viernes, junio 21, 2013

Dos restaurantes en Praia da Vitória (Terceira, Azores, Portugal), por Toni


 
Justamente delante del hotel teníamos el restaurante R3 algo que desconocíamos antes de hacer la reserva. Es un concepto novedoso ya que en el mismo edificio acoge a  un restaurante de ensaladas, una marisquería y un restaurante “gourmet” que fue por el que nos decidimos. Al parecer fue financiando con fondos europeos para la dinamización turística de la isla, algo que le vendría muy bien ahora que los norteamericanos van a reducir mucho su presencia en la base militar de Lajes.

 
El edificio  como se puede ver en la foto tiene un estilo muy futurista y el comedor tenía la cocina a la vista, algo que gusta mucho en general, pero a mi, no.  La carta nos sorprendió por lo reducida: 2 entrantes, 2 pescados y 3 carnes.


Aquí también nos sirvieron  3 platinos de los que parecen invitación de la casa y que luego te cobran. Como no pensábamos tomar entrante los probamos. Uno era sí que era invitación y consistió en una crema de setas bastante rica, una tapenade de aceitunas negras, 2€, y mantequilla “noisette” que estaba derretida, 2€.
 
 
Como platos principales seguimos con pescado. Teníamos ganas de probar el atún en otra isla por lo que pedimos lomo de atún al horno, sobre cama de patata dulce, nabo y remolacha confitados, espinacas y salsa especial. 18€. Como dice un amigo que de vez en cuando se pasa por el foro: satánico.  Evidentemente como buen diletante no soy ningún experto en atún pero me daba la impresión de que más que atún era una especie pariente  menor como la albácora o parecido, pero imposible saberlo con lo pasadísimo que estaba. Aparte del horno cualquiera no diría que le aplicaron soplete industrial durante un buen rato. Además la “salsa especial” era con marisco lo que me parecería un desatino de combinación a no ser que se echara para disimular el despropósito con el punto. Además había por allí algún camarón y unas chirlas que no se que pintaban aparte de la tonelada de espinacas que hubiera hecho feliz a Popeye. Un horror.

 Menos mal que el pulpo confitado con puré de ñame y champiñones salteados con bacon, 17,50€.  Bien el pulpo, de buen sabor y ligando bien con los champiñones con bacon. En cambio el puré de ñame, un tipo de patata autóctona de las Azores, era absolutamente insípido. De todas formas el conjunto no estuvo mal. 



 De postre tomamos un original dulce de vinagre con caramelo de cacahuete y helado de fresa, 6,50€. El dulce de vinagre es típico de la isla de Terceira. Muy caro para la media de precios de las Azores y por la reducida cantidad pero hay que reconocer que el dulce de vinagre con el caramelo de cacahuete tenía un sabor poco visto, tal vez algo empalagoso pero sabroso y suavizado por un rico helado de fresa. Bien.


El otro postre fue un panna-cotta de albahaca con coulis de mango y teja de cacahuete. 6,50€ También un poco empalagoso el conjunto pero aceptable. Sorprende lo mucho que usan el cacahuete a la hora de hacer los postres.
La carta de vinos bien. Tomamos un excelente Redoma Reserva 2009, 22€, blanco de Dirk Niepoort del Douro servido en unas copas de buena calidad.

El pan, 1,50€ c/u, el mejor que probamos en las islas aunque tampoco es un gran logro viendo el bajo nivel. El chaval de servicio, un poco despistado, pero cumplidor.
La página web notable, de fácil uso y con toda la información.
El conjunto fue manifiestamente mejorable por lo que aún quedándonos dos noches y a tres pasos del hotel, no volvimos.

 
El último restaurante fue Mar a Mesa, situado en el puerto deportivo de Praia da Vitória. Como su nombre indica está especializado en pescados aunque quién lo diría cuando de los 8 o 9 que tenía en carta solo disponían de bacalao y del pescado del día. Además sorprende que no tuviera la carta en la puerta cuando sus vecinos todos la tenían. A veces me gustaría ponerme en la cabeza de algún dueño o gerente de restaurante para ver por qué no hace cosas que parecen obvias. Curiosamente cenamos solos.



Una vez situados, solos en el comedor toda la cena, nos pusieron un aperitivo que consistía en un queso de cabra de la isla con una salsa piri-piri. 1€.
 De entrante pedimos una tabla de quesos de la isla. 8€. Cuando uno lee “tabla de quesos de la isla” supone que le van a poner varios quesos distintos. Pues no. Solo un tipo de queso en seis trozos. Supongo que diferencias culturales. Prefiero pensar. 


 Como queríamos pescado y como comenté las opciones no eran muchas pedimos el pescado del día que fue un cabracho  a la parrilla. 12,50€ c/u. El nombre autóctono es bocanegra y aunque viendo la foto no es que tenga buena pinta, la verdad es que estuvo bien de punto, con unas patatas que no llegan al nivel de las que hacen en Canarias, ni estas ni otras de las probadas en las Azores con los pescados y unas ricas legumbres salteadas. Aunque la cuota de cocina tradicional ya la teníamos cubierta los mediodías, en este caso mereció la pena.


Y para rizar el rizo de la escasez, de postre quise pedir aquí también un dulce de vinagre pero de los 5 postres de carta solo tenían mousse de chocolate. En fin...

 La carta de vinos, como parece ser en la mayoría de los restaurantes azoreanos, minúscula. Lo gracioso es que al final ponían el nombre del enólogo que la confeccionó. Quedaría agotado...  Por lo menos tomamos un notable vino de la isla: Muros de Magma 2011. 20€. “Hermano mayor” del Magma de la primera noche, afortunadamente no se parecía en nada a éste. Hecho con la uva verdelho, muy mineral, con volumen, la madera muy bien integrada y largo. Muy buen vino, en la línea del Fita Preta que tomamos en Ponta Delgada, y como éste, no lo encontré en ninguna tienda de las islas. Como curiosidad el enólogo del Minho Anselmo Mendes colabora en su elaboración.

 
  Lástima de la poca producción ya que estos vinos de verdelho en terreno volcánico parece que podrían llegar a ser notables.
 
Por cierto que el paisaje de las viñas de Biscoitos en Terceira es realmente llamativo como se puede ver. Bonita isla de la que merece la pena visitar.
 
El chaval que nos atendió, correcto. La página web inexistente. Llama la atención el poco personal de los restaurantes aunque tampoco es extraño con la poca clientela que tuvieron por lo menos esos días de mayo.



R3
Boavista, 40, Praia da Vitória, Terceira, Azores (Portugal)
Mar a Mesa
Avenida Alvaro Martins Homem | Edificio Beira-Mar, Praia da Vitória, Terceira, Azores (Portugal)
295513781



miércoles, junio 12, 2013

Sabores do Chef (Praia da Vitória, Terceira, Azores, Portugal), por Toni






El primer restaurante que visitamos en la isla de Terceira fue el Sabores do Chef.  Tiene el handicap de que se encuentra a las afueras de la ciudad y en una ruta a priori no muy transitada para los tuirstas por lo que es difícil caer allí por casualidad y aparte de los locales hay que conocer el sitio previamente.
 
 La sala tenía una apariencia bastante más moderna que la media en Portugal y las habituales consultas en la red me había dado la impresión de que tenía una cocina con tendencias más modernas pero en realidad la carta mostraba una tendencia tradicional con algunos platos azoreanos.
 
 
 
 Aquí sí se cumplió la tradición portuguesa y nos pusieron unos entrantes que en este caso sí probamos, y pagamos. Pasable solo la alheira frita, 3,50€, que además estaba templada. El queso de cabra curado con compota casera, 3,50€, en la onda de otros probados de las Azores, discreto. Estaba mucho mejor la compota, con un toquecillo picante muy original.

 
Para los platos principales la primera noche nos decidimos por el bacalao. Ya he comentado anteriormente en otros post sobre Portugal que a pesar de la fama que tienen en la preparación del bacalao me sobraban dedos de una mano para contar los que me han gustado. Añado ahora los dos que probamos aquí, que aunque tampoco fueran el no va más sí tenían buen nivel de preparación aunque la calidad del bacalao no fuera la óptima como suele pasar en Portugal. Uno de ellos fue la cataplana de bacalao, 11,95€. La cataplana es un recipiente tradicional del Algarve usado para cocinar alimentos. En este caso el bacalao estaba hecho con profusión de nata, muy habitual en diferentes preparaciones del bacalao en Portugal, acompañado de patatas asadas y champiñones. La cantidad de bacalao nos sorprendió por escasa ya que si algo es habitual en Portugal es la abundancia de las raciones. No estaba mal aunque sin alardes.



El otro fue el bacalao frito con salsa de ajo francés. 12,50€. Buena preparación del bacalao acompañado de patatas y una riquísima cebolla frita. Se puede aplicar el mismo comentario del anterior bacalao. Agradable.
 
 
 
 
La segunda noche, que fue la última en la isla, nos decidimos por la carne. Un plato fue el tournedo al estilo del chef, 13,50€. Buena carne de la isla, con el punto solicitado y una salsa de champiñones por encima. De acompañamiento, arroz y patatas. Ultra clásico pero por lo menos bien hecho.
 
 
 
  La otra carne fue el filete de ternera al estilo del chef. 12,95€. La verdad es que a primera vista parecía un plato de restaurante de menú del día pero la carne también estaba bien de sabor acompañada con una discreta salsa de Oporto con unos trozos de bacon y para no variar, arroz y patatas. Un poco más de originalidad, por favor.
Se comía con agrado pero la verdad, no es lo que espera uno de un restaurante que por lo leído, se considera allí de lo mejor, sino el mejor de la isla.
 
 
 
 
 Esta vez pedimos postre aunque nos lo podríamos haber ahorrado. Mediocre la mousse de chocolate, 3,50€ y totalmente olvidable el pudim de naranja con helado de chocolate, 4€, ya que el pudim podría haber sido de cualquier cosa ya que no sabía a nada y el helado de chocolate era un bola industrial. Mal.
 
 
El pan era bastante mejor que el comido en los restaurantes de Sao Miguel y se acompañaba de una rica mantequilla. 1,50€ c/u.
 
La carta de vinos no muy amplia pero aceptable. La primera noche tomamos un blanco autóctono de la isla, Magma 2011, 13,50€, hecho de la uva verdelho, que se puede definir como vino-agua: inodoro, incoloro e insípido. Sorprendente cuando unos días después probamos otro vino de la bodega muy notable. 
Con las carnes tomamos un C.L. Touriga Nacional 2008, 25,50€, que no estaba mal aunque algo corto en boca.
 
El chaval de servicio el más profesional y espabilado que encontramos en todos los restaurantes de las dos islas. El solo movía el comedor con soltura.
 
La página web brilla por su ausencia, algo que sigo sin entender y más en el año 2013.
 
Como ya comenté, nos esperábamos más pero finalmente y a pesar del patinazo con los postres nos pareció el mejor de los restaurantes probados en Terceira aunque tampoco tiene mucho mérito porque por lo probado, el nivel no destaca precisamente.
 
Sabores do Chef
 
Estrada 25 de Abril 31A, Praia da Vitória, Terceira, Azores (Portugal)

lunes, junio 03, 2013

Anfiteatro (Ponta Delgada, São Miguel, Azores, Portugal), por Toni






 
Anfiteatro es el restaurante de la escuela de hostelería de Ponta Delgada. Tiene un magnífico emplazamiento en el puerto donde atracan los trasatlánticos y desde el comedor se tiene una excelente vista del puerto y un buen trozo de la costa. En la parte de abajo se sitúa un gastrobar al que ellos llaman lounge del que también probamos un día a la hora de comer un par de platos.



 Una vez en el restaurante, como en A Colmeia, aquí tampoco nos sirvieron el despliegue habitual de platillos de entrantes y solamente la última noche nos pusieron un entrante como invitación de la casa que fueron un par de rabas con una vinagreta. Es más, no nos pusieron ningún día ni pan y tuvimos que pedirlo siempre, no lo ponían por defecto como en cualquier sitio. En cambio sorprendentemente no nos lo cobraron. Eso sí, era malo con avaricia.


 
Fuimos tres veces por lo que hago el relato como si de una visita se tratara.

 
Como entrantes probamos dos, uno titulado 5 sentidos: ala de pollo con pasta de chorizo, terrina de morcilla con piña, “alheira” de Santa María con huevo de codorniz y helado de queso de San Jorge y chip de pan dulce, 5€, todo muy resultón y en plan gastrobar.


 
El otro entrante consistió en un tabouleh de couscous, tempura de pulpo, escabeches de calamar, pimienta y emulsión de ajo francés. 5€. Correcto el couscous, simpático el pulpo a la gabardina y un poco simples los escabeches de calamar. De todas formas por 5€ estuvo correcto.
 
Como en el restaurante A Colmeia, aquí también probamos pescados autóctonos de las Azores. Uno de ellos fue la brótola roja con habas nuevas y su ensalada, tomate confitado y jugo de carne. 16,50€. Por lo que leí a la brótola se le llama en Asturias barbada y como buen diletante no recuerdo haberla probado nunca. Es al parecer un pariente de la merluza pero con un sabor más incisivo y potente. Bien el punto del pescado, bien acompañado por la ensalada de habas y tomate y con unas pinceladas de un suave jugo de carne. Nos gustó.

 También buen nivel el del pez espada a la parrilla, flan de patata dulce, compota de chorizo y salsa romesco. 16,50€. También bien logrado el punto de parrilla, buen sabor del pez espada, intenso, con acertado contrapunto de un excelente flan de boniato, sabrosa la salsa romesco, y aunque no aportaba demasiado la compota de chorizo, por si sola estaba buena. Bien también.

El taco de atún, judías verdes con menta, patata nueva, chalota glaseada y salsa “Pissaladiére”, 17€, a pesar de haberlo pedido muy poco hecho, llegó con el demasiado habitual fallo de más pasado de la cuenta. No perdía su sabor pero el plato quedaba desvirtuado a pesar del buen nivel de los acompañantes. Por todos los platos de atún probados en las Azores, pierden claramente la comparación con los que probé en varias vacaciones en Cádiz.


Acabamos los pescados con otro autóctono de las Azores y también de Canarias: vieja al vapor, tagine de legumbres, patata fondant y emulsión de cítricos. 15€. Un poco escasa la ración de una vieja sabrosa y bien de punto esta vez, perfectamente guarnecida por unas ricas legumbres y el conjunto agridulce que formaron las patatas con un toque dulce y la emulsión de cítricos. Buen plato.

El nivel general bajó al pedir la última noche carnes. La careta de cerdo confitada a baja temperatura, frijolada y jugo de su cocción, 16€, hubiera estado mucho mejor de haberla hecho un par de horas menos por muy baja que fuera la temperatura ya que les quedó reseca totalmente. Patinazo.


Tampoco mejoró mucho el nivel el medallón de novillo salteado, ganache de colifor, sémola de maiz y jugo de mostaza, 19€, ya que a pesar de que esta vez sí tenía la carne el punto solicitado, el sabor de ésta era bastante neutro y perfectamente olvidable. Desconozco si la carne era de las Azores, supongo que sí ya vacas vimos un montón, pero harían bien en mejorar la materia prima.

Los que sí que merecen mención especial son los postres que alcanzaron un nivel notable. Muy rica la Locura de Chocolate 2013: mousse de chocolate negro con arroz trufado, ganache de chocolate, panna-cotta de chocolate blanco, sorbete de chocolate negro y salsa de chocolate con leche. 6€. Poco más que decir. Un festival para los amantes del chocolate con alto nivel en todas las preparaciones. Excelente.


 
Pero incluso mejor estuvo el parfait de lima con sorbete de fresa y albahaca, 4,50€, toda una explosión de sabores con un perfecto equilibrio dulzor-acidez. Magnífico.







Y por último un guiño al producto autóctono, semifrío de banana, espuma de café, trufa de chocolate con queso picante y arena de cacahuete. 4,50€. Excelentes todas las partes del postre, sobre todo la banana y la espuma de café con mención especial para la trufa picante. De nota.



 La carta de vinos bastante mejor que la del A Colmeia. Tomamos una auténtica rareza de las Azores de la casta Terrantez de la isla de Pico con una producción de solo 602 botellas y elegido el año pasado como uno de los mejores blancos portugueses: Fita Preta Terrantez do Pico by Antonio Maçanita 2011. 35€. Muy buen vino, totalmente mineral y con buen paso de boca con cierto parecido a un buen albariño y que creo que tiene amplio margen de mejora. Me gustaría ver lo que cuesta en tienda ya que no lo tenían en ningún sitio, tampoco muy extraño dada la minúscula producción. 
La segunda noche tomamos un espumoso del Douro, Vértice 2005, 22€, que resultó tener un muy buen nivel y todavía vivo. Como curiosidad, el servicio del espumosos le sirvió a la camarera/monitora para enseñar a dos de las chicas que tenían en la solapa una chapa que ponía que eran alumnas del primer curso. La verdad es que las estudiantes durante la cena lo hicieron mejor que el personal de algún sitio de teórico  primer nivel en el que estuvimos en el pasado.
El último vino fue un tinto, Preto 2007, 28€, tinto del Alentejo, potente y con buena estructura del que curiosamente el enólogo fue también Antonio Maçanita el mismo del Fita Preta Terrantez de la primera noche. Aquí el fallo estuvo en que estaba caliente, por lo menos a 21-22 grados. Se lo decimos a la camarera/sumiller, que debía ser una de las monitoras ya que no tenía la chapa de alumna y debió de pensar que nosotros también estábamos entre el alumnado ya que nos dijo: “es un vino tinto y debe ser tomado a temperatura ambiente”. Está claro que deben revisar el temario a la hora del servicio de vino y además insistir en el hecho de que con el cliente no se discute si te pide una cubitera.

También tomamos una noche un par de copas de Moscatel de Setubal, 2,50€ y Lajido, 3,€, este pensé que era un dulce que vi en alguna tienda y resultó ser la versión seca de vino licoroso. No le pude dar la vuelta ya que vinieron ya servidos en las copas. Fallo a corregir urgentemente y más en una escuela de hostelería.

La sensación general fue buena aunque hubiera sido mejor si no hubiésemos probado las carnes de la última noche y si pulieran algún fallo de concepto en el servicio. No olvidemos que se trata de una escuela de hostelería y por lo tanto evidentemente están aprendiendo, pero el conjunto general es satisfactorio y si recordamos  los postres, mucho mejor.


Anfiteatro
Avenida Infante Dom Henrique, Ponta Delgada, São Miguel, Azores, (Portugal)
296 206 154   www.efth.com.pt