jueves, abril 18, 2019
Casa Fermín (Oviedo)
Casa Fermín es uno de los restaurantes a los que más veces he ido en Oviedo. Estar a 10 minutos andando de mi casa ayuda, pero está claro que su regularidad y buen hacer invitan a repetir aunque en mi caso hacía bastante tiempo que no iba por lo que aprovechando la suspensión del viaje de Semana Santa que tenía pensado hacer, nos acercamos la noche del miércoles santo.
Como jugábamos en terreno conocido, no tardamos en pedir y como siempre en esta casa, llegó sin demora el apertivo invitación de la casa que consistió en una crema de espárragos con salmón del todo agradable para ir abriendo el apetito.
En Casa Fermín casi siempre pedimos postre por lo que solo tomamos un entrante que fue xarda en escabeche con puré de piparra y anchoa. 18€. La foto muestra media ración porque en esta casa tienen el detalle de emplatar para dos sin cargo adicional, algo que podrían copiar otros restaurantes.
La xarda muy fina y sabrosa. ¡Quién iba a decir que un pescado antaño considerado pobre podría ser una delicatessen en toda regla!
Para los platos principales combinamos carne y pescado. Este fue el atún rojo con toffe de vermut, 30€, simplemente magnífico. Perfecto de punto, de sabor, de textura y perfectamente acompañado de una gran salsa de vermut y unas riquísimas bolas de toffe. Una combinación extraordinaria.
La carne fue un cochinillo confitado, pesto de avellana y crema de piña ahumada, 26€. El cochinillo una delicia que se deshacía en la boca y armonizando muy bien con la avellana y la piña.
Un plato que se puede ver versiones parecidas en otros restaurantes pero que no siempre consiguen un resultado como este.
Como dije antes, en Casa Fermín siempre dejamos un hueco para los postres. Uno consistió en el pastel de chocolate con pera y helado de cuajada de oveja. 7,50€. Difícil elegir qué estaba más bueno aunque me quedo con el pastel aunque el helado no andaba muy lejos. Fantástico.
También a muy buen nivel el sorbete de gin tonic con sopa de cítricos y enebro, 7,50€, que realmente recordaba a un gin tonic y tenía el dulzor muy medido.
Muy bueno.
Acompañamos estos postres con sendas copas de Moscatel Emilín y de una sidra de hielo asturiana de la que no me quedé con el nombre y que la casa tuvo el magnífico detalle de invitarnos.
Y para rematar, nos pusieron unos petit four también cortesía de la casa.
Para beber tomamos un Remirez de Ganuza F.B. 2016. 30€.
Lo único criticable que encuentro es que la carta de vinos es algo escasa en blancos comparada con los tintos, algo que pasa en muchos restaurantes.
El personal de servicio comandado por Maria Jesús Gil, impecable como siempre y es de destacar los tiempos de salida de platos que parece que los tienen cronometrados porque no esperas prácticamente nada. Perfecto.
Muy buena página web también, informativa y con muchas fotos para hacerse una idea clara de su cocina.
En resumen, Casa Fermín no falla. No recuerdo ninguna vez en la que haya salido defraudado. Se podría discutir si deberían arriesgar más, aumentar la creatividad o lo que sea, pero a estas alturas prefiero que sea un sitio que sepas que vas a comer bien que correr aventuras que no siempre salen bien. Por todo esto, no puedo dejar de recomendarlo encarecidamente.
Casa Fermín
San Francisco, 8, 33003 Oviedo
985 216 452 www.casafermin.com
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