jueves, noviembre 30, 2006

La Venta del Jamón


Ayer me tocó comida en la Venta del Jamón. Este es un restaurante al que le tengo cierto cariño, porque queda cerca de donde viven mis padres, y he visto, paso a paso, cómo Amado Alonso convirtió el chigre de sus padres en el elegante y agradable restaurante que es hoy en día, como se ve en la foto.

Yo hace algún tiempo que no iba, porque las largas ausencias del jefe, que anda con restaurante en Madrid ("El Bosque Sagrado"), se notaban en la regularidad de la cocina. La impresión esta vez, sin embargo, fue bastante favorable. Entro en detalles:

Buen aperitivo:unas aceitunas excelentes, con un platín de aceite de oliva. Empezamos con unas croquetas de jamón, de bechamel ligera, un poco esponjosa, y buen jamón. Una lástima que trajeran un poco del frío de la nevera en su interior. Seguimos con unos edulis al pil-pil. Setas de las que vienen procesadas, sin ninguna frescura. Una pena, estando en la época en que estamos. Terminamos los entrantes con un plato de jamón, muy bueno, y de ración abundante .

De segundos: Plato de merluza al horno sobre una emulsión de aceite de oliva. Lomo de merluza de buena calidad y frescura. Buen punto de horno.

Arroz con pulpo del pedreru y oricios. El pulpo pequeño y prieto, los oricios frescos, buen punto del arroz. Estaba muy bueno

Entrecotte de buey asturiano. Excelente en todo: calidad de la pieza, punto de nevera ( justo antes de que empiece a tomar aromas desagradables), y punto de parrilla. Ración generosa.

No supieron acertar en traer los segundos a la vez.

Cafés aceptables y buen detalle de invitar a un orujo de sidra muy rico.

Como no pagué,no puedo comentaros nada del precio,aunque supongo que andaríamos, vino aparte, en el entorno de los 45 euros per capita.

sábado, noviembre 25, 2006

Casa Rosina


Refalfiao como andaba de cocina modelna , me entró antojo de comida casera y honesta, y uno de mis sitios favoritos en Oviedo sigue siendo Casa Rosina, donde ofician ahora las hijas de los fundadores Rosa y Manuel. Elisa llevando la cocina y Ana la sala y la repostería. Afortunadamente, el cambio generacional ha servido para ratificar el famoso adagio del Gatopardo de Lampedusa, de uso por otra parte tan indiscriminado, "que todo cambie para que todo siga igual", y en este caso no ha significado platos cuadrados, camareros de diseño, copas Riedel ni menús degustación. Por si acaso tuvieran alguna extraña ocurrencia, por allí andan siempre Rosa y Manuel, ayudando en lo que pueden a que todo siga así, igual, que en este caso significa muy bien.
Nos sentamos mi pareja y yo en esa misma mesa que se ve tras la balaustrada de madera, para aprovechar el día tan guapo que hacía, aunque tengo que decir que en algún momento se levantó algo de aire que , estando como estamos a finales de noviembre, ya venía con un frío que nos hizo arrepentir de nuestra valentía . Y tiene la mala suerte el restaurante de estar próximo a la autovía de circunvalación, que no puede dejar de molestar en lo que , de no ser por ello, sería una idílica terraza.
Carta recitada con platos de siempre: cebollas rellenas, ensalada de la casa, bocartes, alcachofas, salteado de setas, patatas rellenas, cabritu, chuleta o filete de ternera, pitu caleya, besugo, virrey, calamares de potera en su tinta,.....
Nos decidimos para empezar con las setas salteadas para compartir. Estas no eran boletus ni trompetas de la muerte, pero traían el otoñal perfume del bosque asturiano. Cocinadas despacito, sin estropearlas, excelentes. Estaban salteadas con un buen jamón, y unas no tan buenas gambas.


El vino, el Marqués de Riscal Sauvignon.


A continuación a los dos se nos apeteció el calamar de potera en su tinta. Fresco, muy cocinado y sabroso, aunque no está en su mejor momento. Nos sorprendió un poco de guindilla y de pimienta negra. La salsa muy concentrada. Y la bandeja de patatinas fritas espectacular. Hechas sin ningún atajo y con un buen aceite de oliva.





Finalmente, los postres , que aunque tienen una pinta un poco medieval estaban muy buenos. Unos frixuelos hechos a la asturiana manera, esponjosos, con buena mantequilla, y tostadinos, sin anís y con nada más que un poco de azúcar, y un requexón con figos en almíbar, caseros, extraordinario, aunque sobrase un poco de agua.


El café es de pota, por lo que no os recomiendo tomarlo con leche.

Total factura, con agua y una botella del citado vino: 63 euros.
En resumen, restaurante familiar y acogedor, con encanto, sin dejar de ser exigente por ello

martes, noviembre 21, 2006

Lista Asturiana


Bueno, como todo este lío de la presentación de la nueva guía Michelín 2007 ha despertado mi espíritu de entrenador, voy a daros mi lista asturiana.

De antemano digo que debido a problemas de financiación, en la que no he podido involucrar a ninguna editorial ni grupo empresarial, y sin haber podido siquiera recurrir con la frecuencia deseada a la habitual colaboración de parientes y amigos, no se ha podido visitar en el año corriente la totalidad de los sitios a continuación citados, por lo que me he visto obligado a recurrir a la colaboración de (malas) lenguas ajenas:

Casa Gerardo: 8,75
Real Balneario de Salinas, Casa Marcial, L'Alezna: 8,25
El corral del Indiano, La Solana, Koldo Miranda: 8
Casa Fermín. : 7,50
Deloya : 7,25
El perro que fuma, Casa Conrado, La Goleta, Los Arcos: 7
Los tres Caracoles, La Salgar: 6,75
Casa Tataguyo, La Tená de Alfredo, La Huertona, Casa Zabala: 6,5.
Interesantes,aspirantes a entrar en puntuación:Palacio de Cutre, El cenador de los Canónigos, La Pondala, Al Son del Indiano, Casa Víctor, La Puerta Nueva, La Campana, El Espacio, La Venta del Jamón....

Evidentemente, no están todos los que son .Os daréis cuenta de que la zona occidental está un poco abandonada, pero es que no voy mucho por esa zona

domingo, noviembre 19, 2006

Moscateles

En cuanto a los vinos es algo que me interesa mucho, y de lo que voy sabiendo más desde hace cosa así de un año, intentando entender y disfrutar. Estoy, sin embargo, lejos todavía de empezar a ser un experto. Sin embargo lo que siempre me han gustado han sido los moscateles. En mi caso me gustan, entre otras cosas, porque para mi el sabor de la uva moscatel es un sabor de verano y de infancia. Mi familia es natural de la costa de Torrox, en Málaga, y allí es frecuente el cultivo de la uva moscatel, de una variedad tan dulce, que es dificilmente comercializable, porque se estropea fácilmente, y se mancha con cualquier manipulación. Se da en la última semana de julio y las dos primeras de agosto, y tomadas de secano, con tendencia al amarillo y gran concentración, es uno de mis manjares favoritos. Por eso me encanta terminar las comidas con esa dulzura tan especial para mi de la moscatel. En cuanto a los vinos dulces , me gusta el moscatel de la Marina, que aunque no es excelente, me encanta por su ligereza y notas cítricas. Cuando quiero algo más serio, suelo optar por un Casta Diva o por un Ochoa. Otro vino dulce que me gusta mucho es el Vi de Gel Gewürztraminer, sedoso y elegante.

domingo, noviembre 12, 2006

Los Tres Caracoles


Como este finde tocó quedarse en casa a recuperarse de los últimos dispendios, voy a recuperar mi última experiencia en Los Tres Caracoles, que data de mediados de octubre, y que fue algo así:
Después de beber una sidrinas por la calle Gascona, en Oviedo ,decidimos acercarnos, a LOS TRES CARACOLES, restaurante/vinatería de Alex Sampedro, que está al final por arriba de esta calle haciendo esquina con Jovellanos. Local desenfadado, alegre sin dejar de tener cierta elegancia. Cocina a su vez moderna pero no extravagante, con frecuente cuidado del producto, abundante en las raciones y precios ajustados, extensa carta de vinos (más de 200 referencias), y si no te tomas la botella, te la preparan al vacío y te la puedes llevar en una graciosa bolsita. De muchos platos te puedes pedir "miniaturas", medias raciones que te permiten hacerte tu propio menú degustación.
De primero tomé un gazpacho de remolacha, con unos excelentes aceite y vinagre de fondo, con buen jamón ibérico y boquerones, muy agradable y acertado, sin la acidez del tomate. Luego para compartir unos chipirones frescos, excelentes, suaves, un poco dulces, salteados con verduras ( calabacín, habas de mayo, judías verdes, zanahorias baby), crujientes y ricas, plato redondo. Con los primeros me tomé un vaso de Palacio de Bornos Verdejo 2005, con buena acidez y un agradable retorno de fruta con toques cítricos. Pan correcto. De segundos un arroz cremoso con edulis , excelente en punto, generoso con la seta, y cuya virtud fue precisamente la de no añadir nada más, con un fondo muy ligero del que solo pude distinguir un poco de azafrán, bien, y por mi parte una paletilla de cochinillo confitada con fondo de piña, que contra pronóstico, fue lo menos interesante, aunque correcto. Con el segundo me tomé una copa de Pittacum 2004, con mucha fruta madura y buen equilibrio en general. De postre una copa de mascarpone con helado de mora excelente .Muy buen café. Extensísima carta de vinos de postre, orujos y licores . Total euros, dos: 75,15. Buena experiencia.

domingo, noviembre 05, 2006

L' Alezna


Habiendo llegado ya el frío otoñal, y con un día gris de lluvia intermitente, se me apeteció probar el menú de setas que prepara Pedro Martino en su restaurante L'Alezna, y que estará vigente hasta el día 19 de noviembre. La comida, con sus altibajos, pero en general estimulante y agradable, fue más o menos como sigue:
Como aperitivo una cuchara de Cantarelus marinados, con pasta fila y cuadradito de concentrado de llámpares (con la misma técnica que usa para los oricios/aleznas), que resulta una combinación acertada.
Excelentísimo aceite de oliva, que resultó ser griego (Oliva Kalamata), y muy buen pan (tipo gallego), aunque no había mas variedades a escoger.
De primero, una (crema) Espumosa de "Boletus" ahumada al foie con castañas, concentración de sabores otoñales, bien concebida, aunque el ahumado daba un regusto a embutido no del todo apropiado.
Luego, "Níscalos" marinados con "aromas del bosque" en ensalada. Plato decepcionante: los níscalos, que nunca han sido de mis setas favoritas, estaban insípidos, y aunque los "aromas del bosque" (aliño de ensalada con fondo de setas) estaba bien, el acompañamiento vegetal no tenía mayor interés.
Luego, Caldo ibérico con "Trompeta de los muertos" y tropiezos silvestres. Plato de inspiración andaluza/mozárabe, que de vez en cuando salpica la carta de Pedro. Caldo de sabor intenso a jamón ibérico, con un regusto un poco de ese rancio del hueso o grasa amarilla , que no es desagradable . Los "tropiezos silvestres" son jenjibre y raíz de perifollo, que sobreviven a la potencia del caldo,lo que no ocurre con la "Trompeta de los muertos", que a pesar de su presencia tiene un sabor delicado, y que resulta imposible rescatar .
Luego, el mejor plato del menú : Arroz meloso azafranado con "Senderuelas" y manitas glaseadas. El arroz, excelente en punto, abundante azafrán que combina muy bien con la finura de las senderuelas, y las manitas, de leve presencia, como suave contundencia.
Luego, el peor plato del menú, Raya escabechada a la naranja con "Pie Azul" confitado. La raya, aunque gelatinosa es muy plana de sabor, el escabeche no me parece su mejor preparación y el concentrado de naranja tenía una presencia excesiva. El "Pie Azul" tampoco ayuda a elevar la calidad del plato.
Luego, "Tocino tostado con langostino en su jugo y "Rebozuelos". Plato típico de Pedro, de carne muy grasa que tuesta mucho en su exterior , dejando un interior tierno que recoje parte de esa grasa. Sin embargo, el tocino tiene sus limitaciones. Los "rebozuelos" nos los cambiaron por otra seta, que llamaban "carbonera" y que no supe distinguir, y que fue , entre las setas, la que más me gustó, por su frescura y profundidad de sabor. El langostino no molestaba.
Luego, una original tabla de quesos asturianos ( Taramundi con nuez, Xinestoso y Peral), alineados en la parte izquierda, y que en la derecha tenían su contrapunto dulce :membrillo, nuez con miel, y confitura de flores de violeta como acertado final. Excelente el xinestoso.
De postre, un Royal de fruta de la pasión con chocolate blanco. Muy bien : fondo concentrado de maracuyá, crema de chocolate blanco ligera, y como acertado condimento, una semillas de amapola.
Comí con un Malpaso 2004, de Syrah y Garnacha , que me gustó mucho: de cálida entrada, potente fruta , taninos bastante redondos y final más persistente y complejo de lo esperado.
Quizás un poco excesivo de madera (vainilla). Lo que me quedó del vino me lo encorcharon y me lo metieron en una bonita bolsa.
Muy buen café y servicio atento y agradable. Precio muy ajustado, quizás incluso demasiado, en el sentido de explicar, aunque no justificar, alguna de las irregularidades : 2 personas, con una botella de vino, y agua: 103 euros.

miércoles, noviembre 01, 2006


Al final, los sabores que más nos gustan son aquellos que nos recuerdan nuestra infancia, y los restaurantes donde más vamos son aquellos que nos hacen sentir...como en casa.

Para los carnívoros, comentar que aquí en Asturias existe una carne excelente, especialmente la que llamamos de "xata roxa". Hay una que distribuyen Trasacar y Crivencar, en la que se llega a distinguir el sabor del pasto (estoy hablando de vaca/buey), y que la ponen muy bien en Oviedo en Casa Arturo, en la Plaza San Miguel, de Oviedo, aunque se note la falta de Arturo( que falleció hará año y medio)