viernes, septiembre 30, 2011

Sollun (Nerja, Málaga), por Toni


Hace casi cuatro años, Eldiletante en jefe ya nos habló del restaurante Sollun y lo que contó hizo que lo anotara en cabeza de la lista para unas futuras vacaciones en Nerja que finalmente tuvieron lugar este año.

Sollun se encuentra situado al principio de la zona peatonal de Nerja y es un pequeño local de 6/7 mesas en el interior y otras 4 en la terraza, gestionado por el albaceteño de Higueruela Juan Quintanilla y su mujer Verónica con solo una persona de ayuda en cocina. A pesar de la carencia de medios se las arreglan para que todo salga relativamente rápido incluso en días de lleno.

Dispone de una carta amplia sobre todo en entrantes y también ofrece varios menús degustación. Tiene el fallo habitual de que los precios no tienen el IVA incluído, aunque Quintanilla nos dijo que es consciente de ello y que en breve lo rectificará cuando cambie la carta.

Como visitamos el restaurante varias veces haré los comentarios empezando por los entrantes. El primer día comimos un menú degustación por lo que en algunos platos las raciones aparecerán más pequeñas de lo normal en las fotos.

Antes de los platos priincipales siempre ponen un platín con aceite de oliva virgen extra y otro con sal, cada día distintos ambos y excelentes. Luego, antes de los entrantes también sirven un aperitivo que suele ser una versión pequeña de uno de los entrantes que no hayas pedido. Todo cortesía de la casa.




El único aperitivo que estaba fuera de lo que se ofrece en carta fue una mousse de garbanzos, puré de berenjena, miel de caña de Frigiliana y menta, estupendo para abrir boca y dejando claro dónde estábamos situados.







Del montón de entrantes, además de alguno fuera de carta, probamos los siguientes:





Porra antequerana con jurel, remolacha y fresas. 9,50€+IVA. Excelente interpretación de la porra que hace Quintanilla, fresca, intensa y adictiva. Ofrecida fuera de carta.







También fuera de carta tomamos la ensalada de amanita cesarea con vinagreta y mostaza. 11€+IVA. La amanita cesarea ya se puede encontrar a finales de verano y resultó estupenda con el simple aderezo de la vinagreta que dejaba mostrar todo su sabor.







Ensalada de perdiz y conejo de campo en escabeche, salsa de anchoas, queso parmesano y pan frito. 10€+IVA. En principio parece que chirría la combinación del queso con el escabeche pero al final resultó todo muy armónico en un plato muy fresco y adecuado para una noche veraniega.





Tataki de atún, vinagreta de tomate, guindilla, huevas y porra de pimientos asados. 12€+IVA. Plato con aire asiático de excelente resolución en el que la vinagreta y los pimientos hacen un contrapunto agridulce estupendo a la potencia del tataki.






Mollejas y albóndigas de cordero, tabulé y yogur de higos. 11€+IVA. Tal vez el entrante que más me gustó. Otro guiño a la cocina foránea, en este caso árabe, con un cordero sabrosísimo, un tabulé (ensalada de couscous) muy bien logrado y el aderezo con el toque agridulce del yogur de higos refrescando el conjunto. Muy bueno.





Canelón de rabo de buey, vinagreta de verduras y crema de patatas. 11€+IVA. Un plato algo más convencional que los anteriores, pero a un buen nivel también. Buena calidad de la carne con una vinagreta ligera y el adorno de la crema de patatas.






Arroz con garbanzos, judías y socarrat de grasa de cerdo. Invitación. Una noche Quintanilla nos ofreció probar este plato de arroz en el que estaba trabajando para incluir en la futura carta. Le falta por afinar un poco el tiempo de cocción del arroz y la grasa, pero por lo demás puede ser un excelente plato.




En la parte de pescados solo dispone de 3 en carta aunque algún día ofreció algo más fuera de carta. Viendo otras mesas la verdad es que pudo coincidir pero predominaban las carnes.


Pez espada, pakchoi, algas, tirabeques, salsa de soja y mahonesa de wasabi. 18,50€+IVA. Otro plato de inspiración oriental. Muy rico el pez espada, perfecto de punto y con unos acompañamientos que a pesar de su potencia acompañan muy bien al sabor intenso de la carne de éste. El pakchoi es un vegetal de origen chino parecido a la acelga y el wasabi es un condimento japonés que se extrae de la raiz de la planta homónima y que se suele usar mezclado con la salsa de soja para mojar el sushi.




Filete de corvina, crema de espárragos blancos, espárragos verdes y setas. 18,50€+IVA. Está claro que Quintanilla domina los puntos de cocción del pescado y la corvina no podía ser menos con la suave crema acompañaba bien sin eclipsar el pescado.







Lomo de bacalao, con guiso de sus callos, garbanzos, espinacas y morcilla. 18,50€+IVA. Condundente plato con un bacalao de muy buena calidad, unos callos tal vez un pelín más potentes de la cuenta y la guarnición de un cocido que hace que el plato haga recordar al del desarme. A mi me gustó pero pienso que tal vez habría que aligerarlo un poco para el comensal medio.





Atún con algas y tirabeques. 21€+IVA. Ese día Quintanilla consiguió atún de un aspecto magnífico que hablaba por si solo y lo acompañó simplemente de unas algas y tirabeques. Sencillo pero perfecto.





En el apartado de carnes había más oferta que en el de pescados y probamos las siguientes:



Cordero, couscous, mermelada de cebolla con pasas y canela. 19,90€+IVA. El cordero lo probamos dos días distintos en forma de lomo y de carré. El lomo estaba muy bien pero el carré estaba impresionante, con una carne fina y muy sabrosa y unos acompañantes de nuevo con aire árabe en que el suave dulzor de la mermelada hacía muy buenas migas con la grasa de la carne y el toque punzante de la canela. Magnífico plato.





Cochinillo, timbal de patatas y manzana. 19,90€+IVA. Un plato más convencional en el sentido de más visto. Rico el cochinillo, bien de punto con la típica compañía de la manzana y las patatas. Bien.







Venado, castañas con vainilla, membrillo y frutos rojos. 20,90€+IVA. Plato más bien otoñal con un venado sabroso sin rastro de ningún tufo y bien custodiado por el dulzor de los acompañantes.





Disponen de cinco postres de los que probamos tres.




Bizcocho de dátiles, toffe de plátano, helado de vainilla y té earl grey
. 7€+IVA. Tal vez sea algo empalagoso para mucha gente pero a mi me pareció realmente original y muy rico por lo que repetí más de un día.







Batata asada, yogur y salsa de miel de caña. 6,50€+IVA. Plato de kilómetro cero. El boniato no es algo que me emocine, pero en esta caso no estaba mal y mejor por el acompañamiento de la miel de caña un descubrimiento de la zona del que me traje provisiones para una temporada.




Cremoso de chocolate con leche y queso, sopa de chocolate blanco, fruta de la pasión y frambuesa. 7,50€+IVA. Postre más habitual de encontrar algo similar que los dos anteriores y resuelto perfectamente. Parece muy pequeño pero corresponde al menú degustación del primer día.





Con estos postres la casa nos invitó algunos días a un vino dulce de garnacha de Albacete y también a un Ariyanas Terruños Pizarrosos, buen dulce malagueño.

La carta de vinos, pequeña con vinos bien escogidos pero que abusa tal vez de vinos de precios elevados. El problema es que según nos comentó Quintanilla, les falló unos días antes el proveedor y le faltaban bastantes referencias. Destacaron un Finca Sandoval 2007 y un Carmelo Rodero Pago de Valtarreña 2004.

El personal de servicio son el propio Quintanilla y su mujer Verónica siempre atenta a todos los detalles de sala. Es sorprendente como se manejan con el restaurante lleno.
Otro detalle que es casi un milagro de encontrar en España es que el pan no lo cobran y que además siempre viene con los típicos picos andaluces. Realmente difícil de ver otros restaurantes con tantos detalles como éste y los anteriormente comentados.


A priori Nerja parece una buena plaza para tener un restaurante viendo la gran cantidad de turistas que la visitan, pero lastimosamente y por lo visto durante quince días, la mayoría de estos no parece que tengan el buen comer dentro de sus inquietudes y prefieren abarrotar restaurantes de cocina ¿española? de tercera, pizzerías de serie C y diferentes restaurantes étnicos de nula calidad en los que encima no van a pagar mucho menos de lo que lo harían aquí. Supongo que valorarán más llenar la barriga sin tener muy en cuenta la calidad.
De todas formas siempre hay clientes que valoran el buen hacer por lo que Sollun puede seguir después de cinco años con una cocina muy diferente de la del entorno.

Indudablemente si se pasa cerca de Nerja una visita a Sollun es imprescindible para un aficionado a la buena gastronomía. Quintanilla es un cocinero con muy buena técnica, ideas, inquietudes y que además maneja los productos y platos locales junto a platos de otras gastronomías con soltura. No puedo más que recomendarlo sin duda alguna y desearle lo mejor.

Y como dije en mi crónica del Aponiente de El Puerto de Santa María: lástima que nos quede un poco lejos.


Nota general: 8

Emoción: 9


Sollun

Almirante Ferrándiz, 53, Nerja (Málaga)
952 525 982 www.sollunrestaurante.com

toni

miércoles, septiembre 21, 2011

Casa Luque (Nerja, Málaga), por Toni


Casa Luque es probablemente uno de los restaurantes con más solera de Nerja. Situado en pleno centro al lado de la iglesia del Salvador, dispone de una terraza en la plaza que siempre está llena y en el interior aparentemente varios comedores aunque a nosotros siempre nos situaron en el que hay a la izquierda de la entrada.

La carta se divide en la parte de tapas y en la de platos más elaborados y milagrosamente los precios tienen el IVA incluído.


El comedor al que me refería antes no es precisamente cómodo. Las mesas no es que estén tan juntas como en los restaurantes extranjeros pero son bastante pequeñas y tienen un ¿mantel? directamente incómodo como se puede ver.






Antes de los entrantes nos pusieron unas ricas aceitunas aunque en cantidad escasa. No tuvimos que esperar mucho hasta que llegó el ajoblanco malagueño de almendras, 2,90€. Curiosamente he probado bastantes más ajoblancos en la versión de cocina moderna que esta tradicional. Nos gustó mucho, muy refrescante con un punzante sabor. Incluso mejor estuvo la porra antequerana
con jamón, huevo y bonito, 2,90€. La porra antequerana es parecida al salmorejo aunque con algunos variantes (tomates, pan sin corteza, aceite, sal, pimiento verde y ajos) y su nombre deriva del utensilio (la porra) con el que se le daba golpes para prepararla. Evidentemente es un entrante perfecto para tomar en las calurosas noches malagueñas.





Algo menos adecuados para ese calor fueron los platos principales de la primera noche. Excelentes las carrilleras de cerdo al agridulce de miel de caña de Frigiliana, 9,50€. Frigiliana es un bonito pueblo a 3km de Nerja, en el que es tipica la miel de caña que se elabora mediante la cocción del jugo de la caña de azúcar hasta la evaporación parcial del agua que éste contiene y su sabor es dulce, ligeramente similar al del regaliz con un pequeño regusto amargo. Las carrilleras bien de punto y perfectamente acompañadas por el dulzor de la miel de caña. Cocina casi de kilómetro cero.



Muy bueno también el rabo de ternera guisado al estilo tradicional, 14,50€, sin florituras, rotundo e intenso.







No había ya mucho espacio para los postres, pero no me pude resistir a probar la leche frita de gachas, anís, miel de caña y helado de vainilla. 4,80€. Un buen montón de calorías, tal vez algo pasada de dulzor, pero rica la leche frita. Posiblemente hubiera sido mejor rebajar la cantidad de miel de caña.







La segunda noche repetimos la porra antequerana como entrante y para los principales nos decidimos por pescado. Uno de ellos fue el bacalao confitado con alboronía y vinagreta de aceituna negra. 16,50€. La alboronía es un guisado de berenjenas, tomates, pimiento y calabazas todo ello mezclado con pimentón y que se servía los días de cuaresma. Encima estaba el bacalao de buena calidad coronado por la tapenade de aceitunas en una cantidad un poco excesiva, aunque estaba bien. Un buen plato de cocina de la tierra.


El borrón de nuestras visitas resultó el róbalo con salsa verde especiada de cilantro y jengibre. 16,50€. Por varias razones: era de piscifactoría, estaba excesivamente pasado y no encontramos rastro del jengibre y sí más tapenade de aceitunas negras que mataban el poco sabor de la lubina. Patinazo.




La carta de vinos nos habían dicho que era muy extensa y nos encontramos con dos páginas plastificadas con 7 u 8 espumosos, otros tantos blancos e igual en tintos. Tomamos la primera noche un Cortijo de Los Aguilares Pinot Noir 2009, 32€, y un Dido 2009, 21€ la segunda. Copas Riedel.
El personal de servicio discreto, y en algún caso directamente borde. No se puede decir a unos clientes que teníamos en la mesa de al lado y que solicitan si se puede bajar el aire acondicionado, "es lo que hay, no podemos estar subiendo y bajando el aire todo el tiempo". Se puede decir de otra manera más elegante.

En conjunto y excepto el plato del róbalo, resultó satisfactoria la experiencia en cuanto a la cocina. Buenas materias, ingredientes cercanos y platos con sabor local. Una oasis de tipicidad en el desierto de restaurantes de cocina autóctona de Nerja, cuyo panorama está dominado por locales de batalla, pizzerías clónicas y restaurantes étnicos sospechosos o directamente culpables como un mejicano en el que tuvimos la desgracia de caer. ¡Ojo!, me estoy refiriendo al centro urbano y zona turística, que evidentemente no conozco a fondo todo el término municipal.

A pesar de algunos de los pequeños fallos comentados sin duda merece la pena hacer una visita a Casa Luque.

Nota general: 6

Emoción: 7


Casa Luque

Plaza Cavana, 2 - 29780 Nerja (Málaga)
952 521 004 www.casaluque.com


toni

domingo, septiembre 11, 2011

Casa José (Aranjuez, Madrid), por Toni


Casa José es uno de los más emblemáticos restaurantes del sur de Madrid y por extensión de toda la Comunidad. Uno de esos clásicos con mucha historia que al cambiar de generación se reinventan para adaptarse a los tiempos actuales.

Desde nuestra anterior visita hace ya algunos años comprobamos esta vez que han eliminado la carta y solo ofrecen dos menús degustación, el menú segunda parte del verano 2011 que está dominado por los vegetales y el menú clasico que nos explican es una selección de los platos de más éxito en temporadas anteriores.

Ultimamente se está convirtiendo en habitual la eliminación de carta y su sustitución por menús. Evidentemente es más fácil para el restaurante este sistema pero tiene el problema de que si eres de la ciudad donde está el restaurante tendrías que espaciar mucho las visitas hasta que cambiaran de menú y en mi caso particular me chirría bastante que tenga que comer lo que al cocinero le apetezca , sí o sí.


Una vez situados en el fantástico comedor con sus espectaculares vigas de madera pedimos el menú clásico, 57,75€ + 8% de IVA. Otro restaurante con la mala e ilegal práctica de no incluir el IVA en los precios. Una pena es que solo tuvieran otras tres mesas además de la nuestra. Esta puñetera crisis.

Antes del menú nos trajeron dos aperitivos de la casa pero que no son gratis ya que cobran 3,50€ + 8% de IVA p.p. por el concepto pan y aperitivo. Hombre, no es mucho, pero no me parece muy elegante el detalle.


No recuerdo exactamente el enunciado pero el primer aperitivo consistió en tomate asado en su agua, sabroso y fresco, muy adecuado para sacudirse de la canícula madrileña pero que tal vez deberían de haber cambiado al tener el menú un plato parecido. A la vez nos pusieron una copa del excelente oloroso Fernando de Castilla que fue de maravilla con la patata asada con chocolate y espuma de avellana que fue el segundo aperitivo. Fantástica la combinación de la patata con el chocolate y la espuma.

Empezamos el menú con una ensalada de bacalao con tosta de cinco cereales y asadillo de pimiento magnífica en su sencillez pero muy sabrosa. Seguimos con el tomate asado con sardina y ali-oli de berros. En este caso se les pasó un poco el tomate y la sardina no destacó especialmente por la intensidad de su sabor.

El último entrante consistió en calabacín asado con sepiolas y crema de avellanas. No soy demasiado fan del calabacín y las sepiolas andaban escasas de sabor. Al igual que con el tomate algo reiterativo el uso de la avellana.

El primero de los principales fue un bonito en escabeche que estaba bien por el exterior pero apenas hecho y frío por el interior. Regular.

El otro fue un pichón a la sal que no pasará a estar entre los mejores comidos. Tenía la textura algo gomosa y un sabor discreto.

Llegaron los postres. El primero fue una sopa de coco con granizado de mango, rico postre por su frescura y en este caso sí, intensidad y elegancia de sabores.

Menos logrado resultó la claudia salteada y yogurt liofilizado que nos pareció algo empalagoso y al ser caliente desentonó después del postre anterior. Yo cambiaría el orden de salida y lo pondría en todo caso delante de la sopa de coco.

Para beber tomamos un Camille Savès 2002 Grand Crû, 40€ + 8% de IVA, excelente y asequible Champagne que nos traen los chicos de Coalla. También nos pusieron como cortesía sendas copas del PX de Fernando de Castilla.

La calidad del menaje, copas, cubertería, etc, excelente y el servicio aunque joven, muy diligente y profesional.

La sensación general fue algo decepcionante. Teníamos mejor recuerdo de la anterior visita por lo que nos esperábamos más nivel en cocina y nos sorprendieron las ya comentadas repeticiones de algunos ingredientes. Está claro que la fama y los reconocimientos se ganan con el trabajo bien hecho por lo que probablemente tuvieran solamente una noche regular. No desaconsejo en absoluto su visita y habrá que volver en unos años.

Nota general: 6

Emoción: 5


Casa José

C/Abastos, 32, 28300 Aranjuez (Madrid)
91 891 14 88 www.casajose.es


toni