martes, octubre 08, 2019

La Corte de Pelayo (2019) (Oviedo)



Desde la visita que hicimos el año pasado a La Corte de Pelayo, la cuál se puede ver aquí, ya hemos ido varias veces más pero como en esta ocasión fueron varios los platos y postres probados me decidí a hacer un post para contar las impresiones que nos causaron.
No reitero los comentarios sobre situación, local, etc, que son más que conocidos y voy directamente a los platos degustados pidiendo disculpas anticipadamente por no poner el enunciado entero de los mismos ya que relato de memoria.

Como entrantes solo pedimos dos para compartir al centro de la mesa. División de opiniones sobre el chosco marinado en sidra, 12€, que para unos comensales estaba excesivamente fuerte el marinado, desvirtuando el sabor del choco, y para otros entre los que me encuentro nos pareció bien y en absoluto agresivo.
 
No hubo división alguna con las croquetas de jamón Ibérico 5 Jotas, 10€, de muy buen nivel, aunque yo tenga en el recuerdo unas extraordinarias probadas hace unas semanas en el asador Los Linajes de Arévalo, las mejores probadas en décadas.


 

Para los platos principales todos los comensales nos decidimos por la carne.
El único pequeño borrón fue la temperatura de servicio de la picaña de vaca, 16€, que podría haber estado más caliente. De sabor, textura y punto, nada que reprochar.
 


Buen nivel también la paletilla de lechazo churro, 22€, sin llegar al de los asadores castellanos, claro, pero muy sabrosa y con el añadido la excelente ensalada que la acompañaba, una sorpresa.
También bien el solomillo de ibérico 5 Jotas con salsa de trufa, 19€, bien de punto y con una salsa muy elegante.


Pero la mejor carne sin duda nos pareció de nuevo la costilla de Angus asada, 21€. Fantástica melosidad y textura y un gran sabor. Merece la pena totalmente.


Al contrario que en otras ocasiones, esta vez si llegamos al postre. Un poco empalagoso el tocinillo y helado, 6€, aunque probablemente sea una opinión muy subjetiva porque siempre me pasa con el tocinillo.



Parecido resultaron los higos confitados, 5€, aunque al comensal que lo pidió opinara mucho más benevolentemente de ellos.







Lo que más me gustó fue la tarta de mousse de turrón y helado, 6€,  aunque en general opino que el apartado dulce, aún cumpliendo, está a un nivel inferior al salado.






Para acompañar los postres tomamos sendas copas de El Maestro Sierra Cream, Andresen 10 Anos Tawny y Moscatel Emilín, a los que la casa nos invitó en un muy buen detalle.
¡Qué decir de la carta de vinos!  No conozco evidentemente todos los restaurantes asturianos, pero me sorprendería que hubiera una mejor en nuestra región.  Acompañamos la comida con La Rioja Alta 904 2009, 46€, un precio muy decente y poco más que en tienda.  Muy bien.

Un buen pan artesano, 1,50€, y acabar comentando el buen desempeño del personal de servicio, tanto los camareros como la sumiller.

La página web manifiestamente mejorable. Sorprende que un restaurante que cuida muy bien los detalles tenga una web bajo la responsabilidad de un intermediario siendo poco informativa y bastante tosca. Algo a mejorar.
En definitiva, La Corte de Pelayo me parece un restaurante “para todos los públicos” con cocina tradicional con ligerísimos toques modernos pero que probablemente contente a casi todos los comensales. El sitio perfecto para llevar a la familia y no quedar mal, porque comer, vas a comer bien con casi total seguridad. Por mi parte, seguiré frecuentándolo.


La Corte de Pelayo
Calle San Francisco, 21, 33003 Oviedo, Asturias