Después de más de una visita fallida a Salamanca en los
últimos tiempos, por fin se nos arregló pasar un fin de semana en la maravillosa
ciudad leonesa y visitar el Tapas 3.0 del que tantas y tan buenas
referencias teníamos. Su chef Jorge Lozano habla de rescatar las antiguas
recetas de la cocina salmantina y zamorana con su correspondiente puesta al día,
algo que mi diletantismo no me permite juzgar pero que estoy seguro que consigue
después de los ricos platos probados.
El local de Tapas 3.0 es difícil que esté mejor
situado. A un paso de la plaza Mayor y en plena zona
gastronómica salmantina. La
decoración es muy agradable con paredes de piedra y vigas de
madera.
Ojeando la carta vemos que se pueden pedir muchos de los
platos como medias raciones, haciendo honor al nombre del local, lo que te da la
facilidad de poder probar más cosas de lo normal y así lo
hicimos.
Comenzamos con las patatas bravas, 3,50€ media, de las
que se dice que están entre las 10 mejores de España. No tengo la capacidad de
cuestionar esa afirmación pero sí de decir que para nosotros sí que están entre
las 10 mejores que hayamos probado. Muy buena fritura y una adictiva salsa.
Prueba obligatoria.
Seguimos con un canelón de rabo de vaca, boletus y trufa
negra. 9€ media. Sabor intenso, potente,
largo… Muy bien.
Luego llegaron las manitas crujientes, mostaza y
encurtidos, 5€ media, una sensacional combinación de la grasa de las manitas
con la rica salsa de mostaza y el toque agrio de los encurtidos que pedía un
bocado tras otro. Se comió en un plis plas.
Continuamos el festival cárnico con el cordero adobado y
cuchifrito, su jugo al jerez. 7,50€ media.
Para comer un perol de lo bueno
que estaba. Tal vez el plato que más nos gustó de la noche además de una buena
cantidad para ser media ración.
Y acabamos con el toque más moderno de la noche: pluma
ibérica, curry verde, coco y arroz negro frito. 8,50€ media. De este plato
no hay foto pero se le pueden aplicar los mismos elogios que a los
anteriores.
Esta vez llegamos a los postres y mereció la pena aunque tal
vez estuvieran un escalón por debajo de los platos salados. Uno fue el postre
del chocolater@. 6€. Puro vicio para los amantes del chocolate y muy rico el
helado también.
El otro fue una tarta de café. 7€ .Notable también.
La carta de vinos no muy extensa pero suficiente y con una
representación de varios vinos salmantinos. Nosotros tomamos un Almirez
2014. 23€. Eso sí, una pequeña crítica: creo que la botella de vino que hay
en las mesas, sobra.
El pan de Arapiles, 1,50€. El personal de servicio, eficiente
y rápido, a pesar del llenazo que había en el restaurante.
La página web deberían de ponerla como ejemplo de lo que debe
ser una web de un restaurante.
No cabe duda que Tapas 3.0 convence claramente. Cocina
sabrosa en su máxima expresión y además con el buen detalle apuntado al
principio de poder pedir medias raciones de bastantes platos para confeccionar
tu propio “menú degustación” de tapas. Se podría decir que es un gastrobar de
los que hay tantos últimamente pero aquí se ve bastante más cocina, con mucha
base tradicional sin olvidar la innovación y aunque ofreciendo algunos de los
típicos platos que se encuentran en estos sitios, yendo varios pasos más
allá.
No cabe duda de que es una visita obligada en
Salamanca.
Tapas 3.0
Sánchez Barbero, 9, 37002 Salamanca
923 61 96 19 www.tapastrespuntocero.es
No hago que leer cosas buenas de este sitio. La única pega es que no estuviese abierto cuando viví allí. Ay.
ResponderEliminarPues nada. Una escapada a Salamanca y a disfrutar. ;-)
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