viernes, septiembre 26, 2014

Yain (Teruel)




El restaurante Yain se encuentra situado en la judería de Teruel a dos pasos del Mausoleo de los Amantes y de la emblemática plaza del Torico.  Te recibe con una frase de García Márquez que es toda una declaración de intenciones: “El amor es tan importante como la comida, pero no alimenta”. Claro desde el principio.

Su dueño y sumiller, Raúl Igual, fue premio al mejor sumiller de España en 2010, aunque nosotros no lo vimos esa noche.

Tiene una carta amplia en entrantes y justa en platos principales de los que nos decidimos en general por la carne. En la lotería que es el asunto del IVA en los precios, aquí tocó el cumplimiento con la legalidad.

Algo que nos sorprendió por poco habitual en este tipo de restaurantes fue el hecho de que no nos sirvieran ningún aperitivo de la casa. Evidentemente no tienen ninguna obligación, pero en muy pocos sitios no lo hacen.


El primer entrante consistió en un bitoque de solomillo de ternera con aros de cebolla fritos, pepinillos y pan de coca. 5,50€. Hubiera ganado mucho si la carne hubiese estado caliente y no templada tirando a fría. Además tampoco era excesivamente sabrosa. Flojo.






El otro entrante fue un rollo de bonito con sofrito de puerro y tomate. 3,50€. Simplemente pasable ya que se les secó demasiado. A mi abuela le salía bastante mejor...





Pasando a los principales, el jarrete de  ternasco de Aragón I.G.P. guisado con champiñones, 17,50€, estaba impecable de punto y de sabor. Nada que reprochar en la preparación aunque sí en la cantidad. Se comía en dos bocados.






También bien las manitas de cerdo de Teruel I.G.P. rellenas de jamón, 16€, melosas y bien hechas aunque a la ración se le puede aplicar el mismo comentario anterior.




Escogida carta de vinos con buena representación foránea. La primera opción no les quedaba y acabamos con un Marboré 2006, 28,75€.

Parte de personal de servicio debía de estar en rodaje pero por lo menos ponía empeño.  El pan no lo cobraron, todo un milagro en la hostelería española.

La página web debe de estar desfasada ya que no hay manera de acceder a la carta y a otras secciones.

Clara división entre los entrantes y los platos principales pero incluso aunque estos estuvieron bien, me lleva a repetir lo que ya he comentado en anteriores posts. En relación a lo comido, si este restaurante estuviera en mi ciudad dudo que lo volviera a pisar ya que este tipo de platos los podemos hacer parecidos en casa y aunque no fuera el caso, hemos comido tanto jarretes como manitas en productos de quinta gama con un resultado muy similar a lo degustado, aunque que conste que no estoy diciendo que el restaurante use este tipo de productos.

Resumiendo, si se está en Teruel es una opción válida ya que por lo probado en la ciudad, alternativas en las que se paga menos de ticket acaban resultando bastante más caras.


Yain

Plaza de la Judería, 9, 44001 Teruel
978 62 40 76   www.yain.es

domingo, septiembre 07, 2014

Novodabo (Zaragoza)




El restaurante Novodabo se encuentra en pleno centro de Zaragoza en un antiguo palacio situado en la plaza de Aragón y a los fogones se encuentra el chef David Boldova.

Aunque no es algo que me preocupe habitualmente hay que reconocer el empaque y vistosidad del comedor.




La carta tiene un detalle bueno y otro malo. El bueno es que de casi todos los platos se pueden pedir medias raciones con lo que te puedes hacer tú mismo un menú degustación. El detalle malo es el de casi siempre: los precios no tienen el IVA incluído. Pensaba que era algo a extinguir pero le estoy volviendo a ver muy a menudo.



Al personal de servicio le vendría bien un curso de reciclaje ya que no se puede servir el aperitivo de la casa casi a la vez que te retiran la carta y mucho antes de pedir el vino.
El primero de los aperitivos consistió en un Campari con zumo de naranja, empalagoso y que nos pareció poco adecuado para tomar antes de la comida.







El segundo aperitivo fue un canapé de boquerón y no recuerdo más ya que el conjunto estaba salado, salado y no nos gustó.








Todos los platos que pedimos fueron por medias raciones. Uno fue un tartar de atún rojo con crema de yogurt y pepino, albahaca y helado de aceite de oliva. 18,70€. Considerablemente caro para la ración y más teniendo en cuenta lo insípido que estaba. El helado también ni fu, ni fa.




Mayor decepción si cabe fueron las migas de Aragón "Puestas al día", 9,90€, secas, amazacotadas, insípidas...  Tampoco ayudaba mucho la gelatina de uva que las acompañaba, muy dulzona. No parece que la "puesta al día" esté conseguida.





Con los platos principales la decepción siguió con el sandwich de jarretes de ternasco con alcaparras y pistacho verde, 13,20€, al que se le puede aplicar el comentario de las migas: seco y pasado.
Directamente, mal.







Menos mal que por lo menos el solomillo de buey con colmenillas, foie gras a la brasa y trufa de verano, 17,60€, estaba bien, con la carne suave, sabrosa e intensa, aunque por mucha media ración que fuera la cantidad era más bien escasa.





Los postres los habíamos pedidos con la comanda lo que fue un error. No puedo afirmar que el pastel cremoso de chocolate con helado de Baileys, 7,70€, fuera de esos preparados industriales para hostelería, pero se le parecía mucho... Y al helado le hubiera venido bien un poco del dulzor que le sobraba al aperitivo de Campari con naranja.





El otro postre fue mascarpone, vainilla, fresa y crumble de almendras, 7,70€, y pasó tan sin pena ni gloria que no recuerdo ni los detalles.







La carta de vinos aceptable pero algo subida de precios. Tomamos un Alto Moncayo 2011, 44€, que fue con enorme diferencia lo mejor de la noche.









El pan normalito y el servicio lo cobran a 1,93€ p/p. Al final nos pusieron unos petit-fours sabrosos.






Decía al principio que al personal de servicio le vendría bien un curso de reciclaje ya que aparte del detalle comentado, no se puede retirar un plato de un comensal si el otro aún no ha acabado, ni tampoco agobiar a los comensales poniendo la cubertería a plazos, parte ahora y parte dentro de un rato. Se supone que no estamos en un chiringuito por lo que el personal debería de conocer mejor su oficio.

La página web sencilla pero informativa. Por lo menos tienen colgada la carta de platos aunque sin los precios. Estaría bien que colgaran la de vinos y no solo las zonas que tienen.

Vuelvo a decir lo que en otras ocasiones en casos parecidos: tal vez tuvieron una mala noche, pero teniendo en cuenta la cantidad de restaurantes que hay en Zaragoza y que nosotros vamos de pascuas a ramos, está claro que la próxima vez optaremos por otra alternativa.

Novodabo


Plaza Aragón, 12, 50004 Zaragoza
976 56 78 46   www.novodabo.com/