miércoles, diciembre 11, 2013

Tosca GastroBar (Nazaré, Portugal)



Parece que el término gastrobar, inventado por José Carlos Capel, ha traspasado fronteras ya que nos encontramos con éste en Nazaré, pueblo turístico costero a 100 km al norte de Lisboa y famoso por sus olas, al parecer las más grandes del mundo.

 
La verdad es que es rara avis en un pueblo absolutamente dominado por los restaurantes de pescado “grelhado” y muy orientados al rancho para el turista. Esa diferenciación le hace ser muy popular entre el turismo extranjero por lo visto en la web de viajes Tripadvisor.

 
De todas formas, el concepto que en España tenemos de gastrobar no parece que sea el mismo que en Portugal, o por lo menos aquí, ya que tenía bastante más de “gastro” que de “bar” porque uno espera poder tomar vinos por copas aunque sea en la barra y no era el caso, además de que la barra estaba prácticamente de adorno como en la mayor parte de establecimientos de hostelería portugueses en los que te tienes que sentar a la mesa, sí o sí.

 
El local no es muy grande pero sí que está aprovechado al tener las mesas al estilo francés, es decir, pequeñas y muy juntas entre sí.  La carta tiene unas cuantas cosas para picar con clara influencia gallega (chorizo gallego, criollos, pimientos de Padrón, etc) y varios platos más elaborados. IVA, 23%, incluído.
 
Esperaba que al ser un estilo de restaurante más moderno no tuvieran la habitual costumbre portuguesa de ponerte varios aperitivos no solicitados pero que no son invitación, pero sí lo hicieron. Bastante rica la mantequilla de chorizo, 0,80€, y aceptable el paté de atún, 1,30€.


 Como entrantes pedimos las albóndigas de “alheira” con cebolla caramelizada, 3,80€. La alheira es una especie mezcla entre longaniza y morcilla, típica del norte y oeste de Portugal y muy popular en todo el país. Las albóndigas estaban sabrosas pero penalizadas por su dureza. Lo que no pintaba nada era la cebolla caramelizada, ingrediente demasiado recurrente en este tipo de sitios.



 
Resultonas las patatas bravas, 3,25€, que venían espolvoreadas con pimentón picante y  ricos los chorizos criollos con chimichurri, 2,95€.


 

De principales probamos varios platos.  Los lomitos de cerdo con salsa de ajo, 8€, simplemente pasables además de ser de una simpleza exagerada. La materia prima era mejorable.

 
Mejor resultaron los escalopines de ternera con salsa de Maderia y champiñones, 9,40€, aceptable carne con una salsa bastante conseguida, aunque los champiñones de lata los podrían haber obviado.


Acabamos la carne con un filete de vaca a la pimienta, 12€. La carne era de calidad media, para entendernos, aunque bien de punto y con una salsa de pimienta bastante  decente. Correcto.




 
Merecen mención aparte las patatas que acompañaban los platos, excelentes, y la pequeña crítica a la repetición de las guarniciones en todos los platos de carne como se puede ver en las fotos. Esa especie de puré amarillo parecía que era de mango. ¿¿??. Un poco de imaginación, por favor.


También probamos los platos de pescado, aunque el pulpo es más bien marisco, técnicamente hablando. El lomo de bacalao confitado sobre pan de broa, 12,80€, afortunadamente de una calidad superior al típico portugués,  bien de punto y como suele ser habitual menos desalado que como se pone en España. No estuvo mal pero algo parecido lo hago yo en casa...



Peor resultó el pulpo a la plancha con vinagreta y mango, 12,80€, ya que estaba considerablemente duro. La vinagreta sí que estaba rica y el conjunto con el mango le daba un sabor original pero lo principal, el pulpo, se hacía difícil de masticar. Detalle a corregir.







 Para los postres probamos una delicia de chocolate, 3,50€, una especie de mezcla entre bizcocho y mousse bastante bueno

 y un magnífico tiramissú, 3€, uno de los mejores que he probado en los últimos años. Lástima de la parquedad de las raciones. Creo que con los postres dejarían más satisfecho al comensal poniendo más cantidad aunque incrementaran el precio en consonancia.

Decía al principio que el sitio tenía bastante más de “gastro” que de “bar” y se puede aplicar a la carta de vinos. Se espera que en un sitio así tengan una carta de vinos amplia y no fue el caso. Tampoco tenían armario para conservar los vinos, las copas eran manifiestamente mejorables aunque no tan malas como la  media en los restaurantes portugueses y las cubiteras eran inexistentes. Enfriador y arreando.
Tomamos dos tintos, Duas Quintas 2010, 19,20, del Douro y Syrah 2011 de Casa Ermelinda, 16,50€, de la penínusla de Setúbal. El blanco fue un Vinha da Defesa 2012, 12€, del Alentejo.

También pedimos con los postres un Porto L.B.V. Taylor’s, 4€, que fue servido en tan pequeña cantidad que se bebió en dos sorbos. Mal detalle que puede empañar bastante la percepción que a un cliente le queda de un restaurante.

En cambio, el café muy bueno como siempre en Portugal y al razonable precio de 0,80€. Parecido a cómo lo cobran los restaurantes españoles…

El personal femenino de servicio voluntarioso aunque algo apresurado.

Un fallo considerable es que solo aceptan la tarjeta de crédito Multibanco portuguesa y no las extranjeras. Inexplicable en estos tiempos y más en un pueblo tan turístico.

Otra crítica es a la ausencia de página web. Ya sé que no es un sitio cuya potencial clientela vaya a consultar mucho una hipotética web, pero en 2013 parece casi inexcusable su ausencia.

En resumen, un restaurante distinto de lo que se encuentra habitualmente en Portugal, fuera de grandes capitales, con altibajos, pero que sirve para arreglar una cena informal y para quien se quiera apartar un poco del ABC de la mayoría de restaurantes medios portugueses. Sorprenden un poco las muy elogiosas, y creo que excesivas, críticas que se encuentran en Tripadvisor sobre todo por parte de turistas extranjeros aunque tal vez sea porque agradezcan comer algo distinto después de días de pescado y carne “grelhados” y por parte de clientes portugueses porque tal vez no estén muy acostumbrados a este tipo de sitios. 
Por nuestra parte sirvió para arreglar las cenas en Nazaré pero si estuviera en mi ciudad dudo que lo volviésemos a pisar.


Tosca GastroBar

Rua Mousinho de Albuquerque 4, 2450-255 Nazaré, Portugal

viernes, noviembre 22, 2013

Aimia (Lérida)

 

El último restaurante de nuestra estancia en Lérida fue Aimia , que abría en domingo noche, comandado por dos jóvenes cocineros, Jordi Pallàs y Josep Niubó, que han estado en cocinas de renombre antes de decidir regresar a su tierra y montar este restaurante.


La cocina está integrada en la sala algo que a mi personalmente no me gusta y las mesas son un poco rácanas de espacio.

Tienen una carta amplia, IVA incluído, mezcla de los tan de moda gastrobares y propuestas algo más elaboradas. Mientras le echábamos un vistazo nos pusieron un aperitivo consistente en aceitunas y cacahuetes con wasabi. Las aceitunas bastante malas y los cacahuetes muy sabrosos.




El primer entrante fue una coca de maiz foie y nísperos, 12€, que comparando nos gustó menos que la del L’Alzumar. El foie era mejorable y la masa de la coca estaba algo inconsistente.


El otro fue un roast beef de vaca gallega con crema de patata y mostaza. 11,50€. Algo decepcionante. La carne le faltaba intensidad en el sabor, más fuerza, al igual que a la crema de patata. Se comía pero se olvidaba.

 
Muchísimo mejor resultó la hamburguesa Aimia, 10,60€, fantástica por calidad de la carne, punto conseguido y las excelentes patatas que la acompañaban. La mostaza y el kétchup te los ponían aparte para echar a discreción. Muy bien.



También notable el magret de pato con pera y salsa de cacao y moras. 12€. Buen producto, perfecto también de punto, muy bien realzado por una buena salsa de cacao y moras y refrescado por los trozos de pera. Lástima de foto culpa de mi poca pericia.





También tomamos postre aquí. Muy rica la crema de maracuyá con emulsión de coco y granizado de menta, 4,50€, perfecta armonía de sabores y técnicas.





Igualmente ricos aunque menos notables los chocolates. 4,50€. Cuatro diferentes preparaciones en forma de helado, sopa, brownie y ganache que aunque estaban bien se hacían algo pesados de acabar. Tal vez algún matiz distinto haría más redondo el postre.



 
Acompañamos los postres con una copa de Dolç D’Orto Blanc, 3,40€ y Mataró Dolç, 4,10€, servidos en cantidades muy escasas. Detalle a revisar.

Para beber tomamos un tinto de Costers del Segre, Vilosell 2010. 18€. La carta de vinos en una onda de precios acorde con la de platos. Se agradece que no se carguen demasiado y que se elijan vinos asequibles pero de calidad.

Buen pan. Pan y cubierto. 0,50€ c/u. Muy bien el precio.

El personal de sala, muy joven, algo despistado y nervioso, aunque ponían voluntad.

La página web casi inexistente. La portada y nada más. Algo a solucionar ya que en algunos casos puede hacer por decidirse o por descartar un restaurante.

Después del clasicismo de la noche anterior la vuelta a una propuesta más moderna estuvo bien en conjunto aunque con una clara diferencia entre los entrantes y los platos principales. Cocina resultona y agradable, con precios contenidos lo que se agradece en los tiempos actuales. Algo diferente, en la que parece por lo visto, gastronómicamente conservadora Lérida.


Aimia

Carrer Doctor Combelles, 67, 25003 Lérida
973 26 16 18
www.aimia.cat

jueves, noviembre 14, 2013

Xalet Suís (Lérida)



Todas las ciudades suelen tener algún restaurante, o varios, emblemático o como también podríamos decir “de toda la vida” y en Lérida sin duda uno de ellos es el Xalet Suís, en el que ya habíamos estado hace unos diez años y en el que volvimos a repetir en esta nueva visita a la ciudad.


Se encuentra situado fuera del centro histórico pero lo suficientemente cerca como para ir andando y en una zona en la que parece que se concentra la principal oferta gastronómica de la ciudad ya que está cerca de L’Alzumar donde habíamos estado la noche anterior.

La decoración sigue más o menos como la recordábamos , muy clásica. Una vez sentados, echamos un vistazo a la carta, precios con IVA incluido y nos pusieron unas aceitunas y unos buñuelos de
bacalao de aperitivo.


 

 Para los entrantes nos decidimos por distintas preparaciones del bacalao. Solo correcta la ensalada de bacalao con salsa romescu, 12,70€, aunque la sacaron excesivamente frío. Además nos pareció un poco caro para la ración.






Algo mejor pero sin alardes estuvo el milhojas de berenjenas con brandada de bacalao y salsa de pimientos, 9,40€. Esperábamos más.





 Para los platos principales nos decidimos por los pescados. Uno de ellos fue un clásico rodaballo al estilo Orio, 22,50€. La ración no era para empacharse precisamente pero el punto de plancha estaba perfectamente conseguido y la clásica preparación al estilo Orio le daba el toque justo de alegría respetando el sabor del pescado. Correcto y si hubiera sido una ración más acorde con el precio, mejor.




 El otro pescado estaba fuera de carta y consistió en una corvina al estilo Orio. 19,25€. No lo pedimos así. El maitre nos ofreció prepararlo de diversas formas y le dijimos que al gusto del chef, el cual podría haber tenido algo más de imaginación y prepararlo de distinta manera que el rodaballo. Se le puede aplicar el mismo comentario que a éste.


 
Los postres fueron una mousse de crema catalana “Xalet Suis”, 5,65€, a la que le faltaba fuerza 

 
 y un helado de higos al Armagnac, 5,25€ bastante notable aunque bien cobrado.






Para beber tomamos un blanco de Costers del Segre, Auzells 2012, 14,75€. Carta de vinos bastante correcta con una aceptable representación de los vinos de Costers del Segre, con precios no excesivamente hinchados.

El personal de servicio consistió solamente en el dueño, un veterano con pinta de tener muchas horas de sala en sus pies. Impecable.  El pan, 1,17€ c/u. Un precio realmente raro.

La página web, inexistente. Inexplicable en pleno 2013.

De vez en cuando está bien volver a los clásicos, aunque en este caso tal vez lo sea demasiado. En nuestra anterior visita no nos lo pareció tanto pero claro, han pasado 10 años e inevitablemente nuestros gustos evolucionan. 
Algo de renovación creo que le vendría bien como también no recortar en uno de los puntos fuertes de casi todos los restaurantes clásicos que es la abundancia de las raciones. De todas formas dudo que se pueda comer mal aquí, por lo que es una visita recomendable.


Xalet Suis

Avinguda Alcalde Rovira Roure, 9, 25006 Lérida, Lleida
973 23 55 67




miércoles, noviembre 06, 2013

L'Alzumar (Lérida)







La primera noche que pasamos en Lérida no habíamos reservado nada para cenar. Había visto que en la zona de la calle Sant Martí había una concentración de restaurantes, taperías y gastrobares y decidimos acercarnos para ver cuál era el más apetecible.
Resultó ser L’Alzumar que presentaba una una típica carta de gastrobar. Al hilo de esto es realmente sorprendente que algunos de los establecimientos no tengan en el exterior su carta, lo que ya es inexplicable de por sí y en un entorno de tanta competencia todavía más. Si no conoces ninguno lo normal es entrar en el que te ofrece su propuesta y no en el que la desconoces.

Una pena es que en viernes noche solo hubiera una mesa además de nosotros. Solo al final llegó otra mesa de cuatro. 


La tarjeta amarilla se les muestra porque los precios de la carta no tienen el IVA incluido. Está claro que esta mala costumbre, aunque cada vez menos, es algo común a cualquier parte de España. Mientras la hojeábamos nos pusieron una crema de brandada de bacalao aunque tenía un fuerte fondo de marisco que se imponía al sabor del bacalao. No acabo de ver la combinación. 
Una nota positiva es que de muchos de los platos se podían pedir medias raciones.




Algo que ya hemos convertido casi en tradición es pedir las patatas bravas cada vez que vamos a un gastrobar. Estas en concreto se denominaban nuestras patatas bravas con "allioli" y tomate natural picante,  3,85€, decentes aunque quedan de la mitad para abajo en la clasificación hasta la fecha.





También pedimos la mini-hamburguesa, 6,60€, simplemente correcta. A lo que no se puede aplicar lo de "mini" es al precio, teniendo en cuenta lo escaso de la carne.






 Como platos más principales tomamos media ración de coca de escalivada a la brasa con micuit de foie, cebolla caramelizada y piñones tostados, 7,70€, bastante conseguida y muy rica.







 El otro plato fue media ración de manitas de cerdo crujientes deshuesadas, 7,15€, realmente notables. Bien.








De postres pedimos una   torrija caramelizada con helado de vainilla, 3,85€, resultona


y un rico Santhonoré L’Alzumar, 3,85€ en una versión libre pero muy sabrosa.






Para beber tomamos un Cava Gran Caus Rosado, 19,25€, sorpresa agradable que se encarama a los primeros lugares de la clasificación entre los Cava rosados que probé hasta la fecha. La carta de vinos corta pero correcta para la propuesta gastronómica. Se puede ver en la web.

Aquí se dio el extraño milagro en la hostelería española de que no nos cobraron el pan. El chico de servicio, profesional, correcto y simpático.

La página web sencilla pero muy informativa que al fin y al cabo es lo que yo por lo menos busco en la web de un restaurante.

En resumen, un buen sitio para una cena informal, a precios no excesivamente altos y con la posibilidad de tomar muchos platos por medias raciones. No busquemos alta cocina pero algunas de las preparaciones mostraron un nivel más que aceptable. Recomendado.

L’Alzumar

C/. Sant Martí, 59 · Lleida
973 247 413 www.lalzumar.com

viernes, octubre 18, 2013

Choco (Córdoba)




El restaurante Choco está situado en Córdoba, concretamente en el barrio de La Fuensanta, algo alejado del cogollo turístico y del centro de la ciudad. Me da la impresión de que esto es un handicap para su desarrollo ya que solo así se explica que por mucha crisis que haya, en una ciudad tan turísitica como Córdoba, que además tiene una población respetable, no tuviera una noche de sábado más que la mitad de sus mesas ocupadas.

Pero lo que es una pena para el restaurante es una ventaja para los que sí estábamos allí ya que el servicio fue rápido y ágil.

Probablemente la única parte negativa de la cena fue la vista de que en la carta no tienen el IVA incluído en los precios. Como ya dije en post recientes, esta mala práctica se ve cada vez menos afortunadamente, pero aún quedan sitios de categoría como éste que siguen sin cumplir con la legalidad en este sentido. Vuelvo a recordar la obligatoriedad del tema:

LEY 44/2006 de 29 de diciembre de mejora de la protección de los consumidores y usuarios.

En concreto el artículo 1. en su apartado siete dice lo siguiente:

Siete
«d) Las condiciones esenciales del contrato, en particular sobre sus condiciones jurídicas y económicas y la información sobre el precio completo, incluidos los impuestos, o presupuesto, en su caso. En toda información al consumidor sobre el precio de los bienes o servicios, incluida la publicidad, se informará del precio final completo, desglosando, en su caso, el importe de los incrementos o descuentos que sean de aplicación, de los gastos que se repercutan al consumidor y usuario y de los gastos adicionales por servicios accesorios, financiación u otras condiciones de pago similares.»

Prefiero pensar que este reiterado incumplimiento en algunos restaurantes se debe al desconocimiento de la Ley aunque como sabemos todos, eso no les excluye de su cumplimiento.

En la carta disponen de dos menús degustación pero tienen la flexibilidad de ofrecer cualquiera de los platos independientemente con lo que el comensal se puede configurar su menú degustación a su gusto. Buena política de la que ya podían copiar otros restaurantes. Mientras hojeábamos la carta tomamos sendas copas de fino C.B. 3,30€., que ya está bien cobrado.


Comenzamos con dos aperitivos que no son invitación de la casa ya que cobran por el concepto "cubierto y complementos"  3,30€. Una era manteca colorá con chicharrones. Excelente. De esos entrantes que te gustaría comer medio kilo. Estaba muy buena. 


El otro consistió en un cucurucho de algas con vinagreta de encurtidos muy refrescante y perfecto para contrastar con la potencia de la manteca colorá con chicharrones.


 Los entrantes fueron emplatados para dos, por eso en la foto pueden parecer pequeños. El primero fue una Regañá de sardinas: sardinas marinadas en bota de Montilla, salmorejo asado y regañá. 11€. El nombre de los platos facilita el trabajo al cronista ya que explican perfectamente los que hay en el plato. Muy buena conjunción de los ingredientes en un guiño a la cocina cordobesa. Lo malo es que se come en un plis-plas.


 El otro entrante lo escogimos de los platos principales. El Atún rojo de la almadraba que quiso ser cerdo ibérico: atún rojo sobre brasas, tomate de colgar y nabo encurtido. 22€. Habíamos leído que era uno de los platos estrella del restaurante y no nos extraña. Magnífica la textura conseguida con el atún que recordaba a una papada de cerdo ibérico, suave y untuoso, muy bien acompañado por el tomate y el nabo. Fantástico plato.



Para los principales elegimos carne. Golosa y muy rica la Berenjena a la miel: berenjena tratada, presa de la sierra y especias de Córdoba. 15,40€. Potente plato de sabor intenso y especiado con una buena conjunción de todos los ingredientes. Nos gustó mucho también.




Acabamos con Lechón crujiente: lechón con su piel crujiente, ajos asados y naranja. 25,30€. Perfecto el lechón, crujiente por fuera y mantequilloso por dentro con el acertado toque de la naranja. También buen nivel.




 
Como la elegido anteriormente fue potente solo pedimos un postre. Pastel Omeya: bizcocho semilíquido, avellanas y canela. 9,90€. Muy rico el bizcocho con un fluído de avellanas y canela intenso de sabor pero sin empalagar. La única pega el precio, alto para la cantidad.




 Muy buena carta de vinos con cantidad y calidad de referencias aunque como suele suceder en este tipo de restaurantes, con precios más altos de lo deseable. Tomamos un Juan Gil 18 meses 2010. 35,20€.

Pan de buena calidad. 



Las copas, menaje, mantelería, etc de nivel alto y el personal de servicio excelente, de escuela. Hacía tiempo que no veía un personal tan bien formado y con tan buenas maneras y eso evidentemente se paga.

La página web del restaurante bastante mala. Mucho flash, mucha foto, pero poca información. A mejorar.


La sensación general de la cena y del restaurante  buena. Excelente cocina cordobesa actualizada con técnicas modernas, dominio de los puntos de cocción, acertados contrastes, servicio de alta escuela… Tiene todos los ingredientes necesarios para seguir subiendo peldaños. Si mejoraran la situación del restaurante y cumplieran con la obligación de incluir el IVA en los precios lo tendrían todo para ser una referencia obligada en el sur de España.

Choco

C/ Compositor Serrano Lucena, 14, 14010 Córdoba
957 264 863   www.restaurantechoco.com

miércoles, octubre 09, 2013

Married cocina (Oviedo)


El restaurante Married cocina se encuentra situado en el corazón de Oviedo, en la Plaza de Trascorrales, a un paso del ayuntamiento. Lleva solamente dos meses de andadura y el responsable de los fogones es el veterano chef César Fernández Casado con un amplio currículum en el que destacan estancias en Berasategui, L'Alezna, La Casona de Llerana y Michel Bras entre otros.
El local es minúsculo, solo seis mesas, pero esto redunda en beneficio del cliente ya que la salida de platos y el servicio fue totalmente ágil.

El único fallo que observé es que antes de que te traigan las cartas te ponen los primeros aperitivos. Creo que debería ser al revés. La carta no es muy amplia pero sí suficiente: cinco entrantes, cuatro pescados y cuatro carnes. Algo que yo cambiaría es que no están los postres en la carta principal y a mi por lo menos me gusta que estén para hacerme una composición general de lo que quiero comer. Precios con IVA incluído y muy contenidos. Bien.



En este restaurante nos sorprendieron algunas cosas por poco habituales. Una de ellas es que nos sirvieron cinco aperitivos invitación de la casa. Sí, el lector ha leído bien: cinco. El primero fue el coctel de bienvenida: torera espalola y vermut de coco y cítricos. La torera era un tarro con aceituna, anchoa, tomate y queso todo ello bañado en aceite. Muy resultón al igual que el rico vermut de coco y cítricos.





El siguiente aperitivo consistió en una patata asada en forma de piedra con salsa ali-oli trufada. Efectista la patata pero muy rica, rellena con la salsa que también se servía aparte. Original.




 

Seguimos con unos crujientes de pollo tandoori con miel y menta, resultones y sabrosos.






Y para acabar un salmón helado ahumado y perfumado al momento, jengibre y eneldo, crema y hoja. Excelente el helado de muy buena textura, intenso sabor muy bien realzado por el jenbigre y el eneldo.




Después de este despliegue casi nos arrepentimos de pedir entrante y plato, pero de perdidos al río.


Un entrante consistió en una purrusalda, patata, puerro y bacalao como ensalada con distintas temperaturas y cocciones. 12€. Lograda interpretación de Casado del tradicional plato vasco en el que las verduras se complementan perfectamente con el bacalao y las patatas formando un plato armónico y sabroso. Muy bien.



 Seguimos con un foie fresco marinado en vinagre de sidra acompañado de verduras tiernas soasadas en grasa especiada y bañado en escabeche carbónico. 14€. Vuelta de tuerca al foie gras, creo que se debería nombrar así, al que el vinagre de sidra suaviza su evidente textura grasa con su toque punzante, bien acompañado por unas ricas verduras con el toque final del escabeche. Notable.  Eso sí, aunque no se aprecia en la foto, yo cambiaría el plato que es muy llamativo pero totalmente incómodo e inadecuado para comer cualquier cosa.


 Para los principales escogimos carne. Uno de los platos fueron unas tejas crujientes de cochinillo ibérico confitado en su propia grasa, crema fría de tomates, migas de pan viejo, coscorrones y piparras. 18.50€. Excelente el punto del cochinillo de intenso sabor, con una fantástica crema de tomate que se conjuntaba a las mil maravillas con el cochinillo y con el buen añadido de las migas y coscorrones y el adorno de las guindillas. Muy buen plato.


 Acabamos con una pieza de vaca a la parrilla, ponche y compota de frutos rojos, remolacha y mantequilla de comino. 18€. Contundente plato ya que eran tres tacos de carne, perfecta de punto, de potente sabor con una muy lograda salsa de frutos rojos y el acertado toque entre dulce y amargo de la mantequilla de comino. Otro acierto.




A pesar de que la fartura era considerable no me puede resistir a pedir postre que fue un suflé de chocolate con cremoso de chantilly y espuma de frutos rojos. 6€. El suflé era una libre interpretación puesto que se acercaba más a una mousse, aunque carece de importancia ya que estaba muy bueno al igual que el cremoso de chantilly que hacía de contrapunto perfecto del chocolate y todo refrescado por la espuma de frutos rojos. Rico, rico.

Acompañamos el postre con un chupito de un txacolí dulce de Itsasmendi, invitación también de la casa.

La carta de vinos no muy amplia pero bastante bien escogida y a precios terrenales. Tomamos un Parada de Atauta 2010, 26€.


 Al principio del post decía que nos sorprendieron algunas cosas y aparte de los aperitivos la otra gran sorpresa es que el pan y el agua corren por cuenta de la casa. Esto es algo muy habitual en Francia por ejemplo, pero aquí en España se encuentra directamente en la categoría de "milagro".  Muchos restaurantes deberían fijarse en estos detalles aunque aquí lo habitual es que no solo no lo hagan sino que en muchos sitios te pongan un aperitivo que no has solicitado y encima te lo cobren con el concepto "pan y aperitivo" o "cubierto".

El personal de servicio consiste en el maitre y una camarera.  El maitre impecable de modales y en su buen hacer.

La página web un poco rácana. Hasta hace unos días tenían colgada la carta pero ya no está. Supongo que estará en construcción la de la nueva temporada de otoño.

En resumen, hacía falta un restaurante así en el mortecino panorama gastronómico ovetense y sobre todo en lo que a cocina moderna y creativa se refiere. Si con solo dos meses de andadura la cocina de Casado se muestra tan engrasada y en forma todo apunta a que nos dará grandes satisfacciones en el futuro. A mi ya me ha ganado como cliente y evidentemente no puedo más que recomendar su visita.


Married cocina

Plaza de Trascorrales, 19, 33009 Oviedo
984 283 644   marriedcocina.eu