viernes, noviembre 20, 2015

L' Epicurien (Périgueux, Francia)




En un principio no pensaba hacer post sobre este restaurante ya que la cena fue simplemente de disfrute y no me fijé mucho en el conjunto de la elaboración de los platos pero al final me he decidido simplemente para poner otro ejemplo práctico del sistema de menús en los restaurantes franceses además de reconocer que nos gustó la relación calidad/precio.

 
En el anterior post sobre el restaurante  L'Essentiel   comentaba la buena idea que me parecía el sistema de menús en los restaurantes franceses en el que puedes elegir entre los platos de la carta a un precio más ventajoso. En el restaurante L’Epicurien son aún más flexibles ya que puedes pedir entrada y plato o plato y postre o los tres cosas, además de con quesos o sin ellos.


En nuestro caso no teníamos demasiada hambre por lo que pedimos el menú de 27€ compuesto de entrada y plato principal. Al mismo precio también podría haber sido plato y postre y por 34€, entrada, plato y quesos o postre.
Como aperitivo de la casa nos pusieron una crema de calabacín y un tosta con salmón. Sencillo para hacer boca.


 
Como entrantes pedimos vieiras y calamares. No probé este plato pero mi mujer comentó que le había gustado mucho la combinación y sobre todo el fondo de la cocción.




 Yo pedí unos muslos de codorniz con guiso de setas realmente ricos y sobre todo notable el guiso de setas. Cocina de siempre con sabor y sensatez.




Uno de los principales fueron unas costillas de cordero y ternera confitada. Nos sorprendió que mezclaran ambas carnes en un mismo plato pero el resultado de ambas fue satisfactorio de sabor y punto y en una ración muy aceptable para el precio.



El otro plato fue pintada de las Landas con cerdo estofado. Se podría aplicar el comentario anterior a las carnes. Ambos platos venían con los mismos acompañamientos que aunque no los recuerdo bien creo que fueron un puré de batata dulce, crema de calabaza, alcachofa braseada y sémola con panceta frita.  No nos acabamos ninguno de los dos platos.


Para beber tomamos un Château Bouscassé 2010, Madiran. 30€. Bastante menos cargado con respecto a tienda que lo habitual en Francia.



La página web también es sencilla, sin flashes ni animaciones chorras, pero con la información que se necesita.


Finalmente salimos con una sensación mucho mejor que la del día anterior en L’Essentiel por mucha estrella Michelin que tuviera, además de que no teníamos a los vecinos de mesa a distancia de colleja como allí. Y todo por 27€ que si hubiésemos tomado postre hubieran sido solo 34. A veces lo bueno está más cerca y más barato de lo que parece y en este caso además, en pleno centro histórico de la ciudad. Recomendado.


L'Epicurien

1 Rue du Conseil, 24000 Périgueux, Francia
33 5 53 09 88 04   www.lepicurien-restaurant.fr

jueves, noviembre 05, 2015

L'Essentiel (Périgueux, Francia)



Périgueux es una bonita ciudad, capital del departamento francés de la Dordogne, aunque la zona es más conocida por su nombre histórico, Périgord.  Uno de los más emblemáticos de la ciudad es L’Essentiel que además está reconocido con una estrella en la guía Michelin.

Al hilo de esto último se podría continuar con la discusión tan manida de los diferentes criterios de concesión de estrellas o simplemente de aparición en dicha guía, diciendo que los restaurantes franceses tienen mucho más fácil el reconocimiento que los de otros países y la verdad, en el caso que nos ocupa bien lo podría parecer porque dudo mucho que un restaurante español teniendo unas mesas tan diminutas y una separación entre ellas tan pequeña fuera ni siquiera considerado por el inspector, eso sin tener en cuenta lo más importante, la cocina, de la que ahora hablaremos un poco.

Si algo me gusta de los restaurantes franceses es su sistema de menús como ya comenté en algún post antiguo. En general tienen varios de diferentes precios y composiciones en los que se escogen platos de la carta con un precio más reducido que pidiéndolos individualmente. Las raciones también son más pequeñas pero más que de sobra para quedar satisfecho con la cantidad.
Ya podían copiar este sistema nuestros restaurantes y no basarse excesivamente en el menú degustación y menos cuando éste se convierte en único.

 Nosotros pedimos el menú Gourmand de 43€ que consistía en un entrante, plato principal y postre. Pido disculpas por las fotos que fueron tomadas sin flash para no molestar a los demás comensales. Antes nos pusieron un “amuse bouche” que no recuerdo muy bien pero creo que fue una crema de calabacín con foie gras, que pasó sin pena ni gloria.


 Los entrantes consistieron en terrina de foie gras de pato confitado en su grasa con gelée de manzanas granny frescas al vinagre de jengibre y limón. Simplemente correcto y en la clasificación de todos los tomados de este estilo queda de la mitad para abajo.



 El otro entrante fue un crujiente de cabecero de ternera sobre una rebanada de foie gras de pato frito y emulsión de calabaza. La ternera estaba bastante bien, en su punto y con sabor, pero el foie gras les quedó algo apelmazado y seco y la emulsión de calabaza resultó demasiado dulzona, haciéndose pesada en combinación con el foie. Mejorable el resultado.


 Para los principales escogimos carne ya que poco pescado había en carta. Uno fue la aguja de cerdo dorada a la sartén, rebozuelos y polenta blanca cremosa y jugo de su cocción. Bien lograda la carne de cerdo tanto en sabor como en el punto, intensos y ricos los rebozuelos y muy liviana la polenta, con poco sabor. El conjunto del plato, bien.

 
No tan bien resultó el pato silvestre: filete asado en costra de peladillas, muslo en forma de salchicha, remolacha amarilla y roja en dos maneras y especias dulces. El muslo sí les quedó sabroso pero el filete volvió a adolecer de exceso de punto y además la costra se imponía en sabor a la carne aunque parezca difícil. En cambio las salas de remolacha estaban muy logradas sobre todo la roja. El conjunto no pasó de discreto.


Pasando a los postres uno consistió en una  tartaleta de higos negros escalfados, crema de limón, jugo de bergamota reducido a la vainilla y helado de almendras. Ricos higos bien refrescados por el toque agrio del limón y la bergamota y todo acompañado de un discreto helado. Correcto.


 
 El otro postre fue un cilindro crujiente de azúcar moreno, cremoso de chocolate negro Valrhona Kalapaia, crujiente de praliné, pera y caramelo líquido. Suena bien a priori todo pero sorprendentemente el sabor dominante fue el de la pera ya que el resto estaban bastante difuminados. Sin ser nada del otro mundo nos gustó más el otro.


La carta de vinos bastante más amplia de lo normal en este tipo de restaurantes en Francia. Tomamos un Domaine Roger Belland  Santenay-Beauregard Premier Crû 2011, 52€.

El personal de servicio correcto aunque un poco desbordados. El pan, bastante bueno y sin escatimarlo y además, incluido en el precio del menú, algo casi imposible de ver en España.

La página web, sencilla y sin tonterías pero con casi toda la información interesante. Bien.

La sensación final fue de claroscuro. No fue una mala cena pero creo que para un restaurante con este reconocimiento se le debería exigir más, que estamos hablando de estrella Michelin, aparte de lo comentado al principio de la incomodidad en sala. No nos gustó tan poco como el año pasado el Aubergue du Cheval Blanc de Bayona pero resumiendo, de volver a la ciudad, no repetiría y más habiendo otras opciones más baratas y que además nos gustaron más en días posteriores.


L’Essentiel

8 Rue de la Clarté, 24000 Périgueux, Francia
Teléfono:+33 5 53 35 15 15
http://restaurant-perigueux.com/