jueves, septiembre 27, 2007

La Solana (Gijón)

Pues hace unos días que pasé por La Solana, restaurante al que fui por primera vez. Es un chalet grande, de corte clásico, rodeado de bonitos y cuidados jardines, al lado de la escuela de fútbol de Mareo. El comedor en el que comí era espacioso y agradable, con las mesas bien vestidas. Opté por el menú-degustación:

De aperitivo nos trajeron un taco de salmón ahumado con una mousse de tomate, agradable.

Empezamos el menú propiamente dicho con una Gelatina de melón con jamón ibérico. A la gelatina se le añadía un helado de melón, todo ello con un nítido sabor al mismo, a los que acompañaban unas lonchas de esas precortadas de un jamón ibérico ni malo ni bueno, pegadas unas a otras con el frío de la nevera. Prescindible.

Seguimos con una Copa de berberechos con mousse de maruca ahumada, gelatina de tomate y huevas de trucha , donde todo funcionaba muy bien: la mousse estaba concentrada , fresca. Tenía un buen sabor a bacalao ahumado, que combinaba perfectamente con la suavidad marina de unos berberechos de buena factura, limpios de grano y arena. La gelatina de tomate aportaba y refrescaba , y esa humilde esferificación que es la hueva de trucha aportaba un sabroso final en el mismo tono del conjunto.


Seguimos con las Cigalas frescas con papada y jugo de cocido. La cigala decía el menú que era fresca, pero no tenía una gran intensidad, y su finura no me pareció que se arrejuntase muy bien con la contundencia de sus acompañantes, buenos por sí mismos, aunque un poco desleídos. Mar y montaña fallido, en mi modesta opinión.


Lubina asada con tirabeques , hongos y patata. Lubina con la que el asado resultó un poco agresivo, resultando que el churruscado de grasa y piel estaba bueno, mientras que el interior estaba pasado de punto. El boletus y los tirabeques hacían de agradables, que no señalados, acompañantes, y la patata cocida y aplastada me pareció una mejor opción que los purés de patata tan habituales.

Cochinillo ibérico confitado en su jugo con piña. Un buen cochinillo,con la carne tierna pero con (buen) sabor, crujiente el exterior, y un fondo sabroso y golosón. El tono agridulce de la salsa de piña combinaba perfectamente con la suave contundencia del cochinillo, aportando el contraste fresco y agridulce. Rico, rico.

De postres vinieron una Sopa de queso de cabra con avellanas y helado de miel, y una Crema de café con whisky y helado de canela , ambos en una línea muy golosona , con cierta elegancia y equilibrio, bastante agradables. Los dos con helado hecho en Pacojet, ese fantástico invento bulliniano que permite a los restaurantes ser creativos con los helados y regulares en su acabado, sin que tengan que arruinarse ni ocupar demasiado espacio en la cocina.
Buen servicio, profesional y atento. Carta de vinos bastante amplia y escogida, con unos precios razonables .

En resumen , un sitio agradable, donde, con algún altibajo y sin grandes alardes , se come bien, abundantemente (me duró la fartura hasta el día siguiente) y se está a gusto, con un precio muy ajustado (50 euros el menú, Iva aparte). Yo , personalmente, esperaba un poquito más. El hecho de tener estrella michelín, de haber ganado el premio de la crítica asturiana el año pasado, de haber sido miembro del Nuca,....me había hecho ir con unas expectativas mayores, porque conceptualmente me pareció una cocina con poca identidad, una repetición de tópicos de "Nueva Cocina" que empiezan a dejar de lucir con el brillo de lo nuevo .

Nota general: 6,5
Emoción: 6

Ctra. del Centro Asturiano, s/n - Mareo, Gijón. Tel. 985 168 186

domingo, septiembre 23, 2007

Zensation (Alfaz del Pí, Alicante) , por Toni

Se autodenominan como "cocina mediterranea de autor" y yo añadiría que con un toque oriental.
Lo que primero nos llamó la atención fue el local. Muy amplio, moderno y pulcro y con la bodega a la vista. Sorprendente dada la situación, ya que Alfaz del Pí es un pueblo interior muy cerca de Benidorm y Altea pero a la vez algo aparte de la vorágine turística de estas.

Nos gustó el concepto de las entradas. Explican que las hacen no muy abundantes pero ajustadas de precios para si se quiere compartir varias.


La cena comenzó dándonos a escoger entre 2 tipos de pan y poniendo un platillo de aceite para cada uno. Luego vino el aperitivo de la casa que consisitó en un boquerón en tempura bastante sabroso. El concepto de cubierto fue de 3€ + IVA, en el que supongo cobran el aperitivo.












Los entrates fueron unos langostinos y verduritas crujientes con toffe de soja. 8€ + IVA. A mi mujer le gustó tanto, que la siguiente vez que fuimos lo pidió otra vez. La salsa estaba realmente muy buena y ella comenta que la armonía con los langostinos era magnífica.









El otro entrante fue nuestro ya mítico foie caramelizado con compota de cebolla. 7€ + IVA. Así venía el enunciado en la carta. Mítico no sé si será pero que es uno de los mejores que recuerdo e incluso las tostas estaban buenísimas por si solas.







Luego seguimos con atún rojo ahumado al romero con esencia de curry. 20€ + IVA. Buena ración de un atún perfecto de punto acompañado con unas salsas orientales en pequeñas dosis ya que eran bastante fuertes aunque maridaban bien con el atún. Magnífico.











El otro plato principal consistió en un cordero confitado a 55 grados con reducción de chocolate. 18€ + IVA. Buen cordero, sabroso, con el original toque del chocolate.










De postres tomamos un brownie con helado y chocolate caliente que no es precisamente creativo pero que daba la talla y un helado de violetas con granos crujientes, original postre que parecía tener vida propia al tener el
efecto de los peta-zetas. Ambos 6€ + IVA.








Para beber tomamos un cava de Sumarroca. 20€ + IVA. La carta de vinos no era muy extensa pero estaba bastante bien escogida. El menaje, copas y cubertería de buen nivel.

Como apunté antes fuimos otra vez pero perdí la nota y no recuerdo todo lo que tomamos. Si de un rape al horno con arroz negro bastante bueno. El servicio, básicamente una chica muy joven, todo un ejemplo de eficiacia, discreción y saber hacer impropio de su corta edad.

Como va siendo habitual en los últimos tiempos, la primera vez que cenamos lo hicimos solos y eso que era un sábado noche, y la segunda éramos 3 mesas en total. Son ya unas cuantas veces y eso que este sitio tienen un buen nivel y unos precios comedidos.

En resumen, un buen restaurante con platos originales bien ejecutados y presentados. Tal vez otro emplazamiento les iría mejor.


Nota general: 7
Emoción: 7,25

Zensation


C/Gabriel Miró, 7 - ALfaz del Pí (Alicante)
964 888 169

http://www.alicante.ws/web/zensation/


toni

viernes, septiembre 21, 2007

Emperador. Hotel Montiboli (Villajoyosa, Alicante) , por Toni

El restaurante Emperador está en el hotel Montiboli, un 5 estrellas perteneciente a la cadena Relais et Châteaux. El emplazamiento es impresionate, justo encima de un acantilado y la playa. Comedor clásico y servicio de antigua escuela.

Lo primero que nos llamó la atención fue que el menú degustación se podía pedir sólo hasta las 21:30. Comprendo que la mayor parte de su clientela es extranjera, pero no dejamos de estar en España y las nueve y media me parece una hora límite excesivamente temprana.

Como el chef es francés nos apetecío probar sus versiones del foie, por lo que pedimos de entradas foie gras de pato templado con remolacha, piñones y aceite de argán. 27€ + IVA. Tengo que reconocer que no tenía ni idea de lo que era el argán y al parecer es un arbol que crece espontáneamente en el sudoeste de Marruecos, en Méjico y en Madeira y tiene un fruto semejante a la oliva. El foie estaba magnífico y la remolacha era muy sabrosa acompañando muy bien al foie con su sabor un punto dulce.

El otro entrante consistió en otra versión del foie, en concreto un cremoso de foie gras al D0lç de Mendoza y polo de de vino de naranja amarga, toques de cacao. 21€ + IVA. Original versión del foie que en conjunción con el cacao y la reducción del vino dulce que hacía un plato muy goloso, casi de postre, pero que nos gustó mucho. También simpático el detalle del polo de vino de naranja, que hacía de contrapunto al dulzor general del plato.

Como platos principales tomamos un solomillo de lechal con humo de naranjo, mollejas braseadas con chocolate ahumado y chirivía. 30€ + IVA. Carne de calidad, pero sin ser extraodinaria y bien de punto. Las mollejas en cambio estaban muy buenas con el original toque anisado de la chirivía. De todas formas la ración no era precisamente grande y el precio es algo excesivo.

El otro plato fue una ventresca de atún con aceite de cacao, puré de patatas ratte a la vainilla Bourbon. 37€ + IVA. Aquí si que se pasaron 4 pueblos más si cabe que en lo anterior. Dos trocinos de ventresca, sabrosa sí, pero no más que otras que haya probado y un acompañamiento un poco pobre. Carísimo.

De postre tomamos arroz senia con leche de chufa, sorbete de chufa, toques cítricos, burbuja de canela y crujiente de farton. 10€ + IVA. Al leer lo del crjiente de farton, lo primero que se me vino a la cabeza fue si habían cojido un cacho de un amigo mío fartón (en la carta no tenía acento) que escribe habitualmente por aquí. Al final no se a que se refería el tal crujiente, pero el postre no dejaba de ser un arroz con leche de toda la vida con un lijero sabor a chufa. Muy normalín para cobrar 10 euros.

Algo mejor estuvo el borracho de naranja, helado de miel de nísperos y pistilo de azafrán. 10€ + IVA. Un poco empalagoso pero de un resultado aceptable.

De beber tomamos un Enrique Mendoza Merlot 2004. 24€ + IVA. La carta de vinos aceptable solamente y los precios tirando a altos por ser suave. El pan venía con mantequilla y una crema de aceitunas negras. 2,50€ + IVA c/u.

Servicio veterano y competente y como no podía ser menos con los precios que gastan, menaje, cubertería y copas de calidad.

Sin tener en cuenta los precios la cena en conjunto estuvo bien, con algun plato notable, pero mirando el precio y lo reducido de los platos principales fue excesivamente cara. Ni los platos, ni la situación, ni el marco, ni el servicio justifican unos precios tan altos. Supongo que les dará igual ya que casi apostaría que los comensales, que aquí si tuvieron bastantes mesas ocupadas para un día entre semana, estaban todos hospedados en el hotel excepto nosotros.


Nota general : 5

Emoción: 5,25


Emperador

Partida Montiboli, s/n - Villajoyosa (alicante)
965 890 250

http://www.montiboli.es/


toni

Casa Gervasio (Oviedo)

Buenas sidrerías en Oviedo, al contrario que en Gijón (y soy carbayón), se pueden contar con los dedos de una mano, y a lo mejor sobra alguno. Casa Gervasio es, sin duda, una de ellas, como así lo reconoció el Colegio de Críticos de Asturias dándole el galardón como mejor sidrería en el año 2006. Raro es el ovetense que no la tiene como paradigma de lo que es no ya solo una buena sidrería, sino también de una buena cocina, y no es difícil acabar escuchando cosas como:" estos fritos de pixín tan buenos, pero como los de Gervasio", "esta carrillera con foie y boletus está buena, pero si me pusieran una ensalada de Gervasio", ....Yo no la he frecuentado mucho, y las pocas veces que he ido me he encontrado con cosas que hacen honor a su fama, y otras no tanto. La última fue hace mes y medio, y recupero, brevemente las impresiones que tenía escritas:

Unos Fritos de pixín con el albardado ligero, tierno,con poca harina y mucho huevo, que traía dentro un pixín jugoso de la mejor calidad. Buenísimos.(18,80)

Unos Fritos de calamar,con la tersura y ese puntín dulce del calamar de potera, y la fritura crujiente, hecha, también, en buen aceite. (16,80).

Una Ensalada de lechuga, bonito y cebolla. Lechuga que era crujiente, fresca, sin de jar de tener un punto de ternura y de sabor, aunque a mi modesto entender una buena lechuga Trocadero o Romana me parecen de igual o mejores. Bonito de conserva de calidad. Estaba buena, pero después de escuchar tanta maravilla a propósito de ella, no pude evitar una pequeña decepción. (9,50).

Una Tortilla de patatas, que no estaba mal, pero que vino un poco deslabazada, ya que el interior, la patata, que deben tener reservada, no la dejaron integrarse con el huevo (que venía muy bien hecho), ni calentarse del todo.(7,80).

De postre pedimos Helado de Turrón, que es el que elabora Diego Verdú en Oviedo, muy bueno, con esos tropezones de turrón tan golosos, y un Tocinillo de cielo, pura yema, nada empalagoso (para ser un tocinillo), que estaba buenísimo.

Tenían agotada la sidra Zapatero que , a pesar de su nombre,suele estar fantástica, y tuvimos que conformarnos con la sidra la Muñiz, que tampoco estaba mala, pero que no es lo mismo.

Pan fantástico (1 euro p/c), realmente bueno, con una corteza crujiente, recia, bien tostada , y una miga densa y cariñosa.
Café bastante malo, además de aguado. Servicio desbordado que te atiende cuando puede.
El total factura para cuatro personas, con los dos postres, 4 botellas de agua, 2 botellas de sidra,4 cafés, 82,50 euros.

C/ Fuente De La Plata 68
33013 Oviedo
Tfno.- 985 234 255

miércoles, septiembre 19, 2007

La Capella (Altea, Alicante)

No hay cosa mejor que una buena situación en un sitio turístico para llenar el restaurante. Este es el caso de La Capella. Lleno total un viernes noche y gente haciendo cola para entrar.

Todo esto estaría muy bien si la gente esperara a la entrada del local. Lo que no es de recibo es que se pasara a la gente al interior de la terraza a esperar y que precisamente al lado de nuestra mesa se llegaran a juntar hasta 6 personas. Si hubiera estornudado cualquiera de ellas nos hubiera "duchado" los platos. Algo inaceptable en cualquier restaurante y sobre todo en uno de esta consideración en su zona para las principales guías gastronómicas españolas. Seguro que alos inspectores de dichas guías no tuvieron que padecer estas molestias.

Ya estábamos "contentos" con lo descrito anteriormente cuando vino el maitre a "arreglarlo". Cuantas comillas ...

Está claro que en la mayor parte de los restaurantes de la zona y de otras zonas costeras los arroces son para 2 personas. En esta carta no ponía nada, por lo que supusimos que con tanta afluencia de comensales los podrían hacer para una persona. También vimos que unos eran por encargo y en otros no ponía nada. Pues bien, al pedirle uno el maitre nos empieza a decir que para uno no puede ser, que hay que encargarlos, que si patatín, que si patatán... Le comentamos que no dice nada la carta ni de una cosa ni de la otra y acaba por reconocer que tienen mucha gente y mejor pedíamos otra cosa. Opciones: marcharnos ó quedarnos sin cenar visto el día y el lleno en Altea. Al final nos quedamos.

De entrada pedimos un plato de salazones de la tierra. 13,80 € + IVA. Dos tipos de atún que no nos gustó nada. Parecían cuero. Duros y bastante insípidos. Eso sí, venían acompañados de una ensalada enorme y los tomates estaban buenísimos ... Al salir me fijé en la carta en inglés y ponía 4 tipos distintos de salazones y no 2 ...


De platos principales una dorada, espinacas, pasas y reducción de P.X. 21€ + IVA. Podrían haberle puesto cualquier otra cosa que seguro que le hubiera ido mejor a la dorada. No pega ni con cola el fuerte sabor de las espinacas con el suave de la dorada, y tampoco me parece muy acertado el toque dulzón del P.X. aunque fueran unas pinceladas. Encima la dorada estaba demasiado pasada. Mal.






Algo mejor estuvo el rape horneado con su sofrito. 18,90€ + IVA. Bien de punto. El cocinero debe de ser un amante de las verduras ya que como se puede ver las utiliza con profusión. También debieron de conseguir una partida de P.X. a buen precio porque se lo debe de echar hasta a los langostinos.







Para beber tomamos un Priorat, Mas d'En Compte. 20€ + IVA. Carta de vinos aceptable al igual que el menaje, copas y cubertería. Pan, ajo-tomate, 1,10€ + IVA c/u. Lo que hay que reconocer que el ritmo de la cocina debe de ser frenético, ya que con el lleno que había los platos salían con buen ritmo.

Habría que ir un día entre semana y comprobar los arroces y otro platos, pero por la experiencia descrita, y lo que tardaré en volver por la zona (porque todos los años cambio de lugar de vacaciones, que la provincia de Alicante me gustó mucho) , dudo que lo haga.

Nota general: 5
Emoción: 3

La Capella

C/San Pablo, 1 Altea (Alicante)
966 880 484

toni

Adolfo (Toledo)

Aunque había pensado no hacer una crónica de la cena en Adolfo, ya que han pasado casi 3 semanas y no tengo el recuerdo nítido de las sensaciones de todos los platos, al final me decidí ya que creo que merece la pena reflejar los platos que tomamos, aunque no pueda precisar demasiado en las impresiones.

Lo primero que llamó nuestra atención fue la enorme subida de los precios desde la última vez que lo visitamos hace justo 3 años. De precios en las entradas sobre los 17-19 euros y de los principales a 22-23 pasaron en la actualidad a 24-25 euros las entradas y a 33-35 los principales. Más el IVA, claro. Excesivo.
Ante esto optamos por el menú degustación por 70 € + IVA. Por cierto, podían actualizar el precio en su web, que pone 66 €d.

Comenzamos con una sopa de melón, , muy refrescante y sabrosa. Seguimos con Albacora y escabeche de ñora. La albacora es al parecer otro nombre que se le da al bonito y estaba muy bueno con el escabeche .
El tercer entrante fue una ventresca de lechal y coliflor. Gracioso el nombre de ventresca para el lechal ya que creía que sólo se le aplicaba a los pescados, pero muy fina la carne.
Lo siguiente fue un tartar de atún y sopa de almendra marcona. Plato fallido. En mi opinión no le pega nada el sabor dulce de la sopa con el tartar, al que mata completamente. El cuarto entrante fue un lomo de chicharoo, carpaccio de espárrago blanco y Manzanilla. Originales acompañantes de un sabroso chicharro.
El ultímo entrante fueron unas setas salteadas y crujiente de ibérico. No será todavía la temporada pero el conjunto estaba magnífico.
El primer principal fue una merluza, tomate asado y arroz negro. Muy bien de punto y magnífico arroz. Tuvieron el buen detalle de cambiar en uno de los platos, el arroz por unas verduras a petición nuestra.
Acabamos lo salado con una chuleta de corzo y saltedo de boletus. También perfecto el punto y muy buen sabor.
El primer postre consistió en unas brevas en crema de toffee. Extraodinario conjunto. Hubiera comido un par más. El útimo postre era banana al chocolate de mantequilla que estando bien, no llegaba al nivel del anterior.
También pusieron unos pequeños dulces que tomamos acompañados por unas copas de un vino dulce llamado Fata Morgana Merlot bastante flojo por unos excesivos 7€ + IVA.
De la espectacular carta de vinos tomamos un Heredad Segura Viudad Brut a 26€ + IVA. En la primera nota venía cobrado 7 € de más. Esos fallos no son de recibo en un restaurante de esta categoría y altos precios. También tomé una copa de un mediocre Bucamel 2005, vino de la Tierra de Castilla al también excesivo precio de 6€ + IVA.
Lo que está claro es que los lujos se pagan y el pan vino marcado a 4€ + IVA.

La sensación general fue buena en cuanto al disfrute, salvo algun fallo ya comentado, pero el precio me parece algo alto. Cuesta más el menú de El Bohío pero creo que está un paso por encima de Adolfo.

Algo que me volvió a llamar la atención como en el Vivaldi fue la flojísima asistencia. Otra mesa de 2 personas y nosotros para un viernes noche. Sólo cerca de las 11 de la noche llegaron otras 2 mesas más. ¿Será verdad que empieza la crisis económica? ¿La gente se asusta con los precios de la carta?

Nota general: 7
Emoción: 6,25

Adolfo
C/de la Granada 6 y Hombre de Palo, 7 Toledo

http://www.adolforestaurante.com/

toni

El Racó de Toni (Altea, Alicante)


El Racó de Toni es uno de esos restaurantes que a poco que se esforzaran en algunos detalles, podría aspirar a mayor reconocimiento del que ya tienen en la zona. También deberían mejorar en ciertos platos ya que alternan algunos magníficos en su sencillez con otros con puntos de cocción trasnochados.

Como fuimos más de una vez, voy a reseñar todo lo que tomamos como si fuera una sola visita.

Tenían unas jornadas dedicadas a los escabeches, y con diferencia fue lo que más nos gustó. Las sardinas de cerco escabechadas con nísperos y transparencia de vinagre balsámico, 8€ + IVA, fueron un prodigio de sencillez y sabrosura con el toque dulce de los nísperos suavizando algo su potencia. Magnífico plato y una cantidad considerable, como todas las entradas.

Incluso mejor fue la caballa en escabeche de albahaca y tomates secos de Benissa. 7€ + IVA. Rica, rica y sorprendentemente buenos los tomates secos armonizando a las mil maravillas con la caballa.





Otro descubrimiento fue el escabeche de secreto ibérico, carpaccio de higos con

vinagre de cava y puré de aceitunas negras.
7,90 + IVA. Sorprendente plato. No le sobraba nada. Magnífico.








En cambio las croquetas de buey, manzana y trigo, 5,50€ + IVA, eran simplemente aceptables.







En los platos principales, luces y sombras. Muy bien la lubina a la sal. 15€ + IVA por ración. Plena de sabor y perfecta de punto. Mediocre la merluza al horno, boletus y almejas, 13,50€ + IVA, que además estaba mal descongelada y directamente mal la ventresca de atún con refrito de ajo y pimientos, 13,50€ + IVA, que podía ser cualquier cosa ya que estaba arrasada por el fuego.





El último día volvimos para comer otra vez la lubina a la sal, pero como no tenían, ni ningun otro pescado para dar 2 raciones a la sal, no nos quedó más remedio que pedir de urgencia dorada al horno, 15€ + IVA, que estuvo bien con un intenso sabor a mar aunque con demasiada salsa pra mi gusto.








Tampoco estuvo mal el conejo relleno de setas y piñones, 11,75€ + IVA, aunque algo menos hecho hubiera ganado.







En el concepto pan y moje, 1,50€ + IVA, ponían una rebanada de pan tostado untado de tomate y dos cazuelinas de mayonesa casera, muy buena, y tomate.
No pedimos postres ya que como ya comenté las raciones eran abundantes.

La carta de vinos, escasa. Pedimos un Cava de Utiel-Requena que está bastante bien. Es Dominio de la Vega Brut Nature. 15,05€ + IVA. Las copas horribles directamente y el menaje manifiestamente mejorable, por ser suave. Están dormidos en los laureles en este sentido.

Este es un claro ejemplo de lo diferente que puede ser la crónica de un restaurante segun los días que se visite. Si sólo hubiéramos ido la primera noche tendríamos una gran opinión del sitio en cuanto a la comida se refiere, pero al ir 2 veces más comprobamos que los aciertos de unos platos son claros fallos en otros y eso hay que subsanarlo.

Aquí también cenamos solos menos una noche que había otra mesa de 4. Septiembre, en una zona de vacaciones como Altea y 2 noches vacío. Mala cosa.
Nota general: 5,50
Emoción: 6

El Racó de Toni

C/La Mar, 127 - Altea (Alicante)
965 841 763

toni

domingo, septiembre 16, 2007

Quinta Sardonia 2004


Este Quinta Sardonia se realiza con el fruto de una finca emplazada en Sardón de Duero, a 400 metros del río Duero, muy cerca de las fincas de Abadía de Retuerta. La publi de la bodega dice que son 17 hectáreas de viña y una gran riqueza de suelos -de origen calcáreo, margas y yeso-, y que el coupage del vino y viñedo posee las variedades tinto fino (48%), cabernet sauvignon (22%), merlot (16%), syrah (5%) petiti verdot (5%), malbec (2%) y cabernet franc (2%). La bodega sigue esta última moda de la biodinámica :" con el fin de conseguir un equilibrio entre el un equilibrio entre el suelo, el clima, la cepa y el entorno". Cuenta con el asesoramiento de Peter Sisseck (ya saben , el de Pingus), y con un joven enólogo llamado Jerôme Bougnaud que es quien dirige campo y bodega.


Color picota/negro, de capa altísima, con notable densidad, me pareció, para lo bueno y lo malo, quintaesencia de los vinos llamados de "alta expresión". Una nariz gratísima, con abundante fruta roja y elegantes ahumados. El paso en boca me produce sensaciones contradictorias. Porque es un buen vino,sabroso,largo, pero todo lo que tiene, que no es poco, lo da de una forma que aturde, con unos taninos muy potentes y un alto grado alcohólico. No tiene defectos ni está desequilibrado, pero tampoco se puede hablar de perfecta armonía, y tras la espectacularidad del primer plano, echo de menos un poco más de profundidad. Al menos, en la que espero de un vino de casi 40 euros. Los taninos, y una acidez muy viva, piden que se les deje, al menos, un par de años en botella . En Verema tenéis unas catas de este vino, en las que parece que gustó más que a uno, así que no me hagáis mucho caso.
Puntuación: 77

viernes, septiembre 14, 2007

Molino Real


Ya se sabe que los mejores sabores, aquellos que no admiten discusión posible, son aquellos que nos remiten al paraíso. El más amable, el más cercano, suele ser esa etapa de continuo prodigio y asombro que es la infancia. Y si no que se lo pregunen a Anton Ego. Para mi un sabor que me acompaña cada verano desde que tengo uso (aunque sea malo) de razón es la moscatel de la Axarquía. A ser posible de secano (o con el menor riego posible), pequeñas y doradas. Aunque sea de una variedad (moscatel de Alejandría) habitual en muchos otros lugares, nunca la he probado igual. Una de las maravillas del mundo, un rayo de sol en el paladar. Tiene una dulzura, una suavidad, una dulzura, un encanto, un.... para mi, ya digo, es algo único. Y hasta hace poco solo sabía que con lo que sobraba de ella se vinificaban para hacer esos vinos pasificados "de Cómpeta" o "del terreno", de calidad variable entre lo malísimo, lo malo y lo regular (aunque cada vez lo hagan mejor), y que no por ello dejaba de ser el imprescindible acompañamiento de las migas torroxeñas y de su dulce siesta. Pero esto del interné y un bloguero llamado Fn1 me descubrieron el Molino Real y su hermano pequeño, el MR. Empecé probando este, más fresco y agresivo, menos pulimentado, pero que guarda en sí toda la fragancia, toda la magia de la moscatel axarqueña. Y poco después me di al Molino Real , del que si me contengo en su toma es debido a su nada contenido precio. Es un MR en versión noble, "estudiada", equilibrada, menos vivaz pero con mayor complejidad, y evidentes notas "pasificadas" que no están en el MR. Un vino excelente de la mejor uva del mundo, para mi. No entro en más detalles, porque lo explican mejor en esta cata vertical que se marcaron los de elmundovino (joder, que me digan qué hay que estudiar para ello, ¡qué envidia!), y en este artículo del blog De vinis cibisqve, del que comparto el entusiasmo. Y por lo visto no son los únicos casos de moscateles de calidad de aquella zona, así que a ver si aprovecho mejor mi próximo viaje a dichas tierras, que para mi lo son de infancia y veranos...y de moscatel.
Puntuación: 90

viernes, septiembre 07, 2007

Etxebarri (Atxondo-Vizcaya)


Nunca había ido a Etxebarri, y cuanto más leía de la cocina de Bittor Arguinzoniz, de su cocina de humo y parrilla,de las técnicas y maderas individualizadas para cada producto, del protagonismo de éste , más ganas tenía de ir. Tantas que aprovechando que un amigo estaba de vacaciones decidimos hacernos casi 400 km. de ida y otros tantos de vuelta para ir a conocerlo. La subida desde Atxondo hasta la pequeña aldea , en medio de ninguna parte,(invadida de los olores de las maderas nobles que usan en el restaurante) ,facilita el olvido de nuestros agobios cotidianos. Permite que el espíritu se vaya ensanchando y abriéndose al disfrute, que sea más fácil dejarse enamorar.


El restaurante es un caserío vasco, de construcción y decoración austeras, aunque vajilla y mantelería están al nivel de los mejores restaurantes.


Nos pusimos en manos de la cocina.


Empezamos con el Chorizo de caserío. Tres rodajas de un chorizo con la grasa bien entreverada en la parte magra, con un pimentón de gran calidad, el toque ahumado muy ajustado, que daban como resultado un chorizo (sí, lo sé, suena raro) con una apreciable suavidad, untuoso, de una notable finura. La modesta chacina hecha delicatessen.(5,5 eu., una cuarta parte de ración)



Seguimos con una Mantequilla , también de caserío, de las que no se encuentran, sobre un pan sobretostado en la brasa (ese toque de tostada quemada). Noble cremosidad de la mantequilla, sabrosa, perfecta en punto de entereza, con una sal que me pareció ahumada. La calidad de la mantequilla y la profundidad que le daba el humo hacían de esta la mejor tostada que he tomado en mi vida.(6 eu. media ración)



Seguimos con media Cigala del Cantábrico. Debió de hacerla entera, con la cáscara sobre la parrilla, de forma que se hiciera brevemente en su propio jugo. El resultado, como creo que puede apreciarse en la foto, fue perfecto. Sin estar cruda, mantenía la tersura, el sabor , la frescura, en la que el fuego solo hizo mejorarla. A traves de la cáscara se infiltraron levemente el humo y los aromas tostados, de forma que añadían sabrosura sin molestar la delicadeza de la cigala. Acabamos chupando la cáscara con fruición, y si no terminamos de roer fue porque nuestros guturales ruidos empezaban a llamar la atención de los que nos rodeaban. Perfecta. (36 eu- 200 grs.).


Seguimos con una Gamba de Palamós, con un toque más contenido de plancha, una leve envoltura en aceite y un poco de sal gorda. Maravilloso ejemplar, con la cabeza larguísima, llena de fina, sabrosa dulzura. No se me ocurre cómo podría estar mejor.( 8 eu., una cuarta de ración)


Seguimos con las Ostras templadas sobre cama de algas. Y aquí la ostra, al revés que en los platos anteriores, se tranforma en otra cosa . Pierde su agresividad , su franqueza yodada. Y se convierte en una textura maravillosa, en un delicado bombón marino. Las paredes de la carne (untadas de aceite ahumado) sellan unos jugos que se cocieron en su interior, perdiendo intensidad, ganando delicadeza. Y el humo, bien dosificado, empieza a ser un ingrediente principal, aportando su particular profundidad. La cama de algas, enteras, sabrosas, hacen de perfecto contrapunto, tanto por sabor como por textura, de un plato único, de una cocina, para mi, nueva, mágica. (6 eu., una cuarta de ración)


Un vasito de chufa nos preparó para el Caviar a la brasa. Aquí tengo que precisar que como diletante que soy , nunca he probado el caviar de esturión, ni Beluga ni Sevruga, así que no puedo establecer el paralelismo. El plato, aunque el ingrediente sea tan distinto, sigue el concepto del anterior, de cocina con humo, de enorme riesgo. Textura delicadísima, donde la gelatina del caviar se compacta formando una especie de crema, y las bolitas de caviar no pierden del todo su resistencia. En este caso, un humo penetrante,vegetal, aparece protagonista en primer lugar. Luego va desapareciendo en una sutilezeza salina, en un finísimo sabor del caviar, que no ha perdido del todo su original frescura. Supongo que a los habituales del mismo esa desnaturalización de un producto de lujo le parecerá conflictiva. Pero si uno se olvida de ello, podrá disfrutar uno de los humos más delicados del mundo. (17,50 eu., media ración).



Llegaron luego los Mejillones a la brasa. El molusco venía con un leve toque de aceite ahumado, y con una textura, con un punto de cocción perfecto. Perdonen que insista con lo de la textura, algo que teniendo buena dentadura no es algo a lo que le preste especial atención, para frustración de los cocineros modernos. Pero les aseguro que en este caso es de reseñar tal perfección, la regularidad de una entereza gelatinosa que, con el sabor domado pero no neutralizado, hicieron del modesto ingrediente (grande, lleno) un plato espectacular. Los acompañaba, perfectamente, una salsa de tomate con pimentón. Mi compañero de fatigas, que sabe mucho más que uno ( y no es modestia) decía que probablemente no fuera del todo natural dicha salsa, aunque a mi sí me pareció fruto de un tomate "original" transformado en cocina. En todo caso, no empañaba un plato totalmente recomendable y recordable. (11 eu., media ración).


Seguimos con un Chipirón a la brasa. En este caso Bittor reduce el impacto de brasa y humo al mínimo, dejando incólumes la tierna dulzura de un chipirón maravilloso en todo. Debajo venía una cebolla delicadamente confitada, y la tinta (un poco insípida) adornando el fondo del plato.(6 eu., una cuarta de ración)


Vinieron luego unos Hongos a la brasa. Los hongos eran unos boletus (¡frescos!),muy ligeramente tocados por el fuego, de forma que se mantenían enteros, con cierta resistencia. La preparación priorizaba esa frescura delicada sobre la intensidad, y el conjunto sobre los ingredientes individuales, de forma que el contrapunto de la berenjena, tocada por la brasa, se hacía tan importante como los hongos. Venían con un aceite con abundante perejil fresco y un fino sabor a...sí, lo han adivinado, humo. Buen plato, aunque no brilló como los anteriores. (6 eu., una cuarta de ración)

Seguimos con una Ventresca de Bonito. Contra lo que cabía esperar, no venía hecha con el fuego directo de la brasa, sino habían aplicado el calorde forma homogénea y muy ajustada, de forma que el interior permanecía casi crudo, sin estarlo, reteniendo sus jugos y grasa, teniendo cada bocado una textura de pastel. El toque ahumado venía dado con el aceite que lo cubría, y el breve marcado final . Acompañaba un buen tomate asado. Gran plato.La ventresca hecha finura y delicadeza,que se venía perfilando como una constante, aunque en este caso, personalmente, eché de menos a Maillard.

Seguimos con los Caracoles, asados en paja, con una salsa vizcaína . Aquí sí que Bittor se deja llevar y se desata por la vía de la intensidad. El humo es protagonista, un humo pronunciado pero nada agresivo, combinando con una salsa de pimientos muy concentrada. Los caracoles vuelven a mostrar una textura maravillosa,como pasó con los moluscos marinos, además de su tierno sabor a hierba y tierra. Me encantó este plato. (9 eu la media ración.).

Acabamos el festín con una gran Chuleta, de punto perfecto, bien madurada, cuyo interior rezumaba una enorme cantidad de grasa, con notas de mantequilla vieja, y de ese maravilloso humo. No es la mejor que he tomado, pero está entre las mejores (25 eu., los 400 grs).

De postre nos trajeron un Helado de leche ahumada con infusión de frutos rojos. Maravilloso helado, con una textura (y dale con la textura, lo sé) perfectamente cremosa, con un intenso sabor a leche y a nata fresca de la mejor calidad, y donde el sabor , la profundidad del humo, lo convierten en una de esas combinaciones que no por su aparente sencillez dejan de elevar el plato a la categoría de imprescindible. ¿Recuerdan en Ratatouille cuando metía en la boca los dos ingredientes a la vez y saltaban las luces y los fuegos de artificio?, pues eso (aunque la infusión no estuviese a la altura del helado). Por supuesto que repetimos.(6 eu.)

El servicio fue muy eficaz, incluso en algún caso amable, aunque se echó de menos el plus de profesionalidad de los mejores sitios.

Café (servido con unas pequeñas madalenas deliciosas, proustianas), y pan, excelentes.

En definitiva, una experiencia inolvidable. Una cocina de una muy personal sencillez, donde el producto (majestuoso) y el humo reinan, y donde Bittor demuestra una enorme elegancia , una creatividad escondida en las medidas, en los puntos y contrapuntos de las composiciones, de las que sabe sacar una sinfonía única y mágica.

El único pero, el precio: 165 eu. p.c., bebida aparte.

Os recomiendo que visitéis este álbum de fotos de Etxebarri, que además de ser preciosas (y de hacer palidecer las mías), ayudan a comprender mejor su cocina.

Nota general: 8,75
Emoción: 9,25


Localidad: 48291 Axpe-Marzana. Atxondo (Vizcaya)Dirección: Plaza San Juan, 1
Tfno:(+34)946583042

domingo, septiembre 02, 2007

La Maleta del Loco (Gijón)


En esta moda-plaga de vinaterías que disfrutamos-padecemos los asturianos, los vecinos de Viesques (Gijón) tienen la suerte de contar desde hace poco con una que eleva el nivel habitual de estos sitios: La Maleta del Loco. Proyecto impulsado por el enólogo Germán R. Blanco, que deja su personal huella, que gusta de adelantarse en recomendar buenas, nuevas y desconocidas referencias (y mejor que lo sean, porque así están bien de precio), en la interesante y amplia selección de vinos (no se asusten si son clásicos en este asunto, que también encontrarán referencias de corte tradicional), y por David y Víctor, responsables del exitoso restaurante La Tabla . El comedor es funcional, moderno sin dejar por ello de ser bonito, y cuenta con una buena iluminación natural que consigue aliviar la estrecheces de un espacio aprovechado al milímetro. El sitio es para comer informalmente, con manteles de papel y raciones que se prestan al reparto, con una cocina sencilla pero en clave sabrosa y resultona : una buena tortilla de patatas con chorizo, una hamburguesa que recupera dicho plato para la gastronomía, muy rica aunque acabase resultando un poco excesiva: brie, nueces, cebolla pochada,rúcola (inspiración Fast Good) reducción de mostaza, curry, pan pan,...., unos aceptables "langostinos a la gabardina" , unas buenas brochetas de pulpo (el mismo que usan en La Tabla) con patata cocida, y una riquísima Tartiflettte, plato elaborado con patata,cebolla, bacon y con auténtico Reblochon ,todo ello gratinado..... No dejen de probar si van sus maravillosos quesos nacionales artesanos, un auténtico lujo, algunos difíciles de encontrar, como el canario Majorero o el gaditano Payoyo, que debe su nombre al uso de la leche y cuajo de la variedad de cabra payoya, que es la autóctona de la zona de la Sierra de Cádiz donde se elabora . Como no quería morir esa noche de una apoplejía no tomé ningún postre, aunque un compañero de mesa ensalzó el arroz con leche. Cuentan además con platos diarios de cuchara y resulta difícil no salir "fartuco" ni pagar más de 25 euros p.c., a no ser que uno le de al champán y al gin-tonic Citadelle, claro. En resumen, uno de esos sitios a los que siempre apetece ir,mientras no se tenga problemas con el colesterol. Y donde es fácil acabar dejándose atrapar en las redes de Baco, como demuestra la foto, así que les ruego que sepan disculpar las imprecisiones.
C/Corín Tellado, 2
Viesques Gijón
Tel.: 985 372 173