Realmente fue pura casualidad que acabáramos cenando en El Mirador del Guadiana ya que también lo fue el hospedarnos en el Gran Hotel Casino de Extremadura en el que está situado. Por cierto, que esto es un handicap para el restaurante ya que al estar en lo alto del edificio tienes que conocer su existencia, pasar por la recepción, todo el vestíbulo y coger un ascensor que hay al final.
Esto se ve compensado por las vistas que hay aunque nosotros no viéramos gran cosa al ir a cenar, claro.
Una vez tomada la comanda nos pusieron unas aceitunas bastante cutres, impropias de un sitio así.
Para comenzar pedimos un entrante que fue una ración de jamón ibérico, 24€. No recuerdo de donde era, supongo que extremeño, pero sí que sin ser malo en absoluto era inferior al Dehesa de Extremadura tomado no hace mucho en el Succo de Plasencia.
Para los platos principales seguimos con el producto autóctono. El solomillo de cerdo ibérico a 57º con salteado sefardí de verduras y jugo de foie y ciruelas, 17€, resultó un plato interesante, aunque las supuestas verduras más bien parecían golosinas y el jugo era más bien escaso, pero el conjunto estaba rico.
Bien también estuvo el solomillo de cerdo ibérico con salsa agripicante, gelatina de manzana y frambuesa, 16€. La salsa tal vez tenía falta de fuerza pero nada que desluciera el plato.
Como las cantidades no fueron muy grandes, ni siquiera para nosotros, esta vez nos decidimos por tomar postre.
Uno fue un Ferrero Rocher a nuestro estilo. 6€. Rico estaba sin duda, pero fue uno de esos postres que tomas y olvidas...
Nos gustó más la crema montada de vainilla con bizcocho borracho y pistachos, 5€, en el que la crema les salió realmente lograda en sabor y textura bien acompañada del bizcocho. Notable.
La carta de vinos manifiestamente mejorable en conjunto y sobre todo en el apartado de vinos extremeños. Tomamos un Coloma Selección Merlot 2015, V. T. Extremadura, 22€, más del doble a lo que se encuentra en tienda...
Las copas que se encontraban en la mesa al llegar no son propias ni de un restaurante de menú de polígono industrial y las que ponen después, sin ser malas, se ven mejores en muchos bares de vinos.
Hay que cuidar más esta faceta del restaurante.
Al final tuvieron el detalle de poner unos petit fours y sendos chupitos, pero estos últimos eran de un brebaje tremebundo que mejor hacían en no ponerlo. Malo, malo.
El pan 1,20€ c/u. Después de dos semanas comiendo a menudo en Portugal, de vuelta a la realidad única española...
En conjunto no fue una mala cena pero tampoco es de las que quedará en el recuerdo precisamente. La próxima vez que vayamos a Badajoz, si nos volvemos a alojar en este hotel difícil será repetir, sobre todo teniendo enfrente algún restaurante de los mejor considerados en la ciudad.
El Mirador del Guadiana
NH Gran Hotel Casino Extremadura
Av. Adolfo Díaz Ambrona, 13, 06006 Badajoz
924 28 44 00