domingo, octubre 23, 2016

Dos taperías en Cáceres




Si algo me ha llamado la atención las veces que he estado en Cáceres en los últimos años es la proliferación de taperías en la ciudad, tanto que es difícil pasear 100 metros por toda la zona centro sin encontrarte co nalguna. Tampoco es extraño el éxito ya que puedes comer o cenar por un importe final más ajustado que en un restaurante tradicional, aunque habría que escarbar un poco y ver si el precio de lo comido resulta más barato en realidad que en un restaurante más tradicional.

El caso es que está claro que la fórmula ha calado porque por lo menos un sábado, tanto para comer como para cenar no es fácil conseguir mesa a no ser que llegues muy pronto.

La tapería escogida para la comida fue Perhaps, recomendada por un conocido de las redes sociales con acierto. La carta, como en casi todos estos locales, muy resultona y apetecible al primer vistazo. El propio camarero nos dijo que con tres raciones para dos íbamos más que de sobra. En nuestro caso así fue, los años…, pero para comensales más jóvenes o con más costumbre de comer fuerte, creo que deberían añadir alguna más.

Local aprovechado al máximo, incluso con alguna apretura a la hora de pasar entre las mesas. Muy buen pan, 0,60€, y estupendas las aceitunas que pusieron de aperitivo.



Lo primero que nos trajeron fueron unas croquetas de morcilla ibérica. 4,50€. Excelentes. De las mejores que recuerdo en bastante tiempo en todos los sentidos. Para comer de plato único sin duda.




Seguimos con un café con churros: churrasco de pollo con un ligero empanado y salsa Perhaps (soja, tomate y piquillos). 6,50€.  Alguien podría decir que no eran más que unos nuggets pero estos estaban bastante más logrados que cualquier nugget que haya probado. Además la salsa estaba muy buena al igual que las patatas. Es de esos platos muy sencillos pero que estarías comiendo trozos de pollo untados en la salsa constantemente. Muy rico.


 Acabamos con la pluma ibérica con escamas de boniato, patatas a lo pobre y sopa de Torta del Casar. 8,50€. Muy bien la pluma, sin carbonizar, con el toque un poco dulce del boniato y muy sabrosas las patatas impregnadas de la sopa de Torta del Casar, servida aparte.
Sencillo pero muy resultón.


Para beber tomamos sendas copas de Balancines, 2,30€ y Payva, 2,30€, bastante mejor el primero, servidas en unas bonitas copas en plan “vintage” pero totalmente inadecuadas para degustar un vino. Detalle a revisar urgentemente. Por botellas tenían unos pocos vinos y creo que casi es una decisión acertada desde el punto de vista del hostelero porque menos nosotros, todo el mundo comía con agua o cerveza.

La verdad es que salimos contentos. Cocina sencilla pero muy resultona, con raciones más grandes de lo esperado y buen resultado final. No es extraño el éxito sabiendo a qué tipo de restaurante vas y más si sales con la barriga llena y no te queda la cartera vacía.



 Esa noche teníamos intención de ir a La Cacharrería que también nos había recomendado por el mismo conocido, pero a pesar de ir temprano para la costumbre española, nos dijeron que no solo estaba lleno el local sino que tenían ¡¡¡11!!! peticiones de mesas antes que la nuestra…  Lógicamente no esperamos y acabamos en la tapería Alboroque, en una esquina de la Plaza Mayor.  Además nos salvó la campana porque en el minúsculo local solo les quedaba una mesa alta que fue en la que nos quedamos.





 La carta, en el estilo de las demás pero tal vez algo menos apetecible, aunque esto es aún más subjetivo si cabe. 







 Las cervezas y aperitivos de antes nos habían rebajado el no muy alto apetito por lo que solo pedimos tres tapas. La primera fue un carpaccio de presa ibérica con Parmesano y aceite de trufa negra. 4,60€. Tal vez hubiera sido mejor llamarlo Parmesano con picos y carpaccio porque claramente se pasaron con el queso, de calidad manifiestamente mejorable y encima con el añadido del aceite de ¿trufa? de vete tú a saber dónde, prescindible totalmente.  Por lo menos escarbando un poco se podía comer la presa que estaba bien. Plato a revisar.



Seguimos con unas torrijas al vino con patatera, miel y jamón. 4,60€.  A pesar de que el jamón solo era pasable, el conjunto no estaba mal y se comía con cierto agrado.




Acabamos con un pastel de manitas de cerdo crujientes con foie. 7,40€. Tal vez se les fue un poco la mano tanto con el punto de las manitas como con el del foie, pero el conjunto resultó sabroso.



Para beber tomamos sendas copas de un tinto extremeño que no recuerdo cual era, 2,50€, y aquí directamente no tienen carta de vinos. Solo por copas. Desconozco si es lo habitual en estas taperías pero nos llamó la atención.

Evidentemente tendríamos que haber comido igual o muy parecido para comparar, pero de tener que repetir lo haríamos en  Perhaps.

En la línea de bajo coste no es de extrañar que ninguna de ambas taperías tengan página web. Simplemente una de Facebook con poca información.

Supongo que este tipo de locales, taperías, gastrobares, etc,  han llegado para quedarse y más en los tiempos actuales. La verdad es que hay que reconocer que te pueden arreglar una comida o cena informal sin gastarte demasiado, por lo que si se sabe a lo que se va y a dónde se va son una opción  válida y alternativa a restaurantes de más fuste.


Perhaps

Plaza Marrón, 7, 10002 Cáceres
927 28 95 47

Alboroque

Plaza del Duque, 10, 10003 Cáceres
927 04 44 85


domingo, octubre 16, 2016

Atunante (Novo Sancti Petri, Cádiz)




El restaurante Atunante se presenta en su web como “el primer restaurante especializado en atún rojo de almadraba” algo que nos dejó bastante sorprendidos porque ya hace unos cuantos años que nosotros mismos estuvimos en algún restaurante en la misma provincia de Cádiz como el conocidísimo El Campero que basaba su carta en el atún.



   Se encuentra situado en el hotel Barceló Sancti Petri y si se quiere conocer más de su filosofía e historia nada mejor que consultar su web que es un ejemplo de utilidad e información de la que ya podrían copiar muchos restaurantes.

Dispone de una amplia carta tal vez demasiado, y tienen el buen detalle de que muchos de los platos se pueden pedir por medias raciones que fue lo que nosotros hicimos.




Vuelvo a pedir disculpas por la calidad de las fotos que fueron hechas sin flash. Además un toque de atención para la dirección del restaurante por la escasísima luz que hay en el comedor. Tan escasa que solo mi mujer pudo leer la carta porque en su lado le llegaba la luz de uno de los pocos focos que había. A corregir urgentemente.

Aparte del habitual aceite de oliva virgen extra nos pusieron un aperitivo del que tengo la foto pero no recuerdo lo que era. “Valiente cronista estás hecho” pensará el lector y con razón, pero pasó desapercibido y no consigo acordarme de qué era ni viendo la foto…

Como entrantes pedimos un tartar de atún toro y lomo crudo. 18,95€. Ni fu, ni fa. No diría que insípido pero se le acercaba. He comido tartar de atún en gastrobares con muchas menos pretensiones y mejor resultado. Además la presentación en el enorme plato hacía que pareciese muy desangelado. Flojo.



 
El otro entrante fue un taco de atún crujiente con frutos secos. Media, 13,50€. Pintaba bien y estuvo mejor que el tartar pero sin que fuera nada para el recuerdo.



 

Para los principales seguimos con el atún. Bien el solomillo de atún a la plancha, 13,50€ media. Bien de punto y sabor.



 
El otro consistió en tarantelo con naranja, coco y cardamomo. 12,95€. El mejor plato de la noche. Muy rico el tarantelo, bien realzado por los acompañantes. La foto se debió de perder en el viaje...

Hubiera sido interesante probar los diferentes postres con atún también de ingrediente pero ya era demasiado.

 
Original y notable carta de vinos con referencias generalmente poco vistas y menos en restaurantes de estas características. Además con una pequeña explicación del vino y consejos de maridaje. Muy bien.

Tomamos un Mahara 2014. Tintilla de Rota de Cádiz. 32€.Muy bueno.

El personal de servicio muy correcto.



Como dije al principio, magnífica web

La cena tuvo altibajos, claramente superiores los principales a los entrantes. Nos hizo añorar a El Campero y otros restaurantes que trabajan con el atún. De todos formas, si se está cerca, como fue nuestro caso, merece una oportunidad y tal vez eligiendo otros platos la experiencia sea muy distinta.


Atunante

Hotel Barceló Sancti Petri Spa Resort
Urbanización Loma de Sancti Petri, 11130  Chiclana de la Frontera (Cádiz)
956 242 790   www.atunante.com

viernes, octubre 14, 2016

Cumplimos 10 años

 


Solo un pequeño post para recordar que hoy se cumplen 10 años desde que este humilde blog inició su andadura.  El mérito no es mío, sino del Diletante original, Francisco, que fue el organizador de todo esto.

No puedo dejar de recordar también a mi amigo Jorge Díez que nos deleitó con su magnífica prosa durante el tiempo que nos acompañó hasta que impulsó su propio proyecto.

En una época en la que, los que antaño nos parecieron novedosos blogs, estos están de capa caída y a pesar de que mi ritmo de publicación ha decaído enormemente con respecto al pasado, aunque sea a cuentagotas, aquí seguiremos de vez en cuando contando lo que merezca la pena contar para quien pueda estar interesado.

A por otros 10 años.

viernes, octubre 07, 2016

Cataria (Novo Sancti Petri, Cádiz)



Cataria es un restaurante del  hotel Iberostar Andalucía Playa situado en la gaditana playa de la Barrosa y concretamente en la Urbanización Novo Sancti Petri. Es la extensión del famoso restaurante guipuzcuano Elkano con el que comparten filosofía pero aplicada al producto local del que se abasten por toda la provincia.

 
Los cocineros Carlos Hernández y Eduardo Pérez son los encargados de transformar ese producto
hasta la mesa con su dominio de la parrilla.




Se puede cenar tanto en la terraza como en un comedor interior muy acogedor pero al estar en un hotel vacacional tiene un inconveniente que puede ser bastante molesto. Al lado del restaurante se encuentra una zona donde actúan músicos que amenizan la sobremesa a la clientela mayoritariamente extranjera, que a las 9 de la noche ya acabaron hace tiempo de cenar. Si toca una noche con un cantante aún puede pasar, pero si la actuación es de un cuadro flamenco y no eres muy aficionado al género, los taconeos y las voces pueden llegar a alcanzar el grado de tortura y desvirtuar ligeramente la experiencia gastronómica.

 Pido disculpas, como tantas veces, por la baja calidad de las fotos ya que fueron hechas sin flash.
 
Con un fino  en rama Arroyuelo de bodegas Collantes, 3,50€, ojeamos la carta mientras nos ponían un aceite de oliva virgen extra de la almazara de Sancha Pérez de Conil con un magnífico pan de La Artesa de Arcos, 2,50€, de lejos el mejor que tomamos en todas las vacaciones.


 
Como apertivo nos sirvieron caballa con ajoblanco. Muy fresca y sabrosa para comenzar pero las tres noches repitieron lo mismo por lo que se pediría un poco de imaginación para variar.





De la parte de entrantes solo probamos dos. Las croquetas de jamón, 8€ media, había leído que estaban entre las mejores de Cádiz pero no nos parecieron para tanto. Correctas simplemente.




Nos gustó bastante más la corvina marinada con toques cítricos y brotes tiernos de los esteros, 16€ media, con un aire a ceviche, y con un sabor intenso pero fresco.




De plato principal probamos tres pescados diferentes que se ofertan entre la compra del día y a precio por kilo. Los tres nos gustaron pero tal vez el que menos fue la urta,  30,88 € (65€/kg). No es que estuviera mal en absoluto pero el sabor fue menos intenso que los otros dos probados.


Magnífico resultó el pargo. 42€ (60€/kg). Como reconocido diletante en esto del comer yo creía que el pargo y la urta eran el mismo pez pero parece ser que no, o tal vez se llame pargo en diferentes sitios a peces distintos. El caso es que era un bicho de considerable tamaño y excepcional sabor. El tratamiento de la parrilla perfecto, resaltando las virtudes del pescado.

 
 
Pero la sorpresa total fue el borriquete. 24€ (45€/kg). Casi al nivel del pargo en sabor y persistencia pero a un precio considerablemente más barato.



 
Lo único que tal vez desentona un poco es que los pescados vienen sin guarnición alguna. Ofrecen varias aparte y nosotros solo probamos las  patatas al horno con velouté de pollo, 10€, muy ricas, sí, pero generosamente cobradas...




 
Solo una cena pedimos postres y en mi opinión están un escalón, o más, por debajo de los pescados. La torrija tostada a la sartén con helado de vainilla de Madagascar, 11€, no estuvo mal. Mejor la torrija que el helado, pero a un precio alto para lo ofrecido.




Peor resultó el bizcochito jugoso de chocolate 70% y avellana con helado de caramelo, 11€. El bizcocho tenía poco de jugoso, más bien amazacotado y además sin mucho sabor. Tampoco el helado quedaba para el recuerdo.

 


 
Para beber tomamos Alba Sobretabla 2014, 20€, fantástico y diferente blanco gaditano, y Barco del Corneta 2014, 28€, prescindible blanco Castellano-Leonés, que sigue sin convencerme a pesar de su fama. La carta de vinos excesivamente corta para un restaurante de estas características, además con el casi “delito” de que un restaurante gaditano no tenga ni un solo vino del Marco de Jerez entre los dulces por copas ofertados. Muy mal.


 
No tiene web. Solo una corta referencia en la página del hotel. En pleno 2016 no es de recibo.

Sin duda Cataria es un restaurante que si se está por la zona merece la pena conocer. Los precios evidentemente son más altos que en otros restaurantes de pescado de la zona pero en nuestra experiencia por la zona también lo merecen en comparación. Eso sí, a no ser que se sea muy aficionado al flamenco tal vez mereciera la pena preguntar con antelación si hay actuación esa noche para  ir otro día…

Cataria

Iberostar Andalucía Playa. C/  Chiclana Urbanización Novo Sancti Petri (Chiclana, Cádiz)
664150752