martes, mayo 05, 2009

Restaurante Lúa (Madrid), por Jorge Díez


Lúa es uno de esos restaurantes que ha apostado por el menú fijo, sin carta, cambiado diariamente. Ya hemos hablado de la fórmula: sacrifica la elección del cliente a cambio de ajustarse al mercado y de afinar bastante el precio. No obstante, este tipo de local hace aún más recomendable una web donde avance sus menús y en este caso no la hay. De todos modos yo no suelo tener problemas o escrúpulos excesivos con la comida así que reservé para mi primer día de una reciente visita a Madrid la apuesta –creo- más modesta de las que había seleccionado, ya que quería aprovechar bien la tarde y no me apetecía arriesgarme a una pesada digestión después de un festín. Por tanto, propuesta sencilla pero apetecible.

Su planteamiento es ofrecer cada día, en función de los productos disponibles, un aperitivo, dos entradas, dos principales y un postre por 42 euros, más 2 por pan y cubierto. Todo en una sala pequeña pero acogedora, decorada en naranjas y beiges, que cuando no está muy llena es cómoda, relajante. No sé si resultará igual con mucha gente porque al menos las dos mesas del primer sector, las menores, en el paso hacia el comedor grande, están muy juntas.

Empezamos con un capuchino de calabaza, puré con crema de leche, simple pero agradable.

La ensalada de cebiche de corvina con chipirón, langostino y caviar de maracuyá queda descrita con su enunciado. Bien tratado el cebiche para mi gusto, sin excesos, con un langostino de calidad media, poca presencia de chipirón y unas esferas de maracuyá más estéticas que sápidas. El conjunto era fresco y grato al paladar.

El segundo entrante fue un huevo pochado con trufa, puré de patata y palomitas de arroz rojo. La trufa realmente era aceite aromatizado pero de calidad, no un aroma artificial hiriente, de los que también hay. Las palomitas de arroz rojo aportaban más adorno que textura pero no estorbaban a la combinación clásica, huevo y patata. Sencillo, con aire casero bajo su disfraz moderno.

La merluza al vapor con shiitake y brotes de cebolla fue la mejor prueba de una de las ventajas de esta fórmula: escoger lo mejor que ofrezca el mercado en su arco de precios. El corte de merluza era muy bueno y el tratamiento, delicado. El contraste del hongo con un pescado de sabor poco potente me pareció acertado.

Por último, el cochinillo confitado con sopa de maíz, confitura de manzana y espinacas rehogadas era casi la apuesta inversa: plato más complejo en acompañamientos pero que flojeaba en el producto principal. Lo encontré demasiado hecho, poco jugoso, lástima para una carne tan tierna. Y lástima además porque la combinación funcionaba estupendamente. Con la carne menos hecha hubiera estado muy bueno.

El postre fue un soufflé de chocolate con sopa de frambuesa y de mango, con elementos bien avenidos y muy digno.

No puedo decir nada de la carta de vinos porque tuve que eliminar ese apartado si quería salvar mis planes para la tarde, así que tomé agua y sólo una copa del tinto que tienen como vino de la casa, no recuerdo su marca, un Vino de la Tierra de Castilla, nada especial pero equilibrado, correcto. Con el postre, un PX de Valdivia que siguió el ritmo del soufflé con soltura, con intensidad pero nada pesado. Cada copa de ambos vinos, 3 euros.

El total, con el agua y el café subió a 54’30.

Si tenemos en cuenta la calidad y cantidad del menú y la escala de precios del centro de Madrid me parece una propuesta muy buena. Desde luego, para mí cumplió con lo que esperaba. Quizá falló un poco el servicio por exceso de espera entre algunos platos, sin ser algo grave, eso sí. Fue más esa morosidad de día flojo –laborable a mediodía- que fallo de cocina o del personal. Imagino que para horas con más comensales tiene que haber más camareros y el pequeño tamaño permite una atención cercana, amable.

Lúa
c/ Zurbano, 85
Tfno. 913 952 853

5 comentarios:

  1. Excelente reseña, muy buena.

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  2. Gracias, Nativo. Encantado de tenerte por aquí.

    NOTA: Este post y el de La Buena Vida eran uno solo pero el "editor jefe" Diletante ha decidido separarlos para facilitar la búsqueda y el cómputo de restaurantes comentados. Por eso los comentarios se concentrarán en el otro (último publicado) pero se referirán a los dos. Espero que no cause problemas a los lectores.

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  3. No comparto la idea del editor-jefe.

    Pienso que es mejor separar los post por 2 ó 3 días y que cada comentario vaya en su sitio.

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  4. Aquí estoy de acuerdo con Toni.

    Otra cosa es lo que voy a soltar un pelín más arriba.

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  5. OK, a lo mejor tenéis razón y , a la hora de dividir, mejor soltarlos uno a uno. Lo que pasó es que iba a ser un solo post de los dos, y la decisión de escindirlo fue para que cada post fuese de un restaurante, y facilitar así la búsqueda a través de buscadores y del archivo del blog.

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