Una escapada un tanto impulsiva, fruto de una ocurrencia sin mucha reflexión, acabó matizada por el pragmatismo a la hora de organizarla. Y entonces recordé Burgos, pensé en los muchos años que habían pasado desde mi última visita y en lo injustificado de ese olvido. La decisión estaba tomada: destino, Burgos, y desde allí ya me movería a los demás objetivos.
Era otoño recién estrenado pero daba igual, me recibió un frío solemne; aunque tengo que decir que ese frío castellano me vivifica, es como un abrazo vigoroso que me espabila.
La primera tarde-noche es sólo de reconocimiento, de orientación y localización. Y bueno, poco a poco me ubico, recuerdo la ciudad, pese a unas obras que la tienen patas arriba; pero me resulta cercana enseguida. Sigo las pistas que me merecen confianza en el mundillo de los blogs y busco Casa Avelino, un poco a desmano. Llego pronto, no hay mucha gente y nadie come nada así que me entra la duda. ¿Es realmente el sitio que apuntaban? El aspecto de la barra, impersonal, de cafetería moderna, no invita a creer en una cocina de corte clásico. Otra cerveza y más patatas de bolsa como aperitivo, que siguen sin convencerme. Pero al fin llega un grupo numeroso que viene a cenar y abren el comedor. La cosa cambia, parece que hay algo más. Probaremos.
Con las cartas en la mano aquello va tomando cuerpo. Platos tradicionales, precios contenidos, ningún alarde; bien. ¿Y la de vinos? ¿Esa carta en un local así? Primer encuentro con la labor de Paco Berciano, que se repetirá. En efecto, carta amplia y presencia de vinos notables. No obstante no voy a elegir algo sofisticado esta vez: el ánimo me predispone a pegarme al terruño, a algo más rudo.
Caigo en la tentación de la morcilla, con lo que, por consejo de la casa, sólo media de morcilla y pimientos y después manitas de cordero. ¿Qué se puede decir sobre platos así? La cocina más moderna parece pedir explicaciones, juega con conceptos, exhibe técnicas. Ante un plato tradicional generalmente sobra discurso, está en nuestra memoria. Sólo puede valorarse y ya está. Pues aquí la valoración es muy buena. Morcilla de arroz frita lo justo y pimientos rojos asados, carnosos, dulces. ¿Acaso hay que pedirle más? Confortado con esa entrada llega una abundante ración de manos de cordero bien ligadas en su gelatina, bien sabrosas con su salsa. Ahora sí que nos reconocemos viajero y destino, ahora me siento en casa, el frío no se atreve a entrar y estoy cómodo, feliz. Es lo mejor que una cocina clásica puede lograr, ese toque hogareño, entrañable.
Ya dije que no era momento para sofisticación, así que un Alonso del Yerro de 2006 fue mi compañero de cena. ¿Muy reciente? Mercado obliga, que daría para un buen debate el tema de las añadas de los vinos, su presencia en las cartas y su tiempo idóneo. Sin embargo, tan joven aún resultó ya bastante redondo, bastante agradable, y se entendió bien con los platos. No se hizo pesado y no dejaba de invitar a beber otro sorbo. Y quien me conoce sabe lo poco devoto que soy últimamente de
Una crema de requesón con ciruelas pasas sirvió para dejar un estupendo sabor de boca, un dulce recuerdo de este sitio. Queda anotado, me gusta. La casa invita a una copita de MR 2001 con el postre, qué caray, que no se diga. Un café y sobremesa conmigo mismo, concentrado, con esa placidez… Ni me apetece hablar de precios pero lo haré para ser justo: cincuenta y poco, considerando que la mitad fue del vino (que tampoco los gravan demasiado) y sólo me decepcionó el pan. Cada uno que lo valore.
Al día siguiente ya nos vemos las caras Burgos y yo, ya nos toca decirnos lo que sea por todos estos años. Visitar esa catedral restaurada que te sorprende. Tan acostumbrados estamos a los edificios históricos con su deterioro por el tiempo que casi resulta artificial verlos en buen estado. Precisamente dentro había una muestra de las sucesivas restauraciones por las que ha pasado, más o menos afortunadas. Y como el CAB está cerrado por cambio de exposición me voy casi al lado, a la iglesia de San Esteban, que contiene el museo del retablo, una pequeña joya que no debe ser eclipsada por su orgullosa vecina. También practico el paseo como si fuera un arte y disfruto de los cafés de regusto clásico, que uno se contagia de las costumbres locales.
A mediodía me espera una mesa en
Me sirven un aperitivo, una crema de patata trufada con salsa de frutos rojos. Para anticipar el otoño, agradable. Y empiezo con la crema fina de alubia roja con cecina cocida y ensalada con guindilla. Una combinación rotunda, que lo único que moderniza es la presentación pero que es plato de cuchara puro y duro. Sabroso sin excesos. Media ración también por consejo de la casa: las cantidades son generosas. La única pega que voy a poner es la omnipresencia de unos invitados frecuentes a las fiestas de las cartas “modernas”: en todos los platos aparecieron la crema de patata y el cebollino. Bueno, en el postre no, aunque ya me lo temía.
El principal, juego de lengua y verduras. Lengua cocida a baja temperatura y troceada, acompañada de verduras en su punto: setas, calabacín, puerro y trigueros. Y claro, el puré de patata con cebollino (¿Es que se ha sacado el abono para todo el festival?) Muy sugerente la combinación y funciona tan bien como promete.
En la copa, tras fallarme mi primera opción tinta y gallega, le sigo dando a la potencia local: Astrales 2006 (otra vez lo del mercado y las añadas y eso, no es que me haya vuelto kamikaze) A este le costó más trabajo salir de su clausura pero el servicio, que estaba al quite, enseguida me ofreció decantación y acordamos que fuera “poco delicada” para hacerlo salir. Y así, con el meneo y el tiempo, fue mostrando virtudes. Van a resultar bien estos 2006 cuando reposen lo suficiente.
De postre, torrija de brioche con helado mantecado y salsa de chocolate blanco. Lo salado había estado muy bien pero esto incluso lo superaba. Puro pecado (venial, eso sí)
Si de sesenta y dos euros descontamos los veintinueve del vino y los cuatro de los demás complementos (agua, pan y café) me vuelve a salir una RCP buena, y yo salí muy satisfecho. Si os molestáis en comparar tuve bastante mejor suerte que Toni en su día. (Nota por aquello de las diferentes experiencias cuando son aisladas y demás remilgos que nos gastamos los blogueros)
Otros dos días por allí lo fueron menos, porque aproveché para desplazarme a sitios cercanos (seguiré hablando de eso en próximas entregas) pero hubo tiempo igual para el Café España y para Alonso de Linaje, para comprar aquí yemas, que me gustaron mucho, y canelitos, que me gustaron pero algo menos; para comprar lotería, que no me tocó; para pasear y pasear sorteando la trinchera en que habían convertido el Arlanzón… Para ver en detalle cómo quiere transformarse esta ciudad más bien tranquila y no muy grande. También para su desequilibrado museo, que de todas formas tiene piezas de interés.
Y hubo que lidiar especialmente con el río-barricada para llegar a El Lagar, la vinoteca de Paco Berciano que había estado rondándome en mis comidas. Un último susto: retraso en la hora de apertura. Pero la suerte era favorable y eso me permitió visitar la iglesia de San Lesmes de la mejor manera posible, con una tropa de afanosas beatas limpiándola a fondo. Las señoras, orgullosas de su parroquia, enseguida animaron al viajero discreto a acercarse y ver detalles y a fotografiar cuanto quisiera. Después de ese interesante recorrido ya estaba abierta la tienda y pude curiosear, pasar revista al sector con la complicidad y la amabilidad de Maribé y, por supuesto, volver a casa acompañado por cuatro botellas que prometen, y que todavía reposan en mi bodega personal hasta que se aclimaten a Asturias.
Doy por reparado el injusto olvido en que tenía a Burgos y me hago propósito de enmienda.
A mi el Alosnso del Yerro es de lo que más me gusta de la Ribera. Y trabajan buenas barricas.
ResponderEliminarHoy me ha llegado una centolla de Luarca terciada, ennegrecida y llena de heridas de guerra y de algas encostradas. Mañana caerá con un vino que le haga honores.
ResponderEliminarBuenas noches
ResponderEliminarBien reflejado Casa Avelino, magníficas esas manitas y magnífica carta de vinos
De Vianda tengo dos grandes recuerdos uno su jefe de sala, Carlos, y otra su buena carta de vinos dulces
La comida me gustó en líneas generales, ningún plato de memoria pero todos con sentido común, lo cual siempre es de agradecer
Un abrazo
Dile
ResponderEliminarEl María Alonso de Yerro tiene todos los defectos de los vinos españoles
El que es nombrado en este post me parece buen vino
Eso si la gente que dirige la bodega es superatenta, te explican sus vinos, con todo lujo de detalles
Yo a Burgos le tengo cariño por motivos familiares, me parece una ciudad agradable para pasear
ResponderEliminarPero es una ciudad machacada por la especulación urbanistíca, poco respetada hasta hace pocos años su parte antigua
Y muy diseminado y desordenado su crecimiento, la nueva estación de tren se encuentra en las afueras y es incómoda
La Catedral de Burgos es una gozada, su restauración a algunos les ha encantado y a otros no
A mí sí me gusta, lo que no me gusta es en lo que se ha convertido el interior al igual que las demás Catedrales españolas, llenas de lucecitas, altavoces que parecen más propios de un aeropuertos y sin el recogimiento y la soledad que me inspiraban antes.
que buena crónica jorge,muy apetecible todo y a un buen precio.
ResponderEliminarDile,un comentario ácido sobre el alonso,jajaja
Alberto,sobre el maría alonso,cual es ese defecto del q hablas?
A mi me parece q el alonso se aleja de la típicidad del rango de precios de su zona,me gusta.
jorge,cuéntanos q 4 vinos te trajiste hombre...
ResponderEliminarNo te parecieron muy distintos el astrales y el alonso?.el astrales más potente,más extraccion, y el alonso más elegante y fresco....
A mi todo lo ALONSO DEL YERRO me parece que esta estupendo,muy por encima de la media de cualquier vino español.ALOQUE
ResponderEliminarPresencia excesiva de madera
ResponderEliminarSobramaduración
Sobreextracción
Y de barato no tiene nada
Alberto, tienes razón en lo de la catedral. De muchas visitadas en España, es de las que más se ha convertido en parque temático. Una lástima... por no entrar en profundidades y decir algo más fuerte.
ResponderEliminarEn Oviedo tenemos menos problemas con eso, por ahora.
En fin; cuánto se podría debatir sobre el particular.
Sibarita, me traje la última botella de El Pecado que tenían entonces y tres de esos que a ti te "encantan", todos franceses ;-)
ResponderEliminarMañana te doy detalles. Fue una compra improvisada, curioseando en la tienda y contrastando impresiones con Maribé. Además de El Pecado, un champán, un blanco y un tinto de Châteauneuf-du-Pape, de Domaine de Pegau.
En cuanto al contraste entre Alonso del Yerro y Astrales me gustó más el primero y sí que resultó más elegante y fresco, como dices, pero hay que tener en cuenta que los dos estaban todavía demasiado duros, sin acabar. Hay que darles botella y compararlos entonces. Aunque puede que el resultado siga siendo el mismo.
Buena crónica Jorge. Tuviste algo más de suerte que yo en La Vianda, que tampoco mi experiencia fue tan mala, sólo que el menú degustación que tomé tenía luces y sombras.
ResponderEliminarPues como muchas veces en vinos discrepo. No probé todavía ningún Ribera del 2006 que ahora recuerde, pero del 2004 y 2005 me gustó más el Astrales que el Alonso del Yerro e incluso que el María, que éste me pareció bastante más tablón que el Astrales.
ResponderEliminarBuenos días,
ResponderEliminarQué bonito post, Jorge. ¿No creeis que esos vinos saben mejor en esa tierra? A mi me da que sí.
El museo es ese que tiene todo lo de Clunia ¿no? Si es así, me pareció desanjelado, muerto.
Hay otro museo que estaba haciendo para lo de Atapuerca, creo. Albertobilbao, creo que tú sabes sobre este proyecto.
La catedral es preciosísima, y está muy bien ubicada, resguardada de vientos excesivos, entre calles torcidas, vestida de puntillas de los pies a la cabeza. Impecable, alta y guapa.
Bueno, ya lo dejo, que me emociono.
Mi recuerdo de La Vianda: ningun plato a recordar. Casa Avelino creo que no lo conozco, pero la próxima vez que vaya ya sé dónde comer.
Gracias, Limonta. En efecto, ese museo es frío, desangelado. Y tampoco lo "venden" nada bien, con todas las reticencias que puedo tener hacia esto. Eso sí: tiene réplicas y detalles de Atapuerca, que es lo que suena. Y mientras tanto, a Burgos le van creciendo tres edificios con vestidos modernos (sin piedra ni puntillas) a un lado de esa trinchera del Arlanzón. En uno de ellos se contará la vida y milagros de nuestro ilustre antepasado.
ResponderEliminarEs una especie de mole enorme que molesta a la vista, si no me equivoco.
ResponderEliminarA mi El Pecado me gustó bastante. A ver qué opinas tú.
Buenas tardes
ResponderEliminarQuiero incidir y destacar de nuevo lo bien que ha descrito Jorge, Casa Avelino
Lo hago porque a veces en los blogs se crean o creamos falsas expectativas, Casa Avelino es una casa de comidas con una gran carta de vinos gracias a la labor de Paco Berciano
Y no es ningún desprestigio definirlo como casa de comidas, todo lo contrario, yo comí de lujo, a mí los platos de toda la vida me encantan
Pero me da miedo crear espejismos y luego que la gente se decepcione
Cuesta encontrarlo una barbaridad, el comedor y el servicio es sencillo que no malo, ojo!!!
Si me pidieran recomendación de un viaje a Burgos, recomendaría antes el Vianda
Limonta dice que no hay ningún plato para el recuerdo, cuántos platos recordamos después de años?
En lo que estoy de acuerdo con Limonta es en la mole del nuevo Museo de la Evolución humana que albergarás los fondos encontrados en las excavaciones, se lleva excavando muchos años, pero hay fondos para crear un museo?
Siempre he creído que Atapuerca, yo he visitado el lugar exacto es material más científico que cultural por supuesto su labor es encomiable
Junto al nuevo Museo se ha construido un Auditorio y algún otro complejo más, perfecta metáfora de lo que en España es la cultura........Una calamidad
En España la cultura sólo se utiliza para hacer política
Respecto al Museo qeu comentáis me gusta más la parte de abajo, la religiosa que las estancias superiores donde da la impresión que no se ha invertido un duro en mucho tiempo
Un abrazo
Jorge, los "diletantistas" deberíamos de subvencionarte esos viajes a cambio de las magníficas crónicas que nos traes.
ResponderEliminarUn placer leerte.
El Pecado coincido en el gusto con Limonta
ResponderEliminarEso sí Jorge tomalo con gente que aprecie el vino, de lo contrario por ser tan "sui generis" te pueden poner verde
Yo he vetado los vinos de Alonso del Yerro. No tanto por su dureza, o sus excesos de extracción, como por el hecho de sospechar que hay más bien poca diferencia entre el María y el Alonso.
ResponderEliminarDetrás de los vinos de pago hay una filosofía, el terroir, sea cual sea el resultado. Pero hay que respetarla.
Me han regalado una botella de vino de Bordaux, llamada chateau de mons, de 2004. Es del viñedo de Philippe POLI. Algún comentario antes de abrirla????
ResponderEliminarPerdón, es Burdeos (Bordeaux)
ResponderEliminarMAÑANA HE QUEDADO EN EL AVELINO(OVIEDO) CON COMPANGU,SI ALGUIEN SE PASA ENCANTADO.
ResponderEliminarESTA VEZ APAREZCO
ALOQUE
Sibarita, quería ser un poco irónico pero también decir un poco de verdad, y es que la madera de los Yerro no es esa cosa astringente y avainillada de tantos otros, sino ese roble francés que huele a casa señorial y caja de puros que se hace de lo más agradable.
ResponderEliminarYo probé dos añadas de ambos , María y normal, y creí encontrar diferencias entre ellos.
Me están haciendo disfrutar de lo lindo tanto por la entrada, como suele ser habitual, como los posteriores comentarios de Dª Limonta, D. Jorge y de D. Albertobilbao, al que le no le falta ni un ápice de razón en sus apreciaciones de comparativa cultural.
ResponderEliminarSi además en próximas entregas le toca algo a La Cartuja con el sepulcro de Juan II de Castilla y de Isabel de Portugal, así como el del infante don Alfonso en alabastro y el retablo, como los anteriores, también de Gil de Siloé, pues seguro que alucinaré en colores.
¡¡Muchas gracias!!
Anónimo , no puedo ayudarte con el Burdeos. No he tomado más de quince o veinte y ese no está entre ellos. Solo recuerdo un Cos D' Stournel de mala añada , el 2001, y un Duhart Millon 2004 (el Lafite para pobres) que me terminó gustando más que otro 2005 que había tomado antes, aunque quizás la compañía tuvo algo que ver.
ResponderEliminarAloque , soy uno de los gilis que curra mañana . Si tengo un hueco le echo una llamada a Compangu.
Y no se pierdan el post de Carlos en lo de Matoses
ResponderEliminarDiletante, te vuelvo a repetir lo de tantas veces: cata a ciegas. Te hace falta hacer unas cuantas. Dices: "la madera de los Yerro no es esa cosa astringente y avainillada de tantos otros". Justo lo que se puede aplicar a los María Alonso del Yerro, por lo menos los que probé yo del 2004 y 2005. Astringente y diría, amaderado más que avainillado.
ResponderEliminarAunque ya lo sé, los gustos que tenemos unos y otros sobre el vino son muy diferentes. Como dicen los franceses, "vive la difference".
Toni, no sé en qué puede cambiar la impresión gustativa de las maderas el hecho de ver unas etiquetas que no me predisponían favorablemente. Entiendo que puede afectar en el caso de enfrentarse a un Latour o un D'Yquem, pero no en este caso. Podré estar más o menos equivocado, pero no por el hecho de ver las etiquetas. Yo probé a la vez el Alonso del Yerro y el María, 2005 y 2006 . Y el María 2005 me gustó bastante. Presentaba una mayor concentración y color que su hermano pequeño, aparte de dar unas notas de crianza de más calidad, esas a las que me refiero. Encuentro por el archivo del mail que escribí: "A mi los vinos esos me prestaron mucho más de lo que pensaba que lo iban a hacer. Fueron Alonso del Yerro 2005 y 2006 y María del Yerro 2005 y 2006.El María del Yerro 2005 me gustó especialmente, me pareció que tenía de todo y que lo tenía, aunque fuese un Ribera tipo de capa alta, con equilibrio y naturalidad. Tenía además una acidez que se echaba en falta al Alonso del Yerro 2005. Me gustó que tuviera unas notas de crianza de calidad, con recuerdo de caja de puros, con notas de regaliz y torrefactadas, y no esas astillas verdes y avainilladas tan frecuentes. Dentro de tres o cuatro añinos de botella que termine de integrarse,puede estar espectacular de bueno".
ResponderEliminarProbablemente hoy diría otra cosa (o no), pero la impresión que me dejaron fue esa.
Nuevo post de Mugaritz en lo de Regol. A mi me apetece.
ResponderEliminarJoer , qué rica estaba la centolla , cargada de huévaras y de carne , con ese carro grosero y sublime. El centollo me parece el cerdo del marisco. El de mar , el ibérico.
ResponderEliminarDónde se vende ese queso de los Beyos de leche de cabra cruda? Creo que es Picu´l Sella. Quiero probarlo, soy un fanático de los quesos asturianos, y ya era hora de que se hiciera algún Beyos de calidad, fuera de los que tradicional hacen con leche pasteurizada
ResponderEliminarAnónimo , lo compré en lo de Uhmmm..qué rico , al lado de Tous en Oviedo.Por lo demás estamos de acuerdo.
ResponderEliminarY los mejillones y oricios vienen llenos, aunque no sean muy grandes.
ResponderEliminarY las mandarinas están ya plenas de sabor. A las naranjas les falta un poco pero también empiezan a estar buenas.
Ustedes perdonen que tenga esto algo abandonado pero es que hoy cumplo una semana peleando con una gripe que quiere ser y no puede pero me está haciendo polvo.
ResponderEliminarLe debía a Sibarita (y a cualquier persona interesada) detalles de los otros vinos venidos desde El Lagar. Aquí van.
El champán es un Christophe Mignon (si no recuerdo mal, Albertobilbao lo conoce, por si le apetece dar su opinión). El Châteauneuf-du-Pape, como había adelantado, es Domaine du Pegau 2004. Y ese blanco misterioso, del que no decía más, es Le Trézin, de Domaine Larue, un Puligny-Montrachet de 2002 que compré bajo la favorable influencia de un pariente suyo del que aún tengo que hablar en un post.
Ese Pecado me defraudó en una cata en La Maleta pero ya dije entonces que era de los últimos y podíamos estar fatigados, así que quiero darle otra oportunidad. En principio mi idea es probarlo yo solito, egoistón y todo para mí, así que no habrá nadie que me pueda poner verde. A lo sumo, me pondré yo morao ;-)
Por otro lado, me parece excelente la aportación de Alberto sobre Casa Avelino, tanto por los detalles como por la intención de precisar y de evitar expectativas incorrectas, ese mal tan frecuente en las tertulias blogueras.
Sobre el conjunto de nuevos edificios en Burgos, museo incluido, creo que son herederos de esta orgía de nuevos ricos que nos hemos estado permitiendo en años anteriores. Venga edificio singular, cuanto mayor y más llamativo, mejor; que no dialogue con su entorno ni lo respete, chillón, vociferante, que se adueñe de la ciudad para convertirlo en su emblema y el contenido... bueno, del contenido ya hablaremos. Y si no hay, paneles, montajes de vídeo, juegos de luces y otra serie de recursos fatuos. De eso hay demasiado por todas partes. A ver si se termina de una vez el chollo y nos pasa la fiebre.
Relacionado con esto, Zuhur, en esta ocasión no le tocó a la Cartuja, de la que no obstante aún guardo un recuerdo impactante de años ha. Por algo será.
Manu, un honor tu apreciación, pero este corresponsal se conforma con una sidra o un vino por ahí cuando cuadre. Lo de los viajes y lo que saco de ellos es puro placer y lo de contarlo en parte después casi se ha vuelto vicio.
Y hablando de quesos, esa pista que había dado sobre algo distinto de afuega'l pitu es buena. Por fin va a haber un afuega'l pitu que me guste de verdad. La criatura evoluciona bien y el parto es inminente. En cuanto llore en mis brazos doy noticias.
ResponderEliminarPor otra parte, en mis escasas salidas de estos días ya he podido comprobarlo, no falla, ya está aquí.
ResponderEliminarContertulios, ya no es lo más cool pero se sigue llevando lo de ir de malote y decir que se odia la navidad para luego pringar en todos y cada uno de sus ritos y disfrutar como un bobo. Bien, pues no es mi caso; yo no voy de farol cuando digo que la detesto. No tengo ni un solo motivo de celebración y sí unos cuantos para que me desagrade enormemente. Me cambia el humor a malo o muy malo y se me quitan las ganas de casi todo lo interesante. Incluso dudo que esto que tengo sea gripe; sospecho de una reacción alérgica a tanto gordo en pijama rojo colgado de una ventana y a tantos borregos luminosos cruzando las calles. Así que, según una sana costumbre de estos últimos años, paso a hibernar desde este acueducto de la Constitución hasta el día más largo para los basureros, el de después de reyes. No obstante, que nadie se haga ilusiones. Como buen animal que se prepara para aletargarse he hecho provisiones en otoño para aguantar este mes, con lo que no se librarán de mí tan fácilmente. Aún tengo post pendientes que iré mandando estos días y seguiré con los reportes sobre productos que voy probando: que si un queso nuevo, que si más dulces de Pomme Sucre, algún turroncejo... En fin, esas cosas.
Hombre, todo será que haya suerte con el único rito navideño que practico -mera casualidad de fecha, nada significativo- y que el día 22 me marche por ahí sin despedirme. Claro que a la vuelta no faltarían un puñado de buenos post, que el homenaje sería importante.
Por cierto, jefe, ¿qué es esa publicidad que aparece de vez en cuando? Hasta ahora no la había sufrido. ¿No os digo que ya está aquí la dichosa navidad? Incluso las librerías, territorio más inmune a esa epidemia, están contaminadas plenamente. ¡Qué mes me espera!
En fin, me voy a dialogar con mi convalecencia, a ver a qué acuerdo llegamos.
Buenas tardes
ResponderEliminarJorge, a recuperarse de la gripe.
En cuanto al Mignon, mi apreciación personal es que cumple su papel mejor, actuando de prólogo a una comida que siendo protagonista.
Buena entrada en boca pero adolece de profudidad.
Pero no siendo médico ni mucho menos te lo aconsejo para estos momentos antes que cualquier producto antigripal
Un abrazo
A mi me gustó el Mignon, con un marcado carácter cítrico, aún siendo un champagne menor , como no podía ser de otra manera , ya que está hecha 100 % con la más productiva y de maduración más temprana del trío de champagne , la Pinot Meunier.
ResponderEliminarDile
ResponderEliminarPero no sé si estarás de acuerdo conmigo que le ves como aperitivo más que como pilar de una comida
Me gusta más que otro Champagne que tambíén es Pinot Meunier y que responde al nombre de José Michel
Un abrazo
Y decir que a mí también me gustó
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo , Alberto. Perfecto de aperitivo
ResponderEliminarHoy me he puesto a hacer una masa de pizza, después de muchas pruebas, con levadura de panadería, dejándola fermentar un buen rato, con un cacharro de casa que permite que se haga de forma uniforme y que el calor le llegue por debajo,... y ha sido la mejor en una buena temporada. Aunque si tuviera que puntuarla no llegaría al 5. Está visto que como cocinero no tengo futuro. Eso sí , soy cabezón y seguiré intentándolo.
ResponderEliminarBuenos dias,
ResponderEliminarPues claro que si, Dile, asi es como se aprende toso en esta vida: intentandolo una y otra vez sin desfallecer, que el mundo no es para blandos.
Ayer comi en Don Giovanni, el de siempre, en una mesa de esas del pasillo que dan al comedor. No es la mejor mesa, pero ya nos lo habian avisado. De vez en cuando nos tiene que tocar una mala, pero saque partido al tema porque salude a un cliente mio y me hizo ilusion verle. Espero que a él también y que decida venir a verme pronto. A todo hay que verle el lado positivo.
ResponderEliminarNos pusieron una especie de patata rellena de algo con arroz y luego empanada y frita. No sé cómo se llama eso pero no fue el plato estrella. Y un queso que está entre la mozzarella y la burratta, buenísimo. Unos speghetti a la putanesca para mi solita, que creo que tenían demasiada salsa, mucha más que spaghetti, pero era buena y la pasta maravillosa, fresca y un puntín durita. Los postres (pannacotta y tiramisú) normalitos.
Como siempre Andrea andaba por allí, tan activo, siempre trabajando. Este hombre no para y así le debe ir. La trattoria siempre que voy la tiene llena y dobla ( o triplica) alguna mesa.
Y no es que sea un sitio increiblemente bueno, no: es una trattoria buena, donde sales contento, no feliz. El truco es su dueño. Te caiga bien o mal, que nada tiene que ver.
Una lástima Jorge que no nos viésemos en tu visita. Me contó Maribé que habías estado pero yo estaba en el almacén y no nos vimos. La siguiente vez que vengas dímelo antes y si te apetece nos vemos. Lo mismo digo para el resto.
ResponderEliminarEldi, hacer un buen pan en casa, es de las cosas más complicadas que uno puede hacer en cocina. Yo he conseguido panes resultones, pero ninguno maravilloso.
ResponderEliminarYo ayer también hice pizza, pero utilicé la masa extra-fina de Buittoni que da un resultado correcto si se estira bien.
En primer lugar D. Jorge, le deseo un eficaz y rápida recuperación.
ResponderEliminarRespecto a la Navidad, puedo asegurarle que desde hace unos cuatro/cinco años también me suele afectar un cuadro bastante similar al que ha descrito.
D. Carlos, ayer estuve invitado por mi hijo y su pareja a pasar el día en su morada. Viven en un pueblecito que está a unos sesentaytantos Km. de Vitoria. Me parece que le llaman Bilbao, o algo así.
Tuve la ocasión de degustar tres diferentes y magníficos tipos de pan cashero hechos por ellos mismos. No soy (ni pretendo) ser una autoridad en la materia, pero puedo asegurar que uno de ellos, para mi gusto, rozó la excelencia. Además tuve la gran suerte que me regalaron otro para llevar para casa. ¡¡WooOoo!, que festín nos vamos a dar.
Sí, sí, sí..., con pan... y algo más ;-)
Creo recordar hace unos dias que alguien preguntaba por el din sum de la Taberna del Zurdo.
ResponderEliminarCene alli, subiré un post en los próximos dias pero del din sum adelanto que es escaso, y que lo mejor es el tomate confitado al curry que lo aconpaña.
El lineas generales la cena fué bien tirando a regular.
Paco, muchas gracias por pasarte por aquí, y por el ofrecimiento.
ResponderEliminarSi lo de la base de pizza me parece complicado, no me imagino lo del pan. D. Zuhur, se ve que los genes tienen algo que ver.
Esa base de Buitotni la he trabajado más de una vez y da bue resultado.
Pues a mi que me parece muy sencillo hacer la base de la Pizza. Hace tiempo se hbaló de ello por aquí, Olenka y Lolo fueron parte activa.
ResponderEliminarCon Harina de fuerza o normal 250 grs, 15 grs de levadura de verdad (no de sobre), 2 cucharadas de aove, sal y huevo si gusta.
1 hora de reposo, extender con un rulo, 15 minutos al horno a 180 ºC y a poner encima lo que se le quiere poner. Queda estupenda para mi gusto.
Sibarita, tengo esos comentarios de Lolo y Olenka , y tu pizza, y la de Pisto, guardados en una carpeta. Sí es verdad que es sencillo y no queda mal, pero lo difícil es que me quede lo que considero realmente bien : crujiente y con cierto tostado exterior, mientras por dentro la masa se haya panificado de verdad toda ella(esto es lo difícil), esponjosa y a la vez con chicha de pan, que es lo que considero que debe ser una buena base de pizza. Me queda como algo a medio camino, sin terminar de hacerse.
ResponderEliminarPara mi el secreto esta en dejarla reposar mas de 1 hora y ese golpe de horno antes de ponerle los ingredientes y sobre todo la levadura de verdad
ResponderEliminarSibarita, todo eso lo hice , reposo,levadura de verdad (que huele a queso) y prehorneado antes de poner unos ingredientes sencillos que no soltaran agua (tomate, casero tuneado con Hida, dos tipos de queso y orégano y albahaca),....pero no. Será cosa también de cojerle el punto a la harina (era una normal, a ver esa de fuerza) y , sobre todo , al horno. Yo la puse fuerte,con el horno y la plancha caliente, sobre los 230,...la próxima la pongo con 200 y más tiempo.
ResponderEliminarYo para hornear la masa le pongo menos temperatura, unos 170-180 ºC, y la saco a ojo, que este un poco hecha por fuera pero cruda por dentro, para que durante la cocción con ingredientes quede al punto, es facil pasarse.
ResponderEliminarBueno, después de un arduo debate con mi convalecencia llegamos al acuerdo de tantear una primera salida vespertina ayer, a ver qué pasaba. Eso sí; con transaccional: máximo tres paradas y al menos una no podía ser sidrería y otra no podía ser alcohólica (café en su lugar) Así que cumplí otro rito de esos que sigo y probé el Primero de Fariña. Prodigioso; por fin algo que desagradó a esos gérmenes que me acompañan. Poco a poco voy mejorando y ya podré tomar antigripales del estilo de los que me aconseja Alberto. Obviamente, si no estáis enfermos ese nouveau de Toro os lo desaconsejo.
ResponderEliminarPaco, muchas gracias. La próxima visita procuraré organizarla de modo que nos veamos y compartamos más cosas sobre esta afición.
ResponderEliminarJorge, con la salud no se juega. La última vez que chateé un Primero, hace cosa de un par de años, me pareció un bebedizo de yogur de fresa aguado y alcoholizado y me dije que nunca más.
ResponderEliminarTercer informe de las incursiones golosas en Pomme Sucre (que juro que no ha pasado a patrocinarme, es por la novedad)
ResponderEliminarSi la mousse de turrón era demasiado floja, su vasito equivalente es una gozada, con esa medusa que lo corona hecha de fideos esponjosos de mousse y con tropezones de turrón entre su consistente cuerpo.
El vasito de Tiramisú también está muy bien. Llama la atención la gelatina de café, suave pero presente en su justa medida.
Se confirma lo buenos que son sus hojaldres caramelizados y el pastel de gianduja y chocolate está de vicio.
La colección de bombones nº1, los clásicos, no es tan provocadora como la de fruta pero está bastante bien.
Y me había dejado de la tanda anterior el vasito Ainoia, a base de frutas, planteamiento básico, pero muy sabroso.
Eso sí, sus vitrinas se llenan de especiales navideños. Tendré que rebuscar para seguir probando lo que me interesa.
Eldi, es cierto. Tenía ese sabor "a fresa" de los jarabes de la infancia. Sólo que de aquella te compensaba porque no ibas al cole en unos días pero ahora... En fin, lo único es que te lo venden sin receta.
ResponderEliminarComo parece que la mejora continúa voy a ver a un amigo y a encajar una comida un día de estos, cosa difícil en estas fechas si quieres un poco de tranquilidad.
ResponderEliminarValor y al toro.
aunque llego un pco tarde, del tema pizza, creo que el horneado tambien es una parte importantisima.
ResponderEliminarmuchas veces conseguimos una buena masa, nos la curramos y la jodemos en el horneado o con el propio horno que tenemos.
a mi tampoco me acaba de enamorar la que hago y es por culpa del horneado, estoy seguro que la masa esta bien
Buenos dias,
ResponderEliminarYo opino lo mismo que Lolo: es el horno. La harina no te fastidia la masa.
Asi que, Dile, intentalo con distintas temperaturas.
Yo lo pongo a tope y meto la pizza abajo del todo. Pero no me convence del todo, y es el maldito horno. Ire subiendo la bandeja poco a poco hasta dar con la altura adecuada.
Jorge, me alegro de que estes curado ya. ¿Era la gripe A?
Zuhur: yo creia que vivia en Bilbao, pero me ha dado la sensacion de que vive en Vitoria. Aclareme esa duda que tengo. Si no es mucha indiscrecion, claro porque lo mio es mera curiosidad. Por situar a las personas que escriben.
hola que tal soy el cocinero y propietario de la vianda gracias por vuestras visitas espero conoceros en la proxima y charlar un poco de gastronomia con vostros y un buen champagne el precio del menu con vino son 42 con iva incluido no esta mal un apunte solo somos dos en una cocina muy reducida rotamos mucho la carta en algun plato tendremso que pinchar solo queremos ganarnos la vida con lo que nos gusta sin engañar anadie haciendo una cocina sencilla pero espero que rica no tenemos mas pretension que agradar y que recordeis la visita por la vianda como una parada agradable en vuestros viajes no como pajas gastonomicas en un blog espero conoceros sobretodo a toni jajajajajaj un soludo gastronomico
ResponderEliminarCocinero de La Vianda, ante todo gracias por pasarte por aquí. Ya ves, un blog de otra región distinta a la tuya ya se pasó 2 veces por tu restaurante. No hay muchos sitios que puedan decir eso. ;-)
ResponderEliminarPara otra vez que vaya por Burgos, espero volver a disfrutar de tu cocina a pesar de algún palo que os dí en mi post, aunque la sensación general fue positiva.
garcias por la respuesta teneis una casa aqui a vuestra disposicion la batella de champagne y la charla de cocina quedan pendientes
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