domingo, septiembre 09, 2018

La Corte de Pelayo (Oviedo)




A pesar de haber estado muchas veces tomando vinos en La Corte de Pelayo nunca habíamos probado su cocina y hoy fue el día elegido para hacerlo.

La situación es inmejorable en pleno centro de la capital asturiana y en el emblemático edificio conocio popularmente como "el termómetro".




Lo primero que nos llamó la atención fue tener que decirle a dos camareros distintos que teníamos reserva: primero a uno a la entrada del local situado en un atril y una vez arriba en el comedor, al que te recibía. Ya pensábamos que al sentarnos a la mesa tendríamos que decírselo a un tercero...



Como aperitivo nos pusieron unas aceitunas, sin pasarse precisamente en la cantidad y un aceite de oliva del que no nos dijeron su procedencia.
Sorprende que no nos pusieran un aperitivo de cocina, no porque tengan ninguna obligación, sino porque es lo habitual en muchos restaurantes.





Solo pedimos un entrante para compartir y fue un tataki de atún rojo certificado con guacamole hecho en casa. 17€. Mediocre. No dudo en absoluto que fuera atún rojo, pero de sabor andaba bastante flojo, aparte de que la ración era más bien escasa. El guacamole tampoco es que fuera de los mejores probados hasta ahora.
No comenzamos bien...




Pero afortunadamente la cosa mejoró considerablemente con los principales.

El pescado consistió en un pixín de barriga negra a la plancha. 23€. Se notaba la calidad en la buena textura, nada chiclosa, y lo sabroso del pescado, perfectamente de punto. Además aquí sí que la ración estaba bastante bien. Muy buenos también el puerro y el brócoli a la plancha. Simple, pero muy satisfactorio.


Y lo mejor de la comida resultó la costilla de Angus tiernina asada con melaza de cítricos.  20€. Fantástica. Nunca mejor dicho lo de "tiernina", perfecta de punto, sabor intenso, con una salsa magnífica que realzaba el sabor de la carne y un riquísima melaza.
Además en una cantidad considerable, unos 600 gramos, que hacía que no quedaras con hambre precisamente.
Volveremos para tomara otra vez, sin duda.




No pedimos postre porque a pesar de los malos presagios del tataki al final, cantidad de comida hubo de sobra, pero nos pusieron una especie de moscovitas con sabor a gominolas que estaban como para comer varios kilos. Riquísimos.





¿Qué decir de la carta de vinos? Habría que ir media hora antes solo para leerla entera. De lo mejor de Oviedo sin duda. Además la tienen colgada en su web.
Tomamos un Pazo de Señorans Selección de Añada 2009. 40€.

El personal de servicio competente y el ritmo de salida de platos totalmente ágil. Se nota engrasada la maquinaria sala-cocina.

La página web magnífica con toda la información posible del restaurante y de sencillo uso sin animaciones chorras como en otros sitios. Enhorabuena.

Fueron pocas cosas las probadas y hay margen de mejora tanto en cocina como en sala pero en conjunto los puntos positivos superan con mucho a los negativos y queda sin duda apuntado para futuras visitas. Recomendado.


La Corte de Pelayo
 
San Francisco, 21, 33003 Oviedo
985 213 145     www.lacortedepelayo.com