martes, julio 15, 2014

Maruja Limón (Vigo, Pontevedra)



Lo primero que llama la atención del restaurante Maruja Limón es su ubicación en un llamativo edificio de estética “Exin Castillos” pero con el hándicap de estar bastante alejado del centro de Vigo, por lo que si se va a beber vino requiere taxi obligatoriamente con lo que se añaden 15€ mínimo a la cuenta final. Leyendo a posteriori en su web al parecer tienen un servicio de recogida gratuito en taxi, pero solo debe de ser precisamente de recogida porque al acabar la cena solicitamos que nos llamaran  uno y la carrera hasta el centro fue cobrada en su totalidad. 
Tampoco es que esté bien señalizado ya que se accede por la parte posterior del edificio. No conocí el antiguo local de la calle Victoria pero sin duda la situación era mucho mejor.

El responsable de cocina es Rafa Centeno que al parecer es un cocinero totalmente autodidacta, como se puede ver en la información de la web. 


La que sí es cómoda y muy acogedora es la sala con una amplitud de mesas y espacio difícilmente vista en muchos países europeos.

Disponen de dos menús degustación el corto por 48€ y el largo por 68,50€ y una carta no muy amplia y algo escasa en los platos principales. Precios con IVA incluido. Menos mal.


 


Como aperitivo de la casa nos pusieron un encurtido de remolacha y fresa y una crema de anchoas.
Muy resultones ambos.




Como ir a Galicia supone casi siempre comer abundantemente y nos apetecía cenar carne,  solamente pedimos un entrante que fue el tartar de ternera del país, hojas de mostaza, y queso curado de Arzúa. 19€. Aquí fue el mal detalle de la noche. El propio maitre nos dijo que mejor nos emplataban el tartar para cada uno, a lo que por supuesto dijimos que sí, pero lo que no nos dijo es que nos cobraría 3,5€ de más ya que en la carta viene marcado a 15,50€. Hace unos años era una práctica muy habitual cobrarte más si te emplataban un entrante para dos e incluso algunos restaurantes lo indicaban en la carta (nada que objetar si te avisan), pero en los últimos años era una práctica que no había visto en ningún sitio hasta aquí. Creo que es un detalle bastante feo y cutre.

 En cuanto al tartar, las comparaciones podrán ser odiosas pero a veces son inevitables y éste, sin estar mal, era bastante inferior en sabor, aliño y cantidad en relación al precio al que comimos hace un mes en el restaurante Solana de Tenerife. Y como se puede ver en la foto, aunque se supone que es la mitad de la ración, la cantidad es muy pequeña.

 Como ya dije antes para los platos principales nos decidimos por la carne. La pieza de vaca del país con patata Kennebec salteada y huevas de mostaza,  26,50€, nos gustó bastante, con excelente sabor, textura y punto, unas patatas sabrosísimas y una mostaza tal vez demasiado domada. En mi opinión deberían preguntar al cliente el punto deseado porque me temo que un alto porcentaje le daría la vuelta al plato de lo poco pasada que estaba la carne. A nosotros nos gusta así pero me temo que no somos mayoría en esto. Una pequeña crítica sería el precio, tal vez algo alto para la cantidad ya que se comía de tres bocados. Las fotos tal vez no dan la idea ya que las tomé demasiado cerca. 
Ya sabíamos en qué tipo de restaurante estábamos pero no es muy lógico que las raciones que vimos del menú degustación sean poco más pequeñas que un plato individual.


 Cada vez que veo en una carta platos del tipo de carrilleras, rabo de toro, cochinillo, etc, inmediatamente me acuerdo de los platos de quinta gama de algunos fabricantes. Como las opciones de platos principales de carne no eran muchas más, pedimos la carrillera de ternera, estofado de piña y pimientos de Padrón. 21,50€. La carrillera se les pasó un poco de punto y la textura estaba algo seca aunque bien de sabor, con un fondo bien logrado y el contraste dulce de la piña, pero para ser franco, he tomado carrilleras en casa de productos de quinta gama que me han gustado más que esta...



 Esta vez no pedimos postre pero nos sirvieron unos petit fours bastante buenos, sobre todo los de chocolate.
 
Buen pan de dos tipos: integral y de pasas. El concepto de servicio bastante moderado: 1,50€ p/p.


 
 

La carta de vinos aceptable pero algo rácana para un restaurante de este tipo, sobre todo en tintos gallegos. Tomamos el fantástico A Torna dos Pasás Escolma 2009, 38,50€, aunque 6,50€ más caro que en Eirado da Leña.





La página web es bastante buena aunque les falta colgar la carta.

Evidentemente por tres platos no se puede nadie hacer una idea general de la cocina de un restaurante pero ciñéndonos a ellos, lo comido estuvo muy correcto pero sin nada que quede para el recuerdo. Está claro que habría que probar el menú gastronómico para juzgar con más perspectiva. También mejoraría la percepción eliminar detalles como el del sobreprecio del steak tartare y aumentar un poco la cantidad de los platos.


Maruja Limón

 Av de Galicia, 103, 36216 Vigo (Pontevedra)
986 47 34 06 http://marujalimon.es/