A nuestros sueños se les pueden poner límites, al igual que se pone diques al ímpetu del mar, pero tarde o temprano la razón de su existencia acaba por resquebrajarlos.
Así que un día, por fin, decidimos cruzar la frontera. No fue para ver películas prohibidas o comprar libros vetados en nuestro país. Era un viaje para entender un mundo.
Nuestra meta era Côte d’Or. Allí nuestros caminos se dividirían, uno viajaría por
El otro por la parte Sur, Côte de Beaune, pónganse de rodillas, su majestad
Dos visiones, dos tomas de contacto para entender Borgoña, para disfrutar de su magnetismo.
Para tal fin habíamos quedado con dos ilustres, en el Norte con Bruno Clair, en el Sur con Bernard Morey.
Côte de Nuits y su hijo “Chambolle-Musigny les Véroilles 2006”
Bruno Clair fundó su bodega en 1979, incluyendo inicialmente viñedos en Marsannay y Fixin. Para la velada de hoy optó por uno de Chambolle Musigny, un pueblo de 313 habitantes, que presume de elaborar de crear los vinos más elegantes de Borgoña, los más femeninos, los más sedosos. Levantamos la vista y vemos las
Parece ser que Chambolle es una corrupción de 'champ bouillant' (campo en ebullición) nombre que hace referencia al río (en realidad un pequeño arroyo de nombre Grône) que pasa por el centro del pueblo, y que bajaba a borbotones en sus crecidas, de manera que daba la impresión de que el campo estaba hirviendo.
La finura de los vinos viene dada por la inusual y altísima presencia de caliza en el suelo, y la ausencia casi total de arcilla.
Al abrir la botella se asoman toques sucios, animales, cárnicos, luego desaparecen y se convierte en una fiesta frutal
Predominan aromas primarios, lo que nos hace ver en mi modesta opinión que estamos ante un vino con gran recorrido por delante
En nariz nos vienen a la mente, recuerdos de cereza, fresas, guindas, notas balsámicas, todas matizadas por una excelente frescura
En boca, las frutas rojas son protagonistas, se trata de un vino fino, sedoso, muy femenino no obstante estamos en la Borgoña más sensual, más femenina
Ciertos matices terrosos se asoman en un segundo plano
Frescura gracias a una acidez integrada
Un vino para disfrutar ya, no muy complejo, pero que nos hace ver como son los tintos ideales. Buena compañía para una velada como la de una tarde de Diciembre
Nunca doy notas, pero sí valoraciones generales, un vino gratificante, agradable, con personalidad y estilo, me lo volvería a comprar.
Precisamente lo que no me acaba de convencer de algunos tintos de Borgoña es eso que comentas de ser muy femeninos.
ResponderEliminarBuenos días
ResponderEliminarToni
Feliz Navidad
Por qué dices que no te gustan los vinos femeninos?
Un abrazo
No he dicho que no me gusten los vinos "femeninos" sino que no me convencen algunos tintos de Borgoña por tener esa característica. Algunos me parecen demasiado suaves, muy sutiles pero he probado otros Borgoña que aunque elegantes y finos tenían fuerza.
ResponderEliminarResumiendo para entendernos: soy más de Burdeos que de Borgoña. Eso sí, no he tenido la suerte de probar ninguún Grand Crû de la división de honor borgoñona.
Toni
ResponderEliminarLo que comentas, es comentario más que habitual, en España los vinos suaves no gozan por ello de gran predicamento
Suaves entre comillas
Y en España yo creo que siempre han gustado más los Burdeos que los Borgoñas
Gente de gran criterio en el mundo del vino, señala que mediante los Riojas se llega a los Borgoñas
Pero en España los gustos actuales se asemejan más a los Burdeos
Bueno, yo no diría que los vinos "suaves" no gozen de gran predicamento en España. Mira los Rioja clásicos. A veces nos olvidamos que fuera de este pequeñísimo círculo de eno-chalados hay una enorme cantidad de gente que sólo bebe Rioja y del clásico. En mi entorno familiar hay unos cuantos ejemplos.
ResponderEliminarDe todas formas es un interesante debate.
Toni
ResponderEliminarEfectivamente los vinos de Rioja clásicos son suaves, y la gente con criterio habla de que esos mismos vinos clásicos nos llevan a los Borgoñas
Me refería mas a los vinos de moda ahora en España, a vinos potentes
Tampoco podemos meter todos los Borgoñas en el mismo saco, que no es lo mismo un Chambolle-Musigny (finura) que un Nuits-St. Georges (más estructurado).
ResponderEliminarQuizá para el paladar español, lo mejor sería comenzar con los Gevrey-Chambertin, Nuits-St. Georges... y luego ir hacia los Morey-St. Denis, Vosne-Romanée o Chambolle-Musigny.
Bueno, hoy me voy a abrir un Borgoña, que me ha entrado sed ;)
Ayer estuve en el melibea. Aprovechando el decorado de la anterior obra surge una continuación (¿?), tapas agradables, bien de precio y abundantes.
ResponderEliminarPude probar por fin el Nibias, creo que un tiempo de botella le vendrá muy bien para ajustar su acidez pero tiene hechuras.
Un buen ejercicio sería la comparación con el Guilfa blanco, mas plano que este pero tambien de buena calidad.
Buenas tardes. Lo primero es lo primero. Gracias a todos por vuestras felicitaciones y os deseo lo mismo: pasar unas buenas fiestas y entrar en un buen año. Una vez fuera de este primer paréntesis debo empezar por ahí.
ResponderEliminarY del post presente... Pero qué impacientes son ustedes. Tengo sendas botellas de esos vinos en casa y todavía se están aclimatando, hombre. Intuyo que me van a gustar. Con el tinto lo tengo claro: mis gustos ya han hecho el viaje de vuelta de los vinos duros a algo más ¿femenino? (¡Mira que tenéis ganas de enredar!)
Y qué casualidad, Sibarita. Yo he estrenado hoy el Melibea. Mantienen la sala casi tal cual, tiene buen aspecto la propuesta y la barra ofrece buenas cosas. Seguro que será un local estupendo para mis correrías, por su localización y su estilo. Pero tendremos que acostumbrarnos lentamente. Qué queréis que os diga: por razones sentimentales me cuesta un poquito; echo de menos a mis amigos de Los Tres Caracoles.
ResponderEliminarEn fin, tiempo al tiempo y a cada uno sus méritos.
Y dicho esto me voy para Gijón. Me esperan unos amigos y una sidrería, cómo no.
Donde comí muy bien ayer fue en LA Salgar, en esa línea sencilla y sabrosa que parece ser definitivamente la del restaurante. El que no estuvo a la altura fue un Goliardo Loureiro 2005, sucio en exceso, y que empezaba a estar caído.
ResponderEliminarLa loureiro es el menos interesante de los goliardos a medio plazo -en mi opinión. Es un vino fresco, muy balsámico y con buena acidez, pero creo que le falta estructura para envejecer.
ResponderEliminarNunca hubiera imaginado que algún restaurante fuera para atrás como los cangrejos. En Casa Conrado llevaban todo el año con el IVA incluído en los precios de la carta. Pues ya no, han vuelto al lado oscuro y vuelven a poner el "7% de IVA no incluído".
ResponderEliminarMal, muy mal.
Por aquello de que los tópicos navideños son insidiosos y en cualquier parte te pueden asaltar he decidido reclutar unos guardaespaldas de la Legión Francesa.
ResponderEliminarTipos duros, de otra pasta, pesos pesados, rocosos, compactos.
Después de vaciar mi nevera de blanditos sólo mantuve a uno por si tiene que ejercer de negociador; alguien más sutil, más conciliador: un Valençay. Lo demás, luchadores curtidos.
Engaña por su apariencia más tierna, por su acento leve, el Comté Fruité, que tiene recursos de sobra para someter a cualquier paladar silenciosamente, sin que nadie se percate de su presencia.
¿Qué vida azarosa habrá llevado hasta estas filas a un suizo, a L'etivaz? Tras cruzar la frontera e incorporarse al equipo, es otro que encubre bajo sus modales finos a un experto en asaltos y fugas, otro que se te mete en el gusto y en la nariz sin que lo esperes y te despista con ese color cetrino.
Los dos últimos miembros del equipo no engañan a nadie: su talla, su aspecto, intimidan. Comté y Beaufort son sin más unos titanes que van directos a la acción, a tomar el plato y resistir ahí.
Los he armado con un riesling joven para que lo usen de medida de distracción y con un pan de escanda recio como ellos (No sé su origen -¿de Grao?- porque de los panes de Marga me fío sin preguntar mucho)
Ahora ya puede llegar la felicitación de El Corte Inglés, ya puede llamar ese familiar que te aprecia tanto una vez al año, ya puedo comprobar que el 24 a las nueve el mando a distancia se vuelve inútil o ya puede la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre escoger la nueva cara de Belén Esteban para los sellos de 32 céntimos, que yo estoy protegido. No me pillan con el estómago vacío ;-)
Jorge, de marga la de donde la gasolinera de pumarin?. Seguramente sea un pan de las cruces, panadería histórica y con buenos panes.
ResponderEliminarQue riesling fue ese?. Yo le pegué a un Emrich schönleber Lenz 07 nahe, básico, dentro de su sencillez me resulto cumplidor aunque un poco alto de acidez.
Pues sí, Sibarita, esa Marga. Gracias por la información.
ResponderEliminarEl riesling era un Selbach Oster Spatlese 2007.
Jorge, de marga a mi me flipa el pan de centeno de cangas, si vas relativamente temprano lo suele tener, formato pequeño y grande.
ResponderEliminarTostado con un poco de aceite es un vicio, dura 6 días antes de endurecer pero lo metes en la tostadora y como nuevo.
Ese riesling es uno de coalla de botella verde y de unos 10-12 e la botella?
Estoy haciendo una comparativa de hogazas con todas las variedades que voy encontrando allí, una diferente cada vez (en la variedad está el gusto)
ResponderEliminarY sí, el vino es ese mismo.
De ese Riesling Spätlese 2007 he trasegado tres botellas, no por casualidad. SAle por 18,9 euros en la tienda Coalla de interné.
ResponderEliminarCreo que de Comté no he probado ninguno que no me gustara.
Carlos , totalmente de acuerdo. ES más ,me lo quedé después de pedir un Pecado 2005 y un Caiño 2005 que tenían en carta pero no en bodega. La chica , con total naturalidad, me dijo que el mismo que el Caíño, pero que SOLO cambiaba la uva.
Me regalaron un surtido variado de bombones de Neuhaus, la nueva bombonería de calle Uría, y no están nada mal
ResponderEliminarHay que reivindicar el pan de verdad. En el Mercado del Sur (Gijón), hay una panadería en frente de la pescadería Pedro II donde tienen un pan cojonudo. Sus hogazas de trigo y de centeno son excelentes, y aguantarían esos cuatro o cinco días si no nos las comiéramos mucho antes.
ResponderEliminarEn una panadería al lado de los antiguos cines Hollywood tienen pan de Cangas y pan de Taramundi que no se los salta un caballo tampoco (y auténtica harina de fuerza, imprescindible para las mejores pizzas).
Menéndez, totalmente de acuerdo. Yo en Oviedo suelo coger una hogaza de Taramundi en una tienduca que hay al lado de la pescadería Rafa,casi enfrente del nuevo CC Buenavista. Aunque me gustan más las hogazas del El HOrno del Fontán, el que hay según se entra en la calle que baja de la plaza del ayuntamiento, tanto las de trigo y centeno (que es mezcla de trigo y centeno, como la mayoría), como sobre todo , el de escanda, con una miga densa y mismosa, un punto de acidez, una corteza crujiente,...aunque no aguanta tanto como otros en óptimas condiciones.
ResponderEliminarSe me olvidó decir que en la panadería del Mercado del Sur antes citada tienen pan de escanda, que a mí me vuelve loco, con esa acidez y esa intensidad de sabor... pero que mi mujer no aprecia como yo (dice que es demasiado fuerte).
ResponderEliminarTampoco es barato, y al fin y a la postre solemos terminar comprando o la hogaza de trigo o la de mezcla (como bien dices) de trigo y centeno.
Buenas
ResponderEliminarDile
Grande la sumiller del Goliardo pero grande
El Riesling del que habláis reposa también en mi estómago, lo que siempre hablamos por ese precio, es imposible encontrar mayor gratificación, son un valor casi seguro los Rieslings?
De León Beyer qué opinión tenéis, es alsaciano?
Los duendes del día de hoy, han colado una interrogación, doy por hecho que son un valor casi seguro
ResponderEliminarApetece un montón el restaurante PORTAL FÒSC del que habla Régol en su último post , y más costando 38 euros el menú.
ResponderEliminarYo de Leon Beyer he probado cal y arena... curiosamente el riesling básico me gusto, con un precio la mar de interesante (sobre 12 euros, creo recordar)...
ResponderEliminarEse precio es el que he visto
ResponderEliminarLo he visto en una tienda hoy de Bilbao, tienen el básico y el Gewurztraminer
Un abrazo
El Gewurtztraminer fue el que no me gusto.... ;-(( y eso que las pocas veces que he probado esa uva en Alsacia siempre me pareció interesante...
ResponderEliminarMe acabo de abrir este Les Veroilles. No deja de sorprender que ese cuerpo tan ligero encierre tanto. En el mío, en nariz apenas noto suciedad, y sí guindas , balsámicos y unas notas vegetales, por decir algo, porque es un todo armónico, fresco y hondo que alegra cuerpo y alma. En boca está perfectamente sujetado por la acidez, que aunque subida corroboro lo de integrada. En boca sí noto algún cuero (que no domina) y otras notas más ocres y terrosas. Sin duda una excelente aproximación a la Borgoña. Para mi ha sido un bálsamo en un día duro de invierno.
ResponderEliminarMe apunto Dile tu frase, "como algo tan ligero puede encerrar tanto".
ResponderEliminarEso es Borgoña
Un abrazo