lunes, octubre 29, 2012

Succo (Plasencia, Cáceres), por Toni


 Plasencia es una de mis paradas favoritas. Ya son varios fines de semana los que he pasado allí desde hace años y ahora con la autovía de Zamora hacia el sur ya finalizada, el trayecto se hace rápido y cómodo, aunque en Zamora tienen su "Llanes-Unquera" particular que es el tramo entre Benavente y la capital que vete tú a saber cuando estará hecho.

Plasencia, aparte de ser una ciudad monumental que merece la visita por sí misma, está estratégicamente situada para conocer el impresionante norte de Cáceres que tiene de todo: paisajes magnífícos, pueblos monumentales y de pintoresca arquitectura tradicional que se pueden encontrar en La Vera, el Jerte, el valle del Ambroz, Las Hurdes, la Sierra de Gata y el Parque Natural de Monfragüe. Sin duda una de mis zonas favoritas en España.

 Pero no solo de arte vive el hombre así que a la hora del avituallamiento recalamos una de las dos noches en el restaurante Succo que me recomendaron en el blog extremeño La Cachuela, situado en una de las callejuelas perpendiculares a la animada plaza mayor. El local tiene a la entrada un bar en el que también se puede picar algo en plan gastrobar.

 El comedor es pequeño aunque bastante acogedor. La carta tiene el IVA incluído en los precios. Viendo el comedor nos dio la impresión de que la cocina debe ser pequeña y que no puede atender en tiempo las comandas ya que desde que nos tomaron nota, el entrante tardó 55 minutos en ser servido
 Por eso durante este tiempo nos pusieron primero un plato de boquerones y después otro de lacón ibérico, a cuenta de la casa, por lo que menos mal que pedimos solo un entrante aparte de que como habíamos comido durante el día considerablemente, empezando por el copioso desayuno del Parador, solo teníamos la intención de pedir uno para compartir que al final fue un steak tartare con salsa agridulce y galletas de manzana, 18€. Contundente ración. No me di cuenta de hacer la foto tal como nos trajeron el plato y la hice después de ser mezclado el steak. Más que salsa agridulce nos pareció que tenía una dosis considerable de pimentón que le dio un toque original. Nos gustó.

 Para los principales seguimos con la carne. Ricas las chuletitas de cabrito al ajo cabañil con tempura de verduras, 16€, en el que a la salsa de ajo cabañil también le añadieron pimentón. A nosotros nos gustó pero es un riesgo añadir a una salsa un ingrediente que teóricamente no tiene con el posible problema de que alguien te de la vuelta un plato por eso. Muy ricas también las verduras en tempura.

 Algo peor resultó el magret de pato con couscous, pimientos asados y salsa de frambuesa, 15€, ya que los trozos de magret eran demasiado gruesos con el peligro que tienen de no quedar uniformemente pasados como fue el caso además de resultar algo dura la carne. En cambio el couscous estaba muy bueno y también me dio la impresión de que tenía su dosis de pimentón aunque no lo puedo asegurar. Creo que el plato ganaría cortando el magret en lonchas más finas antes de hacerlo.



 Llegamos al postre. El tiramisú con crema de toffe y teja de almendras, 4,50€, estuvo correcto, sin alardes pero bien.




 Algo mejor resultó la tarta de queso sobre bizcocho de Perrunilla con textura de frutas, 4,50€, en el que la tarta estaba bien pero superada por el bizcocho  que estaba bastante  bueno. Lo que sí hay que reconocer es que la relación calidad-precio fue buena en los postres. 4,50€ es un precio que no se suele ver en restaurantes ya de cierto teórico nivel.



 La carta de vinos bastante decente para el tipo de restaurante además de tener unos cuantos de los top de Extremadura como el Huno de Matanegra 2007, 26€ que tomamos, una agradable sorpresa. Además el margen con respecto a tienda es muy ajustado y el servicio fue a su correcta temperatura, algo que no esperábamos después de pedir algunos vinos en bares de Plasencia. Hay que felicitarles por ello. Algo negativo, como en tantos sitios y sobre todo de interior, es que tienen muchos más tintos que blancos y espumosos.

El pan lo cobraron a 1,40€ c/u. Al final incluso doblaron algunas mesas por lo que no les fue mal la noche. El personal de servicio, el maitre y una camarera, correctos y agradables.

La página web es sencilla, austera pero informativa que es lo que al final importa. Tiene las cartas, aunque sin precios. Como ya dije en otros post, tener una web con información accesible y completa puede significar el ir o no ir a un restaurante. En mi caso es así.

En conjunto no estuvo mal la cena. Tampoco nos esperábamos un restaurante de alta cocina sino lo que fue, un honesto sitio que parece que tiene ganas de innovar en una plaza que me temo sea muy conservadora en el comer como Plasencia y eso ya merece el apluso por la valentía. Tuvieron algún plato con fallos como lo descrito aparte de la demora en el servicio pero si se hace parada en Plasencia creo que merece una oportunidad.


Succo

C/ Vidrieras, 7, Plasencia (Cáceres)
927 412 932 www.restaurantesucco.es



sábado, octubre 20, 2012

El Buffi y El Petit Buffi (Solsona, Lérida), por Toni




El Buffi y El Petit Buffi son los dos restaurantes del hotel Sant Roc situado en Solsona (Lérida), edificio modernista y emblemático de principios del siglo XX con un aire a las casas de Flandes y Holanda.

La primera noche acudimos a El Buffi, que toma su nombre de una canción del carnaval de Solsona. Comedor muy elegante y de gran empaque. Nos traen las cartas, con el IVA incluído en los precios, y esta vez nos decidimos por platos clásicos.





Antes del entrante nos pusieron de aperitivo brandada de bacalao con huevo.





 Solo pedimos un entrante que fue un foie mi-cuit caramelizado con crocante de almendras y reducción de pasas y moscatel, 18€. Hacía bastante tiempo que no comíamos un mi cuit de tanta calidad, en una ración más grande de lo habitual, realzado por la excelente reducción de pasas y moscatel y armonizando de maravilla con las almendras. Riquísimo.
Lo que no acabamos de ver era que pintaban los tomates...



Para los platos principales fuimos a por las carnes. Excelente el solomillo de ternera Rossini con cebolla caramelizada y foie poêlé, 21€, con una carne de la que desconozco la procedencia pero de gran calidad, perfecta de punto y con un foie también muy bueno y sin escatimar. Por muy clásico y visto que sea el plato, da gusto que te lo sirvan con este nivel de producto y preparación.


Para el otro principal habíamos pedido un plato que al poco tiempo nos pidieron disculpas porque no se dieron cuenta de que no les quedaba y tuvimos que cambiar de plato. No recuerdo exactamente su denominación y tampoco viene en la carta disponible en la web. Era un entrecot de ternera con una salsa de mostaza, 20€,al que se le puede aplicar el comentario anterior. Muy buen producto y excelente tratamiento.


 La carta de vinos no muy amplia pero correcta. Tomamos un Cérvoles 2006, 25€. Copas, menaje, mantelería, a la altura del marco. Curiosamente tienen un sistema peculiar para el pan y es que te cobran 0,50€ por cada trozo que te ponen.

La chica de servicio muy eficiente y con muy buenas maneras.

Salimos con la sonrisa en la boca y con la comparación con experiencias recientes en restaurantes también clásicos, éste se sale. Ejemplo de que por muy visto que estén ciertos platos, si se hacen con buen producto, honestamente y sin estrujarte la cartera, el resultado es la satisfacción del cliente y el deseo de volver.




La siguiente noche probamos El Petit Buffi, que viene a ser la versión barata en plan gastrobar. El comedor está situado enfrente del de El Buffi y yo le quitaría la pantalla donde proyectaban la televisión. No pinta nada. Como corresponde a la filosofía del sitio, la sala era mucho más informal y evidentemente más incómoda que la de su hermano mayor.



Aquí pedimos cuatro cosas para picar. Lo primero que nos trajeron fue el atún fresco escabechado con espuma de genjibre, 6,50€, fresco para abrir boca pero sin dejar un especial recuerdo.







Después un risotto de faisán, 8€, en el que el arroz no les quedó muy allá ya que parecía una mezcla de caldoso y meloso con los granos duros, aparte de que vete tú a saber si lo que tenía era faisán de verdad....






Luego llegó un variado de fajitas de pollo y cochinillo con verduras, 6€, que estaban  secas y sin gran sabor.





Por último una hamburguesa Sant Roc, 5€, que sin dejar huella fue sin embargo lo mejor de la noche.

También pedimos pan de payés con tomate, que costaba un euro por ración pero que no nos cobraron.

Para beber tomamos un Cava Recaredo Brut Nature 2007. 25€.

Evidentemente no son en absoluto comparables los restaurantes pero salimos con mucho mejor sabor de boca de El Buffi, y solo mirando el gastrobar, por lo probado hay bastante mejores opciones en esta onda sin duda. Evidentemente si hay que escoger y el presupuesto lo permite mejor dar una oportunidad a El Buffi.



El Buffi y El Petit Buffi

Plaça de Sant Roc 25280 Solsona, Lérida
973 48 00 06
http://www.hotelsantroc.com/ES/restaurante.html

viernes, octubre 12, 2012

AQ (Tarragona), por Toni



 AQ es un restaurante tarraconense llevado por la pareja formada por Ana en cocina y Quintín en sala y mejor que contarlo yo para quien esté interesado se puede leer su historia en la web del restaurante. Me lo había recomendado mi amigo y también forero, Avelino y resultó un acierto total.

Una vez sentados, en unas sillas que podrían ser más cómodas, hay que decirlo, y mientras mirábamos la carta, pedimos de aperitivo sendas copas de Amontillado Navazos, 4,40€ y de Palo Cortado Tradición V.O.R.S., 6,60€, ambos extraordinarios. Decir como crítica al restaurante que tampoco han aprovechado la última subida del IVA para incluirlo en los precios de carta ya que no lo está. Disponen de tres menús degustación y otro del día con tres platos a escoger de primero, segundo y postre que por 19,80€ tenía una pinta estupenda pero esta vez elegimos de carta.
 



Poco después Quintín nos trajo unas guindillas de su propio huerto, excelentes y el pan de cristal muy bueno también (y no cobrado) con un gran aceite del Camp de Tarragona.
Después otro aperitivo asimismo invitación de la casa que fue un magnífico tomate también de su huerta con un boquerón. Sabor el del tomate como hacía tiempo que no recordaba.
Para los entrantes pedimos medias raciones. Muy bueno el coulant de pulpo, patata, huevo y butifarra, 11€, una especie de mar y montaña sabroso y bien conjuntado.


 El otro entrante sigue con una filosofía parecida ya que fue una sopa de romesco, sardina en escabeche y panceta ibérica Maldonado, 9,90€, en el que la sardina y la panceta combinan de maravilla con la grasa refrescada perfectamente por la rica salsa romesco. Muy bueno.




Para los platos principales nos decidimos esta vez por la carne. En el asado de tira de Wagyu (tipo Kobe) al horno con una ensalada de manzana, 28,60€, la carne se deshacía en la boca con un sabor intenso y persistente y como en el entrante anterior refrescando el paladar la sabrosa ensalada de manzana. Excelente también.


 Al igual que la hamburguesa ibérica con rúcula, parmesano y sihitake, 19,80€, de la que se me olvidó preguntar si era también de Maldonado, pero que si era de un producto de excelente calidad y sabor.


A pesar de la contundencia de lo anterior tampoco no nos pudimos resistir a pedir postre. Adictivo el brownie y ganache de chocolate con helado de caramelo, 8,80€, en el que no sabría decir cuál de los tres ingredientes estaba más bueno. Estupendo.


Y lo mismo se podía decir de la crema de limón, melocotón y zanahoria, 8,80€, un postre fresco, nada empalagoso y muy rico. Acompañamos los postres con sendas copas de un dulce del Priorat del que no me fijé bien pero que probalbemente fuera de Josefina Piñol. 3,30€.



La carta de vinos muy bien escogida, no solo en la gama de precios sino también en los aperitivos, con generosos, cervezas y los hoy tan olvidados vermuts. Y por supuesto una muy buena selección de los vinos de la tierra, Montsant y Priorat, en general tan poco conocidos fuera de Cataluña. Nos dejamos aconsejar por Quintín y tomamos un excelente RaR 4 2010, 29,70€, garnacha negra del Priorat que en una cata a ciegas no hubiera acertado que era del Priorat en la vida, ya que se aleja del patrón potente y concentrado habitual y mostró elegancia y finura con mucha fruta roja y amable para tomar para estar embotellado hace poco.
 
 
 
La atención y buen hacer de Quintín en sala merece aplauso, porque aunque no llenaron había unas cuantas mesas y se desenvolvió perfectamente en el servicio. En cocina salían los platos sin demora y eso que por las fotos de la web no parece muy grande ni con mucho personal.
 
Otra cosa que merece la felicitación es la web del restaurante, de la que muchos deberían copiar, pues tiene una información completísima y me parece un ejemplo para esta parte tan olvidada por muchos restaurantes y que a mi me parece realmente importante y en bastantes casos decisiva para decidirse por un restaurante del que tienes pocas referencias.
 
Está claro que es un restaurante muy recomendable, con una cocina honesta, con toques de creatividad pero medidos, bastantes juegos mar-montaña y muy buen producto. Si cumplieran con lo de los precios con IVA sería de matrícula de honor. Una visita imprescindible si se va por Tarragona.
 
Como ya dije en algún otro post, lástima que nos quede tan lejos.
 
AQ
 
Carrer de les Coques,7, 43003 Tarragona
977 21 59 54  http://www.aq-restaurant.com/
 

viernes, octubre 05, 2012

Perbacco (Vilanova i la Geltrú, Barcelona), por Toni


Perbacco es un restaurante situado en la Rambla de la Pau en Vilanova i la Geltrú, cerca de la playa y del puerto. Su cocina es básicamente italiana con algunas pinceladas de otras partes del mediterráneo. Nos decidimos a ir por las buenas críticas leídas en varias webs.
El comedor es de un estilo algo rústico o más bien de un estilo funcional y sin grandes lujos. El ágil servicio nos trajo rápidamente las cartas y unas aceitunas para picar. En la cuestión de la carta luces y sombras. Luces porque bastantes platos se pueden pedir por medias raciones y sombras porque los precios no están con el IVA incluído como es preceptivo. Como ya apuntaba en un post anterior, estaba seguro de que muchos restaurantes perderían la oportunidad del cambio de IVA para ponerse al día como ocurrió con la subida del 2010.


Finalmente pedimos medias raciones de todos los platos salados. El arroz salvaje de verduras con salsa de parmesano, 5,50€, hubiera salido medianamente bien si no se les hubiera pasado unos cuantos minutos de cocción, con unos granos duros y nada sueltos. Plato fallido.




El otro entrante fue un steak-tartare, 7,15€, en el que la carne era de una calidad mediocre y al aliño le faltaba pegada. Muy mejorable.





Para los principales tomamos una lasaña, 6,60€, algo pasada también y con una carne de no demasiado sabor. Sin ir más lejos alguna industrial precocinada he comido que me ha gustado más.





 En cambio, el solomillo al chocolate picante, 9,90€ media, no solo la carne era de buena calidad y poco hecha como lo solicitamos sino que además la salsa de chocolate estaba muy rica, realmente lograda. Muy bien. La parte mala  fue que a la hora de cobrar venía marcado 1€ más. ¡Qué casualidad!, siempre son a favor de los restaurantes estas equivocaciones. Al hacérselo saber a la camarera simplemente fue restar un euro a la nota final con lo que se embolsaron los 10 céntimos resultantes de aplicar el IVA en la nota original. En fin...

Los postres al parecer son todos de la casa y tomamos un tiramisú, 4,95€, sinmplemente correcto



   
  y otro postre italiano que no lo recuerdo exactamente su nombre pero era un helado de café y vainilla, 4,95€, también correcto pero sin alardes.

Para beber tomamos un Cava Llopart Brut Nature Reserva, 15,95€. La carta de vinos pequeña pero bien estructurada con vinos de diferentes precios y varios italianos. En cambio solo dos espumosos en total.
El pan escaso, un par de piezas pequeñas y los típicos palitos habituales en los restaurantes italianos. 1,10€ c/u.
No tienen web o por lo menos yo no la he encontrado. Creo que a estas alturas poco cuesta tener una web del restaurante que pueda ayudar a que algún posible comensal se decida a visitar el restaurante.

No esperábamos evidentemente un restaurante de alta cocina, simplemente un restaurante italiano de cocina honesta, y no digo en absoluto que no lo sea, pero los resultados en general exceptuando el solomillo, estuvieron bastante por debajo de lo esperado por lo que no nos invitó a repetir.

Perbacco
Carrer de Ferrer i Vidal, 24 08800 Vilanova i la Geltrú
938 15 83 83