Por fin, después del parón veraniego-vacacional, donde era difícil ponernos de acuerdo para que no faltara nadie, volvimos a reunirnos para hacer una cata de vinos. En este caso nos dimos a los Prioratos, que pudo conseguir unos de los participantes a un precio razonable, para tratarse de Prioratos. Encontré un buen artículo en todovino que explica bien lo que supuso la irrupción de esta zona, y los problemas a los que se enfrenta en la actualidad. La cata fue ciega, y, como era de esperar, hubo no pocas sorpresas.Un poco a vuelapluma, esto fue lo que anoté:
Empezamos con el Clos Mogador 2002 (40% Garnacha, 25% Cabernet Sauvignon, 20% Syrah, 15% Cariñena), que se presentó como un buen vino, aunque muy alcohólico,demasiado, con un recorrido en boca sabroso, de recorrido medio-alto y no muy amplio. Complejidad notable, y con unos taninos y acidez afinados. Madera bien integrada, con notas de tabaco y regaliz. Me pareció que estaba en un buen momento de consumo. En resumen, un buen vino que no destacó especialmente en nada. Jugando a las puntuaciones, le puse 75. En todo caso, no pagaría los 45 euros por los que anda de precio.
Seguimos con un Finca Dofí del 2000 (Garnacha, cabernet sauvignon, syrah, merlot) . Sorprendió la nariz por su baja intensidad, que se confirmó en boca al presentarse un poco apagado. Pero en esa "tranquilidad" demostró una buena integración y equilibrio. Cierta elegancia. Muy sabroso, donde destacaban las notas de fruta negra madura. Complejo. Recorrido largo. Un poco escaso de volumen.Taninos finos y dulces y una acidez todavía viva .Ligera astringencia. Buena persistencia, larga y agradable. Lo puntué con un 80. En tienda anda por los 55 euros.
Seguimos con un Clos Eramus 2002 (Garnacha Negra, Cabernet Sauvignon, Syrah), que se presentó defectuoso , con un olor a repollo, a verdura cocida, por una parte, y a pegamento, "rueda quemada", por otra. En boca estaba flojísimo, y sabía a lo mismo que olía. Conforme fue pasando el tiempo mejoró bastante, sobre todo en boca, pero los defectos no terminaron de desaparecer. En definitiva, enorme decepción con un vino que alcanzó los 93 puntos en la guía de Parker, y que con su 2004 alcanzó los 100 . Menos mal que solo pagué una novena parte, que si la llego a pagar entera el cabreo me iba a durar.
Seguimos con un Lo Givot 2002 (Garnacha, Cabernet Sauvignon, Cariñena, Syrah ), un vino que se presentó carnoso, frutoso, amplio,con unas finas notas minerales. Notable recorrido, de buena intensidad. Buena acidez y fina tanicidad, con la madera muy bien integrada. Muy vivo y conjuntado. Postgusto muy agradable. Fue, en general, el vino que más nos gustó, y eso que era, con bastante diferencia, el más barato: entorno a los 35 euros. El único que compraría. Lo puntué con un 85.
Y terminamos con un Vall Llach , creo que también del 2002, el vino propiedad del cantautor Lluis Llach. A destacar el color picota intenso, totalmente opaco. Se presentaba con posos que hubieran necesitado de un decantación, fruto, supongo, de la sobreextracción a la que sería sometida la uva. Bastante alcohólico. Muy carnoso, denso, pesado, goloso, con la fruta muy presente.Notas minerales.Baja acidez. Ligeramente astringente y amargo. Eché de menos un poco más de conjunción y elegancia. Lo puntué con un 78. En tienda andará por los 60 euros.
En resumen, decepción. Los vinos fueron ganando según se fueron oxigenando (aunque estuvieron abiertos media hora antes de empezar), pero no dejaron demasiadas ganas de seguir con ellos y mucho se quedó en las copas.Quizás influyó el hecho de que no fuera una de las mejores añadas de la zona. Para desquitarnos nos tomamos un fantástico Milmanda de Torres, aunque adoleciera también de uno de los principales defectos de los Prioratos: su elevado precio
Cierto, a los Prioratos, en general, se les va la olla con los precios. Además, no dudan en subirlos en las buenas añadas y se olvidan de bajarlos en las malas.
ResponderEliminarVeo que no me perdí gran cosa. Ya la cata que hicimos de Priorat hace años no nos hizo mucha ilusión precisamente.
ResponderEliminarTal vez son unos vinos a los que hay que dejar unos cuantos años.
Me pareció, Toni, que estaban para tomar ya la mayoría, o al menos que el paso del tiempo no los iba a mejorar gran cosa. En mi modesta opinión.
ResponderEliminarLos prioratos son así. Han estado tan sobrevendidos que cuando los catas lo que dices es "no era para tanto".
ResponderEliminarSin embargo, a mí me parecen grandes vinos, diferentes, un exceso casi siempre; no se caracterizan por su elegancia.
Yo tengo una cata parecida en breve, ya contaré.
Interesantes reflexiones, diletante las que planteas, a mi particularmente los prioratos me gustan, tienen en problema del precio muy alto como bien señalas en la cata, aspecto muy discutible es su longevidad, expertos que he consultado no se ponen de acuerdo, algunos dicen que sí y otros por el contrario dicen que la garnatxa no envejece, son vinos de todas formas que destacan por su potencia, exhuberancia, características que con el tiempo se pierden
ResponderEliminarDentro del actual panorama español que cada vez los vinos tintos se parecen más los del Priorato por suerte para mi son distintos tan minerales, tan frutales algunos de ellos, son vinos que en una cata comparativa de vinos se confiesan lo que son vinos del Priorato, tienen un aspecto muy importante personalidad
Saludos
Totalmente de acuerdo con Albertobilbao en su apreciación sobre la personalidad de estos vinos,pero tambien de acuerdo en que el precio es demasiado elevado...aunque lo están vendiendo estupendamente
ResponderEliminarPOr lo que me dice gente que sabe más que yo en esto, en los Prioratos, con viñedos todavía jóvenes, o al menos no demasiado viejos, es bastante importante la añada, y esta del 2002 no fue demasiado buena. ES verdad que demostraban un carácter particular y excesivo, pero también que no brilló especialmente. Y que el Clos Erasmus venía defectuoso.
ResponderEliminarGracias por pasaros por aquí . Un saludo.
Muy bueno y enriquecedor el post. Me gustaría organizar una cata de vinos en mi casa, pero no sé cómo hacerla para que mis amigos, que no tienen mucha idea, ni yo, que tambpoco es que sea sumillere, pasemos un buen rato y saquemos algo en claro. Gracias
ResponderEliminarsabíais lo que estaría bien??? poder hacer una cata on-line. Es decir, sabiendo lo que diría un sumillere, hacer la cata cada uno en casa. A ver, me explico un poquitín mejor.
ResponderEliminarImagino que para el que no tiene ni idea de vinos, pero le gusta este mundillo, lo primero que debería hacer sería empollarse un poco los tipos de uva, la elaboración, etc. Pues bien. Tras esa introducción, alguien que entienda lo suficiente podría ir dando nombres de vinos, así como su descripción, para que los que estamos más pegadicos podamos comparar nuestras valoraciones y comentar despues el tema.
Buena idea, SErgio. EStaría muy bien esa cata-online, . De todas formas, mientras tanto, yo creo que no tienes ningún problema en hacer esa cata en casa, y más siendo entre amigos. El vino es para disfrutar antes que para catar, y habiendo pasión y ejerciéndola, el "conocimiento" va llegando por sí solo. Quizás sería una buena idea poner una hoja de cata con las características clásicas de color, olor, boca,...y entre los amigos vais decidiendo si tiene más de cereza que de picota, si el recorrido es largo o corto,si tiene una buena acidez....
ResponderEliminarA eso me refiero. Eso sería cojonudo. No sólo beber y disfrutar, sino aprender con ciertos truquitos. Eso que apuntas tú me parece cojonudo. Además, necesitas darle un caracter serio a la reunión, porque si no a la primera todos borrachos sin sacar nada en claro.
ResponderEliminarLo del carácter serio dura entre cinco y quince minutos, así quye aprovecha bien el tiempo.
ResponderEliminarPOr internet hay varias guías de cata.Te pongo un enlace, por si te sirve de algo:
http://www.redrioja.com/castellano/prontuario.htm
Sergio te recomiendo la guia de cata en el blog estintobasico
ResponderEliminarSaludos
Sergio,
ResponderEliminarte voy a sugerir que vayas a una buena tienda de vinos y te pongas en sus manos.
Explícales lo que necesitas y pregúntales si te podrían dar una hoja con indicaciones sensoriales de un lote de vinos. Dales un presupuesto aproximado que no sea una cutrez de modo que lo vean como una oportunidad y júntate con cinco amigos. Entre 6 podéis hacer la cata con facilidad, de 4 vinos para empezar. Si ponemos 20 euros por vino, entre 6 amigos salís a 13 euros por cabeza.
A poco que sean un poco vivos te lo van a hacer fácilmente.
Empezad con algo sencillo: un rioja, un ribera, un priorato y un jumilla, por poner un ejemplo. Si hacéis una cata de vinos muy parecidos igual no os coscáis de nada.
Los blancos son más fáciles de catar: Un Rias Baixas, un Ribeiro, un Valdeorras y un Rueda os van a permitir observar diferencias entre los vinos.
Si queréis jugar a hacer las catas a ciegas... forráis las botellas con albal y le ponéis un número con un rotulador indeleble. Así no estaréis influenciados por las etiquetas a la vista.