accommodation/el-restaurante/
Nun yes el primeru que me fala mal d'él ... hay delles opciones guapes pola isla
ResponderEliminarTrampa pa turistas foriatos básicamente. Pero la pelota fácenla de cine...
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