lunes, noviembre 22, 2010

Uva pasa Moscatel de Málaga

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Quizás influya el que me guste el vino a que me gusten las uvas . Aunque por otra parte me encanta el queso y apenas me gusta la leche. En todo caso, mi predilección por las uvas quizás venga de los jugosos veranos y doradas moscateles que se dieron en mi otra patria, la Axarquía malagueña, donde aún se da de forma incomparable la muy común moscatel de Alejandría. Y cuando llega el otoño y a uno le da el cólico de la señaldá pues le apetece tomarse una copita de moscatel, o , por qué no , tomarse unas uvas pasas. Lo malo es que esto de las uvas pasas es un sindiós : lo que suelen ofrecernos las estanterías de los supermercados son esas uvas esmirriadas aunque las llamen sultanas, que lo mismo vienen de California que de Turquía, y que en la boca dan fe de que a veces las aparencias no engañan, porque resultan insaboras y descolorías. Aunque también puede pasar lo contarario, y llegar a casa con unas moscateles grandes y oscuras como el carbón en noche de luna nueva, que siguen siendo igual de esaborías. Y es que hay que mirar en la etiqueta , aunque esté por la parte de abajo y escondida, y si nos encontramos que la sufrida uva viene de Chile o de otro país del cono sur, dejarla reposando en los altiplanos del supermercado. Ni punto de comparación con la pasa de moscatel malagueña oscura pero aún ambarina, seca pero aún carnosa, sabrosa y resalá como ella sola. Como de la noche al día o como del agua al vino. Y esto lo escribo porque el otro día me encontré en un Alimerka unas más que dignas uvas pasas malagueñas “El Pasero” y ahora ma las acabo de acabar. No todo está perdido.


*foto sacada de aquí

miércoles, noviembre 17, 2010

La Hostería del Estudiante (Alcalá de Henares, Madrid), por Toni


Es bien sabido que la cocina de los Paradores no tuvo nunca una gran consideración en general por parte de la crítica y el público. Mis anteriores experiencias datan de hace varios años y no habían sido precisamente satisfactorias.
Aún así, me decidí por la Hostería por dos motivos: la recomendación de las dos principales guías gastronómicas españolas y por la falta de recomendación de muchos más restaurantes en la ciudad.

Como se puede ver en la foto, el comedor tienen todas las características típicas que hace que les guste tanto a los extranjeros este tipo de restaurantes aunque en este caso el personal de servicio no iba vestido con los trajes regionales como en otros Paradores.

Mientras mirábamos la carta nos trajeron la típica crema tan de moda ahora y que no recuerdo de que era con un crujiente de chistorra al límite del punto de congelación. Mal empezábamos.


Nos decidimos por el menú degustación que hacía un repaso por la cocina típica alacalaína y manchega y que costaba el estúpido precio de 50,47€, IVA incluído. Menos mal.

Primero llegaron los aperitivos fríos servidos en un plato con 4 platillos en una idea parecida al restaurante Terraza Carmona . Los aperitivos consistían en un ravioli de cecina y queso de cabra un poco visto pero en el que los dos ingredientes eran de calidad, asadillo de verduras manchego con ventresca de bonito, rico pero la ventresca había que buscarla con microscopio, jamón ibérico D.O. Guijuelo sobre torta de pan de aceite con semillas de amapola y sésamo y tomate, en el que el cerdo no había visto una bellota en su vida, de cebo como mucho y no de la mejor calidad y con una torta pasable. Para acabar un foie de pato en pan de especias y mermelada de higos con reducción de Pedro Ximénez, mi cuit bastante bueno y sabroso.

Después pasamos a los aperitivos calientes que tuvieron el mismo defecto todos: estaban tirando a fríos. Bien de sabor la sopa boba alcalaína aunque mucho mejor seguro con unos grados más, pasables las croquetas de puchero en crujiente de sésamo y sobre fritada de verduras, debe ser que compraron sésamo por sacos, congeladas las migas del pastor con su guarnición, que debieron estar muy ricas cuando se hicieron ya que tenían "chicha" y bastante buenos los pimientos rellenos de rabo de toro que aparte de estar a una temperatura más presentable tenían un notable rabo de toro.

De principal tenía a escoger una carne y un pescado y elegimos cada uno de cada.
El medallón de solomillo con salsa suave de mostaza era de una carne de calidad media, digamos, aparte de que a pesar de pedirla muy poco hecha se les pasó considerablemente incluso quemando las esquinas. La salsa de mostaza era tan suave que no sabía a mostaza en absoluto.

Algo mejor estuvo el taco de rape en salsa verde con langostinos y espárragos. ¡Qué obsesión tienen con los langostinos en los comedores tradicionales castellanos! Es que no fallan en ninguno. Por lo menos el rape estaba bien preparado y en una buena ración.

El postre perfectamente olvidable: pastel de chocolate en distintas texturas. Empalagoso y a la vez desaborido. Todo un logro.

La carta de vinos de vergüenza ajena. Lo que coloquialmente se diría como 4 vinos y a unos precios de angina de pecho. Tomamos un Castell de Sant Antoni Gran Rosat Pinot Noir, 33,31€. Nada más que el doble de lo que lo puedes comprar en tienda.

También estaba incluído un café con el menú y los petit fours fueron unas almendras garrapiñadas. Nada menos.

El servicio simpático, pero con un despiste igual al de un beduíno en el polo.

Evidentemente para comer en este estilo y seguro que no peor vale más ir a cualquiera de los asadores y restaurantes típicos de la ciudad. Y más barato fijo.

Nota general: 3

Emoción: 3


Hostería del Estudiante

Calle Los Colegios, 3, Alcalá de Henares (Madrid)
91 888 03 30 www.parador.es


toni

domingo, noviembre 07, 2010

Marcel Lapierre MMVII



Con los vinos del recientemente fallecido Marcell Lapierre no había tenido suerte hasta ahora, por más que tenía ganas de que me gustaran. Su Morgon me pareció sucio en exceso las dos veces que lo probé, y su beaujalois básico me pareció intrascendente. Me ha gustado más cuando se ha puesto serio, como en este MMVII (2007) al que pone su nombre, de cuerpo ligero y color rojo escarlata. En nariz tiene un fondo de tierra húmeda y bosque umbrío,un especiado denso, y esa nitidez y franqueza que le supongo a las cosas honestas y bien hechas. El paso en la boca es ligero, equilibrado, con la acidez presente pero nada agresiva. Esa elegancia no va en contra de la expresión: pesa la fruta en la boca, con ese fondo goloso y algo indómito de la gamay, que aquí se viste de gala quiere mirar de igual a igual a sus linajudas primas del norte

martes, noviembre 02, 2010

Monodosis vs Nespresso





Con la Nespresso anduve rabilando un par de meses. Reconozco que las cafeteras son prácticas, pikiñinas, relimpias y quedan bien en cualquier cocina. Se empicaba uno con facilidad probando los diferentes sabores. Los cafés son y están buenos. Seguro de que una parte importante son arábicas de calidad. Sacan una crema muy prestosa y aparente. Y sin embargo….creo que no consiguen tampoco un expresso de verdad. Les faltan su cuerpo e intensidad. Diría incluso que verdad. Así que acabaron aburriéndome. Tampoco consigue un expresso de verdad el sistema de monodosis , pero a mi entender , se acerca más. Después de fracasar con mis intentos de cafeteras expresso (salvo con una de palanca, inviable en mi cocina), es la que uso últimamente. Consigo, sin duda , más cuerpo e intensidad . Y tiene la importante ventaja de que al ser un sistema abierto y , por lo tanto , con competencia, se consigue una RCP infinitamente mejor. Normalmente ando con unas monodosis de clase media que me salen a 12-13 cts, pero es que una de las opciones más caras de las monodosis, un estuche de 18 de Illy comprado en el Club del Gourmet, es más barata que la más barata de las opciones en Nespresso. Y bastante mejor. Yo , al menos, me estoy dando un capricho con una , y el resultado es muy bueno. Además , al tener vaporizador la cafetera, cuando me apetece me hago unos con leche cremosos o unos capuchinos de lo más resultones. Además , para los concienciados con el medio ambiente, genera menos residuo, ya que solo viene un poco de papel frente al plástico metalizado de la Nespresso….

A ver si consigo que alguno dejéis de hacer el primo de George Clooney