De los restaurantes probados en nuestra pasada estancia en
Tenerife y La Palma, sin duda el mejor y con diferencia resultó ser el Solana,
situado en el centro de la capital tinerfeña. Regentado por Nacho Solana a los
fogones y Erika Sanz en sala, encontramos una cocina de la tierra pero
acertadamente modernizada.
Uno de los dos fallos que observamos en el restaurante fue el
que en la carta no está incluido el IGIC en los precios como es preceptivo por
Ley. Como ya dije en el anterior post es algo todavía bastante común en Canarias
por lo que pudimos comprobar, algo que en la península poco a poco se va viendo cada vez menos. De todas formas es un detalle a corregir.
Tienen una carta amplia pero sin exagerar y como fuimos tres noches pudimos probar varias cosas.
Como aperitivo de la casa nos pusieron un platillo con unas cortezas, chupito de
sandía y creo recordar unos dátiles.
Probamos tres de los entrantes. Muy rico el huevo a 63º frito con papa
negra, 5,35€, lograda interpretación de algo tan aparentemente sencillo en el que el huevo venía recubierto por la papa manteniendo todo su sabor.
Resultón el maki negro de atún rojo, 3,75€, en el que lo único que me
chocó es que llevaba tinta de calamar que en absoluto notamos, sobre todo yo que tengo lo más parecido a un detector de tinta.
Acabamos con un guiño a la cocina tradicional canaria con el queso asado con
costra de mojo de hierbabuena y miel de palma, 2,14€, estupendo.
Referente a los pescados probamos dos distintos en dos
preparaciones también. Fantástico el cherne negro con costra de tomate y mojo
verde. 24,61€. Abundante ración de un sabroso e intenso cherne, perfecto de
punto acompañado de una rica costra de tomate y el toque local del mojo verde.
Excelente plato.
El otro pescado fue el pámpano, escaldón, papa negra,
mojos y calamar sahariano. €. Muy rico también aunque nos gustó algo menos
que el cherne. El acompañamiento claramente canario, con un rico escaldón de
gofio y las ineludibles papas y mojos esta vez completados por los calamares.
Otro plato para recordar.
También comimos el pámpano con la preparación de la costra de
tomate.
Y de los platos de carne probamos tres de ellos. Excelente el cordero lechal
con jugo de caldereta y croquetas de papa bonita, 24,61€, perfectamente
hecho sin el destrozo de muchos sitios, intenso de sabor, con unas resultonas croquetas y un sabroso jugo.
Otro acierto fue el cochinillo confitado 52 horas con
espuma de papa y curry de plátano. 24,61€. Se le puede aplicar el comentario
del cordero y añadir lo bien que le venía el toque del curry de plátano junto
con la espuma de papa. Muy rico.
Y acabamos con el steak tartare con helado de mostaza
dulce y trufa negra, 25,68€, que hay que pedir por encargo y que nos pareció
el mejor que hemos probado en bastante tiempo, gran calidad de la carne y perfecto de aliño. Excelente.
Aunque los años van pesando y ya no comemos como antes, no nos resistimos a
pedir postre. Logrado el soufflé fluido de chocolate caliente y sorbete de
mandarina y cobre, 6,95€ con el original aporte de este último.
Fresco y resultón el yogur de aguacate, fresas y sorbete de naranja
sanguina, 6,95€,
y original la tarta fina de plátano con helado de vainilla, 6,95€.
La carta de vinos muy bien escogida, con muchos de los vinos
de moda de bastantes zonas y por supuesto una representación de los vinos
tinerfeños que, cómo no, fueron los que escogimos. Los tres de la fantástica
bodega Suertes del Marqués que tuvimos la fortuna de visitar. Vidonia
2012, 23,54€, Trenzado 2012, 22,47€ y Candio 2010, 29,96€.
Para acabar, sirven unos ricos petit fours.
El otro fallo consiste en la ausencia de página web, o por lo
menos yo no consigo encontrarla. Sí, tienen página de Facebook pero no es lo
mismo que tener una web con toda la información.
El personal de servicio de sala es la propia Erika que es
capaz de manejar ella sola la sala con soltura y sin demoras, mejor que en
muchos sitios con varios camareros y además es simpática y cercana.
Sin duda Solana es un restaurante de visita obligada
para el aficionado a la gastronomía que se acerque por la isla. Cocina
autóctona, con los toques necesarios de modernidad, respeto al producto y
platos sabrosos.
Y volviendo a antiguos posts, recupero la frase que muchas
veces digo: lástima que nos quede tan lejos.
Solana
Calle de Perez de Rozas, 15, 38004 Santa Cruz de Tenerife
922 24 37 80