Hace ya unos días que abrimos otro de esos fantásticos y afrancesados “supertoscanos”, en este caso uno de los nacidos al abrigo del éxito de los pioneros Sassicaia y Tignanello : un Ornellaia (Cabernet Sauvignon 65%, ,Merlot 30%, Cabernet Franc 5%), de la difícil cosecha, según se desprende de su web, del 2002. Es el vino franquicia de la bodega Tenuta dell'Ornellaia, que elabora uno superior, al menos en precio, llamado Masseto ,100% Merlot, y dos inferiores, o más baratos, llamados Le Serre Nuove y Le Volte. Cuenta desde su primera añada, allá por el 1985, con el asesoramiento de Michel Rolland. Fue precisamente en 2002 cuando su creador, Ludovico Antinori (hermano del Antinori del Tignanello), la vendió en su totalidad a los americanos de La Robert Mondavi Corporation de Napa (California), y desde entonces parece que es un poco más difícil no dejarse una buena pasta para probarlo. En tienda suele oscilar entre los 100-120 euros.
En copa tenía un color rojo picota con tintes violáceos, bastante cubierto y un poco apagado. En nariz presentó unos aromas de reducción importantes, pero nobles, que terminaron de irse al cabo de una buena oxigenación, quedando en agradables notas de cuero. Aún así decepcionaba por su poca intensidad, complejidad y concentración. En boca presentaba un paso fino pero desequilibrado,poco integrado, donde cada cosa parecía ir por su lado. No dejaba de tener , aún así, un carácter tranquilo, con cierta elegancia, que no conseguía borrar, sin embargo, una sensación de desencanto. A falta de vino , nos pusimos a darle a la parpalluela un buen rato. Y cuando retomamos lo que quedaba en nuestras copas, no pudimos dejar de reconocer que aquello había cambiado, y mucho. El aroma se había redondeado y concentrado, incluso ganado en intensidad. En boca ahora estaba equilibrado, armonioso. Había una buena acidez, unos taninos muy finos, con ligeras notas torrefactadas. Pero lo que destacaba sobre todo era una fruta negra madura vivísima, que lo hacía muy goloso de tomar, junto con notas balsámicas y florales. Y la impresión fue que lo acabamos cuando aún no había terminado de darse. Acabamos apurando los posos y lamentando nuestra impaciencia. Es que nos pierde la glotonería. A destacar, en contraste con los españoles, la mucha finura, que no va en detrimento de su riqueza, la abundante fruta y la poca madera, que los hacen mucho más fáciles y golosos.
En copa tenía un color rojo picota con tintes violáceos, bastante cubierto y un poco apagado. En nariz presentó unos aromas de reducción importantes, pero nobles, que terminaron de irse al cabo de una buena oxigenación, quedando en agradables notas de cuero. Aún así decepcionaba por su poca intensidad, complejidad y concentración. En boca presentaba un paso fino pero desequilibrado,poco integrado, donde cada cosa parecía ir por su lado. No dejaba de tener , aún así, un carácter tranquilo, con cierta elegancia, que no conseguía borrar, sin embargo, una sensación de desencanto. A falta de vino , nos pusimos a darle a la parpalluela un buen rato. Y cuando retomamos lo que quedaba en nuestras copas, no pudimos dejar de reconocer que aquello había cambiado, y mucho. El aroma se había redondeado y concentrado, incluso ganado en intensidad. En boca ahora estaba equilibrado, armonioso. Había una buena acidez, unos taninos muy finos, con ligeras notas torrefactadas. Pero lo que destacaba sobre todo era una fruta negra madura vivísima, que lo hacía muy goloso de tomar, junto con notas balsámicas y florales. Y la impresión fue que lo acabamos cuando aún no había terminado de darse. Acabamos apurando los posos y lamentando nuestra impaciencia. Es que nos pierde la glotonería. A destacar, en contraste con los españoles, la mucha finura, que no va en detrimento de su riqueza, la abundante fruta y la poca madera, que los hacen mucho más fáciles y golosos.
a mi me suele tambien pasr eso. No dejar que el vino me diga lo que tiene y antes de tal darle matarile. Eso nos pasa por impacientes.
ResponderEliminarUn amigo me dice que un vino no puede estar una hora para que abra, yo soy de la opinion de que esa es la magia de un vino, ver como evoluciona.
Tu que opinas?
Felices fiesta a todos y todas
Puede tardar una hota, un día o una semana. No hay reglas, es la magia.
ResponderEliminarYo creo que es precisamente en los vinos que evolucionan durante largo tiempo donde hay más magia. Ver como un vino se redondea, como se hace amable, cómo te va dando cada una de sus caras (ahora la fruta roja, ahora la negra, ahora la nota de madera,....) me parece algo fantástico.
ResponderEliminarPor cierto , que aprovechando que soy un año más viejo me regalaron el libro "El Vino" de André Dominé. Una gozada, sobre todo por lo que tiene de excursión a todos los vinos del mundo.
Al final resultó un muy buen vino, pero no para pagar lo que cuesta.
ResponderEliminarY eso de la magia de la evolución daría para un intersante debate. Yo no tengo tan claro que sea una gran virtud.
Que evolucione o no lo importante es lo que tenga que dar el vino, y cómo lo da. Si me gustan los vinos que evolucionan en copa es porque los vinos más complejos, los que más me han gustado, han seguido ese proceso, y he disfrutado mucho con él. Lo que no quita para que haya malos vinos cerrados.
ResponderEliminarDILETANTE SI TE HA GUSTADO EL ORNELLAIA DATE UN DIA EL CAPRICHO T PRUEBA EL MASETO ESO SI QUE ES UN GRAN VINO, INCREIBLE. TE LO RECOMIENDO
ResponderEliminarPero ¿Qué leo? ¿Eldiletante tiene un año más? Si es así, felicidades, y pon en tu perfil que has quemado 32.
ResponderEliminar"Pero lo que destacaba sobre todo era una fruta negra madura vivísima"
ResponderEliminarEsos conceptos, de donde los sacais??? Qué es una fruta negra, madura y vivísima?..leo una crítica de arte sobre un cuadro, y lo entiendo, una crítica de una película y la entiendo, una crítica de una libro y lo entiendo, pero las de los vinos, me parecen totalmente irreales, conceptos imaginarios...
Felicidades Eldiletante.
ResponderEliminarAnónimo, pocos conceptos más claros que el de fruta negra.
Felicidades por tus 32!!!!
ResponderEliminarBuen regalo ese del libro, ya veras como no te aburres con el.
La evolucion lenta tiene sus pros y contras como todo
Pros,puedes estar embobado con un vino viendo y dejando que te de todo por lo que el enologo a currado y la contra es que aver como vendes eso en un reataurante en el que la comida no dura mas de dos horas.
Ya lo puse en otro post anterior pero por si no lo leeis lo pongo aquí.
ResponderEliminarSi podeis probad los bombones de la tienda de Bilbao http://www.almadecacao.com/.
Tienen de muchas variades como de mandarina, regaliz, higos, manzana caramelizada, etc. Están de escándalo.
Muchas felicidades compañero.
ResponderEliminarEl día de nochebuena abrimos un Marqués del riscal de ¡1982! Tuvimos paciencia, decantamos y dejamos una hora quieto y tranquilo. Impresionante. Vivísimo, se le notaba la edad en un cierto color teja, propio de los Riojas que estana, solamente, ligeramente apagado, menos brillante. Hay que ver lo que hace una buena conservación de un vino.
Algunos Riojas si envejecen bien y este, desde luego, lo había hecho.
Diletante, felicidades ya te llevo un año menos
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Toni, la tienda que nombras es una franquicia en Bilbao se encuentra en el Casco Viejo, en Ródriguez Arias(detrás del Carlton) y en el Aeropuerto, no sé la que tú frecuentaras, pero coincido en tus gustos
Saludos
Alberto, en realidad no estuve físicamente en la tienda. Fue un regalo de un familiar que vive en Algorta. La verdad que están buenísimos. El bombón de regaliz está para comer varios kilos. ;-)
ResponderEliminarEso es regaliz!!, hoy he comido en un restaurante de Bilbao natillas de regaliz y estaban literalmente horribles
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias a tós por las felicitaciones.Perdonad que no haya podido pasarme antes, pero ha sido un día bastante ajetreado.
ResponderEliminarNecesito un alma caritativa que me enseñe a cambiar el perfil de blogger. Si no, me parece que voy a ser eternamente joven en el ciberespacio.
José, que bueno está un vino viejo que haya envejecido bien. Emile Peynaud contaba cómo, hablando de los Burdeos clásicos , su ionterlocutor, para su sorpresa, consideraba vinos jóvenes a aquellos entre los 25 y los 50 años. De los más jóvenes no consideraba la opción de abrirlos.
Anónimo, lo difícil no es decir fruta negra, fruta roja.Creo que es algo relativamente fácil de entender a poco que uno lo intente e insista un poco. Lo que es más difícil es llegar a distinguir si la fruta negra es mora o grosella, o si la roja parece fresa, cereza o frambuesa. Tambien es donde más fácil es dejarse llevar por la imaginación.
Muchas felicidades por tu cumpleaños
ResponderEliminarDiletante, estoy totalmente de acuerdo contigo en lo que comentas acerca de la dificultad de distinguir los distintos aromas entre cada serie aromática. Y sobre todo olores especiados, balsámicos o incluso terciarios que nuestra memoria no tiene asociados y que la mayor parte de las veces pasan desapercibidos o, simplemente, somos incapaces de identificarlos. Ahí es cuando se ve realmente la "educación" de nuestra nariz.
ResponderEliminarY como he dicho en el blog de ligasalsas, muchas FELICIDADES!
Yo tengo la suerte de tener un suegro de los de a más años , mejor vino,y al que encima le regalan autenticas joyas , eso me ha permitido probar vino de 20 a 40 años a "puñaos".
ResponderEliminarConclusión , para los que no dominan las reacciones quimicas, no hay reglas, pueden salir curiosamente vivos ó ,lo más normal, muertos del todo, pero en mi opinión , es necesario siempre darles tiempo y ver que pasa.
Felicidades Diletante
Yerga, está bien señalar eso que dices. La mayor parte de los vinos que tomemos de más de veinte años estarán muertos. No hace mucho que empecé a abrir la bodega de mi padre, con muchos sesentas, setentas y ochentas, y la mayor parte se fueron por el desagüe. Incluso los vivos presenterán síntomas evidentes de oxidación, como señalaba José, que no todo el mundo es capaz de disfrutarlos. Y eso solo en los vinos diseñados para guarda, con una buena selección de uva, buena vinificación y una larga crianza en barrica. Que a nadie se le ocurra dejar diez años a un criancita.
ResponderEliminarPor esto que dices precisamente me parecen complicados los vinos que se hacen con larga capacidad de guarda que en los primeros años están imbebibles pero que a la vez corres el riesgo de que dentro de unos años estén para tirar.
ResponderEliminarAdemás, ¿quien sabe dónde estaremos dentro de 20 años?.
Así es que me gustan cada vez más vinos como por ejemplo el Sierra Cantabria Colección Privada, que no durará 20 años pero está estupendo para tomar al poco de salir al mercado.
Toni, el Sierra Cantabria Colección Privada, vuelvo a coincidir contigo,la primera vez lo probé en un cata a ciegas y me sorprendió, luego he vuelto a probarlo y he reafirmado mi primera impresión, encima a un precio estupendo
ResponderEliminarSaludos
Felicidades Diletante!
ResponderEliminarPor cierto, con que vinos vais a recibir el año?
Yo voy a empezar el año con Jaques Selosse,un champagne que esta increible, si no habeis probado, cuando tengais la oportunidad no la dejeis escapar
ResponderEliminarPensaba abrir una botella de Krug que vino también por el cumple. Y antes o después abriré un Valdegatiles 04 que , al revés que el Llanos del Almendro, se puede disfrutar ya casi en plenitud. Luego soy de tomárme con tranquilidad lo del nuevo año, que ya vamos teniendo una edad
ResponderEliminarCon agüita de Panticosa y sidra El Gaitero, me toca conducir
ResponderEliminarDiletante, ¡¡¡vas teniendo una edad!!!. Pero si eres un chaval hombre. A tu edad yo ni siquiera estaba interesado por el vino y la gastronomía. :-)
ResponderEliminarYo en nochevieja tengo a cenar en casa a la familia y eso significa que no queda más remedio que tomar Viña Pomal Reserva 2001 y Marqués de Murrieta 2002. Aunque bueno, precisamente los escogí de entre los clásicos, clásicos, porque vienen bastante bien calificados en algunas guías. A ver que tal.
Ayer me abrí una de sidra El Gaitero, versión masiva, no la natural que está bastante bien. Ya sabemos lo que es, mosto a base de concentrado, carbónico tipo Coca-Cola, azúcar añadido,... pero como ye sabor de infancia se le perdona todo y hasta presta. Y marida muy bien con los polvorones.
ResponderEliminarsi algún día cuento lo que me bebo en las celebraciones familiares os vais a partir...
ResponderEliminarMe permito intervenir en este blog con humildad, debido a la provecta edad de su escritor. (Je je) Como dice mi amigo cuchillero, la crítica de un vino es algo nada científico y describir lo indescriptible. A mí me gusta mucho probar vinos nuevos, pero los de mas de 30 euros procuro beberlos de gañote, ya que normalmente, para uno que verdaderamente destaca, hay 9 que no lo hacen. Por cierto, el día de Navidad bebimos un Plumarejos reserva 99 que esta en su auténtico punto, y vale unos 14 euros. Felicidades.
ResponderEliminarel comment anterior sin firmar ha sido por un error de mi blackberry, disculpas.
ResponderEliminarRandolo, bienvenido.Yo bajaría un poco el porcentaje de vinos que decepcionan a partir de ese precio. En lo que sí te doy la razón es en que cabrea una barbaridad. Y si pagas más de 50 ya ni te cuento. POr cierto, un vino que cuesta poco más de 30 euros en tienda y que me gustó mucho hace un par de días: El Puntido 2003.
ResponderEliminarQuerer probar grandes vinos sin gastar dinero.......bueno,el que lo consigar que me diga como se hace para probar yo tambien.
ResponderEliminarme aconsejais el alion 2003 y louis roederer brut espero vuestra ayuda
ResponderEliminarPor el mismo precio de alion tienes el Dominio de atauta" La Roza" que esta increible
ResponderEliminarDom-Perignon,lo siento pero no he probado ninguno de los dos. POr lo que tengo entendido, son dos apuestas seguras.
ResponderEliminarYa escribí algo respecto a los precios de los vinos. Me voy encontrando que los buenos vinos hay que pagarlos, lo que no significa que todos los vinos caros sean grandes vinos, ni que un precio más caro signifique automáticamente un vino mejor. Es parte de la gracia de esto. Ya que hablamos del Ornellaia, como apuntaba Toni, me pareció caro para lo que dio, incluso al final. El Sassicaia costó 15 euros menos y , en una misma añada, estaba por encima, o por lo menos nos dio más.Y peor hubiera sido haber pagado los 60 euros de un Almaviva defectuoso. Habrá quien piense , a su vez, que es una locura pagar 90 euros por un vino, habiendo ,por ejemplo, un Pintia o un San Román tan bien hechos a 25 euros, y que no le merece la pena pagar esa diferencia de precio por esa diferencia de calidad. Eso ya creo que entra dentro del ámbito personal, de lo que uno busque en un vino y de lo que esté dispuesto o pueda pagar. Lo que no puedo esperar es la calidad de un Trasnocho pagando menos de 30 euros, o la de un Llanos del Almendro o un Valdegatiles por menos de 50.
En el arte, el valor está en la diferencia. En los vinos también, un vino, como casi todo en la vida vale lo que se quiera pagar por él.
ResponderEliminarUn día 100 euros y al día siguiente 300, si Miller dicta.
Alion 2003 es un buen vino (no está a la altura del 1994, 95, 96, 99 ó 2001 pero, claro, estos no están a la venta. Lo disfrutarás más si lo jarreas media hora antes de comer o cenar.
ResponderEliminarAtauta La Roza viene a costar diez veces más que un Alión. No lo he probado, pero cada uno se gasta el dinero en lo que quiere y si yo tuviera 300 euros para gastar en una botella, me iba antes a un Latour o un Echezeaux de la Romanée Conti.
Por lo demás, el debate sobre el precio de los vinos (o los alimentos, o los cuadros, o los coches) deberíamos tenerlo superado.
A partir de los 10 euros, los vinos deben estar bien hechos. Por encima de los 10 euros, se paga por la emoción. Y cada uno tenemos sensibilidades distintas, por lo que lo que para uno es caro, para otro es barato. Dicho eso, yo hoy casi lloro de emoción con un vino de 18 euros, ayer con uno de 9 y otro de 12... y eso me hace reflexionar que buscar la emoción en los vinos de precio elevado no nos hace más inteligentes. Sólo más pobres (si pagamos, claro).
Hablando de pagar, alguien preguntaba cómo probar muchos vinos de gañote... hoy no hay ciudad que no tenga catas organizadas por tiendas, distribuidores, periódicos, ferias, etc.. cada semana. Con un poco de interés se puede ir a ferias interesantísimas como las que organizan Paco Berciano en Burgos, Quim Vila en Barcelona, Pecados Originales en Valladolid, eso sin contar las diversas ferias como Alimentaria en Barcelona o Gourmet en Madrid. En un sólo día te puedes pasar por la nariz y las encías unos 200 vinos y aprender una barbaridad. Disfrutar, solo si tienes verdadera afición. A partir del vino 100, suelen doler las encías ;-).
Eso sí, no esperes que te envíen cajas a casa para que los pruebes. Oportunidades hay, pero hay que esforzarse por aprovecharlas (y, a veces, sacrificar un día de vacaciones, hacer 500 km de coche entre la ida y la vuelta, y por supuesto escupirlo todo)
pisto
gracias por la ayuda muchachos respecto al precio de los vinos bajo mi humilde opinion no de experto sino de consumidor cuando pagas por un vino es por algo tambien entra la marca la fama el señor robert me parece ke se llama ke komo lo puntue jojojo ya esta armada pero tambien ke al pagar mas esperas mucho mas y si el cambio no es superior pues ya entramos en la pregunta vale la pena pagar por un vino tanto? yo la verdad bebi algun vino caro y muy caro pero por ejemplo la sensacion y el gusto de tomar un vega sicilia unico es un placer superior no solo por degustarlo si no tambien por un poko el ego de tomar uno de los vinos por excelencia del mundo ke luego haya gente ke diga ke es una tonteria pagar por un vino una cantidad alta es komo todo para unos ir a un restaurante y pagar 60 euros por persona es de locos y para mi ir a una sidreria (kon perdon hacia ellas no tengo nada encontra) y pagar poko menos sin esa atencion esa limpieza ese confort y la diferencia en la komida no peor pero ke es otra historia para mi eso es de locos pero komo se dice para gustos colores ............
ResponderEliminarpor cierto soy asturiano para ke me entendais ke no tengo nada encontra de las sidrerias
ResponderEliminarPisto, no tires la piedra y escondas los nombres...¿esos vinos de 18, 9 y 12 euros capaces de emocionar? Me da que alguno será algún Riesling alemán.
ResponderEliminarUn riesling alemán ó un Loira como el François Crochet Chene Marchand que está de escándalo y que por menos de 20 euros se puede comprar en Coalla Gourmet.
ResponderEliminarPor cierto, vaya horas de hablar de vinos. Es que somos unos viciosos. ;-)
una pregunta el tokaji 5puttonyos lo hay ke tomar muy frio o kon unas horas de nevera basta komo me lo aconsejais es ke lo regalaron y es la primera vez ke lo pruebo komo me aconsejais tomarlo
ResponderEliminardon-perignon, no lo tomes muy frío que se pierden los aromas y el sabor. A unos 12 grados ó un poco menos.
ResponderEliminarPerdon me equivoque. Es Atauta 2 fincas
ResponderEliminargracias toni
ResponderEliminardiletante,
ResponderEliminarNo voy a hacer un listado exhaustivo. Pero te digo los tres vinos que me tomé este fin de semana que me entusiasmaron:
El de 9 euros es en realidad de 11,50. Weingut Kerpen Kollection Kabinett Feinherb 2006 (Riesling).
El de 12 euros cuesta realmente 12,50, y es de la misma bodega (cogí dos para comparar), es el Weingut Kerpen Wehlener Sonnenuhr Kabinett 2006 (otro Riesling).
El de 18 euros cuesta, en realidad, 17,50 euros, y es el Pierre Luneau Papin Clos du Poyet 2002, un Muscadet con 30 meses de crianza sobre lías cuya etiqueta recomienda decantar. Jovencísimo y con una mineralidad impresionante.
Todos blancos. Cuanto más vino bebo, más me gusta el blanco!!!
Entiendo perfectamente lo que dice Dom Perignon (bueno, entenderlo me cuesta un poKito, pero con esfuerzo lo logro). Hay veces que uno disfruta bebiendo la etiqueta. Yo el primero. Pero, reconociendo que beber vinos "de prestigio" tiene un punto en determinadas circunstancias, me parece que lo inteligente es beber cosas muy distintas y empezar a beber por abajo.
Beber caro es fácil. Pero lo importante es beber bien. Que es distinto de beber caro.
Hoy toca una paletilla de cordero al horno y estoy pensando abrir un Arzuaga del 99 que lleva en la bodega la friolera de 5 años. (Y mira que me ha decepcionado Arzuaga a partir del 2002). Según la base de datos, me costó 9,75 euros ;-)
Ayer estuve cenando en el restaurante Galatea del hotel Barceló Oviedo. No pongo post ya que no tengo los nombres correctos de los platos.
ResponderEliminarDe entrada llama la atención que no tenga entrada independiente y tampoco un letrero que indique que está allí, pero lo más gracioso es que están haciendo obras para abrir un acceso independiente. ¿No lo podían haber pensado antes?. Así es que cenamos solos un sábado noche.
Al llegar tardaron 5 minutos en salir a atendernos. Fallo grave a corregir, al igual que las sillas muy fashion pero incomodísimas y la iluminación de las mesas con halógenos muy molestos.
En cuanto a la comida nos pusieron como invitación una cuchara de pulto con crujiente de zanahoria y salmón con crujiente de patata. Correctos.
De entradas sendos escabeches de xarda (caballa),13,80, y de liebre,14,98. Estaban bien pero inferiores a los que probamos este verano en Altea.
Como principales un pixín (rape) al horno con verduritas y crema de ajo,24,50, sencillo pero muy sabroso y salmón confitado con una crema de ¿curry?, no lo recuerdo bien,18,19,. Estaba bueno.
Los postres fueron esponjoso de chocolate con helado y sopa de mandarina, discreto y unas cremas heladas y sorbetes que estaban bastante buenos sobre todo la de mandarina. 6,15 c/u.
La carta de vinos, patética. Unos 10 tintos casi todos riojas clásicos, 2 blancos, 2 rosados y 3 cavas. Sin comentarios. Tomamos Freixenet Brut Barroco. 21,14.
Otro detalle a corregir urgentemente es la cuenta. Observamos que los precios eran superiores a los de carta que como en casi todos los sitios vienen sin IVA. Al ver la base imponible y luego el IVA desglosado pensamos que lo habían cobrado 2 veces, pero no, el maitre nos dijo que los platos venían con el IVA ya incluido en la cuenta y efectivamente sumando así era. Un lío que se evitaría poniendo los precios de los platos en la carta con el IVA incluído.
En resumen, hay que reconocer que lleva muy poco tiempo abierto por lo que habrá que volver en unos meses.
Jodo Pisto, vaya manera de pilotar en rieslings... por cierto, una preguntita. Tengo un Hermanssholhe Riesling Auslese de Donnhoff en la bodega y no se si tomarlo ya o aguantarlo unos añitos... y cuántos???
ResponderEliminarPisto, muchas gracias. Ese Clos du Poyet es cierto que está muy bueno. De los Riesling me acuerdo de un Selbach Oster Bernkasteler Badstube Kabinett 2005 y de un Dönhoff Riesling Trocken (según tengo apuntado) que tomé en una cata de quesos no hace mucho y que es verdad que estaban pero que muy bien (según tengo apuntado también).
ResponderEliminarToni, una pena, con lo cerquita que me queda de casa
el pollito,
ResponderEliminar¿de qué año es el Dönhoff? Ten en cuenta que los Auslese se suelen cerrar a los dos años de la cosecha y reabrirse a los ocho o diez.
Yo, ante la duda (de no estar aquí dentro de esos ocho o diez años) y que se lo beba el novio de mi viuda, me lo bebía con un poco de buen queso ;-) lo antes posible.
Diletante,
buenos nombres esos que citas, aunque yo soy más de los vinos de Zelting que de los de Bernkastel.
pisto
Estoy de ronda por los "alternativos"...je. Te deseo un muy feliz año y aprovecho para agradecerte el blog, que tantos buenos consejos me aporta.
ResponderEliminarUn abrazo
Feliz año, Kalakahua. Gracias por los piropos, que ayudan a seguir con este "trabajo".
ResponderEliminarUn abrazo
Feliz año a todos y que el 2008 nos siga trayendo buenas farturas y mejores vinos. ;-)
ResponderEliminarPues tras una temporadita de trabajo con bastante lío, saco un momentín para desearte a ti, y a todos los que por aquí pasan, una FELIZ SALIDA, y una MEJOR ENTRADA.
ResponderEliminarLo dicho cuasi-vecino (mi güela vive en Cervantes), que lo disfrutes, y a ver qué día me animo y te invito a un vino "normalito" con una de cecina (espectacular) en LA BODEGA DE AVELINO; y así intercambiamos experiencias de padres noveles, sin olvidar algún comentario gastronómico con el que siga aprendiendo, como hasta ahora.