Una vez sentados, en unas sillas que podrían ser más cómodas, hay que
decirlo, y mientras mirábamos la carta, pedimos de aperitivo sendas copas de
Amontillado Navazos, 4,40€ y de Palo Cortado Tradición V.O.R.S., 6,60€, ambos
extraordinarios. Decir como crítica al restaurante que tampoco han aprovechado
la última subida del IVA para incluirlo en los precios de carta ya que no lo
está. Disponen de tres menús degustación y otro del día con tres platos a
escoger de primero, segundo y postre que por 19,80€ tenía una pinta estupenda
pero esta vez elegimos de carta.
Poco después Quintín nos trajo unas guindillas de su propio huerto,
excelentes y el pan de cristal muy bueno también (y no cobrado) con un gran
aceite del Camp de Tarragona.
Después otro aperitivo asimismo invitación de la casa que fue un magnífico
tomate también de su huerta con un boquerón. Sabor el del tomate como hacía
tiempo que no recordaba.
Para los entrantes pedimos medias raciones. Muy bueno el coulant de pulpo,
patata, huevo y butifarra, 11€, una especie de mar y montaña sabroso y bien
conjuntado.
El otro entrante sigue con una filosofía parecida ya que fue una sopa de romesco, sardina en escabeche y panceta ibérica Maldonado, 9,90€, en el que la sardina y la panceta combinan de maravilla con la grasa refrescada perfectamente por la rica salsa romesco. Muy bueno.
Para los platos principales nos decidimos esta vez por la carne. En el
asado de tira de Wagyu (tipo Kobe) al horno con una ensalada de manzana, 28,60€,
la carne se deshacía en la boca con un sabor intenso y persistente y como en el
entrante anterior refrescando el paladar la sabrosa ensalada de manzana.
Excelente también.
Al igual que la hamburguesa ibérica con rúcula, parmesano y sihitake, 19,80€, de la que se me olvidó preguntar si era también de Maldonado, pero que si era de un producto de excelente calidad y sabor.
A pesar de la contundencia de lo anterior tampoco no nos pudimos resistir a
pedir postre. Adictivo el brownie y ganache de chocolate con helado de caramelo,
8,80€, en el que no sabría decir cuál de los tres ingredientes estaba más bueno.
Estupendo.
Y lo mismo se podía decir de la crema de limón, melocotón y zanahoria,
8,80€, un postre fresco, nada empalagoso y muy rico. Acompañamos los postres con
sendas copas de un dulce del Priorat del que no me fijé bien pero que
probalbemente fuera de Josefina Piñol. 3,30€.
La carta de vinos muy bien escogida, no solo en la gama de precios sino
también en los aperitivos, con generosos, cervezas y los hoy tan olvidados
vermuts. Y por supuesto una muy buena selección de los vinos de la tierra,
Montsant y Priorat, en general tan poco conocidos fuera de Cataluña. Nos dejamos
aconsejar por Quintín y tomamos un excelente RaR 4 2010, 29,70€, garnacha negra
del Priorat que en una cata a ciegas no hubiera acertado que era del Priorat en
la vida, ya que se aleja del patrón potente y concentrado habitual y mostró
elegancia y finura con mucha fruta roja y amable para tomar para estar
embotellado hace poco.
La atención y buen hacer de Quintín en sala merece aplauso, porque aunque
no llenaron había unas cuantas mesas y se desenvolvió perfectamente en el
servicio. En cocina salían los platos sin demora y eso que por las fotos de la
web no parece muy grande ni con mucho personal.
Otra cosa que merece la felicitación es la web del restaurante, de la que
muchos deberían copiar, pues tiene una información completísima y me parece un
ejemplo para esta parte tan olvidada por muchos restaurantes y que a mi me
parece realmente importante y en bastantes casos decisiva para decidirse por un
restaurante del que tienes pocas referencias.
Está claro que es un restaurante muy recomendable, con una cocina honesta,
con toques de creatividad pero medidos, bastantes juegos mar-montaña y muy buen
producto. Si cumplieran con lo de los precios con IVA sería de matrícula de honor. Una visita imprescindible si se va por Tarragona.
Como ya dije en algún otro post, lástima que nos quede tan lejos.
AQ
Buenas.
ResponderEliminarMe alegro mucho que te haya gustado, Toni. Buena gente la del AQ, luchadora, honesta y con mucho que decir en cuanto a cocina y vinos.
Avelino.
Pues sí, Avelino, esa impresión me dio.
ResponderEliminarEl martes 30 de octubre en el hotel Barceló de Oviedo se celebra el evento Mensaje en una botella organizado por Germán Blanco y con los siguientes participantes:
ResponderEliminarAhumados Carpier, Losada Vinos de Finca, Herederos del Marqués de Riscal, Pago
de Carraovejas, Enric Rovira, Quinta Milú, Cerveza Brabante, Raúl Pérez, Juan Carlos
Sancha, Bodegas San Martín, Gin Vones, Bodega Inurrieta, Champagne André Clouet,
Cía de Vinos Telmo Rodríguez, Champagne Pierre Moncuit, Domaine Gramenon,
Aubert et Pamela de Villaine, Albet I Noya, Confitería Gorrotxategui, Manuel
Manzaneque, Maldivinas, Altos de San Esteban, Rara de Raro, Champagne Pierre
Moncuit, Herrero Bodega, Dehesa de los Canónigos, Bodegas Montecastro, Bodegas
Briego, Casa Ravella, Gin Vones, Ximénez Spínola, Finca La Rinconada, Forjas del
Salnés, Regalía de Ollauri, Domaine Olivier Guyot...más algún artista invitado.
Pues cuando te presta a ti un sitio, hay que apuntalu, pero ya. Lo que no se ye cuando voy a ir a Tarragona :-)
ResponderEliminarSupongo que ya sabréis que los Loya han abierto el Bistró en el hotel Ayre en Oviedo.
ResponderEliminarDespués de haber leído varios donde desde luego no se refleja estar a gusto, por fin uno que sí apetece, en el que dejas ver satisfacción. Me alegro por lo que os tocó y me quedo con la referencia.
ResponderEliminarEste restaurante sí que parece que merece la pena apuntarlo.
ResponderEliminarYo me he grabado el nombre de esta casa a cincel. Habéis disfrutado de un cena perfecta y todos los engranajes del restaurante parecen funciar a las mil maravillas.
ResponderEliminarEsta es otra de esas casas en las que las parejas de apasionados profesionales, logran llevar su barca a buen puerto. Es la fórmula de cuantas conozco, que mejor funciona.
Por cierto que además de comer, se ve que habéis bebido mejor que bien; ese Amontillado de Navazos está impresionante y el Palo Cortado de Tradición es puro néctar divino.
Un saludo.
Interesante sitio Tony, éste sin dan ganas de ir....
ResponderEliminarSe intuye que disfrutaste, buena pinta, buenos precios -exceptuando los postres- y sensaciones positivas....
¿que mas se puede pedir?
Saludos.
DA gusto leer post así Toni. Cuando en un restaurante puedes tomarte una copa de navazos de cualquiera de sus variantes ya es todo una declñaración de principios de lo que te podrás encontrar en la carat de vinos - al menos-.
ResponderEliminarMe llama la atención el "alto" precio de los postres.
Como se presenta el desarme? nosotros lo vamos a celebrar en Valdemoro,se ha prestado Ivan Chiron a prepararlo y estoy impaciente,ya os contare.Que tal anda GIORGIO el restaurante de Calafell? De Tarragona tengo una gran experiencia en LES MOLES.
ResponderEliminaraloque
Pues yo repetiré en el que llevo haciéndolo muuuuchos años: el AVELINO, y es que hay celebraciones (el desarme no deja de ser una) que se convierten en costumbres que presta respetar... y además el potaje está de puta madre.
ResponderEliminarEs un sitio que me apetece mucho, pero que todavía no conozco. A ellos los conocí el año pasado en Gastrotechdays y me parecieron gente encantadora, currantes y con ganas de hacer cosas interesantes.
ResponderEliminarEn cuanto pueda me escapo por Tarragona, sin duda, porque es uno de mis pendientes.
Pues sí Jorge, me pareció un restaurante muy interesante.
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