Las dos comidas de las que hablo aquí están separadas por muchos paseos urbanos, varias compras, tres buenas exposiciones y otro festín que tendrá capítulo propio, pero el último día era el turno de conocer
Llama la atención la articulación de su sala, un tanto difícil supongo cuando esté lleno. Esas diferentes alturas y los huecos y escalones emboscados son un riesgo. Pero desde luego tiene su gracia: sofás con colores llamativos, mobiliario de corte más clásico, fotografías en las paredes, elementos de servicio vistos que acaban formando parte de la decoración…
Un servicio muy atento me tomó la comanda y enseguida me trajeron aperitivos abundantes: uno triple con tomate rallado, tapenade y aceite con romero, y una cuchara con tartar de salmón. El aceite resultó flojito pero a cambio la tapenade estaba sabrosísima, un vicio que agotó todo el pan tostado que la acompañaba. Lo demás aportó un contrapunto fresco.
La carta de platos es breve pero interesante; sin embargo, pedí dos sugerencias fuera de la misma que aún me resultaron más apetecibles.
Empecé con unos perrechicos en ensalada. Me tentó que ya aparecieran estas setas, de las que ofrecían en ensalada las más pequeñas y salteadas las de mayor tamaño. Sabor neto del hongo y aceite, para qué más.
Después de un cuenco abundante de setas vino la degustación de atún rojo: tartar, sashimi y tronco con sésamo. La exqusitez del producto lo menos alterada y sí realzada con buenos aliños, aunque ahí choqué con uno de los pocos obstáculos que puedo encontrar en un plato: no pude con el wasabi, del que prescindí para evitar que me anulase por completo los demás sabores. Soberbio plato.
Merecen citarse los panes, uno común y una torta de aceite, ambos muy buenos, sobre todo la torta.
Las buenas opiniones que había leído sobre su carta de vinos las comparto; hay verdaderos tesoros en aquella bodega. Tiene que ser un placer una comida en grupo donde puedan desfilar varios vinos diferentes. Yo escogí un Goettelmann 2005 pinot gris, varietal que no había probado nunca y que armonizó estupendamente con lo que comí. La primera impresión lo hace parecer un poco corto, tanto en nariz como en boca, pero hay elegancia detrás. Parece tímido, le cuesta expresarse, se guarda su riqueza pero está ahí y la vas encontrando a medida que lo paladeas.
Me llamó la atención que los postres también figuran fuera de carta, te los cantan de viva voz y escoges. Disfruté como un niño con
Para los amantes del dato, 27 euros los perrechicos, 24’50 el atún, 6 el postre y 24’50 el vino, todo ello antes de impuestos. Con agua, café e IVA, 93’62.
Fue un perfecto homenaje de despedida antes de agotar las últimas horas del viaje.
c/ Conde de Xiquena, 8
Tfno. 915 313 149
EStos dos posts iban a ser uno relatando las dos comidas, empezando por Lúa. Decidí, por manías archiveras , escindirlo en dos. De ambos se puede hablar en este.
ResponderEliminarBuenos días,
ResponderEliminarMe gusta mucho La Buena Vida; es uno de los restaurantes que más me apetecen esta temporada. ¿Estaba lleno? ¿Fuiste a comer o cenar? ¿Día laborable?
Dos restaurantes conceptualmente opuestos desde el punto de vista de cocina. También bien diferentes respecto al trato de la bodega.
ResponderEliminarDile, ya he dejado una nota aclaratoria de la división de los post en el otro. Espero que la gente no se líe. Procuraré revisar los comentarios también allí por si acaso.
ResponderEliminarLimonta, a mí también me gustó mucho. Fui a comer un miércoles laborable y había otras dos mesas, de dos y cinco comensales respectivamente.
Carlos, eso me pareció, aunque la bodega de Lúa ya digo que no llegué a conocerla.
Con el cambio de post y su duplicación quedó "enterrada" una pregunta de José Luis Louzán. Lo siento, no leí el blog después de comentar lo del programa. Hablamos de los que La 2 dedica a El Bulli. Hoy es el segundo y como ayer es a las 22:00.
ResponderEliminar¿Qué tal estuvo lo de la 2? Me lo perdí.
ResponderEliminarYo tampoco lo vi pero en la web de RTVE, en TVE a la carta, se puede encontrar. Dura 79 minutos.
ResponderEliminarYa sé que tenemos que tener en cuenta que estamos hablando de sitios en el centro de Madrid, que los alquileres por allí son estratosféricos, la cuenta de gastos de empleados, servicio, etc... tamaño XXL. También que los perretxikos están a 48€ el kilo en el mercado de Álava (recomiendo vivamente el reportaje gráfico -y también el escrito- de Cavatappi en el blog de Tony sobre el XV Congreso Nacional de la Cocina de Autor, episodio 5), y que el atún rojo no es barato.
ResponderEliminarCon todo esto, me parece un buen clavel pagar 15 mil y pico pelas por dos platos y postre, con un vino “tipo-medio” (y eso que siempre que leo sobre este sitio, sobre todo a Carlos, me entran unas ganas locas de conocerlo).
Supongo que ye lo que tien la capital.
Como os cuidais algunos, si ue pinta bien el sitio pero estoy de acuerdo con compangu, es una pasta y es que yo no me acostumbro a soltar esas cantidades de dinero por comer.....
ResponderEliminarTenéis razón cuando decís que es caro, pero ya veis cómo andan los precios en general. Por otro lado, yo siempre -o casi- comento comidas que considero especiales, nunca me planteo comer sólo con el significado de alimentarme en estas tertulias. Es la primera vez que voy a este restaurante y no sé cuándo volveré ni a otro de ese estilo. Aprovecho los viajes para darme algún capricho así entre lo que me parezca más llamativo de cada sitio pero mi sueldo me permite eso pocas veces al año, para mi desgracia.
ResponderEliminarEn lo que discrepo es en calificar al vino como tipo medio: sin ser un super clase está muy bien y es rara avis por los sitios que conozco. En este caso creo que la RCP es más justa.
¿Caro? Entonces en comparación bastantes sidrerías son el atraco del siglo.
ResponderEliminarPues yo también estoy de acuerdo con Compangu. Igual es que aquí, "en provincias", estamos mal acostumbrados, pero me parece muy caro para esos dos platos y un postre.
ResponderEliminarYo creo que el plato de atún, el vino y el postre están en la línea de precio de un Conrado o Fermín, quizás uno o dos euros más. Se dispara el precio del primero, aunque se justifica por contar con un producto de temporada humilde pero caro. También suele pasar que a la hora de echar cuentas por cabeza, la botella de vino se divide entre dos. Y que se comparte el primero. Si ponemos que se trate de una pareja , que compartan primero y vino, y que sumase un segundo y un postre , la cosa se iría sobre los 128 euros, que supondrían 64 euros por cabeza. Comiendo bien y en Madrid, no me parece barato, pero tampoco caro.
ResponderEliminarDEspués del enésimo virus de este año (solo me falta pillar el virus del gochu ese) me quedaba todavía un culín del Bürkling Auslese R, que seguía estando maravilloso.
ResponderEliminarEs lo que dice Eldi, el único precio que me sorprende es el de los perrechicos, aunque la semana pasada los comí en otro restaurante de Madrid a 25 euros la ración, unos 200 gramos aprox.
ResponderEliminarEn La Buena Vida son muy fans del producto-producto, y eso tiene lo que tiene en Madrid -y no sólo en Madrid. Y cuando nos metemos en la vorágine del producto de primera podríamos distinguir las primeras setas de temporada, las desecadas, las que vienen el mismo día de la recogida, las que se compran en el mercado... en fin. En Madrid y en un restaurante de gama alta, no se baja de 70, se puede llegar a 80-90 y 60 resultaría barato. Sacha aparte.
Por cierto, cuando decía que son dos estilos de restaurante opuestos, me refería a que en Lúa se utiliza un estilo de cocina "moderno", con vacíos, cocciones a baja temperatura y tal, como ese cochinillo que comenta Jorge, mientras que en LBV practican una cocina muy tradicional, de puchero y horas al chup-chup.
Lo complicado es distinguir, Madrid, como leí hace poco, es un sitio donde producto, el justo.
Jorge,
ResponderEliminardisculpa el "excesus verbalis". Cuando digo lo de vino "tipo-medio" me refiero a su "P", de su "C" no tengo N.P.I., por lo que me fío bastante del valor que tú le das a la "R". :)
Toni,
que en bastantes sidrerías te cobren alrededor de 24€ por comer furralla, lo que los deja como unos auténticos atracadores, no quita para que un precio casi cuatro veces superior sea caro a la vista de que lo ofrecido tiene mucho de "produto, produto, produto", pero tampoco le veo yo la extrema complejidad a los fogones.
Compangu, en algunas sidrerías te cobran casi 24€ pero sólo por una lubina a la espalda carbonizada, osea que si sumas un primero y un postre te vas al mismo precio que aquí.
ResponderEliminarEste sitio no será barato pero no me parece tampoco tan, tan, caro. Y además en Madrid.
Después de una temporada un poco líado y de fallar a un evento gastronómico (muy raro en mí) en Santander con Alberto Bilbao, Jorge Díez y Eldiletante, vuelven por fín las aguas a su cauce.
ResponderEliminarCon tiempo libre de nuevo disponible, me escapo a mi Irlanda querida a pasar unos días con un buen amigo mío.
Aprovechar para saludaros a todos/as y no dudeis de que tomaré una pinta (como mínimo) a vuestra salud.
Hasta la semana que viene hermanos !!
ay que rico esta el jamon de mangalica, acabo de comer un bocata con un panin recien sacado del horno que estoy levitando...
ResponderEliminarque bien me cae este gochin ;-)
Pués a mí no me parece caro viendo tu experiencia. He leído en varias ocasiones muy buenas crónicas sobre el producto utilizado en este sitio. Viendo lo que te ha gustado, yo iría sin dudarlo.
ResponderEliminarVamos a ver el segundo capítulo y el sábado el tercero con el posterior debate.
olenka
ResponderEliminarse nota los que no vemos futbol jeje
entiendo que habra en tercer capitulo de lo del bulli????
Yo acabo de ver por el interné la primera parte del documental del Bulli. Me va gustando.
ResponderEliminarLo del Bulli, espectacular, aparte hubo un esfuerzo de dicción por parte de Adriá y se le entendía todo. El del sábado creo que es "24 horas en el Bulli". Las explicaciones de donde surgen las ideas, al concepto a la materialización en los platos y presentaciones, me tienen acojonao.
ResponderEliminarpues yo esperare a ver lo del bulli, esperare a tenerlo bajado entero, no me apeteceio ver la 2ª sin haber visto la 1ª y en el pc no me mola, pero me estais metiendo unas ganas....
ResponderEliminarCorroboro, Nacho.Sirve también para entender hasta qué punto cosas que dábamos por supestas, no lo eran hasta hace muy poco, o hasta donde ha llegado la influencia de Ferrán en la cocina española, que quizás lo íbamos olvidando.
ResponderEliminarAyer me enteré de una muy buena noticia, y es que vuelve a reeditarse Sicer los días 15,16 y 17 de junio. Yo allí descubrí que la sidra podía ser otra cosa muy distinta de lo que conocía. Ojalá vuelva aquel francés que traía una sidra de pera de árboles centenarios.
A lo del Bulli le queda una parte, creo que entrevista (Al paso, muy bueno lo del esfuerzo de dicción, Nacho T. ;-) Por distintos motivos no los he visto pero espero recuperarlos de la web.
ResponderEliminarSobre el precio de La Buena Vida coincido en que lo más llamativo es el de los perrechicos, pero si sopesamos una ración abundante, gran calidad y precio de mercado no es tan extraño. Otra cosa es que siga siendo mucho dinero y que no lo sepas previamente al ser un "fuera de carta". Pero eso es harina de otro costal.
Explica muy bien El Diletante cómo traducir el precio a una situación de una comida normal, es decir, compartida. [Hay varias razones por las que yo sería el menos idóneo para bloguero-tipo y una es esa: al revés que la inmensa mayoría, suelo comer solo] Entendido así también cambia la cosa.
Una precisión. No había leído bien el comentario de Nacho T. y es mucho más ajustada su descripción del capítulo que falta sobre El Bulli. 24 horas en la vorágine junto a Cala Montjoi.
ResponderEliminarY el detalle que apunta Carlos sobre los estilos de Lúa y La Buena Vida, con mucho más conocimiento de causa, aclara muy bien lo que se puede encontrar allí. Gracias. Esas aportaciones nos serán muy valiosas, a mí por lo menos.
ResponderEliminarPor último -por ahora- no hay nada que disculpar, Compangu. Había entendido yo mal por donde iba tu calificativo hacia el vino. Ahora queda perfectamente explicado.
ResponderEliminarTony, disfruta tu viaje, bebe a nuestra salud y cuéntanoslo a la vuelta (que llevas mucho tiempo viviendo de tus corresponsales, canalla)
Buen viaje, Tony.
ResponderEliminarLos precios de "la capi" son altos, y quien diga que no, es que es rico y no sabe los esfuerzos que hay que hacer para poder salir dignamente a comer bien.
Yo los encuentro caros. Sé que hay muchas razones para estos precios y que los costes no son los mismos aquí que en otro sitio. Pero para mí, como clienta, me parece que tengo que dejar de comprarme muchas cosas para poder comer fuera. Me compensa por ahora, aunque no salgo tanto como antes porque prefiero gastar en otras cosas.
Y cuando lo gasto en comer, disfruto como una enana. Y cuando lo gasto en otra cosa, pues también.
Lo peor es salir de un sitio de estos tan caros con la gran decepción de haberse gastado un pastón, haberte quedado sin unos zapatos acojonantes, por ejemplo, y no haber disfrutado nada del acontecimiento.
Y en estos dos sitios eso es difícil que pase. Así que, y resumiendo, qué dos sitios tan buenos.
En esta vida a veces hay que ser práctico o frívolo. Si no, no hay manera.
estoy de acuerdo con la reflexión del dile con lo del precio, es evidente que siendo dos la cosa baja, unos 70 € por barba, pero sigo insistiendo que a mi me parece mucho dinero por una comida, es muy personal lógicamente, pero creo que nos hemos acostumbrado a unos precios demasiado altos, ojo, no digo que no merezca la pena o que no los valga, eso es otra cosa...
ResponderEliminarLimonta, con el argumento, totalmente de acuerdo; qué remedio (Qué más quisiera yo que mis ingresos me evitaran tener que elegir). Con el resultado en ambos sitios mi corta experiencia me dice lo mismo: repetiría. Y en LBV elegiría otra cosa, con calor, con tiempo en el fuego. No porque haya quedado mal esta vez, desde luego.
ResponderEliminarUn paréntesis. ¿Habéis leído lo último en el blog de Weirdo? Demasiados buenos deseos, demasiado caro y laborioso hacerlo realidad al 100% pero cuánta verdad en la mayoría. Hay cosas que no comparto, claro, pero muchas son grandes asignaturas pendientes en el mundo del vino en los restaurantes.
ResponderEliminarYo le añadiría un punto más a ese tratado sobre los errores en los sumilleres: la falta de humildad.
ResponderEliminarEs el más importante. Juli Soler lo explicaba hoy de cine en el reportaje de El Bulli, que no es el mejor restaurante del mundo por casualidad. Le decía a sus sumilleres, "piensa que el cliente sabe el doble de vinos que tú".
Eso es: HUMILDAD, con letras mayúsculas.
ResponderEliminarUn poco fuerte. Y prefiero dejarlo aquí.
Jorge: ¿Pero no te gustó ese atún o qué? Para mi, cuando lo probé estaba realmente bueno.
ResponderEliminarBuenas noches
ResponderEliminarNunca como bien señala Limonta la palabra humildad tuvo mayor razón de ser pronunciada con mayúsculas
Un abrazo desde Bilbao
Albertiño, tú sí que eres humilde.
ResponderEliminarLúa, es un sitio que es está muy bien, pero el tema del servicio lento deberían corregirlo. Pero se agradecen los esfuerzos por ajustar los precios.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo en lo de la humildad: debería encabezar la lista de mandamientos del profesional de la hostelería.
ResponderEliminarLimonta, claro que me gustó el atún. Lo decía porque en realidad me perdí la cocina-cocina de LBV, la profundidad de guiso que parece que hay. Pero el plato de atún estaba exquisito. En fin, que habrá que repetir para probar más cosas.
Yo no soy muy seguidor de la corriente "Bulliniana", más que nada porque no le presto mucha atención a un restaurante donde no voy a poder ir (lo de sus listas de espera y reservas me suena un poco a chufla).
ResponderEliminarLo que sí me interesa en la figura de Ferrán Adriá como cocinero, pues es innegable su presencia e influencia en el devenir de la cocina mundial (joer qué frase, jejeje).
Uno de los componentes del "núcleo duro" de Ferrán fue su hermano Albert. En un reportaje de hoy en El País se habla de sus proyectos, de sus ideas... y de su opinión de los blogs (y la repercusión de éstos en la crítica profesional).
Mi opinión de esto último: ¡qué malo es generalizar!
El reportaje
El Toneles de Valdespino no es un moscatel, así sin más, qué va. Es magia disfrazada de vino. Nunca pensé que pudiera salir algo así de una botella. ¿Color? No es color, es profundidad; no ves el fondo, ves su alma, su sangre en aquella densidad. ¿Aroma? Infinitos, mucha corteza de naranja, ese punto de más cuando el caramelo amenaza con quemarse (palabra de gran cocinero que compartió el lujo) tostados de origen arcano y arcaico. No es la madera la que condiciona el vino, es el vino el que está haciendo la digestión del tonel y de todo lo que ha visto en su historia. ¿Sabor? El alma misma del marco de Jerez, el misterio de esos vinos condensado, todo lo que puede sacarse de una uva y más.
ResponderEliminar¿Una cata formal? Lo siento, no puedo hacerla, no sé ante esa majestad de vino.
Imprescindible en cualquier lista de los 10, 100, 1.000 o "n" vinos que hay que beber antes de morir.
Gracias por la pista, Compangu ;-)
ResponderEliminarEs cierto, ves cada idiotez en los blogs... Cuántas no diré yo. Lo que es rarísimo de ver es ese periodista serio a cuyo trabajo hemos dado sentido, según él. Ya me gustaría tener esa capacidad. Ya me gustaría que hubiera esa "materia prima" en la prensa para darle sentido con mis idioteces.
Jorge, de Valdespino probé el otro día un palo cortado vors, cardenal y un oloroso vos don gonzalo que me quedé a cuadros, sobre todo el palo cortado, impresionante.
ResponderEliminarEste fin de semana estaré en León; voy a un entrañable evento como es la despedida de soltero de un gran amigo.
ResponderEliminarYo no sé por qué la gente asocia la expresión “despedida de soltero” con excesos y comportamientos salvajes. Nosotros nos reuniremos al calor de la amistad a disfrutar de nuestros recuerdos pasados y nuestros proyectos futuros.
Como seguramente hablaremos mucho los unos con los otros, se nos secarán los gaznates, y algo habrá que beber.
Como “las personas necesitan comer”, nos apoyaremos en alguna barra del Húmedo y nos sentaremos en alguna mesa, a ver que nos echan.
De todo ello espero darles cumplida cuenta...
... si puedo.
Podrás, Compangu, podrás. Que no se diga. Dos disputados podios consecutivos son un buen currículo.
ResponderEliminarSibarita, aunque soy aficionado a los generosos no he probado los que dices. Lo del Toneles fue una ocasión especial. Pero ahora tengo más motivos para buscarlos y probarlos.
Impresionante el Toneles de Valdespino. Probablemente el mejor vino que haya tomado nunca y desde luego el mejor entre los dulces.
ResponderEliminarMi experiencia en este restaurante fue algo decepcionante por las expectativas que había depositado en su cocina.Empezo mal por el emplazamiento de la mesa -casí diria el peor de la sala-después de haber resevado con antelación suficiente y haberme comfirmado otra ubicación.Demasiadadas "faltas" en los platos de la carta,y muchos platos "fuera" de carta...¿precios?.Sinceramente lo que más me gusto fue lo menos elaborado "las setas" y lo peor una tarta deleznable.Muy buena y corta carta de vinos franceses,servicio correcto.Caro para lo que comí.En ese rango de precios 60-70 Euros con vino (30eur/botella) Piñera es muy superior EMHO ,en particular la carta de vinos y su servicio por Mario es del Top 3 de Madrid.
ResponderEliminarYo no tuve problemas con la mesa, pero hay que tener en cuenta que al ser mediodía de un laborable sólo había otras dos. Ese día creo que faltaba un plato de la carta y los dos únicos "fuera" eran precisamente los que pedí.
ResponderEliminarNo puedo compararlo con Piñera porque no lo conozco, pero -no es broma, es casualidad- tengo ganas. Creo que es mi próximo objetivo en Madrid. Veremos cuándo toca.
UNA SUGERENCIA:
ResponderEliminarUn descubrimiento y una recomendación interesante para quien le guste la cocina internacional. Un pequeño restaurante de cocina casera mexicana junto a la gasolinera de la Avda. Portugal en Gijón. Llevado en sala y cocina por mexicanos, amables y atentos. Tiene página web pero no está acabada. Precios ajustados, cocina casera, muy limpio, y carta amplia de platos.
Ha abierto hace poco y me dió buena espina desde fuera, hoy aunque no tenía tiempo para cenar, no he resistido la tentación y he entrado a tomar una cervecita MODELO ESPECIAL un taco de carne (3.50€ dos unid), excepcionales, buena carne de ternera, tierna, especiada, pero de gusto intenso y rico. Unos nachos CASEROS, recién fritos, acompañados de aguacate, y dos bols de queso fundido y otro con rodajas de chile.
En la carta ausencia de propuestas en pescado, pero muchos entrantes menos conocidos para la mayoría, y muchas propuestas como ingrediente principal de pollo, ternera, y cerdo. También tienen platos más elaborados al horno, pasaré en breve y lo diré por aquí.
NO ES UN TEX MEX, ES UN RESTAURANTE DE COCINA MEXICANA CASERA, ESTO ES IMPORTANTE, Y SE HA NOTADO SIMPLEMENTE CON LOS NACHOS Y EL RESTO DE PLATOS QUE HE VISTO SALIR DE LA COCINA.
www.lasadelitas.net
LAS ADELITAS
C/Infiesto, 17
33.207 Gijón
Tel: 984 399165
Buenas noches,
ResponderEliminarAnónimo primero: curioso lo que dices de La Buena Vida. Es casi mi experiencia si se ve en negro: la peor mesa, y confieso que me fastidió bastante, y además pensé lo mismo cuando me cantaron varios platos fuera de carta. Realmente empecé mal en este restaurante.
Pero la cosa cambió cuando comenzó la cena. Me trataron bestial, comí y bebí increible, y tal fue así, que se me olvidó mi estado de malestar primero; ellos me convencieron de que allí se pasa bien y que esa mesa le tiene que tocar a alguien (maldita la suerte). Lo de los precios de los platos fuera de carta no lo entiendo todavía, pero me aguanto.
Al terminar y salir del local, había cambiado totalmente de actitud y es porque ellos se lo propusieron. Terminé pensando que son buena gente y que se come realmente bien.
Sin embargo, me alegra que lo digas, porque es totalmente cierto: el empezar en este restaurante a veces es incómodo y requiere tener un poco de paciencia.
¿Cómo te llamas? por ponerte un mote.
En Piñera, sin embargo, comí peor. Pero creo que no debo decir nada ya que pude tener mala suerte. Estoy segura de ello porque todo el mundo habla maravillas,al parecer.
ResponderEliminarY no hablo de bodega ni de Mario, impecable.
ResponderEliminarHablo de comer.
Y volveré, por supuesto, no por masoca, sino porque creo que estoy equivocada y más ahora, cuando tú me lo confirmas.
Bueno, el alijo de chocolates va menguando. Ya no me quedan esos envoltorios pop de Xocoa pero todo el lujo condensado en el surtido My obsession de Oriol Balaguer puede hacer maravillas. Su mascletá es una fantasía: la crepitación en la boca nada más comerlo es genial. Te recuerda que un gran trabajo repostero puede además ser muy divertido.
ResponderEliminarPerdonad la ausencia, pero se me ha acumulado el trabajo : cata de un champagne decepcionante, que se treminaba yendo, un Elgly-Ouriet Blanc de Noirs (es decir, elaborado solo con Pinot Noir), y un maravilloso Toneles de Valdespino. Lo seguí con una cena en lo de Martino. Al día siguiente hubo una muy buena caldereta con amigos que se prolongó hasta casi la noche, y hoy me ha tocado un bautizo en Ribadesella, donde el menú, de una extensión palaciega, abundaba más en la cantidad que en la calidad, así que para qué entrar en detalles .
ResponderEliminarhoy grandisima comida en l'alezna, disfrute como un enano y soy mas feliz si cabe.
ResponderEliminarfuimos con gente que nunca habia ido a un sitio ni parecido, uno de ellos mas abierto de miras, otro cerrao como no conocereis a otro, y ambos salieron agusto, el cerrao no fue la comida de su vida pero salio flipao con ese lenguado salvaje, impresionante, y el mas abierto de miras salio gratamente sorprendido de la cocina, de su menu creativo, los sabores, texturas, combinacion de sabores y potencia.
Resumiendo, que yo creia que no habria demasiado feeling, y resulto una gran comida para todos.
Y a mi....que decir, doblemente feliz, habia platos nuevos y otros que no conocia en el menu creativo, asi que os podeis imaginar.
Ah, un descubrimiento, una cerveza, tripel karmeliet, belga, increiblemente adictiva, casi hasta me apetecia hacer toda la comida con ella, una autentica maravilla, gracias alex
Ayer por la noche terminé de ver los documentales del Bulli, con lo que era un día completo de servicio, desde la apertura , preparación ,recepción de la mercancía, comida de la tropa, llegada de clientes, pase y cierre. Luego un coloquio con el propio Adriá y Aduriz. Me parece un documento precioso, imprescindible, de impecable factura, donde confluyen perfectamente fondo y forma. Al final, supone el triunfo de una maravillosa locura que empezó por la del doctor Schilling, la de un Neichel, y consiguiendo la 2ª estrella haciendo alta cocina francesa(Langostas Thermidor y cosas así) hace veinte años, en un pueblo perdido de la costa interior catalana. Y luego, claro, Ferrán,...y todo ello con deudas , con roscos continuos y, supongo , con una gran incomprensión. UNo solo lamenta no haber podido asistir nunca, aunque fuera para poder decir algo como "me gustaba más antes"
ResponderEliminarYo conocí las dos etapas,la de cocina Francesa y la actual y tengo que decir que me quedo con está última,lo que está haciendo allí este equipo es algo muy grande.
ResponderEliminarCaviar , a mi la etapa que más me hubiera apetecido vivir, no necesariamente por ser la mejor, es aquella en que Ferrán "dejó de copiar", y se puso a recuperar la tradición, los productos populares...todo aquello que apareció en La Cocina del Mediterráneo" (que he estado ojeando estos días)
ResponderEliminarBuenas noches,
ResponderEliminarImpresionante el programa de El Bulli.
Un sitio impecable, lleno de detalles. Hasta rastrillan la graba todos los días.
Todo limpio, prefecto; pensado para el disfrute. Qué pena que tanto esfuerzo sea para unas cuatro horas de placer de unos desconocidos.
Ví mucho follón y demasiado movimiento algunas veces. Mucho camarero intentando pasar por un punto determinado.
La bodega, enana ¿no?
Esto por poner pegas.
Algo que noté cn angustia es el estrés que llevan. Los ojos extremádamente abiertos de casi todos, sin pestañear. Qué agobio.
Por un sitio en una mesa de esas, daría mucho.
grava
ResponderEliminarLa verdad es que lo mejor del documental es la factura, muy fino, todo muy claro, casi literatura en imagenes, que en estos tiempos de tele-basura se agradece de ver...
ResponderEliminarSobre el Bulli... que levante la mano en primer hostelero que no quiera tener un trabajo así... bestial.
Otra cosa, como dice Limonta, es la presión, que parecia muchisima, que tiene el personal. Y a mi la bodega me parecio tambien poca cosa para 1500 referencias... yo tengo 300 en 39 metros cuadrados y a veces no me meneo...
Lo que mas me choco, palabra, fue la cafetera. No pense en la cafetera cuando me imagine el Bulli... nada de Kopi Luwac, nada de cafetera Cona, ni un triste Nesspreso... cafetera de toda la vida, en pocillo de cristal y tira millas....
No se, es una chorrada pero me choco...
¿Qué ha pasado?
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