domingo, octubre 29, 2006
Casa Gerardo
Quisiera compartir con vosotros mi última visita al primero de los restaurantes asturianos, Casa Gerardo, en el que ha sido un feliz reencuentro después de dos años, después de alguna experiencia mediocre:
Me tocó en el comedor de arriba, y tuve la suerte de que corrieran las cortinas. El paisaje del valle asturiano, me predispone positivamente.
De aperitivos una vinagreta ligera de calabacín y almendras (muy bien), con una especie de lenguas de gato delgadas y alargadas para acompañar ( menos bien, no me gusta del todo la mezcla con el dulce de la galleta, y no es fácil de comer), y una crema de verduras, algo sosa,de textura agradable, y que cumple su función.
De primeros, un plato de ostras y almejas, en crudo con un fondo de vinagreta ligera que suavizaba sin dejar de respetar el producto, muy bien. Luego, el plato de cigalas, pasta y berza asturiana. La pasta realmente casera (suave , mantequilla), cubriendo una raciòn generosa de cigalas (para ser media ración), muy ligeramente pasadas en plancha, conservando todo su jugo y sabor en la preparación (supongo que no solo plancha), con la berza como excelente contrapunto (fresca, prieta, con ese sabor un poco oscuro), sin tapar a las cigalas . Plato sencillamente redondo.
Luego un mero, con una una emulsión de aceite de oliva y berberechos frescos.Otro plato excelente. El mero perfecto en frescura y preparación. La emulsión de aceite muy ligera, continuando la grasa del pescado con suavidad y armonía, terminando con la finura del berberecho, perfecto. Luego, de carne, el cordero a la parrilla de carbón, muy bien. De postres , el helado de mango, que me encantó. Han logrado conseguir un helado con una concentración de mango extraordinaria, y el fondo lácteo con unas gotas de aceite de oliva tiene la elegancia de lo necesario. Y , luego, claro, el arroz con leche . Excelentes servicio de pan , también excelente café( arábiga intenso y aterciopelado).
Servicio muy eficaz ( como siempre).
En cuanto al vino, primero un José Pariente, con un toque cítrico que me gusta mucho para comer, y un Abadía de Retuerta Rívola 2003, que sin ser un gran vino, tenía un paso equilibrado y frutoso, acompañando muy bien.
Por poner alguna pega (para que no parezca un anuncio), las fabes con almejas de mi acompañante estaban un poco sosas y faltas de intensidad. Las almejas (tanto en las fabas como con las ostras) , aun siendo muy buenas, no tenían la calidad extraordinaria de otras veces. Y la cantidad del mero, aun estando bien, quizás no fue todo lo abundante a lo que estamos acostumbrados por aquí.Con 2 primeros, 2 segundos , vino de 15-20 euros,y tres postres, salimos a unos 60 euros p.c.
En resumen, para mi, feliz reencuentro con Casa Gerardo, y una de mis mejores experiencias del año.
Nota General : 8,5 . Emoción: 8,25
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