Si hay dos restaurantes sobre los que se ha hablado largo y tendido en este blog, uno es
Ca Suso, flamante Sol Repsol, y el otro
El Corral del Indianu. No en balde, son probablemente nuestros restaurantes asturianos favoritos, cada uno en su onda y nivel, pero sin duda los más apreciados por los que firmamos y firmaban y probablemente por algunos de los que escriben habitualmente en el foro.
En cambio yo nunca había posteado nada de ninguno de los dos restaurantes así que llegó la hora de empezar con
El Corral del Indianu.
Dicho esto, el que ha tenido el valor y la paciencia de seguir mis post sabe que no me caso con nadie y si hay que criticar se critica y si hay que hablar bien se habla, como es en este caso.
Como ya se ha hablado largo y tendido aquí y en blogs amigos paso directamente a reflejar que tienen dos menús degustación. El largo de 77€, IVA incluído, y otro más corto que se denomina Yantar de El Comercio, 40€. Éste tiene una sensacional relación calidad/precio ya que prescinde de un entrante, el pescado y un postre con respecto al menú largo, pero en cambio cuesta casi la mitad. En estas fechas se pueden ver menús para cenas de empresa que se acercan en precio a éste de Yantar y que leyendo su enunciados entran ganar de salir corriendo y no parar hasta Vladivostok.
Antes del servico propiamente dicho, nos pusieron un aceite de oliva virgen extra de Canena y tres clases diferentes de sal. El pan hecho en la casa de excelente factura y sin escatimarlo ni cobrarlo como en otros sitios hacen cuando pides el menú, por muy degustación que sea.
Comienza con cuatro apertitivos. Totalmente adictivos los
bombones de Cabrales y manzana asada con chocolate blanco, bocado que llama a comer otro y otro y otro si se pudiera. Realmente sabrosa la combinación de asturianía con el añadido del chocolate en el que la potencia del queso no pierde al enfrentarse al dulzor de la manzana y el chocolate.
También muy rica la
croqueta cremosa de ibérico, que al igual que los bombones llama a comer una segunda.
En el
tortu con guacamole y cebolla marinada, sorprende lo bien que armonizan el maíz, la cebolla y el guacamole, aunque ya no llama tanto a repetir, no porque no esté muy bueno sino porque aunque no sea grande es un bocado con peso.
Finalmente el último entrante fue
el tembloroso de "Rey Silo", frutos secos, toques picantes y anchoa, que tal vez fue lo que menos me llamó la atención del menu a pesar de la magnífica armonía del potente sabor del queso con el toque salado de la anchoa y el punto de amargor de los frutos secos.
A partir de aquí llegaron lo que denominaríamos platos principales. No probé el
bocarte marinado, algas y sopa de misho-nécoras, pero mi mujer comentó que era un excelente bocado con todal sabor marino y con la sopa de misho-nécoras contenida y perfecta para no matar el sabor del bocarte.
Conmigo tuvieron el buen detalle, que no tienen en algunos restaurantes ni mucho menos, de cambiarme el plato anterior por un clásico de El Corral:
ternera ecológica asturiana atunizada con salsa de anchoas y alcaparras, que lo único malo que se puede decir de ella es que se come en un visto y no visto. Excelente.
Después llegó uno de los platos que no pueden faltar nunca en El Corral junto con el pote:
fabada, sabores de antaño, texturas de hoy. Extraodinaria. No soy habitualmente un gran fan de los platos de cuchara, pero de esta fabada y el pote de esta casa soy un converso total, tanto que la próxima vez que vaya obviaré el menú degustación y tomaré alguno de estos, o los dos.
El último plato salado fue el
gochín astur-celta ecológico tostado, jugo de cebolla roja y enchilada. El punto de la carne simplemente perfecto, se deshacía en la boca, y el sabor del cerdo potente e incisivo bien acompañado por el jugo de cebolla y enchilada.
Para acabar llegó la
tarta cremosa de manzana con helado de romero. Hacía mucho que no comía una tarta de manzana tan buena, sin empalagos y perfectamente flanqueada por el frescor de un gran helado de romero. Aquí tuvo la casa un excelente detalle que fue invitarnos a tomar con la tarta sendas copitas de PX Noé, que no es precisamente barato.
Como me quedaron ganas de algo más de dulce también tomé otro postre que fue el
chocolate frito, excelente de textura y sabor con la presencia de un buen aceite de oliva.
Para acompañar la comida tomamos un Champagne
Camille Savès Grand Crû 2002, 38,40€ y una botella de agua, 3,41€. Con los excelentes cafés, 2,64€ c/u, nos trajeron unos ricos petit-fours, sobre todo los bombones.
El servicio comandado como siempre por Yolanda, impecable.
Como decía nuestro antiguo compañero Jorge Díez en su último post sobre El Corral en
Gastroerrante, no puedo ocultar mi debilidad por esta casa y a pesar de que la visito mucho menos de lo que debiera y me gustaría, no recuerdo que me fallara nunca ni de altibajos en su propuesta. Campoviejo sigue en forma. Además, creo que este menú que degustamos es todo un chollo en ralación calidad-precio, ya que por 40€, difícil pedir más.
Es evidente que lo recomiendo absolutamente y espero tardar poco en volver.
El Corral del Indianu
Avdenida de Europa, 14, 33540 Arriondas (Asturias)
985 841 072 www.elcorraldelindianu.com