lunes, julio 23, 2007

Los Nogales

A Los Nogales se llega después de unas decenas de curvas de carreteras secundarias, de perderse un par de veces y de ir conociendo al paisanaje del lugar pidiendo indicaciones. Pero si en sitio tan complicado un restaurante no solo sobrevive sino que llena con facilidad durante años, es que algo debe de tener, y en mayor medida si es un restaurante de los de pescado y marisco en un sitio de público que presume de ser (y lo es) tan ictiófago y mariscófago (perdonen el palabro) como el de Gijón. Y lo que tiene casi siempre es un género espectacular.


Siendo verano se está muy agradablemente en la terraza cubierta sin la necesidad de aire acondicionado, así que alli nos sentamos los tres que íbamos, aunque dejáramos de tener las preciosas vistas del comedor.


Del aperitivo, una especie de queso filadelfia a la pimienta negra con aceite de oliva, mejor olvidarse.
De primeros compartimos dos andaricas (macho) grandes como centollos (14 eu.), a la plancha,muy buenas, y unas almejas, también a la plancha, con un ajo frito picado, algo excesivo, y que, siendo de buenísima calidad y frescura, tampoco están en su mejor época, lo que no fue óbice para que nos las ventiláramos en un santiamén y alguno incluso se atreviera a mojar en la salsita (30 eu.- 1/2 kg.).


Pero Los Nogales es sobre todo famoso es por la magnitud y calidad de sus parrilladas. Esto en Gijón significa, por lo general, que media ración da para que uno se harte . Como éramos tres , pues optamos por dos raciones de parrillada mixta (56 eu. ración), en las que venían más almejas, un buenísimo pixín, una buena chopa, un poco pequeña, y un fantástico rodaballo, no muy grande, pero extraordinario en la textura y la grasa, y por supuesto en el graso y dulce sabor marino. Tuvieron la gentileza, ya que habíamos pedido andaricas, de no repetirlas e incorporarnos un bugre de más. Serán de cetárea, pero no tenían nada que ver con los que tomamos el otro día en Madrid. Estos empezaban a tener tamaño y estaban muy buenos. El toque de plancha, muy fuerte y breve, impecable para pescado y marisco . En la bandeja, por más que nos esforzamos, se nos quedó un par de trozos de pescado y medio bugre. Disculpen que la foto no hiciese honor a la parrillada, pero es que estaba muy ocupado procurando que el género no se enfriase en el plato.


La mano que tienen para el pescado y el marisco les falta sin embargo para los postres, que por muy especiales que fueran venían mazacotes, planos, difíciles de acabar.


Buen servicio, muy eficaz. Pan normal y café mediocre.


Bebimos con un Abadía de San Campio de Terras Gauda, equilibrado y muy agradable (21 eu.).


En resumen, un restaurante de producto, impecable, honesto, y bien tratado. No lo regalan, pero el producto de calidad no es barato y solo con el pescado de la parrillada salían 10 raciones de las de Nueva Cocina.


Nota general:6
Emoción: 6,5

Dirección: La Aldea, s/n. Santurio. Gijón.
Teléfono:985 336 334.

6 comentarios:

  1. Buena pinta. Menos mal, ya que las parrilladas de pescado suelen ser una ruina en muchos sitios.

    Yo estuve en el Real Balneario de Salinas. Mucho mejor que la última vez que estuve. Un magnífico atún con vegetales, un extraodinario virrey al horno y una buena lubina al champagne con el único pero de la salsa, con demasiada nata. Los postres aceptables.
    Tuvieron un feo detalle. En la cuenta pusieron el concepto "entada-pan". Coño, si me pones una entrada que no pedí no la cobres que queda muy mal hombre. Empiezo a ver esto con más frecuencia de la deseable. :-(

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  2. El pescado en el Balneario es casi siempre soberbio. Ya me dijeron por ahí también que el atún que tiene es espectacular.Si no voy tanto como quisiera, es,aparte del concepto pan-entrada,por lo elevado que suelen resultar las facturas, especialmente si se sale uno de la carta.

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  3. Yo no pido nunca fuera de carta, a veces ni siquiera sirve preguntar el precio. Hace ya unos años en La Alberca (Salamanca) nos recomendaron un vino fuera de la carta. Preguntamos el precio y lo pedimos. Pues bien, cuando llegó la cuenta, el vino venía marcado con el doble de lo que nos dijeron.
    Armamos una buena, menos guapos les llamamos casi de todo pero no hubo manera de que lo reconocieran, y evidentemente al no venir en la carta de nada hubiera servido pedir la hoja de reclamaciones. No me pasa más.

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  4. La parrillada de pescado y/o de marisco son de los platos que por norma nunca pido,la mejor que he tomado no pasaba de mediocre , me alegra saber que existe algún sitio donde se puede pedir, es como un milagro.

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  5. ES cierto Yerga que las parriladas normalmente se aprovechan para ir liquidando el fondo de cámara y dando el gato de pienso por la liebre de campo.
    Sin embargo tanto aquí, como en La Zamorana (algo más escasa y cara, con exceso de langostinos, pero con el pescado de roca impecable), y la de El Hórreo de Antromero, (similar a esta aunque con habitual exceso de sofrito de ajo y aceite), se puede disfrutar de buen pescado de roca, normalmente rodaballo y chopa,en las parrilladas.

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  6. Tomo nota , se me acumula el trabajo en Asturias

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