Esta semana se celebró la III cumbre de maestros en torno al Llar de La Campana , que para un gastroenomajara con pocas posibilidades de viajar como uno suponen una oportunidad que procuro no dejar de escapar, aunque si no llega a ser porque me llamó un amigo para reservar creo que no me hubiera quedado otra que perdérmelo, ya que las plazas suelen volar aunque se haga tan poca publicidad como la de este año. Esta vez vinieron Jano Blanco del Playa Club de La Coruña (cena del domingo), Raúl Alexandre de Ca Sento (comida del lunes) , Pedro Arregui de Elkano (cena del lunes), Nacho Manzano de Casa Marcial (comida del martes), y Francis Paniego de El Portal de Echaurren (cena del martes). Me hubiera gustado ir a todas , pero solo podía ir a dos, así que escogí los que más lejos quedaban. El lunes a Ca sento, que, empezando por el final, resultó una decepción. El propio Raúl lo reconocía al final, y echaba la culpa a lo mal que viaja la cocina de producto , especialmente si hay una huelga de transporte por medio. Y no le falta razón. Meterse en una cocina extraña a 1000 kms no es algo fácil. Pero su Gamba roja cocida y su Ensalada de berberechos y almejas con agua de tomate, que por culpa del kilometraje no lucieron con ese esplendor de lo recién pescado, fueron, a pesar de todo, de lo mejor de la comida. Y es que en mi opinión hubo también un problema de cocina y de concepto. Su Crema de bacalao con tempura crujiente y aceituna negra fue poco más que una prueba de la Escuela de hostelería, asignatura sifón , con la tempura demasiado aceitosa. De seis. Su Foie Gras con Gelée de Moscatel y puré de manzana a la vainilla fue un pequeño desastre donde cada cosa iba por su lado, con un foie desnaturalizado al ser emulsionado con mantequilla o grasa, y con una gelée excesivamente dulce. El mayor desaguisado fue sin embargo un Caviar iraní con mantequilla de cítricos y vinagreta de remolacha. Se presentaba entre dos láminas de pasta filo muy basta, con exceso de mantequilla, que junto con el cítrico impedía disfrutar el caviar. Se hacía necesario apartarlo todo para disfrutarlo. Cocina enemiga del producto. La Lubina (en la mesa se apostaba por lubina de estero) con emberré de patata (bastante logrado) y puerro pasó sin mayor pena ni gloria. Nuestro arroz con col i sepia fue un divertimento con poca gracia: un arroz inflado tipo krispies con un buen caldo de chipis , un dadito de sepia frita y un poco de mayonesa. En el Cordero de Viver con persilade de hierbas i polenta la carne tenía una buena textura pero estaba insípida, y parecía ir aparte de la corteza rustida con las hierbas, que con la polenta configuraban al menos un plato de inspiración mediterránea bastante agradable. El postre fue una Creme brulée con crema de whiski y helado de leche, con sabor a leche fresca, crema de whiski y pequeños trozos de café haciendo de grato contraste. Un buen primer postre, que resultó también el último y que no logró quitar una sensación agridulce, con 110 euros menos en el bolso y el estómago pidiendo un chuletón.
Y me fastidió aún más porque por la noche me contaron que los de Guetaria sirvieron unos rodaballos, unos perretxicos y unas kokotxas de merluza que , por lo visto, pusieron la piel de gallina a los afortunados que fueron a cenar
Y me fastidió aún más porque por la noche me contaron que los de Guetaria sirvieron unos rodaballos, unos perretxicos y unas kokotxas de merluza que , por lo visto, pusieron la piel de gallina a los afortunados que fueron a cenar
Dile,110 por persona "me parece excesivo" no?.
ResponderEliminarEl precio incluía bodega, pero aún así Ca Sento no fue barato, aunque tuviese dos producto de lujo como la gamba roja y el caviar.
ResponderEliminarComentaba en Sopas con hondas las ganas que tenía de haber estado en alguna de las jornadas, y tambié, decía que se fijaran en tu blog porque habías estado comiendo en alguna de ellas. Olenka me comentaba que no era muy amiga de estas jornadas fuera del restaurante original, y mira por donde va a tener razón. A mi me pasa como a ti, después de muchos años viajando por toda España, ahora viajo nada o casi nada, y estas jornadas son buena forma de desquitarnos con cocinas diferentes. Gran desilusión la que trasladas con tu experiencia, lastima. Ponen muy bien en SDCH a CA SENTO.
ResponderEliminarEn cuanto a Elkano decirte que yo he estado tres veces, para alguien como yo, de gustos preferiblemente de cocina tradicional, ese restaurante es la puta bomba. Borda los pescados.
La huelga empezó el domingo por la noche y esta comida fue el lunes. Se supone que el producto llegaría antes de empezar la huelga así que me suena a cuento chino la disculpa del cocinero de Ca Sento.
ResponderEliminar110€, ¿IVA incluido?.
Iva incluído. El Portalde Echaurren fue otra cosa . Entre hoy y mañana lo saco pa lante
ResponderEliminarLa bodega , por cierto, fue champán, creo recordar que Pierre Gimonnet, un blanco de Rioja FB, interesante pero con la madera aún por integrar, y un tinto ni malo ni bueno
ResponderEliminarSí, yo también creo que lo de Elkano hubiera sido diferente.
ResponderEliminarCa Sento es un buen sitio, pero en mi opinión está en ese momento en el que tiene que pararse y pensar un poco qué es lo que quiere hacer. Un plato de lubina en una exhibición así debe ser algo maravilloso y no hay excusa.
Pena de jornadas ya que no pude asistir. 110 euros persona? MMMM.
ResponderEliminarEldiletante, en concreto que vinos eran los rioja y blanco ? El Gimonet&fils cual era ? Para mí son unos datos importantes para poder valorar exactamente la RCP.
No os parece ?
La rcp hubiera sido buena si la comida en general hubiera estado a su altura.
ResponderEliminarSi dom-perignon, sobre todo me da que pensar el final del post "Un buen primer postre, que resultó también el último y que no logró quitar una sensación agridulce, con 110 euros menos en el bolso y el estómago pidiendo un chuletón."
ResponderEliminarPues el evento prometía...
Tony, no hice anotaciones. El Gimonnet era el básico. El vino blanco era un vino desconocido, con poca producción, del 2007, y el tinto uno de gama media. En todo caso, no creo que sea cosa de 5 euros arriba o abajo. Como dice Domperignon, si hubiera salido satisfecho y contento lo hubiera pagado muy a gusto.
ResponderEliminarsi, eso tambien es verdad eldiletante. Por lo que comentas en tu post la conclusión que yo saco es que el grado de satisfacción fué bajo. Yo preguntaba por la bodega porque dependiendo de ella el precio puede variar bastante. Por eso la bodega para mí es tan importante cuando me dan el precio de una comida. Una pena que no salieras satisfecho porque el evento la verdad es que prometía.
ResponderEliminarTony, efectivamente la bodega puede cambiar mucho una cuenta.
ResponderEliminarTambién que fue una pena. Iba una con ilusión.
Y qué rico está el Borsao Tres Picos. Una expresión ruda pero golosa de la garnacha, con sus características notas de fruta roja. Y no sabe a vainilla ni a astilla.
ResponderEliminarEl Tres Picos es fruta y más fruta. Además no aturde y no hay tufillos raros. También es uno de mis favoritos.
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