El Mesón de Pincelín es sin duda uno de los restaurantes
clásicos de Castilla-La Mancha y podríamos decir que de España. Fundado nada
menos que en 1952, está claro que si mantiene este prestigio desde hace tantos
años, por algo será. Actualmente está regentado por los hijos del fundador,
Pascual Blanco "El Pincelín".
No está situado en pleno centro de Almansa, pero sí a un
corto paseo. A la entrada disponen de una amplia barra en la que se pueden tomar
numerosas tapas y en el interior tiene varios comedores y también salones
privados.
Una vez sentados en una mesa al lado de la bodega, nos
trajeron la amplísima carta que tiene un montón de entrantes calientes y fríos,
mariscos de Santa Pola y Cambados, varios pescados fijos y los que entren de la
lonja y carnes variadas. También bastantes platos se pueden pedir por medias raciones. Precios con el IVA incluído.
De aperitivo nos pusieron unas cortezas de cerdo y unas
almendras, pero como en tantos sitios, no fueron una invitación de la casa ya
que cobran por el concepto pan y aperitivos varios, 1,40€ c/u. No es caro pero
como ya comenté muhcas veces quedaban mucho mejor quitando el concepto de
aperitivos.
En el restaurante en el que habíamos cenado la noche
anterior, Maralba, nos habían dicho que en las raciones eran
contundentes además de recomendarnos que pidiéramos los gazpachos, por lo que
solo pedimos de entrada, media ración de lomo de orza, ajo-aceite, pisto y
patatas a lo pobre, 7,25€. Productos de la tierra, de buen nivel y suficiente
para abrir boca. Aclarar que el ajo-aceite es lo mismo que el alioli.
Haciendo caso de la recomendación pedimos sendos gazpachos manchegos. Los gazpachos con rape, atún, gambas y almejas, 17,85€, no los probé,
pero fueron elogiados ampliamente por mi mujer. Como se puede ver en la foto, a
primera vista bien parece una pizza.
Yo pedí los gazpachos manchegos con conejo, pollo de corral,
pichón, níscalos y caracoles, 13,25€. Plato contundente donde los haya no solo
por la cantidad sino por la abundancia de ingredientes. Difícil acabarlos y
además nos apetecía probar un par de postres. tal vez estos platos sean más
adecuados a la hora de la comida.
Uno de los postres que tomamos al parecer es la estrella de la carta y un clásico del restaurante: souflé de melocotón con helado de vainilla, 4,85€, resultón pero que se hace un poco empalagoso.
Más nos gustó la leche frita flambeada con helado de turrón, 6,25€, una de las mejores que recuerdo con un buen helado también. Acompañamos los postres con una copa de dulce de Adaras, 2,80€, olvidable.
La carta de vinos bastante decente y con una buena selección
de vinos de la región. Tomamos un Cava rosado de Utiel-Requena, Tantum Ergo
Pinot Noir Brut Nature, 26,80€, un descubrimiento y uno de los mejores cavas rosados
que recuerdo en mucho tiempo.
El servicio, veterano y muy competente tanto en sus formas
como en el trato. Se notaban los muchos kilómetros de sala recorridos.
Por lo comido, sin duda este es el restaurante recomendado
para probar platos del recetario clásico manchego e incluso por lo visto en
otras mesas, es también muy recomendable para los amantes del marisco ya que
tenía muy buena pinta el producto que llegaba a ellas. Platos bien preparados,
raciones abundantes y precios sensatos, hacen de Pincelín un sitio a tener en
cuenta en la ruta Madrid-Alicante.
Mesón de Pincelín
Calle las Norias, 10 02640 Almansa, Albacete
967 34 00 07 www.pincelin.com
Esta vez salió bien, ¿no? Parece que todo funcionó y fue de vuestro agrado.
ResponderEliminarTienen una pinta estupenda esos gazpachos, me han dado ganas. De vez en cuando platos así me recuerdan que ahí, casi escondida, está la cocina manchega como una de las más contundentes.
Eso sí, yo hubiera escogido otro vino ;-)
Pues pedí el Cava porque pensé que iría bien con la contundencia de los gazpachos. Además resultó ser un rosado bastante notable comparado con los que suele haber.
ResponderEliminarMe lo anoto sin duda!
ResponderEliminarEn cuanto a los cavas de Hispano-Suizas, me tienen algo descolocado. Los vinos de 2007 (suelen añar sus espumosos) me entusiasmaron. Después he descorchado algún otro posterior que ha sido un desastre, sobre todo en relación con su precio.
Me dirigí a la bodega en un par de ocasiones para saber un poco más, pero nunca recibí respuesta.
Al contrario que Jorge por la pinta que tienen yo no me pediría- hay que tener más pulso para hacer esas fotos eh?- esos gazpachos y si me parece buena elección el vino.
ResponderEliminarY estoy con Mariano, he probado ambos, este y un blanco y no me han gustado mucho, además penaliza su precio.
Me lo apunto.
ResponderEliminarMuy buena pinta todo.
Eso si, Toni, eso de la ruta Madrid-Alicante. No se tu, pero yo si me como eso (que por cierto tiene muy buena pinta) la ruta que sigo ye la de la cama para la siesta o la de un buen paseo, pero de coger el coche, como que no. Algo habra en Almansa que merezca la pena quedarse...o no? :-)
ResponderEliminarPues sí, la ruta que cogimos después fue la de la cama ;-).
EliminarEn cuanto a quedarnos en Almansa tiene su explicación. Cuando libro en Semana Santa solemos ir a Francia pero esta vez daban incluso más agua que aquí por lo que a última hora del miércoles decidimos ir a la única zona que en la que no iba a llover que era el Levante.
Como Valencia y Alicante se me hacían muy lejos para cuatro días, mirando el mapa se me ocurrió Almansa ya que desde allí se podría ver facilmente zonas de Valencia, Alicante y Murcia y visitar alguna bodega como así hicimos. Acabamos de decidirnos por dormir allí por las dos premisas fundamentales que tengo en cuenta: un buen hotel a priori, Blue y sobre todo ;-) dos buenos restaurantes como parecían el Pincelín y el Maralba del que hablaré la semana que viene.
Y como ver, Almansa tiene poco: el castillo y la plaza del la iglesia y el ayuntamiento, pero sí que tiene unos cuantos bares para los preceptivos vinos de antes de la cena. ;-) :-)
Bien escogido, Toni. A veces esas paradas estratégicas no salen como uno espera. Prefiero no recordar alguna mía en mitad de la nada manchega también. Aunque era en pro de una buena causa ;-)
ResponderEliminarRecuerda y cuenta, plis, que a lo mejor me sirve para descartar un sitio para el futuro.
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EliminarBueno, por las fotos no me "entra" este sitio, eso está claro, a ver que cuentas del Maralba.
ResponderEliminarA mi la semana santa me ha dado para pasar por Nestor, por Casa Belarmino (os lo recomiendo 100%) y por la torre de Koldo.
De Nestor lo mejor que se puede decir de un restaurante, que todo sigue igual de rico, de Casa Belarmino esas croquetas de compango y sobre todo las sardinas marinadas y el arroz con pitu, que dirian por otros lares, de repetir y repetir, con una futura terraza que será un pelotazo debido a su cercania con Luanco y Avilés y de Koldo, que me gustó bastante.
Me alargo en el de Koldo puesto que los otros dos ya los comenté más veces.
En el Nienmeyer fue un degus con unos aperitivos mas visuales que interesantes gastronómicamente hablando :gominola de pimiento con una gotina de cabrales, aceituna tipo el bulli(esferificación), un bocata de calamares con limón como tostado y alguna cosina más.
Después una "crema" de foie que estaba bien rica, un arroz acompañado a su lado con alga, mejillón y algun bichito más que estaba del carajo y un tronco de lechazo muy rico también.un prepostre tipo helado calypo, pero de blody mary, cambiando el tomate por fresa, sin más y una tarta de zanahoria y helado de mandarina y algo más que estaba de muerte.
Panes de varios tipos casi adictivos, uno brioche con toques de naranja, uno de chocolate ?¿ y otro más.
Este menú lleva los vinos incluidos, un verdejo de rueda y un crianza de La Rioja, no me pregunteis cuales eran porque yo me tomé una copa del crianza y estaba decente, sin más.
Esto se llama 50 €. Bien?¿, mal¿?¿? merece la pena¿?¿ Me convenció por ese precio.
saludos.
Ovetum, gracias por toda la información, siempre viene bien. Sobre Koldo en concreto, por lo que dices y ese precio, anima a probarlo.
ResponderEliminarToni, las pistas las tienes en casa, en mi post sobre Las Rejas. De aquella decidí quedarme en Belmonte para ir a comer allí y esperaba otra cosa. Parecía que había toque de queda :-) A su vez, con esto entiendes por qué era por una buena causa.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarYa lo estuve revisando pero en el post no dices nada de Belmonte. ¿Dormiste en Belmonte?. Estuve en Enero y está bien para visitar pero me parece demasiado pequeño como para tenerlo de base.
EliminarSí, ni lo cito, sólo la dificultad de la visita, el aislamiento. Allí estuve; era lo más cercano que me pareció que podía tener interés para algo más que dormir. No mucho, la verdad.
ResponderEliminarPues te pasó lo mismo que a mi en Mota del Cuervo hace unos 10 años. La excursión que hice desde allí fue bastante interesante pero por la tarde/noche era un solar. También me dejé caer por Las Rejas una de las dos noches. ;-)
EliminarMuy buenas tardes.
ResponderEliminarHace muchísimo que no escribo por estos comentarios, aunque os sigo leyendo con asiduidad. Es sin duda la mejor forma que tengo de enterarme de la actualidad gastrónomica que acontece en el mundo exterior.
El caso es que os quería pedir algo de ayuda. En Mayo voy a escaparme un fin de semana a Villacastín con mi mujer. Se trata de la primera salida gastrónomica sin churumbeles en mucho tiempo. En un primer vistazo por la web no he encontrado mucho por esa zona, así que pensé en recurrir a vuestro conocimiento del medio. ¿Podéis aconsejarnos algún buen restaurante por la zona, o en los alrededores? ¿O pensáis que debemos desplazarnos hasta Ávila o Segovia?
Otra cosa. Ayer terminé mi primer curso con Pedro Martino, en concreto el de guisos tradicionales que impartió en Mosela. Como sé que en este blog se le tiene mucho cariño a Pedro, me apetece dejar constancia de lo extraordinario del curso. Toda una experiencia sensorial sin duda.
Un saludo muy grande. Cualquier consejo será bienvenido.
Pues no se me ocurre nada. Mejor que vayas a Ávila o a Segovia que quedan cerca.
EliminarKeyeoh,
ResponderEliminarprecisamente por el tema de churumbeles me he quedado fuera de órbita. Lo único que puedo recomendarte es algo que te queda por el camino, a las afueras de León (al pie de la antigua nacional) , el asador de Viloria. Alguna vez con antojo fui exprofeso desde asturias a tomar sus asados.
Me alegro que te haya gustadoel curso de Pedro.
Muy buenas,
Eliminarel asador de Viloria lo conozco. Tengo hecho como tú, acercarme hasta allí cuando tenía antojo de lechazo, y no tiempo para ir a ver a la familia de Canalejas (de Peñafiel).
Como anécdota, os puedo contar que la última vez que estuve en Canalejas, mi mujer y yo fuimos a visitar la bodega que el grupo Torres tiene en Peñafiel, donde hacen su Celeste. Mi tía trabajaba allí de seleccionadora de uva. Me encantan esas visitas, porque son fines de semana eno-temáticos. Lechazo, vino y bacalao en su forma más bruta y pura. :-)~
¿El curso? Una maravilla. Al que más le gustó fue a Pedro, que cenó una Minestrone esta semana de quitar el sentido. ;)
Un saludo.
Mira que es malo Blogger. Cambio el correo electónico que le di para mandarme los comentarios y resulta que en vez de cambiarlo por defecto para todo Blogger y todos los post en los que haya comentado algo solo vale desde el momento en que lo cambié, por lo que entonces si alguien escribe algo en un post antiguo no me enteraré ya que me llegará al viejo correo. En fin...
ResponderEliminarKeyeoh, seguro que me salto alguno por la zona, pero si es opción posible ir a Segovia yo iría de cabeza. Y no sólo por la comida.
ResponderEliminarTambién me alegro de que te haya gustado el curso de Pedro. Yo hice uno hace tiempo pero de platos modernos, no de tradicionales.
Gracias por tu respuesta, Jorge. Creo que te vamos a hacer caso e intentar montar el campamento base en Segovia.
EliminarToni, bienvenido al absurdo tecnológico. Aunque imagino que ya lo conocías...
ResponderEliminarEsta última modalidad, no.
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