sábado, julio 24, 2010
El comensal solitario, por Jorge Díez
Motivado por la lectura de un artículo del Sr. Vilabella, publicado recientemente en El Comercio, me lanzo a reivindicar al comensal solitario, que no salía bien parado en tal escrito. Decía el gastrólogo que resulta triste, patético comer solo. Yo le aseguro que cuando lo hago no estoy nada triste ni resulto patético, y puedo aportar testigos. Claro que yo no soy gastrólogo. Ni inspector de la Michelin, que también recibían lo suyo; no sé si eso influye. Actividades enriquecedoras y placenteras que requieran la compañía y ganen con ella sólo se me ocurren dos a bote pronto: la conversación y el sexo. Los aficionados quizá apunten los juegos de mesa pero a mí no me atraen. Por lo demás la compañía la soportamos como buenamente podemos (vecinos, compañeros de trabajo, taxistas, el pesado del autobús…) o le damos una importancia circunstancial (ese trato improvisado en la barra de un bar, por ejemplo). Y en los casos que una mayoría tendrá en mente ahora para darme réplica yo les invito a pensárselo bien: el goce, como la procesión, va por dentro y cada cual busca el suyo aunque comparta la actividad. Lo que pasa es que hay demasiada gente con un miedo extraño; no tengo claro si es miedo a la soledad o a sí mismos y por eso no quieren quedarse a solas consigo. Creo que en parte por esto tienen actualmente tanto éxito las redes sociales, las formas cibernéticas de relación, que sustituyen el contacto con “calor humano” por una ventajosa ilusión de vínculo aséptica y perfectamente controlable por uno mismo (y su mecanismo: ordenador, móvil, iPad o el chirimbolo que cada uno use). Compartir, sí, pero poco. Lo que compartimos es la crítica -¿será que al final todos llevamos un crítico omnímodo dentro?- la valoración de la experiencia, y para eso tenemos que saber que nuestro interlocutor ha visto el mismo partido, leído el mismo libro o comido la misma tapa. Entonces es cuando podemos lucir nuestras dotes de entrenador, que superan al seleccionador nacional y a quien se cruce, cómo no; nuestro talento literario oculto, y no nos arredramos en dar o quitar galardones al escritor más curtido; o nuestros amplísimos conocimientos gastronómicos para poner en solfa al cocinero por tan pobres aportaciones a la historia universal de la cocina. (Qué vamos a decir sobre eso en blogs como el nuestro que no sepamos y encontremos a menudo). Pero el partido lo ha sufrido uno como si las patadas se las dieran a él mientras su amigo ante el mismo televisor lamenta que la selección concentre tantos jugadores del mismo equipo… sobre todo por ser ese equipo precisamente, hombre, que no han podido convocar a no sé quién del rival. El libro ha aburrido a fulanito pero se lo ha tragado entero, que no puede quedar mal y no presumir de conocerlo, mientras que a su pedante cuñado le ha gustado de verdad, será triste el tío. Aunque luego los dos alabarán lo profundo de tal o cual aspecto y el ritmo ágil de la narración, claro (O lo que carajo haya dictado el suplemento cultural del períodico que lean, vamos, que la autoridad sigue haciendo falta para que nos lleve hasta donde no llegamos por nuestros medios.) En cuanto al bocado y el trago, ah, eso es otro mundo. El mismo vino que exhibe sus catorce grados de alcoholazo como mínimo, que hoy día con menos no se va a ninguna parte en el mercado español, a uno del grupo le da torrefactos en nariz y a mí me da pie para despotricar contra ese descriptor, que considero bastante vacuo y en su caso negativo (y es que odio el café torrefacto, oiga, qué le voy a hacer). El dichoso plato con wasabi hace las delicias del comensal que sigue a paso ligero la moda oriental en la cocina, mientras yo echo pestes y reclamo nuestras tradiciones (eso porque el wasabi es de los pocos sabores que no tolero ni en pequeñas dosis). En fin, que cada uno saca lo que saca de la copa o el plato y cuando disfruta es a la hora del concurso, de “acierte usted el ingrediente clave o el aroma básico”. A lo que iba, que me estoy perdiendo (Será porque escribo esto solo, y no hay nadie que comparta conmigo este placer o dolor y me corrija a tiempo: “Jorge, que te vas por los cerros de Úbeda”). Y donde iba, a donde quería llegar es a que cuando como y bebo disfruto de la comida y la bebida; no me aburro y miro alrededor para criticar la decoración o a los demás comensales. Me aburrirá en su caso –o algo peor- la mala comida o bebida, pero eso no lo van a remediar mis acompañantes; si acaso, a amplificarlo cuando lo comentemos. No produce monstruos la soledad en la mesa, los monstruos están ahí y nadie los frena cuando rugen. No van a ser mis acompañantes quienes eviten el humo desagradable de una mesa vecina, no va su conversación a tapar el bullicio molesto del grupo de al lado, no será su calidez la que compense las groserías que se oyen o se observan en público tantas veces. Distinto es que las cosas que me gustan esté dispuesto a compartirlas con la gente que también me gusta, pero aunque sigamos el mismo camino cada cual anda el suyo y carga su morral. Y en ese caso, por respeto a mis acompañantes, que para eso los habré citado o habré aceptado su invitación, el centro son ellos, en ellos me fijo y con ellos hablo o hasta discuto, y lo demás es decorado. Así que perderán protagonismo comida y bebida y objetivamente las disfrutaré menos que solo, las aprovecharé menos. Y si guardo buen recuerdo de tales citas insisto, es por la compañía, difícilmente recordaré con tanto detalles platos y copas. La compañía es una cosa y los placeres de la mesa son otra; que suelan juntarse tantas veces es sólo circunstancial. Aún diré más: la compañía fomenta esa observación, esa crítica que se achacaba al comensal solitario. Porque si tú no te has fijado en ese detalle cutre de la decoración alguien de la mesa lo habrá hecho y lo comentará; si tú solo no ibas a decir nada de la parejita pintoresca del fondo, el colectivo sí sentirá la tentación de despellejarlos y le dará rienda suelta. Total, que sigo defendiendo al comensal solitario (sin que tenga nada contra los que no lo son, por supuesto) y lo hago con convicción, no por justificarme. No, no hay nada triste ni patético en comer o beber solo; lo triste y patético que se pueda observar en alguno lo llevará puesto o será la vida misma, oiga, pero no culpe al infeliz comensal. Puestos a describir, más triste y patético es quien se come su soledad al lado de otros “bultos”. Quien no haya visto alguna pareja en esa situación, ningún amigo “invisible” dentro de un grupo, que tire la primera piedra. Un último detalle respecto al artículo que me llevó a escribir esto. Apuntaba el Sr. Vilabella a un servicio de acompañantes para que a cambio de un modesto estipendio aliviasen al comensal solitario con su conversación y compartieran comida y bebida. Oiga, la idea ahí queda, que habrá quien la agradezca e incluso quien vea en ella una alternativa laboral. Por lo que a mí respecta, el día que prefiera un interlocutor mercenario a mi propia soledad, apago y me voy. Y por hoy dejo vuestra agradable y electrónica compañía. Nos vemos (cuando entremos y salgamos en el blog) virtualmente, que yo ahora me voy a comer. Solo, como suelo hacer.
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Me ha gustado tu artículo, Jorge. Creo que, en general, vivimos una época en la que es difícil encontrar a alguien que sepa apreciar lo bonito de la soledad, la tranquilidad, y el reencuentro de uno con sus sentidos. Comer solo es un acto muy íntimo, y placentero si la comida, bebida y servicio son de suficiente entidad.
ResponderEliminarY esto lo dice alguien con señora y dos peques de dos años, que ya está de los sitios "apropiados para niños" hasta los Suevos.
Como anécdota personal, puedo recordar una comida en solitario en El Trapío, en Barcelona. No me acuerdo de los platos en concreto, pero sí de las sensaciones. De cómo disfruté de la comida, del trato... y, sobre todo, de no tener que pactar con mi señora los entrantes... ;)
Un saludo,
Gus
Espero que este "iluminado del artículo" hable de la comida en solitario fuera de casa, porque sino vaya cantidad de solter@s tristes y patéticos.
ResponderEliminarHablando de "compañías", me resulta bastante molesto que falte la individualidad en el desarrollo de actividades, hay personas que necesitan a alguine hasta para mear, realmente eso me parece mas triste y patético.
Como esperes por "otr@s" para hacer cosas puedes darte por jodido, la mayor parte te quedes en el sitio.
Un puntazo de post, muy bueno lo de los "bultos" (que desgracía tienen algun@s), los que copián opinión según lo que oyen o leen (buff que pesadez), yo apoyo el comensal solitario o cualquier cosa en solitario.
Por cierto Dile, casi me dejo la vista en leer el post con esa letra tan pequeña y junta.....
ResponderEliminarPues sí, Keyeoh/Gus. Y vale para la comida pero también para más cosas. Cuántas veces encuentras todo tipo de oferta cultural, viajera, de alojamiento, gastronómica... ya "empaquetada": parejas, familias, etc. ¿El interés? El del sector correspondiente para vender. Por cierto, es significativo que lo comentes tú, como dices, con esposa e hijos. Que lo escrito no obedece a ninguna frustración, vaya.
ResponderEliminarPor si alguien tiene curiosidad, el artículo citado salió en El Yantar (suplemento de El Comercio) el jueves de la semana pasada, día 15 de julio.
Vaya, Sibarita, casi nos pisamos con los comentarios. Muy bueno el apunte sobre la comida en casa o fuera. El artículo se refería a comer fuera, vamos a ser justos.
ResponderEliminarLamento lo de la letra pero tú que nos conoces la has "clavao", je, je. Reclamaciones al editor, que yo el texto se lo envié más "esponjoso". (Seguro que tiene sus razones, que temo que no tenga al alcance toda la herramienta necesaria.)
De acuerdo contigo, Jorge. A mi me gusta comer y beber acompañado pero también en solitario. No tengo ningún problema.
ResponderEliminarSerá que llevo casi ocho horas casi sin levantar la vista del ordenador y de mala leche por currar un fín de semana de verano, otro, pero no puedo menos que llamar torpe al señor editor por no poner ni un punto y aparte en el texto.
ResponderEliminarHay demasiadas ocasiones en ue la compañía viene impuesta. Solo disfruto comiendo en compañía cuando la elijo yo. Escasas excepciones.
ResponderEliminarTio, si acaso he leido un artículo sobre la experiencia gastronómica que me haya tocado tan "de profundis", no lo recuerdo.
ResponderEliminarEstoy al 100% de acuerdo (que ya es difícil) y he vivido la crítica y la incomprensión en mis propias carnes.
No voy a poner ejemplos que tu no hayas puesto, como que la bebida y la comida, se disfruta incluso más en soledad (cuantos demonios tiene esta palabra en ojos de algunos), pero yo como sólo más de la mitad de las veces y en lo que llevo de verano, con tanto banquete multitudinario, fiesta en la playa, festival o boda; lo he hecho tan pocas veces que hasta lo echo de menos.
Reconozco que, como la mayoría, muchas veces opto gustoso por el bocata compartido en sustitución de un celestial menú degustación; pero lo que me parece muy triste es la dependencia de mucha gente para poder desarrollar sus aficiones (comer o viajar p. ej.).
Si en ese momento no tienes pareja o no cuentas con algún colega igual de apasionado por el tema ¿debes quedarte en casa viendo la tele?, por favor...
Creo que es otro de esos males sociales; el comprenderse fuera de lo estipulado. En mi caso recuerdo muy bien la primera vez que me di un homenaje con mi única compañía y la liberación que supuso. A día de hoy y a raiz de ello he entablado amistad con los propietarios del restaurante en si; nos vemos en eventos varios y de vez en cuando les hago una visita (personal, no como cliente). Eso, muy probablemente no hubiese ocurrido si hubiese cenado en compañía.
En fin, que aunque muchos no lo crean, soy un ejemplo de que se puede uno emocionar hasta la discreta lagrimilla y reir, ¡si reir!, tras darle un buen trago a esa selección de añada que te riega el alma sin necesidad de tener a nadie alrededor.
Como decimos por mi tierra "non fago mal a ninguén".
Saludos y perdón por la "extensión".
Corregidos errores de estilo(que me elige blogger por más que ponga otro) y repeticiones en los comentarios.
ResponderEliminarEn cuanto al post, yo , personalmente , he ido a comer solo muchas veces, porque pienso que es más fácil disfrutar de la comida y de la bebida. Como también soy de ir al cine solo. Pero últimamente prefiero disfrutar un poco menos de los sabores si a ello puedo añadirle una buena compañía.
Ando estos días de semivacacioens por Xixón. Buenísimas las sardinas y la ventresca, bien recortada, de El Planeta. Peor vinieron los salmonetes , que ,a demás de secos por el esceso de plancha, sabían al calamar que los antecedieron en ella. Buena la sidray prestosa la tarta gijonesa. Y me sigue poareciendo un privilegio poder tomarse un Doquet GC Le Mesnil 96 en la terraza de La Maleta del Loco.
ResponderEliminarDoy fe que Blogger muchas veces hace lo que le sale de ahí al publicar los post.
ResponderEliminarhola de nuevo.
ResponderEliminargenial post, jorge, muy acertado.
a mi no es que no me importe comer solo, es que lo prefiero
hay poca gente con la prefiero comer antes que hacerlo solo.
si es un menu del dia, no me importa demasiado, pero una comida a la que voy a disfrutar y aprender....solo o bien acompañado.
tengo la inmensa suerte de que siempre voy con mi pareja a comer, los dos disfrutamos y compartimos esta aficion, si no fuera asi, estaria todo el dia comiendo solo, para muchos amargado, solitario y triste, para mi feliz de la vida.
esto lo hago extensible a otras actividades de la vida, aunque es un poco absurdo hablar de esto porque depende de las personas,yo soy solitario y a menudo la gente me aburre y cansa, tan respetable es como el que necesita compañia hasta pa ir a mexar.
acabo diciendo que mis mejores comidas siempre fueron solos en el restaurante, mi mesa o como mucho otra mas.
el otro dia me decia un familiar que a el le daba una tristeza ir a un restaurante y que estuviera vacio...que ya no le p`restaba la comida y no quiere comer en un sitio asi, como veis hay de todo en este mundo oiga!!!!
Bueno, me veía yo de rodador solitario (precisamente) y parece que cuento con bastantes compañeros de escapada, cada uno de su equipo ;-)
ResponderEliminarMe alegra que os haya llamado la atención. Tampoco pretendía gran cosa, sólo reivindicar otra forma de disfrutar de las cosas (del comer y beber principalmente en este caso) al margen de lo que parece norma. Y quizá no sea tan fuerte la norma, por lo que estoy leyendo.
Interesante el apunte de Carlos, que la compañía encima sea impuesta.
ResponderEliminarPor suerte eso no me ha tocado (casi) nunca, no sirvo para ese tipo de reuniones.
Daninland, me gusta que añadas lo de la relación con algún hostelero derivada de esas visitas en solitario. Yo también cuento con algunos tratos del mismo origen y los valoro bastante bien. (Ah, y no hay nada que perdonar por la extensión, hombre.)
Definitivamente me gusta la Neige eternelle 2004. Es una sidra de hielo con once grados de alcohol.
ResponderEliminarLo primero que diré es que aguanta bien abierta y que parece incluso mejorar con esa evolución. La primera prueba no la hice en las mejores condiciones pero me resultó menos agradable que las posteriores.
Precioso color ámbar, aroma a manzana muy madura, casi pasada, un regusto, nada, apenas una sugerencia a moho pero agradable (pensemos en el queso, por ejemplo), dulzor presente pero muy domado y una nota "metálica" fugaz.
Aparte de poder acompañar algún alimento (otra vez el queso) hace una estupenda copa después de una comida. (A su lado que se quiten muchos destilados.)
Jorge, esa sidra de hilo la tienen en el club del gourmet ¿no?. Si es la que pienso era cara de huevos.
ResponderEliminarQueridos jorge, Antonio, diletante y alguno más que me dejo.
ResponderEliminarAnte todo , recalcar de nuevo la forma de escribir y redactar tan entretenida de este blog, y hoy en particular de Jorge Díez, y ahora al "tema".
Yo soy incapaz de ir a un restaurante solo, y ya se que parece una falta de personalidad total y absoluta pero el no poder comentar la jugada con "mi compañero de batalla" me hace perder esa esencia de compartirlo con alguien que lo hace único, siempre refiriéndome a restaurantes que me digan algo, y no menús del día por trabajo y cosas así.
Por cierto, y al cine si que me voy solo sin problemas, aunque es verdad que ahora ,lo tengo un tanto abandonado.
¡ah! ¿alguien me puede confirmar lo de la reapertura de viavelez?Es que lo lei en otro blog y me gustaría confirmación del mmismo.
Saludos
Toni, esta en concreto la tienen en Latas & Botellas. Marisún tiene también una de otro elaborador (no la he probado). Y no me he fijado cuál hay en el CG. Caras sí que son pero creo que vale la pena y además, como ves, se pueden dosificar muy bien ;-) Precisamente en Madrid, en lo de Paco Ron, nos dieron una que estaba de vicio y no era ninguna de estas a las que me refiero.
ResponderEliminarY aprovecho para enlazar con el comentario de Ovetum. Lo primero, gracias por lo que me toca. Respecto al tema está bien que se anime alguien que defienda la postura contraria a la mía, ya que apenas Eldi rompía una lanza en ese sentido. Y lo de Viavélez no lo sé, la verdad, pero si es por un comentario que yo también leí en Los Amigos de Ligasalsas lo mejor es que preguntes allí mismo. Seguro que te ponen al día ya que al menos Kalakahua está o ha estado por la Asturias occidental. Yo hace tiempo que no voy.
Y visita a la TABERNA DE VIAVÉLEZ que Paco Ron ha reabierto para este verano en el mismo lugar donde tuvo el restaurante con estrella, en el pequeño y acogedor puerto de Viavélez. Aunque paco vendrá en agosto de momento está aquí su hermana Sara. Han optado por una carta muy breve con algunos de los platos que funcionan en la barra del VIAVÉLEZ madrileño. Buena referencia en este occidente asturiano un tanto aburrido. Pero se lo contaré con más calma.
ResponderEliminarDe Carlos Maribona (Enviando 25/07/2010 @ 19:59:36)
Gourmetilla, creo que VIAVÉLEZ va a abrir todos los días durante el mes de agosto. Creo que la última vez que estuviste nollevaban la gestión los Ron, y se notaba mucho. Ahora, como dije ayer, está sara, y Paco se incorporará en agosto. Tienen operativos el antiguo comedor, la terraza y la barra.
De Carlos Maribona (Enviando 26/07/2010 @ 16:12:59)
D. Jorge, en esta ocasión nos brinda una buena oportunidad para girar el calidoscopio y obtener una gran variedad de composiciones y colores.
ResponderEliminarPor mi trabajo, mientras estuve activo, he tenido muchísimas oportunidades para comer solo o en compañía: bien deseada (las menos), bien impuesta.
La distancia de 8.000 km. (o a veces más) de tu habitat, creo que añade un importante matiz a la cuestión.
Intrínsecamente, degustar es contrastar y en las circunstancias anteriormente descritas es muy fácil que el contraste en soledad trascienda hacia la nostalgia.
Si estás muy bien acompañado el contraste suele resultar muy enriquecedor e instructivo por las aportaciones de los nativos del lugar.
Respecto a la compañía impuesta, creo, que ni el comer, ni, ni...
Por nuestros pagos, siempre he preferido la compañía de otra persona (no más) que esté dotada de las imprescindibles facultades, ad hoc, a fin de intercambiar sensaciones.
Desde luego que estoy excluyendo todo yantar que se pueda incluir en el variadísimo campo de las celebraciones.
Como de costumbre, excelente entrada D. Jorge.
Cordiales saludos.
Muchas gracias, D. Zuhur. Y gracias también a quien corresponda por el apunte anónimo del blog de C. Maribona sobre el tema de Viavélez.
ResponderEliminarMuy buena, yo he comido solo en mutitud de ocasiones y lo prefiero a una comida de trabajo (y eso que mi capacidad de abstraccion en esas lides hacia la comida es encomiable, pero ni de lejor puedes ponerle todos los sentidos al plato, solo un pequeño porcentaje) y muchas veces lo agradezco para poder centrarme en el placer gulistico (por ejemplo la ultima vez en el Jamies Oliver estaba solo y disfrutelo) como disfrute de las pintas y el pub, seremos raros, pero no me importa comer solo, todo lo contrario.
ResponderEliminarEso si, a mi me gusta mucho mas ir con buena compañia con la muyer, la familia y los amigos, porque la buena compañia tiene la facultad de hacer que una buena comida se convierta en espectacular y que una mala pase desapercibida ;-)
Estupendo post, Jorge. Siempres es un placer leerte.
ResponderEliminarEn mi caso no pude nunca disfrutar de esa experiencia de comer en solitario.
ResponderEliminarObviamente me refiero a la "comida-homenaje", a la que se da uno con el único objetivo del disfrute.
En esos casos siempre lo hice acompañado, y bien acompañado.
En las comidas de trabajo, o las que se hacen por el simple hecho de quitar de en medio la comida, nunca encontré mucha diversión ni puse mucho interés en la comida en sí.
Dicho todo esto, no veo el más mínimo inconveniente en el hecho de comer sólo con el objetivo de pasar un buen rato. Es más, me gustaría probar.
Fartones, de acuerdo en que, dentro de lo que cabe, la (buena) compañía hace más llevadera la mala comida. En lo otro no coincidimos: la buena compañía hará espectacular la ocasión, pero en mi opinión en nada mejora la comida en sí ni su apreciación concreta.
ResponderEliminarManu, muchas gracias.
Compangu, anímate y haz la prueba. Aunque entiendo que la familia impone sus "reglas" ;-)
Por cierto, un ruego. El primero que visite un Club del Gourmet por aquí que se fije en lo de la sidra de hielo que comentó Toni. Me gustaría saber la marca y buscar detalles.
ResponderEliminarA moutas le llegó otra estos días pero desconozo marca y precio
ResponderEliminarHe visto en el facebook de Moutas que ellos acaban de traer sidra de hielo de Quebec de la marca "Leduc-Piedimonte", no tengo mas detalles que aun no me he pasado por alli.
ResponderEliminarCarmen
Buenas tardes,
ResponderEliminarUn tema muy interesante.
Normalmente viajo sola y, por tanto, como sola. Porque quiero y no tengo otra razón ya que cuando aviso de que me largo normalmente hay gente que se apunta. Pero entonces, no es lo mismo: hay que cambiar todo el planteamiento del viaje, incluso la manera de comer. Conclusión: a mi la soledad me encanta y me escapo para poder disfrutar de ella.
Eso no quita que me guste mucho comer acompañada de mi gente, que elijo yo, que para eso tengo un buen criterio, aunque a veces se meta la pata, que una es humana. Pero en general casi todas mis experiencias de comer en compañía, han sido gratas.
Lo peor de todo es comer en compañía de gente desagradable. De ahí el dicho "mejor solo que mal acompañado" ¿No?
ESa sidra de hielo de Piedimonte la probé en Sicer y , la verdad, me gustó mucho.
ResponderEliminarLa Neige Ethernelle, que yo sepa , la tenían en Latas y Botellas
Gracias por vuestra información sobre lo de Moutas; habrá que probar esa que tiene.
ResponderEliminarLimonta, ya te daba por desaparecida después de tanto tiempo. Quizá viajando sola ;-) Me consta que también practicas ese sano ejercicio alguna vez.
Y ya aprovecho, Eldi. Gijón supongo que más o menos como Oviedo, sin novedades reseñables para estas aficiones nuestras, ¿no? Me parece que no es tiempo de apuestas. Además, el verano no es el momento más fiable para valorar lo que se ofrece.
Con los precios que tienen, creo que intentaré mantenerme alejado de esas sidras de hielo.
ResponderEliminarMe conformo con ir recolectando las botellas de Sidra con Denominación de Origen que "dan" (+1,95€) con La Nueva España, para hacer una cata comparada en condiciones.
Por cierto, como sé que por aquí pululan amantes del 7º Arte, recomiendo la peli que echan hoy en TPA, Asuntos pendientes. Ya, ya sé que es francesa... pero toda regla tiene una excepción.
Gracias por confirmar lo de la taberna de Viavelez;
ResponderEliminarEste verano me pasaré (acompañado jajaja) y veré que tal está.
saludos.
Interesante el último post de Mileurismo Gourmet.
ResponderEliminarLuego algunos hosteleros se quejan de que pierden clientela y no se consume.
A ver, Compangu, que es para las ocasiones especiales, hombre, no pa beber como la otra, de botella en botella y mejor a pares ;-) Aunque apetecer hacerlo no es que no apetezca.
ResponderEliminarYo en cambio me he quedado "pillao" con esa y quiero hacer una comparativa con las que se encuentran por aquí. Os tendré informados cuando toque.
Lo que comenta el Mileurista, tremendo... y tan habitual, por otra parte. Eso o cosas parecidas.
Como hace tiempo que no os lloro nada que no sea gastronómico me toca.
ResponderEliminarRadio 3, que lleva ya muchos años desangrándose por las puñaladas que le dan sus "gestores", aumenta su hemorragia con el cese de Diego Manrique. Poca, muy poca vida le queda aunque siga resistiendo en la agonía.
(También es interesante conocer las condiciones de los nuevos programas, dicho sea de paso.)
D. Jorge, "nada es tan malo que no pueda empeorar".
ResponderEliminarEdward A. Murphy era un optimsta.
Muchos de los que por aquí pasamos (leemos, escribimos, o lo intentamos), también lo hacemos por Los Amigos de Ligasalsas.
ResponderEliminarAllí puse un enlace que no me perdonaría que alguno os perdiérais: una gran boda.
Compangu,,,,,gracias por el video de la boda: BRUTAL......por cierto al viejo del final, lo mataron ??....que desfase....
ResponderEliminarSaludos
ASTUREX
¡¡Impresionante e irracional desbarre de bodorrio D. Piki!!
ResponderEliminar"Sólo hay dos cosas infinitas: El Universo y al estupidez humana. Y no estoy tan seguro de la primera"
(De un tal Albert Einstein)
El otro día me cepillé con unos amigos un Trasnocho 2005. Muy bueno, aunque recordé lo que había comentado hace poco por aquí sobre el precio de ciertos vinos y (odiosas) comparaciones con Francia. Si para encontrar algo así hay que subirse a esos precios mal vamos.
ResponderEliminarJorge crak! Leerte a ti es un placer, que se entiende a la perfección. Leer a Vilabella, es cansino, que si el gastrologo, que si chocheo por mi edad, que si comer solo es lo peor del mundo...Yo me pregunto este tio disfruta como tu? NO, ES IMPOSIBLE. Está en los tiempos de MARIA CASTAÑA, no por su edad, si no por su EGO, por su podercillo, derecho a la PERNADA que practican el y otros críticos ¿ASTURIANOS?. Podrán rebatir algo, coherente,de esa despensa natural inesistente en parte gracias a ellos VELETAS del CONDUMIO. No se atreven.
ResponderEliminarGracias, Asturiano. Tampoco pretendía ninguna polémica con o sobre Vilabella; sólo que me pareció especialmente desacertado aquel enfoque de lo de comer solo y quise replicar.
ResponderEliminarEstos días he comido un Tomme francés del que no tengo más datos, bastante curadito y muy rico. Sugería la compañía de un generoso (palo cortado, por ejemplo) lo que me hizo recordar ciertos vinos saboyanos que probamos en La Cigaleña. Esos sí que hubiesen sido su pareja perfecta.
ResponderEliminarY dicho esto me despido por unos días. Nos leemos la segunda semana de agosto, más o menos. Supongo que algo podré contaros de mis paseos por ahí.
ResponderEliminarSalud.
Que lo pases bien Jorge.
ResponderEliminarBuena cena ayer en Deloya. Un menú degustación a 48,50€ de buen nivel en el que me gustó sobre todo un magnífico cabrito escabechado, aunque todo estaba bastante bien.
ResponderEliminarHablando de sidras de hielo, pusieron un chupito de una asturiana con el primer postre.
Y ya era hora que se empieze a ver terminales de cobro portátiles como el que usaron para pasar la tarjeta y que son habituales fuera de España.
Salud y buenos alimentos Jorge.
ResponderEliminarToni, ayer anduve por el Avant Garde de Gijón, casi todo en un nivel de agradable corrección: buena la mini hamburguesa de atún; buenas también las sardinas en brocheta, a la que la influencia danigarciniana la llamasen espeto, aunque el acompañante imitador de arena ni la mahonesa aportasen gran cosa; correctas las verduras en tempura, donde las salsas (romesco, ponzu y una de curry) estaban más logradas. Bien también el lechazo confitado. No me gustó la tarta de manzana, y sí el mimoso de chocolate con helado de mamía. Con dos copas de cava (Agustí Torelló) y una de un Ribera (Altos de Tamarón),prescindibles ambos, 89 euros de vellón. Eficiente y amable servicio. Con un 10% de más tamaño en las raciones, y un 10% menos en la factura, no tardaría en repetir
Y en una vinatería de reciente apertura, un insulto al cliente: anuncian como "bocartes de aquí" lo que son boquerones congelados con su rebozado y todo. Qué vergüenza.
Toni,en el menú de deloya escoges tu las entradas,segundos y postres,o,ya está cerrado.Si es así,que platos lo componen.
ResponderEliminar48.50 + iva o ya está incluido.
ResponderEliminarJe, je. 48,50€ IVA incluído. Deloya después de algún "fallo" en cuestiones del IVA se ha puesto las pilas y cumple la legalidad escrupulósamente.
ResponderEliminarEl menú está cerrado pero en otras ocasiones no tuvieron problema alguno en cambiarnos algún plato. Este que tome así de memoria estaba compuesto por un aperitivo de tartar de atún con compota de tomate, una ensalada de pasta con burrata, sardinas al horno con sandía, cocochas de merluza rebozadas y no recuerdo con que iban, salmonetes con arroz cremoso y cabrito escabechado. De postres dos: unas frutas como escarchadas con una crema que no recuerdo bien pero que estaba muy rica acompañadas de un chupito de sidra de hielo y chocolate en 3 maneras distintas.
Para beber un V3 Verdejo Viñas Viejas a 29€. Muy buena carta de vinos y nunca han dejado de tener el vino solicitado, cosa rara.
No llegan al nivel de los estrellados del oriente pero tal vez es lo mejor de Oviedo actualmente.
Se me olvidaba, también tienen otro menú algo más caro, que tiene una entrada con marisco de más y antes de los postres una tabla de quesos.
ResponderEliminarEl sábado estuve comiendo en Viavélez. Da gusto.
ResponderEliminar¡Coño Nacho!. Cuenta algo hombre.
ResponderEliminarNacho,
ResponderEliminarEstá la blogosfera mundial esperando tus palabras.
Volviendo a las sidras de hielo, en el Hipercor hay una feria de alimentos asturianos en la que tienen una asturiana que se llama Valverán y cuesta 9,85€ la botella de 0,375l.
ResponderEliminarEn el Lidl hay unas cuantas cervezas extranjeras a buen precio:
ResponderEliminarCoronita (México): 0,85
Quilmes (Argentina): 0,79
Bramha (Brasil): 0,89
Gauloises (Bélgica): 2,99 (4 botellas)
También hay varias marcas alemanas, con variedades de trigo, negras, tostadas...
Por si es de vuestro interés, os pego el link del congreso que se está desarrollando en Santander durante estos dias " SObre el Producto y la Interpretaciópn Culinaria"
ResponderEliminarhttp://www.uimp20.es/tv/tvuimp1.htm
Os comento, me dijo la chica que nos atendió que, todo lo que figura en la carta está también en Madrid. La carta es muy reducida, mucho, detalle que a mí me gusta. Éramos dos personas, de primero una ensalada de ventresca que lleva unas patatas cocidas muy sabrosas cortadas en pequeños cuadraditos, aliñadas muy suave con un toque de comino y unas correctas láminas de ventreca, ensalda muy fresca en conjunto y sabrosa, perfecta para el verano. De segundo pedimos los dos carrilleras, nos encantan, y joer, que bien hechas estaban, nada de salsas pesadas ni grasientas. Se partían solas con el tenedor y de sabor perfectas, acompañaba el plato un puré de patata ligero y sabroso y un poco de zanahoria confitada. De las mejores carrilleras que he comido.
ResponderEliminarDe postre pedimos granizado de naranja sanguina con helado de té y mermelada de cítricos y también el granizado de manzana verde con helado de crema inglesa y regaliz, los dos estaban cojonudos, mira que las raciones están bien de cantidad, pero me hubiese comido tres ó cuatro postres más.
Eso con agua, cafés y pan, 54€, un muy buen precio.
Me comentó la chica que si la cosa va bien igual en septiembre puede continuar abierto, no es seguro, habló de un julio flojo y que ahora la cosa parecia que se animaba....ale, todos a ir que así estará más tiempo abierto.....
Nacho, gracias por la crónica. No dudo que todo estuviera estupendo pero por lo que cuentas no me anima precísamente a hacer 260km y menos si la carta es reducida.
ResponderEliminarToni,
ResponderEliminarla carta es la misma que tienen en la barra de madrid. Te vas a encontrar lo que ha comentado nacho y además varias brochetas, patatas rellenas de goulasch, callos, croquetas, etc...
yo voy este lunes que viene
ResponderEliminargracias por las pistas :-)
ya os contare
Además del enlace que os he dejado esta mañana, os dejo otro con el programa.
ResponderEliminarhttp://www.uimp.es/uxxiconsultas/ficheros/1/5022Programa.UIMP.pdf
La semana que viene estarán colgadas en internet todas las ponencias.
Un saludo a todos.
Lo siento, pero por algún motivo no se ve el enlace entero. programa
ResponderEliminarJoer, dos días enteros sin ningún comentario. No recuerdo cosa igual. ¡Qué vagancia tenemos!. ;-)
ResponderEliminarSabéis si el bocamar está cerrado por vacaciones.
ResponderEliminarsi, esta cerrado, enfrente teneis al maridaje, acaban de abrir la goleta y la cocina de manuel. Siguen la corrada y ca`suso, este ultimo cerrara por vacaciones en unos dias. Por lo visto los unicos que siguen de vacaciones son los diletantes je je
ResponderEliminarSí, sí, ya quisiera estar yo de vacaciones. Todavía me queda demasiado tiempo para disfrutarlas.
ResponderEliminarPor cierto, me acabo de enterar ahora de la existencia de La Cocina de Manuel. Queda en los dominios de Jorge. :-)
ResponderEliminar¿Alguien ha estado y puede comentar algo?.
En cuanto a La cocina de Manuel, yo estuve por allí por el tema del concurso de pinchos, que es una cosa por las que voyh. En principio, no parecía distinguirse gran cosa del resto de la oferta de vinaterías, y el pincho en sí fue un quiero y no puedo. Por otra parte, se le ve trasiego de gente y que va teniendo su público, así que algo hará bien. Habrá que darle un tiento
ResponderEliminarQué sitio recomendáis en oriente para comer marisco? (y no me refiero a China).
ResponderEliminarQué sitio recomendáis en oriente para comer marisco? (y no me refiero a China).
ResponderEliminarMing,sin duda Casa Tista,muy buen producto.
ResponderEliminarGracias, anónimo!
ResponderEliminarYa reservé para mañana en la terraza, espero que no caigan chuzos de punta.
ResponderEliminarla malvado ming,iba a recomendarte el mismo.mañana dan peor tiempo q hoy.me han recomendado un restaurante en villahormes,punta pestaña,ni idea de q va
ResponderEliminarRecomendación vinícola de las que megustan con excelente RCP. Castillo Perelada 5 Fincas 2005. No llega a 10€ en el Eroski. Está muy bien. 91 puntos Peñín.
ResponderEliminarTambién me hablaron muy bien del Gueyu de Mar, que ya veo en un post anterior que merece la pena. A ver si cae el próximo domingo.
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