Portalegre es una pequeña ciudad portuguesa capital
del distrito homónimo y situada muy cerca de la frontera española. Probablemente
sea muy poco conocida a este lado de la raya a pesar de estar tan cerca de esta
y de ser una muy buena base de operaciones para descubrir el Alto Alentejo con
lugares que merecen mucho la pena conocer como Marvao, Castelo de Vide, Crato o
la Serra de Sao Mamede.
El restaurante está situado en el hotel José Regio, un
cuatro estrellas prácticamente nuevo en pleno centro de la ciudad. El problema
que le veo es que parece casi clandestino ya que al estar situado en el piso -1
y sin ningún cartel informativo en el exterior puede pasar desapercibido para el
turista. Tampoco se entiende muy bien que en el interior del hotel no haya
informaciones de ningún tipo sobre el restaurante, con lo poco que costaba
simplemente poner una carta en el ascensor. Esto es algo tan común en bastantes
restaurantes de hotel como inexplicable.
Existe poca información sobre el restaurante en Internet pero
parece ser que lleva no mucho más de 2 meses abierto y ofrece una cocina algo
más novedosa que la del resto de restaurantes de la ciudad.
Afortunadamente en Portugal se va viendo cada vez menos la
antigua costumbre de sacarte varios entrantes no solicitados que te dejaban en
la mesa y que después de cobraban si no les decías que los retiraran. Esto sí,
la mantequilla y el paté de sardinas no faltan nunca en la mesa.
Como cenamos más de una vez hago el post como si de una
visita única se tratara aunque en algún aspecto cambió sustancialmente de una
cena para otra.
En total pedimos dos entrantes. Uno fue una tabla de
embutidos alentejanos, 6€. Tres tipos distintos, chorizo, cabecero de lomo y un
tercero que parecía farinheira cortada en rodajas. Correctos
simplemente.
El otro entrante consistió en una alheira rellena con compota de
calabaza, 6€. Muy rica.
Como pescados probamos filetes de atún con legumbres braseadas y patatas salteadas, 12€. Como declarado diletante, mis conocimientos no llegan como para asegurar contundentemente que lo servido no era atún pero la verdad es que el color, textura y sabor hacían que no lo pareciera. Tomé varias veces atún en las Azores en el pasado y aunque también tenía sus diferencias con el que estamos acostumbrados aquí, no eran tan grandes. El caso es que de sabor e intensidad no andaba muy sobrado, además de estar demasiado pasado para nuestro gusto. Regular.
Mejor resultó el bacalao en tempura y su arroz, 12€, muy bien de punto y sabor
con una tempura muy fina. Bien.
En cuanto a las carnes probamos tres diferentes. Muy bien el carré de cordero con costra de romero y chips de patata dulce. 14€. Buen producto, perfecto de punto y de sabor. Muy agradables también los chips de patata dulce.
Buen producto también el del filete de ternera con patatas salteadas y ensalada de canónigos con naranja. 14€. Vino un poco
más pasado de lo deseado pero nada grave y solo tuvo el problema de que se le
fue al cocinero un poco la mano con la sal.También podría haber sido un poco más variado con la guarnición...
Menos convenció el tournedó Régio, 15€, que aunque la carne estaba sabrosa , era excesivamente parco en cantidad y le sobraba la tempura, en este caso algo basta. De lo que sí había en abundancia era de las patatas salteadas que tanto parecen gustarle al cocinero.
Con respecto a los postres solo probamos dos. Uno fue encharcada conventual con con coulis de frutos rojos. 3€. Demasiado dulzona para nuestro gusto.
El otro fue boleima de Portalegre con reducción de vino de Oporto, 4€. Rica, sí, pero parecía que estábamos desayunando más bien que tomando un postre de restaurante.Curiosamente incluyeron también el mismo helado del otro postre.
La carta de vinos corta, sobre todo en blancos y aun así les faltaban algunas referencias.
Tomamos Altas Quintas Colheita Tinto 2008, 22€, Terras d´Alter Reserva 2013, 25€ y Monte dos Cabaços Colheita Seleccionada 2009, 18€ en tinto y como blanco Monte das Servas, 1250€.
Algo que llama la atención en Portugal es que en un
restaurante, la comida y el vino tienen un IVA del 13% y en cambio curiosamente
el café lo tiene del 23%, por lo que incluso sorprende más que nos hayan cobrado
solamente 0,65€ por el café. “Parecido” a cómo te cobran en España el café en
un restaurante y cuando además soporta un IVA 13 puntos inferior…
Lo que sí fue de tarjeta roja es el Porto Tawny que nos sirvieron a temperatura ambiente, unos 23 grados.
El pan, como en casi cualquier sitio exceptuando España, no
lo cobran y además tampoco lo racanean.
El personal de servicio un poco despistados pero se supone
que con más rodaje mejorarán.
La noche en la que comimos pescado fue la del
viernes santo y
llenaron por lo que nos dio la impresión de que no se esperaban tanta
gente y no
estaban preparados en cocina porque desde que nos sentamos hasta que
llegaron
los platos pasaron nada menos que 97 minutos. En cambio la noche
siguiente, en
la que no pensábamos ir pero acabamos allí por la fuerte lluvia, también
llenaron y no hubo problema alguno con los tiempos. Si solo hubiésemos
ido el viernes nos hubiésemos llevado una impresión muy negativa del
restaurante, por eso cuando solo visito una vez un sitio siempre
apostillo en mis posts que se trata de la opinión sobre una comida/cena
en concreto y nuca un juico general del restaurante.
En conjunto, el balance de la experiencia fue positivo ya que
a pesar de algunos de los fallos descritos, se esfuerzan en ofrecer algo
distinto a la cocina tradicional que se encuentra en el resto de restaurantes de
la ciudad además de que con el rodaje seguro que mejoran tanto la cocina como la
sala.
José Régio
Largo António José Lourinho Nº 1,3
7300-088 Portalegre
http://hoteljoseregio.com
Los platos son minimalistas pero con todo lujo de detalles y sabores, tengo un viaje a Portugal pronto así que a ver si paso por este sitio y lo pruebo, gracias por la recomendación Toni
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