A unos pasos de Acio se encuentra El Mercadito, cerca de la catedral. Oficia el cocinero Gonzalo Rei miembro del grupo Nove. Casi se puede decir que no conozco el restaurante excepto el lounge de la entrada ya que al haber reservado como no fumadores nos asignaron mesa en un reservado nada más pasar el lounge y no vimos el resto del local.
Nada más sentarnos el camarero trajo una hoja y nos dice que esa noche había un menú único y no se podía pedir por carta. Mal. Muy mal. Deberían haber avisado en el momento de hacer la reserva. Precísamente descartamos un afamado restaurante compostelano por ese motivo y resulta que nos lo encontramos aquí sin saberlo. En su descargo, nos dijo que podrían cambiar algún plato si no nos gustaba como así hicieron. El menú costaba 48€, IVA incluído.
Extrañamente no trajeron ningún apertivo y rápidamente llegó el primer plato: foie con manzana y naranja. Muy buena combinación del foie graso con el dulce de la manzana, el toque agridulce de la naranja y el punto salado de las escamas de sal. Tal vez un poco pequeña la ración. El plato original era gambón tibio con mayonesa de soja el cuál cosechó elogios también.
El siguiente plato fue ensalada de tomate marinado y brandada de bacalao. Una original presentación con un tomate relleno de brandada y acompañado por lo que parecía una salsa a base de aceitunas negras. Simpático el concepto y aunque el resultado no sea espectacular estaba bien.
Seguimos con una reinterpretación del clásico por excelencia de la cocina gallega: pulpo a nosa feira con patata ahumada al haya. Excelente. No me suelen convencer las preparaciones de pulpo que se aparten de la tradicional "a feira" pero aquí el cocinero se luce. Perfecto el punto del pulpo, sabroso, acompañado de una magnífica crema de patata, riquísima. Lástima de la poca cantidad.
Para acabar con los entrantes, un huevo de las gallinas de mi madre con pisto. Supongo que hecho a baja temperatura, con una crema de patata y me dió la impresión que también con aceite de chorizo además del pisto. Otra reinterpretación de un plato tradicional muy lograda. En el plato original el ingrediente era centollo y evidentemente difería bastante de éste.
Pasando al pescado, fue una robaliza asada con pil-pil de albahaca y limón dulce. Lubina, un pelín más pasada de lo que nos gusta pero sin estropear el resultado final. Muy logrado el pil-pil de allbahaca con el toque original de la espuma de limón.
Como carne nos pusieron una ternera estofada en vino de Monterrei en su punto con una rica salsa y acompañada de una tartaleta y un trozo de membrillo, si no me falla la memoria.
El primer postre consistió en una tarta de trufa con soda de naranja magnífica, intensa y golosa. Nos gustó mucho. Por último nos pusieron un milhojas de hojaldre con crema de vainilla igualmente excelente donde no supimos decir qué nos gustó más, el hojaldre ó la crema de vainilla. Muy bien ambos postres.
Como con el aperitivo tampoco trajeron ningún detalle en forma de petit-fours.
La carta de vinos simplemente aceptable y un poco cutre su presentación en unas hojas y unas tablillas. Pedimos un Galgueira Selección 2008, 22€, blanco de Valdeorras y como se puede ver en la foto a pesar de pedirle al camarero más de una vez que echara más agua y hielo, no hubo manera. Fue el único punto negativo del servicio que por otra parte fue bastante correcto.
Nos gustó el menú en conjunto aunque pensamos que en los postres estuvieron algo por encima de los platos salados, que por otra parte tienen un buen nivel y más teniendo en cuenta los 48€ que cuesta el menú, algo difícilmente encontrable en otras partes de España en un menú de características parecidas. A pesar de ser una cocina con toques creativos y variaciones sobre la cocina tradicinal da la impresión que la intención del cocinero es no asustar a algún tipo de clientela tradicional con excesiva novedad y darles sabores de toda la vida vestidos de otra manera y con buen resultado. A mi me gustó y al igual que con Acio también lo recomiendo a quien visite Santiago.
Nota general: 6,50
Emoción: 7
El Mercadito
Rúa das Galeras, 18, Santiago de Compostela
981 574 239
http://www.elmercadito.es/
toni
Es una apreciación tremendamente subjetiva pero viendo el enunciado de los platos y sus fotos, me atrae más la propuesta del Acio
ResponderEliminarUn abrazo
A mi también. Prefiero conocer Acio aunque lo de los postres anima un poco más.
ResponderEliminar¿No era poca comida? Me pareció todo mínimo, cosa que está muy bien, pero si pusieran más platos.
José Luís está desesperado con vosotros, por si no habéis leído el último comentario del anterior post, muy interesante por cierto.
ResponderEliminarLa verdad es que apetecen los dos , aunque un poco más el Acio.
ResponderEliminarCoincido con los dos. Me gustó más Acio y así lo valoré en la "emoción", pero está bien.
ResponderEliminarY sí, era poca comida. Hubiéramos comido más. Pero bueno, por 48€...
Yo creo que Acio y El Mercadito no son equiparables, aunque personalmente me gustan mucho los dos, cada uno en su línea. Una pena que un par de detalles ensombrecieran una visita que podría haber dado más de si.
ResponderEliminarToni, comenta algo del vino hombre.
ResponderEliminarApetecible pero parece que te quedas con hambre, por el tamaño de los platos.
Malvado, en cuanto a LA TAberna del Zurdo, creo que es un sitio en el que puedes salir satisfecho si no vas con expectativas , no sé si me explico. A mi me parece una buena opción en Oviedo para una comida agradable.
ResponderEliminarEl Gigognan se portó muy bien. Cómo cambia la garnacha (80 % frente a un 20 % de syrah) cuando viaja al norte d elos Pirineos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSibarita, el vino estaba bueno pero necesita botella. El Galgueira 2007 me pareció en su momento uno de los mejores blancos gallegos que haya probado.
ResponderEliminarDiletante, ¿qué le pasa a la garnacha cuando "viaja" al norte?. ¿Se constipa?. ;-)
ResponderEliminarPara los que suelen comparar el humo del tabaco con la contaminación ambiental quue echen un vistazo a esto
ResponderEliminarMarcho ahora mismo a un concierto de Vinnie Moore con parada para avituallamiento aquí.
ResponderEliminarToni, más que resfriarse, se refresca y elegantiza.
ResponderEliminarHoy llamé al Corral para ir a darme un homenaje y lo tenían lleno al mediodía y a la cena. ESto de la crisis va por barrios.
Para resarcirme, me fui a Rafa y me cogí unos oricios, unas cigalas terciadas y vivas a 49,8 el kilo (salieron un poco fuertonas, como enlodazadas), y unos lenguados de medio kilo a 19,8 el kilo, que estamos en temporada y se acaba rápido, que muriron en una menier ligera, tiesos y espléndidos. Por cierto, que de paso aprendí que la xarda no es lo mismo que la caballa.
Eldi, cuenta eso de la xarda y la caballa, que ese día piré clase.
ResponderEliminarCurioso lo de El Mercadito. Repaso mi propia experiencia del pasado verano y veo que reinciden en los errores: problemas con la información, con el servicio del vino (seguro que por escasez de personal) Una lástima, porque la propuesta gastronómica es interesante.
ResponderEliminarTambién me sorprende lo parecido de los menús, los pocos cambios pese a ser temporadas bien distintas (Es decir, el menú es ajeno a la temporada)
Aún así no puedo modificar mi elección por desconocimiento: salí satisfecho de El Mercadito pese a algún lunar y no comí en Acio, así que sigue pendiente el dictamen.
Por cierto, Toni, no sé cómo te atreves a seguir yendo tanto a Galicia pese a lo tuyo con el marisco :-))))
Estuve hoy comiendo en la Taberna del Zurdo y no me dio mucho más. Me explico, la comida no estaba mal, pedimos un guiso de langostinos con crema de patata (exquisito) y un risotto de boletus y parmesano (con demasiado parmesano y poco boletus), un par de copas de Agnusdei 2008, pan y una botella de agua, en total 43 euros, y si la comida como digo no estaba mal el servicio fue un poco regulero, yo se que tengo que esperar 20 minutos por un risotto, pero no se porque tengo que esperar 20 minutos por que me traigan la carta de postres (me cabreé tanto que no pedí) ni otros 15 para que me traigan la cuenta, sobre todo si el restaurante está medio vacío. Además, esto ya es pijería mia, tiene una decoración horrorosa! El próximo día me voy a conocer L'Alezna tapas que creo que me va a dejar más satisfecha.
ResponderEliminarY otra cosa, ¿por que en la mayoría de los restaurantes te miran como si estuvieses loca por pedir la botella de vino para llevar? Si me pido un vino de 30 euros y me sobra más de la mitad no se porqué tengo que dejárselo al bar. ¿Qué opináis?
Malvado, un mal servicio , como sin duda sufriste,desluce cualquier comida. LO de llevarse la botella de vino no solo no debiera estar mal mirado, sino que debiera animarse a ello, para que así más gente , a su vez, se animase a pedir vino para comer. Hubo una iniciativa para ello de unos cuantos restaurantes (recuerdo Los Tres Caracoles),que te la envasaban al vacío y te daban una bolsita para llevártela. Una pena que dicha iniciativa no prosperase.
ResponderEliminarJorge, en cuanto a la caballa/Xarda , por lo visto pertenecen al mismo género pero son especies distintas. Me decía que había la misma diferencia que entre el bonito del norte y el atún claro. La xarda, por lo visto, tiene las rayas negras en el lomo bien perfiladas, es más estilizada,y es de mejor calidad, mientras que la caballa es más regordeta y viene más moteada de manchas negras. Recuerdo que alguna diferencia sí se hacía en Málaga entre el Verdel y la Caballa. Yo hasta ahora pensaba que todo era lo mismo, y aún con las explicaciones no sabría distinguirlas.
ResponderEliminarLimonta no está sola, creo que Malvado Ming debe ser Malvada...
ResponderEliminarEn L'Alezna al menos tenían unas bolsitas de papel muy chulas, de Casa Gerardo me llevé el vino en una bolsa del Alimerka!!! Después de haber pagado 200 euros me pareció lo más :)
ResponderEliminarEncima te tendrán que dar una bolsa de Gucci!!!!!
ResponderEliminarHombre, de Gucci no, pero no deja de tener gracia que en uno de los restaurantes más reputados de Asturias no tengan bolsitas para las botellas, te enseñan una cocina más sofisticada que el Endeavour y luego sales de allí con el vino en una bolsa como un yonki de Baltimore. En muchos restaurantes me la he llevado en una bolsa de supermercado y me ha parecido normal, pero lo de Casa Gerardo me llamó la atención.
ResponderEliminarCurioso, Malvado Ming, yo también he ido a comer hoy a La Taberna del Zurdo.
ResponderEliminarEn mi caso, el servicio fue bueno, rápido y amable, probablemente porque llegamos a comer a las 14:00 y fuimos los primeros en nuestra parte del local en pedir. El único problema lo tuvo la mocina en abrirnos la botella de cava (Agustí Torelló Brut Reserva), ya que pegó un corchazu impresionante y derramó una buena cantidad por mesa y suelo (y eso que no ganamos ningún gran premio).
La comida, a mi me gustó bastante, sobre todo una pasta pequeñita con trufa (puntalette), y el guiso de langostinos, que estaba buenísimo. Otras cosas, como el lingote de oro y el dim sum, prescindibles. Buen postre (crema de arroz con leche con helado de vainilla), y buen café.
Todo, casi 100 euros justos.
La botella nosotros nos la acabamos, como siempre.
En todo caso, disiento; en nuestra zona (la pegada a la puerta de la cocina), estaban completamente ocupadas las mesas, y según salíamos, vimos muchas mesas ocupadas, lo que nos llamó la atención, aunque hoy, con el día tan guapo que hacía, se veía más movimiento.
Avelino.
La comida estaba muy rica, que al final es lo más importante, pero con toda la oferta que hay valoro mucho los detalles que son lo que al final marca que te quedes con ganas de volver a un sitio. Y hay veces que tienes felling con un local y otras no.
ResponderEliminarY el servicio fue bueno en lo que se refiere a trato, exquisito incluso, pero si tengo que esperar 20 minutos a que me traigan una carta de postres es que algo falla porque esté lleno o vacío un restaurante tiene que tener el suficiente número de trabajadores para atender el local, digo yo.
Viciosísima la tarta de mousse de chocolate de Santa Cristina
ResponderEliminarFlojete el vino La Tour de Bon de Bandol.
Buena comida ayer en El Cenador de Amós, no espectacular pero de buen nivel. Por cierto, 3,42€ un café espresso es a todas luces una pasada.
ResponderEliminarHe comido bastantes veces en el cenador de amos,y siempre salí agusto, aparte tienen una finca preciosa.Lo que es una pasada es lo del café,aunque sea arábiga se pasan un montón,por poner un ejemplo en Oviedo puedes tomar el blue mountain por 2.50 o 3euros según el lugar y es el mejor café que se puede tomar.
ResponderEliminarCarlos.
Buenos días,
ResponderEliminarMickelson: ya veo. Gracias; no lo sabía. Qué bien.
Yo a El Cenador de Amós estuve sólo una vez y fue una boda. Una boda que estuvo muy bien en todos los sentidos, y me encantó el sitio.
Dices lo de 3,42€ el café. Es demasiado. Para consolarte, te diré que a mi en un sitio de Madrid que está en la lista de los que se han metido en el rollo de la semana "El Arte y la moda en los fogones", con un menú de 30€, me cobraron por la cañita del principio y el café del final un poco más de 10 euracos. Con el vinito, al que también le meten un buen márgen, fueron 50€, de los que uno irá a no sé qué rollo bondadoso. Y la comida, de mala a muy mala.
Lo de llevarte la botella de vino no acabada, que comenta Malvado Ming, en los casos en que te lo discuten es para pasarlos a lo alto de la clasificación del cutrerío. Es tuya, que para eso la vas a pagar completa, y hay mil razones que pueden hacer que no puedas o quieras terminarla. Dado que el envase es perfecto para llevar... 2+2=4
ResponderEliminarComo dice Eldi, incluso debería fomentarse la idea. Yo me llevé muchas de L'alezna (Caces) y de Los Tres Caracoles, lo que me permitía incluso abrir dos vinos distintos en la misma comida, cosa que llegué a hacer (entiéndase para una persona sola, conque imagínense opciones para dos o más) Ese vino que te parece que va a necesitar más tiempo abierto, esa copita o dos más que entrarían pero ya no vas a pedir otra por eso... Un montón de razones para apoyar lo de la bolsa.
Además, por aquí hay incluso fetichistas que coleccionan (coleccionamos) botellas que han significado algo especial, y las pedimos incluso vacías.
Por cierto, entre todo el revuelo de locales citados por un motivo u otro hay uno donde en su día se quejaban de que los clientes se llevasen el vino sobrante, que ese lo aprovechaban para guisar. Eso decían.
¿En serio es lo del vino para guisar que cuentas? ¡Que cutrerío!.
ResponderEliminarPasamos al balance del fin de semana.
ResponderEliminarDefinitivamente, de la oferta actual de Pomme Sucre me quedo con los semifríos, con sus vasitos. Aunque tratar de llegar a casa con sólo dos en una bolsa de papel mediana (se habían acabado las cajas) y a través de las riadas de gente del carnaval bis (versión Oviedo) tiene algo de aventura. Pues con todo, prueba superada. Mérito de la dependienta que los forró bien con papel y mérito mío que los defendí de la multitud.
Para un capricho de vez en cuando están bien.
Eso sí, me sigue pareciendo un disparate medioambiental -y que repercute en el precio- desechar los vasos una vez consumido el postre. Alguno lo aprovechas en casa pero tantos...
Pues sí, Toni, tal cual lo lees. Y dicho tranquilamente ante testigos no clientes, sin ningún rubor.
ResponderEliminarPero lo principal del fin de semana fue (y aún dura) el diálogo con un Clos de la Coulée de Serrant 2000, en el límite difuso entre su vejez y un defecto del corcho. Esos hongos, ese deje terroso en nariz...
ResponderEliminarVamos, que mi impresión es la de estar a la cabecera de una celebridad en sus últimas horas, que te cuenta con voz débil, entrecortada, grandes asuntos de los que fue parte.
Pienso que la "enfermedad" está ahí pero que debajo se defiende, se rebela y se revela un gran vino.
Que no se me olvide: gracias, Eldi, por el apunte de la lección de la Cátedra Rafa.
ResponderEliminarJorge
ResponderEliminarYo el Coulée del 2000 tuve la suerte de que me saliera de cara y disfruté de él como un cosaco
Pero es más que un vino lo definiría como una ruleta, hay más posibilidades de que salga malo que bueno pero cuando sale bueno....
Le diste mucha aireación?
Un abrazo
Jorge, me has dejado preocupado con el Coulée, que tengo una botella por ahí guardada. Este finde la abro
ResponderEliminarSí, lo puse a respirar de lo lindo. Fui dosificando copas, así que hubo de todo (trasiego a decantador, bastantes vueltas, tiempo abierto, vuelta a la botella y sin vacío, más aireación...) Y aún quedan un par para esta noche.
ResponderEliminarAquel 2004 del Coulee fué tambien una pequeña decepción, esa irregularidad...nose yo no se yo...
ResponderEliminarJorge
ResponderEliminarPor lo que cuentas, salvo que esta noche resurga, no descartable, creo que la ruleta del Coulée te salió esquiva
Un abrazo
Albertobilbao,
ResponderEliminardisiento. Ese vino es así. Tiene notas que recuerdan a la humedad que luego se van y después vuelven. Otras veces a champiñón, a veces da un toque de botritys y a los cinco minutos no...
Es un vino tan raro y tan complicado que no me extrañaría que la mayor parte de la gente lo rechazara por defectuoso.
Pisto
ResponderEliminarYo he probado esa añada y los recuerdos de botrytis estaban bien presentes, en mi botella los recuerdos de champiñones no aparecían
Alberto,
ResponderEliminarhablaba en general, no del 2000. He podido probar varias añadas, ahora no recuerdo cuáles (pero seguro que un 1990, un 1996 y un 2007, aunque me suena haber probado alguna añada de principios de esta década, quizá un 2001 ó 2002, no estoy seguro) y es un vino que cambia a lo largo de su maduración en botella, que evoluciona en la copa como ningún otro vino que yo haya visto, y que se beneficia de aireaciones de días, en vez de horas.
No es raro que al abrir la botella te parezca que esté muerto.
Pisto
ResponderEliminarCorroborando lo que dices a mí el del 2000 es el vino que más me durado vivo en el decantador, casi tres días
Yo por desgracia no tengo tanta experiencia en añadas del Coulée, un 1990 estará bien para tomarlo ahora o es más posible que se encuentre ya apagado?
Un abrazo
Vete tu a saber. El 1990 creo que lo tomé con unos amigos allá por el año 2002, año arriba, año abajo. Y por aquél entonces me pareció un vino rarísimo.
ResponderEliminarEstos días probé casi seguidos dos blancos gallegos muy reconocidos por crítica y guías: Pazo de Señorans Selección de Añada 2004 y Sol de Señorans 2006. Carísimos. Del Pazo ya había probado otras añadas y me parece un vino muy sobrevalorado y el Sol ni fu ni fa.
ResponderEliminarEl Pazo de Señorans básico está por lo menos igual de bien y cuesta mucho menos.
Joder Jorge, como para pedir en cualquier sitio que te pongan para llevar la comida que sobró. Te dirán que es la que usan para rellenar los canelones, cosa que no me extrañaría nada.
ResponderEliminarLo que dice Malvado sobre la tardanza en cierto sitios, máxime si tienes que reservar, me parece vergonzoso. Siempre lo dije, había que hacer lo que hace el chigrero siempre con sus proveedores cuando hay algún problema....decirles NO TE PAGOOOOOOOO, ya verás como despertaban y atendían como procede.
Bastantes hosteleros, no todos, se creen parte de un gremio especial para el que no rigen las normas de otros sectores.
ResponderEliminarMuchos, no todos, comenten ilegalidad a la hora de no incluir el IVA en sus precios; muchos, no todos, y todas las asociaciones de hostelería exigen unas prebendas en el funcionamiento de sus locales que no tienen el resto de actividades empresariales, y muchos, no todos, anteponen sus beneficios a la salud de sus trabajadores y de muchos de sus clientes, además de tener alguna ventaja que no tienen otras actividades empresariales.
Lo dicho, un gremio curioso.
Ah, Sibarita, no he pasado por alto tu comentario ;-)
ResponderEliminarDigamos que prefiero lo que tiene que contarme este enfermo de gran pasado y rica vida que la voz ruda y chillona de algún castellano pretencioso que repite el mismo discurso: más madera.
Allez les bleus! Vive la France!
:-)))
Caminando hoy por Gijón, me encontré que Tino Helguera abrió una bombonería/pastelería en la calle Donato Argüelles. Poco más allá había una pequeña pescadería con un género bastante aceptable y de precio ajustado . No me quedé con el nombre. En todo caso, mucho mejor que un decepcionante Mercado del Sur, donde me encontré con una mujer anciana que se quejaba de que vendían el pescado a precio de caviar, y que me animaba a comprar los reyes (con algún pulpo, de lo poco aprovechable), diciéndome que había que fijarse en que los ojos estuvieran cerca de la boca para no confundirlos con las palometas rojas, que , en mi caso, siempre pensé que eran ,o mismo.
ResponderEliminarVoy a pasarme unos días por Sevilla, alguna recomendación? tanto formal como informal.
ResponderEliminarMickelson, sorry , pero desde la EXpo que no voy por SEvilla.
ResponderEliminarAh, se me olvidaba comentar que en Coalla vi que tenían de oferta el Paco y Lola del que hablamos a 8,95 euros la botella. Yo ,eso sí, preferí llevarme unas de un SAncerre 2005 de Vacheron
Mickelson , te hago un copio y pego de un comentario de Emiliano que aparece en la wikisalsas del blog amigo de Los amigos de Liga...:
ResponderEliminar"Alhucemas, en Sanlúcar la Mayor. Un number one; uno de los mejores sitios del mundo para tomar pescaito. Los boquerones al limón insuperables.
Yebra, creo que ya está nombrado. Uno de los mejores picoteos de Sevilla. Lejos del centro.
Los Palacios, probad los tomates aliñaos y las frituras. Manteles de papel, camareros bordes, un servicio al que hay que entrar de perfil. Merece muchísimo la pena.
Jaylu. D. Raimundo dice que tiene producto de segunda a precios de primera. De acuerdo sólo con lo segundo. O a lo mejor es uno de esos sitios irregulares. No sé.
La Moneda, en el Postigo, enfrente de la catedral. Me gusta la barra y la mesa, además los camereros me caen bien.
El Becerrita, que ya ha nombrado Ligasalsas.
Manolo Vázquez, buen género cerca del AVE.
Las chacinas y más cosas en Sierra Mayor, al lado del Ayuntamiento.
El Eslava, enfrente del Jesús del Gran Poder. Bar de tapas y al lado el restaurante donde Sixto hace, si se lo encargas, un steak tartar de escándalo.
De cocina creativa el Az-Zait, que a Weirdo no le gustó, y el Abantal. Por mi experiencia mejor el segundo."
Ah!, y no os perdáis el último artículo de RGS, que creo que puede ayudar a entender algunas de las posturas tan críticas que he/hemos mantenido con la crítica gastronómica. Destaco el párrafo: "En definitiva, la Prensa gastronómica no vive de sus ventas, sino de los anunciantes y de los servicios paralelos que puede ofrecer, así que, bajo estos parámetros, es difícil pensar en una crítica veraz, independiente, en suma, creíble".
ResponderEliminargracias Dile
ResponderEliminarBuenas noches,
ResponderEliminarEn el blog de Tony, una buena explicación sobre lo que hubo en Madrid Fusión. Muy claro y ameno, buen resúmen de lo que vió Cavatappi.
Les voy a relatar un sucedido:
ResponderEliminarTres hombres de diferentes lugares se casaron:
El primer hombre se casó con una madrileña. El día después de la boda le dijo que tenía que lavar los platos y que la casa tenía que estar super limpia cada día. Al hombre le costó ver mejoras en la casa, un par de días, pero para el tercer día la casa ya estaba reluciente y los platos limpios y guardados.
El segundo hombre se casó con una mujer de Andalucia. El día después de la boda le dio órdenes de limpiar la casa a fondo, lavar los platos y cocinar bien. El primer día el hombre no vio ningún resultado, pero al día siguiente la mujer fue mejorando. Al tercer día, el hombre ya empezó a ver la casa super limpia, los platos limpios y colocados en su sitio y un gran banquete en la mesa como cena.
El tercer hombre se casó con una mujer asturiana. El día después de la boda le ordenó que la casa estuviera siempre impecable, los platos limpios y colocados en su sitio, la ropa lavada, doblada y planchada y la mesa puesta y la comida lista esperándolo cada día cuando él llegara de trabajar. El primer día él no vio nada, el segundo día tampoco vio nada. Para el tercer día, la hinchazón del ojo ya se le fue bajando y pudo ver un poco más por el ojo izquierdo, y el brazo ya no le dolía tanto y pudo prepararse un bocata él solito y vaciar el lavavajillas.
... ye lo que hay
8->
Muy pero que muy interesante el artículo Dile, resumiendo viene a decir que los críticos son como todo el mundo, no escupen en la mano que les da de comer.
ResponderEliminarPero es lo que hay ...