Casi estoy al final de este viaje por Galicia y será simbólico que la última etapa sea en Fisterra, en el finis terrae, en un límite que te obliga a cambiar la perspectiva para luego aprender que no hay tal final.
Y otra vez el camino más largo, por la costa, para disfrutar de un paisaje más atractivo quizá y con intención de hacer paradas interesantes. Pero tampoco el verano se presta para esto, ni el día. Noia podrá tener sus rincones con encanto mas si lo ves tapado por un mercadillo sin gracia, con ofertas de impacto en ropa interior y zapatillas (¡Señora, que me lo quitan de las manos! ¡Pra la que non ten cartos! ¡Sólo hoy, lo último que tengo!) no se los encuentras. Además, un domingo soleado la gente se lanza hacia el litoral y el paseo relajado se te vuelve caravana incómoda.
Llegada a Cee. Otro mercado de un porte parecido al anterior me tapa la plaza pero sé que está ahí y dándole vuelta encuentro ese pequeño santuario del vino que guarda nuestro amigo bloguero José Luis Louzán, Vitualla. Allí dedicamos un rato a hablar de lo difícil que resulta mantener la apuesta por la calidad al margen de las tendencias mayoritarias, máxime si es en una población pequeña, muy sometida a la estacionalidad. Al final me hago con seis acompañantes para el viaje de vuelta, seis botellas de vino –procuro que de alcance local, de las que no encuentro en Asturias- que tendrán su momento en casa.
Con él y con su compañera de fatigas y alegrías, a la que ya hemos leído alguna vez bajo la identidad de Al dente, pasaré las siguientes horas, en sus manos. Qué mejor para conocer una zona que la guía de la gente de allí.
Lo primero, comer. Han escogido O Fragón, en Fisterra. Adelanto que son conocidos de la casa pero también pude comprobar que los platos eran los mismos que salían para otras mesas, que el único trato diferencial fue la sobremesa, la conversación en torno a una botella de Sauternes, así que la crónica la creo válida igualmente.
Fran, copropietario y encargado de la sala y otro “enochalado” (Aquí, enotolo, supongo ¿Enotolo os gusta como palabro? A mí, sí) nos trae las cartas y nos comenta las novedades y los pescados del día. José Luis me presenta y añade que soy “uno de los del Sílex”. Jefe, nos leen en el fin del mundo. (Para quien no nos siga habitualmente, esto es por una experiencia sensorial superlativa que tuvimos en Santander y que comentamos en su momento en el blog) No acaba ahí la faena en torno al vino porque me compromete a escogerlo, ah, pero regateo en corto y me zafo mediante un uso rancio: le propongo una terna para que él designe al elegido.
Escogemos tres entrantes para compartir, cedemos a la tentación de una palometa roja que nos enseña previamente y mientras esperamos y me cuentan la evolución del restaurante nos llega un aperitivo: gazpacho de sandía. Un trago fresco para hacer boca.
El primer entrante es una de sus novedades en carta,
Después, Vieiras en ensalada. Tres piezas de buen tamaño sobre un lecho de aguacate laminado, acompañadas de tomate cherry, mayonesa suave y pistacho molido. Poco que añadir. Plato sabroso y fresco. Si gusta el ingrediente principal, es una elección acertada.
El Pulpo a la plancha nos dio pie para comentar las diferentes preparaciones. Eran hermosos tentáculos cortados longitudinalmente, con la textura gallega, perfecta para mi gusto, algo dura para el visitante no habituado. Pero no fue del punto de plancha de lo que contrastamos opiniones sino del corte. Ese corte muy apropiado para trabajar el pulpo así y que no se ha contagiado a la vecina Asturias. Eso sí, habrá algunos habituales más de este blog que no se sorprenderán; les bastará recordar el del Bar Cares (Hay un post de Compangu en el blog de Tony) A lo que íbamos: pulpo con la mejor consistencia, acompañado de unas rodajas de patata sabrosas y firmes con su piel y de un pil-pil con jugo de cocción, aceite y pimentón. Animal totémico en las mesas de Galicia.
Y llegó el plato principal,
Como postres tomaron mis acompañantes el Cremoso de chocolate blanco, que tenía buen aspecto y del que hablarán si les apetece en su momento. Yo escogí
Llama la atención que cuiden mucho el café y se molesten en tener tres variedades diferentes por origen (Colombia, Puerto Rico y Guatemala) Vuelvo a elogiar ese trabajo en pro de la calidad en mercados difíciles.
Una tarta de frutos secos y otra bastante clásica con base de galleta y chocolates negro y blanco acompañaron al café como detalles. Ricas las dos, sobre todo, la primera.
El vino que acompañó la comida fue Viña de Martín Escolma 2006. Pido disculpas si hay alguna imprecisión aquí porque hay discrepancia entre carta y factura en cuanto a la denominación. En todo caso es el blanco alto de gama de Viña de Martín de ese año. A la espera de la opinión de José Luis si lo desea, creo que coincidimos en que había un desequilibrio entre nariz y boca. Apagado al olfato en un primer momento, cuando mostraba cierto porte en boca, empezó a sacar aromas más atractivos a la vez que flojeaba en el paladar. No convenció. Y no fue un problema de temperatura, que en ese aspecto estuvo bien tratado.
Mejor se portó un invitado inesperado. Aquí ya se termina la comida propiamente dicha, el protocolo y la objetividad de cronista. En una sobremesa sin apuro, Fran se sentó con nosotros a comentar proyectos y a hablar de vinos. Y para ello trajo una pequeña botella de Sauternes de 2003 –no tuve la precaución de anotar bodega- que brilló a gran altura. El precioso color ambarino, los reflejos anaranjados, ese equilibrio de acidez y dulzor, las notas en nariz y en boca de miel, de higos, de corteza de naranja… Exquisito. Es justo agradecer aquí todas sus atenciones, las de este detalle final y la conversación pero sobre todo las profesionales durante el servicio estrictamente entendido, las que encontrará cualquiera que se acerque a esta casa.
Excluido esto último, lo demás lo puede encontrar cualquier comensal por 55 euros por cabeza.
Después, satisfechos, relajados, vamos a ver el cabo y el faro, el lugar donde el mar tiene otra forma, te rodea, te hace perderte; donde la vista se confunde, cambian medidas y perspectivas y hay algo mágico sólo con estar quieto allí. Y más tarde, cicatrices de petróleo, mar y rocas, un mar al que aquí no siempre miran con buenos ojos: ha costado muchas vidas, quizá demasiadas. Por un momento me recuerda la relación que solemos tener los asturianos con la mina aunque nunca hayamos pisado una: nos duele a todos, nos infunde temor.
Ahora sí llega el final, el punto en el que hay que dar la vuelta. Hasta el próximo camino, claro.
Datos:
Restaurante O Fragón
Praza da Cerca, 8
Fisterra (A Coruña)
Tfno. 659077320
Buenas!! acabo de encontrar tu blog...Catalunya no la visitas??
ResponderEliminarun saludo
jorge
http://pocohecho.wordpress.com/
Bienvenido Pocohecho. Tienes razón en que esa ausencia es un borrón que resalta mucho. Creo que nuestro corresponsal Toni va a ponerle remedio muy pronto.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu blog.
UN saludo
Y nuevo post asturiano de Régol, esta vez sobre el Balneario. ¡qué poco se parece a lo que comí hace dos años!. EStá visto que voy a tener que visitarlo.
ResponderEliminarBuenas tardes,
ResponderEliminarMenudo viaje que te has pegado este verano, Jorge. Me alegro de que hayas visitado a José Luís, tan lejos que está.
A Cataluña me encantaría ir a mi algún día. Ya hace mucho que no la piso. Sin embargo leo sobre los vinos de allá y tengo gran curiosidad. De hecho dentro de poco probaré los de "Terroir al Limit" (Priorato), cuyo proyecto está todavía poco maduro, con ideas y cambios constantes.
¿Alguien ha catado?
Lo de Cataluña es por pocohecho, se entiende.
ResponderEliminarque lujo tener un cicerone así....
ResponderEliminarLimonta, yo he probado el Torroja 2006 que nos pareció magnífico, profundo pero sin esos taninos rasposos y descarnados de muchos prioratos, y sí con mucha fruta madura y suficiente frescor para seguir bebiendo, sin esperar dos días a que se abra.
ResponderEliminarFN1.
La verdad es que últimamente me apetecen mucho sitios como este O Fragón. Pena de esas escamas, porque la piel y grasa tostada suelen ser lo más rico de estos bichos, después de los recovecos de las cabezas.
ResponderEliminarBueno pues si señor... una gran comida fue aquella...
ResponderEliminarSobre el Viña de Martín Escolma decir que ese desequilibrio no lo habia encontrado en otra ocasión anterior, aunque resulto algo mas corto que esta vez en boca, ni lo he vuelto a notar despues, hace una semana en una segunda cata del mismo vino... pero, no se, supongo que en eso consiste que el vino es "algo vivo". En el día que motiva el post de Jorge lo bebido no estuvo a la altura de lo comido...
Si lo estuvo la compañia. Yo ya se como soys, ya os conozco, al menos todo lo que se puede conocer a alguien de una comida, pero cada vez que alguno os pasais por aqui o cada vez que vuelvo a vuestra Asturias me doy cuenta de los estupenda que es la gente del micro-cosmos Diletantista jejeje
Una maravillosa tarde de domingo sin duda...
Jorge
ResponderEliminarYo estoy como el dile, cada dia me apaetecen mas estos sitios. Estamos pensando, y creo que ya decidido que para el siguiente evento a final de mes nos vamos a dar un gusto a pescado en un sitio que quizas no sea muy de eventos (por el local en si) pero que se come fantasticamente bien, que echamos de menos un buen pez asi, como el tuyo, tal cual o con poco mas. Vaya verano que te diste, es un buen sitio que apuntar y claro, con un guia local, que mas se puede pedir?
pocochecho
La verdad es que yo tengo que ir a veces por Barcelona pero no terminan de llevarme a un sitio como para bloguear. Supongo que en 22@ tiene que haberlos tambien
Tenía una asignatura pendiente en Fisterra, visitar a Jose Luis si a el le parece bien , ahora tengo dos, zamparme una palometa roja como la de la foto.
ResponderEliminarYerga, Fartones... el "guia local" no es solo patrimonio del "clan de los asturianos"... para quien venga y cuando venga... Me encanta enseñar mi tierra, aunque esta me trate a patadas (meteorologicamente hablando jeje...)
ResponderEliminarLa palometa solo la sirven si yo estoy presente... para darle la "extrema unción" al animalillo.. claro...
Hace unos 7 años estuve la última vez en Fisterra, entonces los blogs no se habían inventado, me gustó el sitio, lo que me sorprendió, fue ver quemar a los peregrinos sus pertenencias, precioso ver el atardecer oliendo gasolina.
ResponderEliminarNo sé por qué escribiendo esto, me están dando ganas de abrirme un Riesling y no me queda ni uno en casa
Un abrazo
No pensaba que la crisis iba a llegar a la mar, pero he estado tomando un vino en un pueblo pescador, y he coincido en la barra con dos pescadores de bajura que no hacian más que quejarse, comentaban, que no se traen nada para casa, que desde las 9 de la mañana hasta bien entrada la tarde están en la mar, y que la contaminación, y la pesca poco ecologica, ha terminado con todo. Están deseando jubilarse. Una pena ha sido oirles. El otro día lei que en 2049 se terminaba la pesca como tal, no me extraña.
ResponderEliminarBuena crónica como siempre Jorge.
ResponderEliminarA lo de Cataluña le pondré remedio a partir del sábado. ;-)
Jose Luis
ResponderEliminartu no des la mano que n'Asturies somos muy propensos a agarrar el brazo y tirar de "sherpa" para alguna visita proxima a tierras vecinas!!
Toni
Si vas por Barna apunta, apunta :-)
Anonimo
Pues lo ponen muy mal el tema de la pesca como tal y de ahi la apuesta por las piscifactorias y el intento de que probar cada vez ms con mas tipos de peces. Dicen que para finales o mediados de siglo tendremos que "domesticar" los peces, nada de mar, ni rio :-(
Gracias a todos por los elogios y en especial a José Luis por aportar su opinión sobre ese día, además, cómo no, de reiterar mi gratitud por su compañía -y la de Al Dente- y guía en tal visita. Un placer.
ResponderEliminarEfectivamente, fue un estupendo viaje por Galicia del que me han quedado cosas por contar, casi todas buenas, pero del que espero haber dejado una digna muestra. Es una tierra que me gusta, sin duda, y ha sido un reencuentro feliz con Santiago, a donde espero volver más a menudo.
Pocohecho, Catalunya, por desgracia para mí, se me escapa más por la distancia, que no por ganas. El verano anterior a empezar a ejercer de corresponsal en este blog tuve el privilegio de visitar a unos amigos en Premià de Mar y hacer un buen recorrido, intensivo, por varias zonas. Disfruté como un niño por Montsant y el Priorat, recorrimos la Costa Brava, algo más de interior por Tona. De comidas, pude gozar de una "de turista" estupenda y que da mil vueltas en RCP a las de aquí... ¡y en pleno Roses!; de varias populares por el entorno de la Boquería; del encanto, del viaje a otra época, en Torre Simón; de la magia de Irreductibles; de la vanguardia en Saüc. Y de lo demás, de una tarde preciosa en Alella, de paisajes inolvidables, de viñedos recios y bodegas célebres, de lo mucho que puede ofrecerme Barcelona, de contrastes, de riqueza, en suma. Espero no tardar en volver y espero entonces contarlo por aquí.
ResponderEliminarBunos días,
ResponderEliminarFN1: muchas gracias. Iba a probar sin esperar nada bueno, cosa que me da rabia. Pero viendo que a ti no te ha parecido mal algún vino de esta bodega, me dejas más tranquila.
Hoy me voy al mercado de San Miguel y por esa zona a tapear. No es que me convenza mucho el plan, pero es lo que hay.
Diletante, ya te dije que fuésemos a comer al Balneario hace una temporada. Espera por mi a partir de Octubre. ;-)
ResponderEliminarSe hizo duro pero por fín llegó el descanso. Escribo esto, apago el ordenador y me piro para la Costa Brava con parada en Zaragoza. Hoy ceno en un estrellado MichelinBal d'Onsera. A la vuelta espero contarlo.
ResponderEliminarQue lo paseis bien. ;-)
Lo mismo, Toni. Que lo disfrutes y nos cuentas a la vuelta.
ResponderEliminarBuen viaje.
Buen viaje, Toni... y no te olvides el protector estomacal, por si acaso, :)
ResponderEliminarAyer, organizada por SER Gijón, hubo una cata con siete bodegas que presentaron diversos vinos. Siete propiamente para la cata, comentados por sus elaboradores o distribuidores, y algunos más para el pincheo posterior, ya de manera informal.
ResponderEliminarHubo de todo, vinos compotados y hasta compostados, diría yo, junto a alguna cosa interesante. En mi lista particular me quedo con el Remírez de Ganuza, aún verde, falto de botella, pero ahí hay vino; con un inestable Gran Calzadilla, que en el primer momento parecía también necesitar más reposo (lo señalaron así sus artífices) pero en poco tiempo en copa daba notas de pasas; aún así, sabroso. Y sobre todo me llamó la atención, desde su modestia, el Ucedo, de Bodegas Gancedo (El Bierzo). De este productor ya conozco el tinto Xestal y el blanco El Capricho, que me gustan cada uno en su gama, pero me quedo con este otro tinto "más innovador".
En el límite se quedaron para mi gusto el Altos de Inurrieta, con esa tosquedad, esa rudeza de muchos tintos navarros que tiene su gracia pero llena pronto, aunque lo peor es que hace que se parezcan demasiado vinos de uvas distintas, lo que no es buen síntoma; y el Ribera de Duero Fiel, de Bodegas Briego, que se dejaba querer pese al poco afecto que les tengo yo últimamente a los Ribera.
Y para mí, suspenso al Píctor (Toro, de Viñaguareña) y al Jordán de Asso (Cariñena) que no me dijeron nada bueno.
Aparte, interesante escuchar a Fernando Remírez de Ganuza, exponente de un proyecto grande pero sensato, y a Ginés Fernández, con su proyecto mucho más pequeño y pegado al terruño pero igualmente sensato. En estilos muy distintos, gente que sabe de vino y sabe hablar de vino.
Fui a cenar al FARTUQUIN, y pasó el trámite de una cena para 14 comensales, con alguna cosa rica (los calamares) y otra un poco menos.
ResponderEliminarLo que me sorprendió, fue que al final pedí un London Gin con Fever Tree, y me lo abrieron de una manera mu rara: con el sacacorchos hicieron un furacu en la chapa de la tónica, batieron la botella y me lo echaron en el vaso. Y yo quedé "to pillao".
¿Creeis que eso vale para algo o que es pura parafernalia?
Y luego fuimos al PLAKÁ.
ResponderEliminarHacía años que no iba por allí.
Y ahora lo veo como un bar perfecto para hablar y escuchar buena música, tomándose tranquilamente un cacharrín (o varios), en este caso fueron de Citadelle con Schweppes -también muy ricos-.
Se te ve en forma, Compangu. Efectivamente, el Plaká es un buen sitio para una sobremesa cuando fuera ya no hay luz. Ustedes me entienden.
ResponderEliminarHola Jorge,soy Fran Ó Fragón, un placer el haberte tenido en nuestra casa; la verdad es que no soy muy asiduo a los blogs,pero intentaré corregir esto. Muchas Gracias por tus comentarios, decirte que la palometa tenía escamas porque la hacimos a la parrilla, al sistema más tradicional, sin las escamas y la sal se nos pegaría al hierro; la otra forma de preparación que tenemos para la palometa roja, es a la plancha y rematada al horno (limpia de escamas), acompañada de un arroz cremoso de verduras, tipo rissoto, pero con queso de oveja gallega, y la piel tostadita.Sobre el vino decirte que opino lo mismo que tú, ya se lo había comentado a José Luis Louzán, una pena para el precio que tiene. Lo dicho, Muchas Gracias por vuestra visita, un placer. Salud y Buen Vino
ResponderEliminarJoe Jorge, has conseguido que la Montaña venga a Mahoma y todo jejejejeje...
ResponderEliminarLo del Ucedo coincido. me gustan los vinos de Gines, mas este Ucedo y el Val de Paxariñas (el Xestal es un vino correcto, para mi, pero le falta "chispa")
Pero me desconcierta lo de "desde su modestia" del Ucedo ¿no lo dices por el precio no? Porque, en comparación con sus hermanos es mas bien inmodesto...
Compangu: todavía me estoy riendo de lo del furacu en la chapa de la tónica. Yo creo que es parafernalia, pero vete tú a saber. Igual eso te trae suerte.
ResponderEliminarEstuvo bien lo de la Ser de ayer . Curiosamente los bodegueros más interesantes tenían también los vinos más interesantes. ESo sí, neoclasicismo de Remírez de Ganuza (7)aparte, en el resto hubo un exceso de compotamiento en su comportamiento. Alguno parecía mermelada de uva pasa, como ese Gran Calzadilla (5,5), que en sus excesos tenía alguna virtud. El de Ucedo(6,5), al menos, conservaba cierto frescor y finura que lo hacía llevadero. Al Fiel Ribera le pondría un bien raspadín (6). Y al Píctor de Toro yo lo aprobaría, aunque rasposamente (5), alguna cosa tenía. Tambié suspendería al JOrdán de Asso (4), aunque no tuviera defectos evidentes y fuera mejor que la mayoría de vinos de chateo habituales.
ResponderEliminarLo de la tónica es un despropósito festivo. El carbónico hay que conservarlo como oro en paño, porque si no el GT se queda sin fuerza, y gaseárlo en plan celebración de F1 no creo ayude
ResponderEliminarHola, Fran. Gracias por pasarte por aquí y por la explicación "técnica" de lo de las escamas. Así queda justificado. Como ya queda dicho en el post, un placer la visita a tu casa y una vez más, gracias por tus atenciones. Suerte con los proyectos que tienes en mente.
ResponderEliminarJosé Luis, con lo de la modestia me refiero a la bodega, al proyecto en general, no al precio concreto del Ucedo. Ahí te doy la razón, según me han contado (No se habló de precios en la cata, ni en este ni en los otros)
ResponderEliminarCompangu, ¿ves lo que pasa por dedicarse al GT? Si os lo tengo dicho... Preparar una copa así, eso sí que es friki y no otras cosas.
Y ahora salgo a "entrenar" pero por el barrio, que hoy inauguran las fiestas de San Pateo en Oviedo y no soy nada, nada devoto. Además, toca más bien descanso activo porque mañana un trío peculiar tiene una cita en El Corral, así que hay que cuidarse.
ResponderEliminarNos leemos.
Jorge
ResponderEliminarCasualidades de la vida, la primera vez que fui al Echaurren, pedí el Trasnocho 2003, siempre y con razón ponderado, pues en la mesa de al lado estaba Fernando su propietario, se levantó a saludarnos, sinceramente no sabía cómo era en persona, tras la cena estuvimos de tertulia y nos explicó un montón de cosas de su vino y opiniones del resto
Un abrazo
LO que sí me decepcionó a vuelacopa fue el Trasnocho 2005. La cantidad fue escasa pero lo que tomé se me hacía un poco vulgar, con notas lácteas, y poco expresivo. ESpero que sea solo cosa de un vino sin hacer, pero la primera impresión no fue muy buena.
ResponderEliminarY Koldo en lo de Régol. Parece que su tendencia al barroquismo ha hallado una feliz fusión con las influencias de la cocina peruana.
ResponderEliminarYo probé el Trasnocho 2005 hace poco y me gustó, no recuerdó esas notas lácteas, eso sí, me pareció más concentrado que los anteriores
ResponderEliminarViendo el Menú de Koldo Miranda, me han entrado ganas de ir, propuesta más que apetecible
ResponderEliminaral contrario del Dile me gustó en un principio, no para gastarme lo que vale pero si para darle una oportunidad con mas tiempo y mas cantidad.
ResponderEliminarTambien me preció que le faltaba tiempo
interesante post jorge, como todos los de este "viaje", apunto en la lista varios.
ResponderEliminarestara bien el precio del menu de koldo??? 52 eur por ese menu me parece buen precio, 6 platos y 2 postres
Buenos días,
ResponderEliminarLocura madrileña ayer. Pero ¿Qué nos han dado? Todo el mundo en la calle; se me había olvidado lo que era el centro de Madrid por la noche.
El Mercado de San Miguel a rebosar de gente de todas partes, de todo tipo, edad y tamaño; ni siquiera faltaban los "abueletes de barra", aquellos que ocupan las barras de todo bar típico de barrio. Allí estaban, como siempre, sin hablar entre ellos, mirando hacia dentro de su barra y, como mucho, al vecino de al lado, por eso de que su codo está demasiado cerca.
Como hacía calor, el ambiente se refrigera con nubes de vapor que caen sobre nosotros y algo consiguen.
Colas de personas esperando a pedir; en algunos puestos hay número, y a nosotros nos toca el 54, estando atendiendo al número 20. Yo paso, que tengo hambre y sed.
Unas cañas mal tiradas, todo hay que decirlo, pero unos pinchos de bacalao bestiales.
Y luego más juerga haciendo el guiri por las calles y plazas de Madrid, buscando a Fortunata, que no aparece la cabrona.
Realmente, una noche de locura por ese barrio a mi me divierte. Ahora, acabo machacada.
Y encima a trabajar.
Seguro que lo habéis dicho ya por aquí, pero por si acaso, hoy se anuncia que Martino se hace cargo de la cocina del Tartiere.
ResponderEliminarBueno, bueno, qué sorpresón!!!
ResponderEliminarAhora más que nunca se puede decir que la cocina de Martino se va a desarrollar en un "MARCO INCOMPARABLE"
;-)
Ayer Campoviejo y Yolanda me hicieron sentirme un auténtico privilegiado. 19 platos, de los que de todos repetiría, aunque se quedarán grabados en la memoria dos lomos de sardina con unos trocitos de fresa y curry, y el salmonete con una emulsión de su hígado, y el pichón,....En cuanto a los vinos, el brioso telonero (el Pascal Doquet GC LM 1996) acabó ganando la partida a un cansado principal (Bollinger RD 1996), aunque este dejara destellos de su clase, y en los bises un Grans Fassian Auslese del 90 supo hacer de cautivador broche a una comida memorable.
ResponderEliminarPd.- Jose Antonio nos conoce y sabe que valoramos estas cosas
UNa sorpresa lo de Pedro. Para mi, una buena noticia.
ResponderEliminarjoder 19 platos, que guay :-)
ResponderEliminarque envidia mas grande, recuerdo ese pichon y me pongo loco
El Corral era brutal , hace mucho que no voy, tengo que poner remedio.
ResponderEliminarera y es yerga, vaya si lo es ;-)
ResponderEliminarEl Corral es uno de los sitios donde uno más disfruta comiendo, es un lugar único
ResponderEliminarMuchísimas gracias al Dile y a Jorge Diez por el trato dispensado
Un abrazo
pido, exijo y suplico un post jeje
ResponderEliminarCompangu, lo de servir así la copa es una desgracia, al segundo trago la copa tiene el mismo gas que Trinaranjus... La última vez que me sirvieron una copa así, pedí por favor que me la cambiasen, tras una breve explicación al camarero sin ser un pedante, éste me la cambió sin problema.
ResponderEliminarLo de Martino, habrá que verlo, como cocinero me parece genial, como empresario..............
qué obsesion con Martino pero es que nadie quiere ver la realidad que esta dando ahora mismo de comida....deja bastante que desear, primero se atiende bien lo que se tiene y luego...ya veremos otros proyectos paso a paso... que manía de querer abarcar tanto y al final nada de nada en fin....
ResponderEliminarYa de vuelta de vacaciones.
ResponderEliminarMadrid: Viavelez, Kabuki Wellington y Ramon Freixa.
Aviles: Llamber
Los mejores sitios que me he encontrado.
Daré más detalles.
Mickelson, : ¡qué envidia de etapas!. Coincide además bastante con el itinerario que uno de los itinerantes se iba a hacer por Madrid. Lo de Llamber era mi próximo objetivo, que he ido posponiendo como con tantos otros. Intuyo que , en la línea de lo que me cuentan , salistes muy satisfecho. Quedamos a la espera de los detalles
ResponderEliminarAnónimo, ya veo que eres de la facción de la crítica constructiva ,concreta, razonada y respetuosa, por no decir otras cosas. En fin.
El sábado noche nos acercamos a Oviedo; en la plaza de la Catedral actuaban: Jorge Ilegal y los Magníficos, un grupo de flamenquitos y LOS SECRETOS.
ResponderEliminarVimos un poco del primer concierto (curioso el nuevo proyecto de Jorge) y disfrutamos del pop sencillo, clásico y muy emotivo (esto último es una percepción puramente personal) de los últimos.
Entre medias nos fuimos a cenar a Ca´Suso y disfrutamos mucho, tanto de la comida; a destacar un arroz cremoso con carabineros y trigueros que pedimos de entrada y vino perfectamente emplatado en dos; como de la atención que siempre te brindan en este restaurante.
A veces te das cuenta que cuando el que te ofrece algo lo hace bien y con cariño, sin estridencias y con una sonrisa siempre en los labios (todavía recuerdo la de Álvaro Urquijo durante los últimos temas del concierto del sábado y la de la encargada de sala en Ca´Suso), te puede hacer pasar un momento muy feliz.
Buenas tardes,
ResponderEliminarQué razón tienes, Manu. Con lo fácil que es sonreir y ser agradable. Te cambia la percepción de cualquier sitio.
Este puente de Diciembre me acercaré a Fisterra. Ya está anotao para ir a cenar ... Ya te contaré.
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