Recientemente fui a visitar a una amiga a Cervera de Pisuerga y aprovechamos para hacer unas excursiones alrededor. Cerca conocía un poco Aguilar de Campoo que, a pesar de tener cierto encanto, me había decepcionado. Sin embargo ella insistía en los atractivos de la zona y no quise dejarlos pasar.
Y de verdad encontré un paisaje hermoso y muchos alicientes por allí. Es un entorno montañoso impresionante y aparenta estar poco contaminado y con leve intervención humana. Si lo comparamos con Asturias ves especies de flora (sin ser yo experto en esto) y detalles que hubo por aquí pero ya no se encuentran y supongo que la explicación principal puede ser la mayor alteración de nuestros ecosistemas por infraestructuras más intrusivas.
Quien aprecie el arte románico encontrará un paraíso. En cualquier pequeño pueblo, discretas, desapercibidas, te sorprenden iglesias en muy buen estado de conservación, con escultura notable. Y si es el patrimonio industrial el que más llama a uno no debe perderse el entorno de Barruelo de Santullán, zona minera con poblados característicos, museo, mina visitable, infraestructuras ferroviarias al servicio de esa actividad… La parte de museo me quedó pendiente pero todo el conjunto tiene gran valor histórico.
Pero vamos con nuestra experiencia concreta. La primera tarde la dedicamos a recorrer la propia Cervera de Pisuerga, que tampoco da para mucho más. Villa pequeña y tranquila con vida típica de pueblo (todos la saludan por la calle y miran con curiosidad al visitante) articulada en torno a un par de plazas –una en obras- y unas calles porticadas. Ese día toca cena de tipismo local, que en realidad no cuenta para nuestro apartado gastronómico. ¿Por qué? Pues porque es un simple bar sin cocina, cuya oferta se reduce a dos tipos de queso curado, jamón, chorizo y cecina y tres ensaladas: de atún, de chicharro escabechado (ambos de conserva) o mixta, que agrupa las dos conservas y algo vegetal para darle empaque. Vamos, que ahí se va a charlar, a pasar revista a la actualidad local y lo de comer es accidental. El bar, aunque creo que no luce rótulo, es el Cascarita, y tiene su historia. Lo más gracioso viene cuando pides “el postre”, así, sin más detalles. Te derraman sobre la mesa un montón de avellanas y te dan un taco de madera por persona, que es lo que debe servirte para cascarlas contra la tabla. Si uno no se apaña así hay un molde, supongo que pensado para los niños, otro taco con un hueco para poner la avellana y que no se escape.
Al día siguiente fuimos a la villa romana de
Después de la visita nos acercamos a Carrión de los Condes y además de dar una vuelta, asombrarnos ante el pantocrátor de San Salvador y tomar un café en un bar sin una sola mujer y con sólo dos hombres menores de sesenta años, el camarero y el que suscribe, comimos unas raciones sobre la marcha en un sitio poco llamativo que sin embargo nos ofreció una cecina digna, un buen queso y unos cangrejos sabrosísimos. El pan también era bueno, cosa cada día más escasa, y con un par de cañitas y un par de vinos salió todo por 24 euros. Mi memoria es bastante buena, así que insistiré en que se llamaba Channfix por más extraño que suene.
Regresamos a Cervera por Guardo y desde allí por la llamada ruta de los pantanos, que recorre la montaña en paralelo al río Carrión y permite ver un paisaje privilegiado y unas obras de ingeniería sorprendentes. Esta zona es una gran reserva hídrica.
La cena ya tuvo más interés gastronómico. Fue en el Peñalabra, que es casi lo único que recogen las guías formales si buscas algún sitio en esa población. Hospedaje y restaurante, ya en la tercera generación de la misma familia, combina la tradición de mano de la madre y detalles innovadores por parte de un hijo que decidió viajar a Francia a ampliar experiencia en la cocina. La sala es algo antigua ya, un derroche de metacrilato. Carta amplia y clásica y la de vinos, más de lo mismo. Tendré que aferrarme al Rioja para beber algo. ¿Dónde está entonces esa innovación? En algún plato concreto y en las presentaciones, que sí notan para bien el buen oficio, evitando mezclas de salsas innecesarias y buscando de verdad acompañamientos armónicos, escogidos con buen criterio. Y la tradición se hace fuerte en las elaboraciones básicas, en las que se ven buena cocina de siempre, cocciones lentas y mimadas, fondos honestos.
Compartimos como entrante una ensalada de queso de cabra que superaba bastante la media de lo que ves por ahí. Vegetales sabrosos, el queso, de calidad aceptable y en pequeños pedazos “emboscados” entre los ingredientes, se deshacía en la boca y se fundía con lo demás; nueces y unas virutas de cecina y un buen aliño. Plato abundante por 12 euros.
De principales, manos de cerdo rellenas, muy buena presencia, limpieza perfecta, deshuesadas. A mi acompañante le gustan especialmente y yo probé sólo las manos (no el relleno) y apruebo su punto y su textura. Vuelvo a insistir en la abundancia de la ración, que costó 13 euros. Y el mío fue un milhojas de capón con foie también con una presentación cuidada y muy bien conjuntado. Sabores intensos en contraste de los cárnicos y una salsa dulce que ponía un contrapunto agradable. 11 euros, para los detallistas.
Los postres, un bizcocho de chocolate con relleno fluído que era más bizcocho y solo una pequeña bolita de chocolate fundido encima, es decir, un atajo para hacer más fácil ese postre pero que uno agradece si a cambio es elaboración propia y buena, y el bizcocho estaba exquisito. Y un souflé casero de helado que pedí recordando con nostalgia el helado peñasanta de la confitería Auseva de Llanes pero también tomó el atajo de ser más bien una combinación de ambos, suflé y helado por separado, aunque otra vez se trataba de elaboraciones sabrosas y de calidad. Cada postre costó 4 euros.
El pan era bastante bueno y para beber, como ya había dicho, hubo que mirar a
En suma, con el agua y cafés, 71’60 para los dos por una cena muy agradable, con personal atento y cordial.
La mañana del domingo la aprovechamos para visitar iglesias románicas y estuvo salpicada de anécdotas, como el circuito de visitas a interiores, siempre difíciles en pueblos pequeños, siguiendo la ruta del cura itinerante, o el caso de Santa Eufemia, donde se aprecia una construcción que parece muy valiosa y está dentro de un complejo hostelero de propiedad privada. Tiene un horario de visita declarado pero una boda ese día hacía que lo incumplieran. Me llamó sobre todo la atención la de San Juan Bautista, en Moarves de Ojeda. Y para cerrar el anecdotario voy a recordar al lugareño que nos contó delante de la fachada de esta cómo la diversión cuando ellos eran mozos era apedrear a los santos esculpidos en la portada. España bastante profunda.
Volvimos para comer en el Asador Gasolina. Aquí la experiencia fue decepcionante. El local tiene su nombre también y sus reconocimientos pero ya la acogida mostraba un personal desidioso en la sala.
Compartimos como entrante un revuelto de setas y jamón, con setas sabrosas pero sin más mérito. La ración no era escasa pero era menor que las comentadas en la cena del día anterior. El precio, 13’70 euros.
Con los principales yo no quise experimentar pero tampoco me apetecía el lechazo asado, que parece su especialidad. Pedí un entrecot con crema de setas, al punto. La carne era buena y estaba bien tratada pero la crema era poco sabrosa, demasiado fluída y en demasiada cantidad, de manera que acabó estorbando en vez de acompañar. Mi amiga escogió el solomillo de cerdo con foie y trigueros y no le convenció mucho. No puedo opinar porque no lo probé; sólo me guío por su opinión que fue bastante más desfavorable que la noche pasada. Precios: 15’95 y 17’90 respectivamente.
Como postres elegimos la cuajada montañesa, y aunque yo buscaba algo ligero resultó bastante insulsa, y la bomba de chocolate, dado que ella decidió seguir la comparativa de esa línea de repostería (me vino a la memoria alguno glorioso de Oviedo en ese estilo) También esta última quedó por debajo de su rival local.
La carta de vinos se parecía bastante a la otra: amplia y previsible con la sorprendente presencia de añadas algo antiguas. Otra vez me fui a Rioja con cierta desconfianza (¿conservación?): Lan reserva 1996. Y otra vez encontré como virtudes buena conservación y buena temperatura. Asimismo fue un cumplidor compañero de la comida. 25 euros costó.
Con pan, agua y cafés subió a 89’90 euros para los dos.
Después vendría una tarde dedicada al paseo, a las despedidas y poco más, que la lluvia apareció otra vez de noche.
El día siguiente lo aproveché yo para visitar algo más de románico, la zona minera de Barruelo de la que hablé al principio y dar rodeos de regreso, volver a comprobar que Aguilar de Campoo me aburre, no me sugiere la misma gracia que su villa vecina, y retornar a Asturias por mi apreciado oriente: Ribadesella –un café en el Sebas y la prensa regional para ponerme al día- y Villaviciosa, para recuperar el sabor de la sidra en El Secañu y preguntarme otra vez por qué nos entretienen cosas así al leer la prensa deportiva. ¿Será el ser humano extraordinario? Por lo menos algunos son pintorescos y pueden llegar a divertidos, que no es poco.
Otra zona digna de verse y que tengo bastante abandonada.
ResponderEliminarun acercamiento estupendo a la zona.
ResponderEliminarnunca estuve por alli, espero poder hacer una excursion pronto y me temo que llevare las tortillas y empanada jeje ;-)
estuve hace mas de 10 años en la olmeda, impresionante conservación, pero cuando aquello había menos partes para visistar. Por lo que leo mereció mas la pena el viaje por el rómanico ue por la comida en si.
ResponderEliminarPorque no te acercaste a ESTRELLA DE BAJO CARRION? Es un sitio muy recomendable.ALOQUE
ResponderEliminarPrimero Soria, ahora Palencia.
ResponderEliminarEstais en un plan "castellano viejo" que asusta.
De vuestras palabras, lo que más se destila es la idea de "tranquilidad absoluta".
Jorge,
Una pena que no fueras al ESTRELLA DE BAJO CARRION que te dice aloque. Por lo que él mismo me contó, merece muy mucho la pena.
Bueno, muy bueno el pulpo del bar PORTONOVO en la calle Fuente de la Plata, de Oviedo.
ResponderEliminarTrozos gordotes, no como esos que están tan de moda ahora, que parece que pasaron por el cortafiambres. Textura un pelín blanda para mí, pero muy al gusto general. Y aceite y pimentón de calidad, haciendo buen acompañamiento.
Ración más que generosa, con pan de corteza dura y miga consistente.
Con una de las denostadas jarras de Ribeiro, 17,50€.
a mi tambien me gusta el pulpin "duro", es decir, en su punto coño, no blando como parece que esta mejor
ResponderEliminarA mi también (lo del pulpo).
ResponderEliminarVoy a explicarme un poco mejor.
ResponderEliminarLa textura de este pulpo estaba muy lograda. No era ni mucho menos esa cosa que se te deshace en la boca. Pero no llegaba "mi" grado de dureza.
Yo es que soy muy especialín con este tema.
Yo también (lo de especialina)
ResponderEliminarAguilar de Campoo destaca por los cangrejos americanos y les ganes que pases de un vasu de leche...ye que huele a galleta, u olia :-)
ResponderEliminarNo recuerdo ningun sitio mas alla del picoteo, tampoco en Cervera aunque seguro que hay. En Aguilar si recuerdo un bar en los que los vinos tenien que ser frescos y salian de una Zanussi del 60 y de paso te daban uno pincho de tortilla piquiñin (algo raro en Castiella) eso si, UNO por vasu. si le pedias otro te decien eso de "son para dar" que para la mentalidad asturiana ye algo asi como "coño, por que crees que te lu pido?" :-). Grandes recuerdos.
Vamos, que lo de los colgajos membranosos del pulpo, así como lo blandengue del mismo, no me divierte. La carne tiene que estar firme.
ResponderEliminarEl comentario me ha quedado horrible. Me hago cargo, pero si alguien lo explica mejor, que se explique aquí mismo.
Buenas noches y hasta mañana.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPues la verdad es que Palencia anda un poco corto en lo que a restaurantes más o menos aceptables se refiere, pero tanto como decís no es. Tened en cuenta que Palencia será de las provincias con menor indice de densidad de población de España y eso hay que valorarlo. Aun así y estando en Carrión de los Condes te has perdido un par de sitios de bastante entidad. El primero en Villoldo, Estrella del bajo Carrión, es un restaurante con una carta corta pero divertida y con toques modernos. El hijo de una de las propietarias, Alfoso después de varios stages en diversos restaurantes estrellados michelín de España ha regresado a casa para dirigir la cocina. El establecimiento está recién re-deocrado, aunque ha perdido un poco la solera que tenía.
ResponderEliminarPor otro lado y en Frómista está Hostería de los Palmeros, un restaurante de corte clásico con cocina muy tradicional pero matería prima de excelentísima calidad. Uno de los fuertes de este establecimiento es el personal ya que el trato es exquisito. Destaca su decoración clásica y recargada.
Así que si os acercáis a Palencia ya tenéis un par de sitios que conocer para que no os parezca un paraiso desangelado. Eso sí, no espereis pinchos ni tapas con el vino... esto aquí no se lleva.
Juanjo, tienes toda la razón. Has descrito muy bien a Los Palmeros.
ResponderEliminarEn cuanto a la decoración de La Estrella, les ha quedado una sala muy bonita. A mi me sorprendió gratamente.
Leo con tristeza lo de los Tres Caracoles...¡qué pena!.
ResponderEliminarYa veo que seguís en plan explorador. Por estos sures de dios hace tanto calor que no apetece ni comer y mis pocas excursiones exploradoras, totalmente decepcionantes. Alguna cosa un poco fuera de lo normal pero simplemente eso, fuera de lo normal de aquí. Tengo unas ganas de comer bonito que no veas.
Abrazos desde los 25ºC a estas horas
Bueno Candasu, aquí no andamos lejos. Tenemos 21 grados a estas horas.
ResponderEliminarDespués de que ayer un ordenador sin marca, genérico, pero todo un HGP no me dejara escribir comentarios ya puedo volver por aquí. Y como suele ser me encuentro el trabajo hecho.
ResponderEliminarIba a comentarle a Antonio López que no fuera tan duro con lo de las comidas, que yo había probado pocos y una sola vez, y apelaba a los conocedores de la zona para sugerir mejores opciones. Y es justo lo que habéis hecho, muchas gracias. En cuanto a mis paradas en concreto fueron las que fueron porque no organicé yo ese tema. Ya había leído elogios a Estrella del Bajo Carrión, por ejemplo, pero esta vez rodaba con guión ajeno. Queda apuntado para la próxima.
Lo de la tranquilidad absoluta, totalmente cierto.
Candasu, porcentajes de humedad. He ahí la madre del cordero, que aquí ya está cocido pero no ruste, está hecho al vapor, en plan sauna.
ResponderEliminarTienes ahí a la vuelta de la esquina el festival La Mar de músicas, al que siempre me quedo con ganas de ir y sigue en espera. La música cura muchas penas y aminora la nostalgia, por si te sirve.
Procuraremos no bebernos toda la sidra y guardarte algo para cuando vengas. Ánimo.
Y hasta ayer no había inaugurado la temporada heladera. ¿Abrimos un hilo con vuestras favoritas? Yo rompí el hielo con uno de turrón de Coppelia, Gijón. Y por "canal privado" (el HGP sí me permitía e-mail) con otro conocido bloguero salió a relucir La Ibense, también en Gijón, bien valorada por ambos. Entre otras varias, claro.
ResponderEliminarQue pena lo de Los Tres Caracoles, pero más pena me dió cuando dejaron La Casa de la Ribera, en aquella zona no había nada de ese estilo y se agradecía más que en Oviedo.
ResponderEliminarEn Asturias está reñido ser un buen cocinero con un gran empresario? Ya me entran dudas.
Esa puede que sea la pregunta del millón, Nacho T.
ResponderEliminarY estoy de acuerdo con lo que dices sobre La Casa de la Ribera.
En todos lados y no sólo en Asturias, Nacho, el que sobrevive es el que es capaz de justificar el precio de lo que vende. Dar la sensación de que merece la pena.
ResponderEliminarEso, por desgracia, es más fácil de conseguir utilizando mal producto, la abundancia es muy fácil de medir y este es un país de gente a la que le encanta ver mucha comida en el plato.
En Madrid una de las marisquerías que peor producto tiene, que peor guisa, que mezcla lo regular con lo malo, está siempre llena. Pero claro, a la gente se le llenan los ojos con el cuarto de percebes marroquíes a 18 euros cuando enfrente los venden gorditos, frescos y buenos a 36. Vete tú a explicarles.
Mirar el comentario de Vinos de Bulgaria que ha hecho en verema. Se puede aplicar a estos temas de cierres y demas. Estoy completamente de acuerdo.
ResponderEliminarComo sobreviven las tiendas de vinos
Carlos, entiendo lo que dices, lo que me parece que si que está reñido es ser un cocinero honesto (empresario) con ganar dinero, máxime en regiones pequeñas como Asturias.
ResponderEliminarProbad los helados de Helados Helio Hermanos en Candás/Luanco y ya vereis. Me encanta el de Philadelphia con fresa y el de arroz con leche.
ResponderEliminarLa Mar de Músicas de este año está dedicado a Marruecos y hay cosas interesantes. Me apetecía ir a Alondra Bentley pero ya veremos. De mano intentaré ir con Chocolatea (que viene de visita) al de Jazz de San javier. Y de paso a conocer algún sitio que sea al menos, comentable
Un abrazo
Probad los helados de Helados Helio Hermanos en Candás/Luanco y ya vereis. Me encanta el de Philadelphia con fresa y el de arroz con leche.
ResponderEliminarLa Mar de Músicas de este año está dedicado a Marruecos y hay cosas interesantes. Me apetecía ir a Alondra Bentley pero ya veremos. De mano intentaré ir con Chocolatea (que viene de visita) al de Jazz de San javier. Y de paso a conocer algún sitio que sea al menos, comentable
Un abrazo
No sé como les iría en Los 3 Caracoles la cuestión de cocina pero como ya dije en cuestión de vinos tenían una apuesta atrevida y diferente, pero con unos precios altos en consonancia.
ResponderEliminarUn claro ejemplo de que muy poca gente bebía la mayor parte de vinos que ofertaban era que nada más sentarte en una de las mesas altas, aunque te pusieras a leer la carta de vinos por copas casi al instante te venían a preguntar que querías tomar supongo que acostumbrados a la actitud típica de otros clientes. El 99% de la gente pedía lo típico: un cosechero ó un Rioja ó un crianza de Ribera del Duero como mucho. Por no hablar de la cantidad de mujeres que pedían un Canei...
Así, normal que no vendieran casi nada de Macharnudo Alto ó de Tricó aunque los precios eran claramente disuasorios.
yo a falta de probar muchos que me quedan, me quedo con la ibense, en el barrio de la arena de gijon, los hay flipantes, adictivos.
ResponderEliminarel otro dia en la planta baja de las salesas vi una heladeria nueva, por lo menos para mi, que tienen los mismos helados o quizas mas que en la ibense, hoy es un buen dia para probarlos jeje
yo no se que os extraña tanto
ResponderEliminaresto de los buenos vinos y buena comida, por lo menos para nosotros, y me refiero al termino "bueno", es totalmente minoritario y la gente ni lo aprecia ni esta dispuesta a pagar la diferencia.
es una minoria de gente la que entiende eso y mas aun la que se puede permitir esos "lujos", y la peña de oviedo por mucho que vaya de sobrada pues eso ...
dicho esto y ya que hoy no me dio tiempo a comer, voy a proceder a comerme una barra pan llena hasta arriba de jamonin de mangalica que con este calorin debe estar el tocinin medio derretido y mmmmmmm
ResponderEliminaray ay que me se cae la baburria nel teclao jejeje
estos dias hablabamos de las pestañas del bonito
ResponderEliminarhoy en el carrefour de lugones habia mil mas o menos, nunca vi tantas juntas, a 1 eur el kilo, el lolo cogio unos cuantos kilos jeje, asi que si vais quedaran mas bien pocas.
eso si, debieron cambiar los pescaderos porque estaban cortadas como dios, poca carne tienen jeje, el año pasado las daban a 1 eur y aparte de la pestaña llevaban casi un par de rodajas detras
vaya cena me voy a pegar hoy :-)
Estoy con Candasu: los Helados Helio Hermanos que se venden en Candás y Luanco, son los más ricos que he probado. Para mi mejor que los de Verdú, Coppelia y la Ibense.
ResponderEliminarestan muy buenos, lo que pasa es que en este caso no puedo ser objetivo, tuve varios enfrentamientos con el indiduo que lo lleva que no me permiten comer un helado mas ahi jeje.
ResponderEliminartemas personales, nada mas, pero estan muy buenos, recuerdo especialmente el de arroz con leche, me moria con el
Juanjo, en Palencia, además de los que comentas también está el restaurante del Hotel Casa del Abad de Ampudia, que tuvo una estrella michelin y la perdió hace uno o dos años. Sólo lo conozco por una reunión de trabajo y, aunque era un menú concertado, comimos estupendamente y a un precio muy ajustado. No sé que tal será a la carta.
ResponderEliminarA mi de helados me gusta el de Turrón de Verdú, ambos, el de Gijón, más fino,y el de Oviedo, con tropezones, aunque me ha parecido notar una tendencia a la baja en el de Gijón. Y el de chocolate de la confitería SAnta Cristina. Otra cosa.
ResponderEliminarAyer me bebí una cerveza hecha con licor de Malta llamada Samichlaus, algo dulzona pero potente y muy suave a la vez, a la que no sele notaba el alcohol, a pesar de alcanzar los 14º. REcomendada para reconfortar después de una dura jornada de trabajo.
Y esta noche me he hecho unos rigattoni con una salsa de tomates cherry italianos que pille en el ECI que están muy bien. Los cocií con unos boletus deshidratados que tenía por aqui. Los termino en la pota según una técnica que le vi al Olivier , una vez escurridos , con un poquito de ajo y aceite, hasta que pierdan el agua del todo (es necesario sacarlos un par de minutos antes del tiempo de cocción). Luego se tunea con un poco de salsa picante de tomates desecados.
Y se ve que tengo que viajar más, por de Castilla-León solo conozco lo de León (y Jiménez de Jamuz, pero esto no cuenta)
Diletante, Castilla-León no. Es, Castilla y León.
ResponderEliminarAdemás hace 7 siglos era León Y Castilla.;-)
Ahora que estamos en tiempos de cierres y disgustos, sirva mi comentario para poner un poco de optimismo en toda esta vorágine de disgustos y sinsabores... Vengo de cenar en Ca'Suso y la verdad es que me ha encantado. El crujiente de Vidiago espectacular (yo le pondría una pizca de Maldon para potenciar el sabor), los chipirones con empanada negra demoledores, el bacalao increíble (punto, textura, sabor...) y el cordero magistral (sabroso, potente pero nada empalagoso). En bodega un blanco verdejo con madera de esos con personalidad. Martes, restaurante hasta la bandera (no había ninguna mesa libre) y servicio impecable. ¡Un 10 para estos chicos que, sin pretensiones, consiguen cautivar a quienes se acercan a su casa!!! Volveremos seguro!
ResponderEliminaranónimo completa la info por favor, que verdejo habeis tomado?. No hubo postre?, cuanto fué la cuenta?
ResponderEliminarCena en La Zamorana y la verdad que el producto que manejan es excelente,para ser martes había bastante gente.
ResponderEliminarTonka, tienes razón, La Casa del Abad también tiene un buen restauratne pero la verdad es que yo no he acertado los días que he ido, y he de decirte que funciona en una línea totalmente diferente a Estrella del bajo Carrión y Hostería de Los Palmeros. Si bien estos dos ultimos funcionan de manera familiar y con un esmero esquisito, en La Casa del Abad la inversión viene de otros sectores y los empresarios delegan sus funciones en otras personas, como es el caso de la asesoría culinaria por parte de Joaquín Koerper.
ResponderEliminarPero aun así es de los grandes de Palencia, aunque para mi gusto por debajo de los anteriormente mencionados.
Sorprendente lo que comentais de llenos ó casi un martes. Es curioso porque en las últimas semanas no vi ningún lleno en los restaurantes a los que fuí en sábado.
ResponderEliminarEn La Zamorana no estaba completo,había bastante afluencia de gente,en el último restaurante que estuve,si se encontraba lleno y era La Huertona,el sábado pasado.
ResponderEliminarEn mi caso en las últimas visitas de junio ( Casa Marcial,Calima, Skina, El Barrigón y Zuberoa,) estaba lleno o practicamente lleno. En Tragabuches la ocupación era de tres mesas pero era un martes por la noche.
ResponderEliminarSobre helados. Alguna vez cayó en Candás algún helado de los de Helio y tengo buen recuerdo, pero hace bastante tiempo. El de turrón de Verdú de Oviedo está también en mi selección y tengo pendiente para cualquier día de estos el de chocolate de Santa Cristina desde la otra vez que lo habías comentado, Dile. En cuanto lo pruebe os doy mi impresión.
ResponderEliminarAyer se juntaron en mi cena un tipo duro y un blandito, por casualidad, no porque se anduviesen buscando.
ResponderEliminarEl tipo duro es El Puntido 2005 (es a Albertobilbao a quien no le gusta, ¿verdad?) que muestra un exceso casi culturista de madera y alcohol, aunque debajo le veo algo bueno pero demasiado enterrado. Me queda media botella para hoy. Veremos.
El blandito es el nuevo queso de Los Caserinos al vino de Cangas. Queso de vaca tierno con la corteza lavada con vino tinto del Narcea. Los quesos de ese elaborador son correctos aunque no lleguen a emocionarte, suaves. Han lanzado tres productos que juegan con acabados distintos y que como mínimo merecen una oportunidad cuando se busque algo desenfadado. Hacen buen papel en una tabla sencilla. El afumau es para mi gusto el más resultón, digno competidor de otros similares. El de sidra me parece un divertimento en el mejor sentido de la palabra, un toque de tipismo que le da frescura, gracia y que suele complacer sin más pretensiones. En ese aspecto, su toque de sidra es agradable, con una leve punta ácida que va bien sobre el fondo lácteo. En cambio el de vino de Cangas resulta algo más agreste. El efecto del vino es levemente amargo. No es excesivo, así que no eclipsa al queso, pero no se integra tan bien como la sidra. También me queda otro medio que, con más horas fuera de su envase al vacío puede haber cambiado algo.
P.D. Candasu, otra pista para que nos hagas de corresponsal. ¿Algún queso de Murcia al vino reseñable?
Jorge, para esos vinos que preveo del estilo "tipo duro" como dices, yo les doy un jarreado de 2 horas mínimo y es raro que los pida en restaurante, aunque a veces no me resisto. :-)
ResponderEliminarAlguien me puede recomendar un sitio en Gijón para comer rico y al sol?
ResponderEliminarLa terraza de la Pondala.
ResponderEliminarMalvado,
ResponderEliminarYo hace poco estuve en el AVANT GARDE, en el nuevo hotel NH, y, aparte de comer bastante bien (en plan tapas elaboradas) tiene una terraza muy chula.
Por cierto, a ver si te pasas más por aquí, que se te echa de menos.
Investigaré lo del queso...
ResponderEliminarMalvado, la terraza de Casa Zabala en Cimadevilla también está bien. Puedes elegir entre difrentes tapas o los platos del restaurante.
ResponderEliminar¡Qué bueno está el bonito al salmis de Casa Néstor (Luanco)!
ResponderEliminarEs una salsa a base de chocolate y cebolla con la que también se preparan platos de caza; en Casa Víctor de Gijón tienen en temporada como un clásico de hace muchos años la arcea (becada) al salmis.
Lo pidió mi mujer y yo solo probé un par de bocados, en principio reticente por la época (todavía no está el bonito en su esplendor) y la combinación. Y he de reconocer que me encantó, me recordó a un guiso de pitu caleya.
La MAleta del Loco también tiene terraza.
ResponderEliminarJorge , coincido totalmente con lo de los quesos, y casi totalmente con el vino.
Para este tiempo es bueno suplir la falta de esplendor del bonito con los guisos, el marmitako o el rollo (mi suegra lo hace bien bueno), e irse a las partes más sabrosas, como esas pestañas que voy a ver si me acerco al Carrefour y dejó el Lolo alguna.
ResponderEliminarpues a ojo quedarian alli unos 5 kilos mas o menos, yo me lleve alguno mas ;-)
ResponderEliminarnunca vi tantas rodajas juntas, casi medio mostrador era bonito, exagerado, a 8,90 el kilo
Lolo, tu que tienes un congelador muy grande o q?.
ResponderEliminarYo no suelo comprar en el carrefour el pescado, en general tiene bastante mala pinta aunque a veces haya excepciones.
grande no, gigante :-)
ResponderEliminares uno de mis mejores amigos jeje
ademas como lo suelo vaciar a mayor ritmo de lo que lo lleno pues nos entendemos bien :-D
yo el sitioq ue ultimamente veo fatal es la pescaderia de las salesas, ayer mismo habia ciertos pescados que no se podian vender ya, hasta olian joder...
ResponderEliminarotros bien, pero eso no se puede tener en un mostrador coño
en el carrefour de lugones nunca vi eso o algo parecido
lolo, supongo que te refieres a la pescadería del hipercor, no?, no me doy cuenta que haya mas.
ResponderEliminarEn el hipercor he visto eso varias veces, no hay nada como el pescader@ habitual aunque se pague un poco mas caro.
eso, si, la del hipercor de las salesas
ResponderEliminarademas un dia me destrozaron unos salmonetes, les pedi las espinas, cabeza e higados, y me dieron toda la mierda menos los higados jeje, asi que nunca mais.
aunque por ejemplo si te ves pillado esta bien, tienen algun pescado que se sale de lo corriente y abren por las tardes...
Estimados blogueros astures,aunque no escriba mucho os sigo con devocion.Como algunos sabreis este sabado me caso en Ezcaray,y maese compangu andara dando por saco en el evento,simplemente deciros que la semana que viene estoy por Asturias y estaria encantado de tomar unos vinitos con vosotros.Un abrazo
ResponderEliminarALOQUE
Aloque, felicidades. Seguro que Piki sabe organizar ese vino.
ResponderEliminarHoy he probado la horchata por primera vez: la de Chufi MAestro Horchatero. NO lo lamento. Dejaba un regusto acre, extraño, como el de una clínica dental. Será cosa de acostumbrarse.
Manu, una gran pista esa de Luanco.
ResponderEliminarAloque, que sea para bien, qué digo, para muy bien. Compangu seguro que pone una nota de color en la boda pero dentro de un orden, que el hombre sabe medir muy bien las juergas ;-) A ver si nos vemos cuando estés por aquí.
Dile, como te agarre un lector valenciano te corre a gorrazos. Hombre,no he probado esa marca y creo que tenía buena prensa, pero el abismo con lo artesano puede que sea de los mayores que hay, el de la horchata. Alguna envasada me había distanciado de ese brebaje con pocas posibilidades de volver. En Valencia me sometí al rito del tipismo y probé una de horchatería... et voilà: eso era la horchata, eso sí me gustó.
(Farton, si nos lees, ayúdame con el asunto)
Ah, comentabas lo del vino (El Puntido) y estábamos de acuerdo. Ayer acabé lo que quedaba y supongo, por catas compartidas, que también estaremos de acuerdo en esto: esas 24 horas le habían suavizado un poco los extremos "cachas"... y de paso lo que tenía por debajo de interés. En fin, seguiremos mirando a Francia y alguna vez a Galicia.
ResponderEliminarY de paso, lo de la educación del paladar. Intuyo que hace pocos años ese vino me hubiese gustado.
ResponderEliminarBuenos días
ResponderEliminarJorge
No me gusta el Puntido le he dado dos oportunidades y no puedo con él
Ayer tuve día de entrenamiento, hay que prepararse para los mítines de verano
-Champagne Jacques Lassaigne
Cuvée Le Cotet Extra Brut Blanc de Blancs
-Dr Bürklin-Wolf Gerümpel “R” Riesling Auslese 1990
-Domaine Zind Humbrech Clos Windsbuhl Riesling 2004 Vendimia tardía
Muy buenos los tres, siendo soberbio el Dr, de los vinos con un color más bonito que he visto en mi vida, más de tres horas estuvo contemplando el cielo
Alberto, eso recordaba, que lo habías probado un par de veces y nada. Creo que yo ya no esperaré a la segunda. Ventajas de compartir estas experiencias.
ResponderEliminarEso sí: lo del "entrenamiento" no se vale; espera un par de semanas, que si no nos hundes.
Un abrazo y hasta pronto.
No probé El Puntido 2005, tengo una botella en espera, pero el del 2004 me pareció buenísimo.
ResponderEliminarPor la evolución que tuvo una vez abierto tengo dudas de que ganase mucho por reposar en botella más tiempo, aunque puede ser. Más bien es lo sano de todo esto: cuestión de gustos. ¿Cómo describirías ese de 2004?
ResponderEliminarAntonio, pues que bien lo gestionan esos del "HIPRECIO" o Hipercor, además ahora como no deben de vender ni un lata sardinas ofrecen el 25% de descuento en todos sus productos frescos, entiendo que ese maravilloso pescado del que hablas estará incluido en ese porcentaje. Esta gente ya se puede poner las pilas, porque si en Salesas el pescado huele mal, en la calle uría la frutería no huele y para pasar por delante de la carnicería hay que ir con plumífero del frío que hace, la verdad que van bien.
ResponderEliminarJorge, mi memoria no da para tanto. Si recuerdo que estaba muy bueno previa decantación de un par de horas.
ResponderEliminarnacho t
ResponderEliminarno sabia nada del 25% ese, y que va, ese maravilloso pescado, cuyo edor no me quito de la cabeza, se vendia como bueno y habia que pagarlo integramente jeje
Soy de Cervera de Pisuerga y estoy bastante de acuerdo con el artículo. Actualmente, han abierto como bar-restaurante el camping de la localidad (camping Fuentes Carrionas y Fuente Cobre), y aunque suene extraño es de lo mejor de la zona, muy buena comida a buen precio (Hay que probar el pincho de bacalao, especialidad de la familia desde hace medio siglo).
ResponderEliminarEn cuanto a Aguilar de Campoo, tengo que decir que me parece una visita interesante: la plaza y alrededores, el monasterio románico restaurado, el Castillo (semi-derruído), etc. Gastronómicamente, en Aguilar recomiendo con fervor el restaurante El Cortés, aunque si tienes confianza (y sino puede que también), la mejor opción es llamar y encargar un menú por X euros, de picar, lo que quiera la casa y segundo plato a elegir. Se puede llevar uno muy gratas sorpresas (Por poner un ejemplo, al día siguiente de Reyes, espectacular ración de percebes a un precio irrisorio). Eso es un caso muy especial, pero siempre se come bien. Hace no mucho comí allí y pedí entrecot. La mejor carne que he comido en mi vida.