martes, mayo 08, 2007

Colmenillas


Este último domingo, contra lo que hizo el mismo creador del universo, me tocó ir a currar a un lugar remoto de la geografía asturiana. Cuando terminé, de la que volvía, estando el día precioso, con la primavera exhuberante, decidí pararme a dar un pequeño paseo por el primer camino que encontré. Y cual fue mi sorpresa que, nada más empezar a andar, me encuentro nada más y nada menos que unos ejemplares de Morchella Esculenta, o lo que es lo mismo, de Colmenilla, Morilla o Cagarria, una de las mejores, y más cotizadas, setas de primavera. Claro que lo que iba ser un breve paseo de media hora terminó por convertirse en una (infructuosa, porque no volví a ver más) excursión de hora y media, y ello porque mi mujer me llamó preguntándome que qué era eso tan importante como para tenerla abandonada un domingo, y corroborar, tras intentar explicárselo, que no compartía mi entusiasmo.
Esa misma noche las saqué de la nevera pensando en tomármelas salteadas de aperitivo, así que después de olerlas intensamente (me pareció de un olor parecido, aunque más suave, al del boletus edulis), de lavarlas concienzudamente y secarlas con un trapo, me puse a cortarlas. Y cual fue mi sorpresa que al cortar el sombrero de la primera y más grande de su parte hueca salió escopetada una especie de lombriz con patas, que se movía rápida y escurridizamente, por lo que me costó atraparla para aplastarla y tirarla a la basura. Me puse entonces , un poco alterado ya, a lavar concienzudamente también el interior de los sombreros. Terminé de trocearlas sin mayor novedad y me puse a saltearlas. Y al primer fuego empezaron a surgir de la prieta carne de la seta cientos (no me puse a contarlas, pero fue lo que me parecieron) de pequeñas, blancas y repugnantes larvas. Apreté bien el fuego , dejé enfriar finalmente el salteado, y mi gozo del domingo terminó, lo mismo que las setas, en el fondo de un cubo de basura.

6 comentarios:

  1. diletante, los cocinillas del mundo te comprendemos. Gracias por contarlo. Pero, no te olvides, era proteína buena ;-)

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  2. Pero el paseo, quién te lo quita, eh??? (y la bronca de la jefa.... tampoco!!!!)

    FN1.

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  3. Tu experiencia me recuerda aquel enorme boletus que tiré el año pasado... por mi mala cabeza... snif.

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  4. Que putada!!
    De todas formas las colmenillas son peligrosas, porque si no las cueces bien antes de cocinarlas provocan unas agudas indigestiones y diarreas. Quizá te salvaste de una buena gracias a las lombrices.

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  5. Habrá que estarle agradecidos a las lombrices, porque aunque el libro que leo de las setas de Asturias ya avisaba de "excelente comestible tras cocción", interpretaba lo de la cocción como concepto laxo que podía incluir un tiempo de sartén. En fin.

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  6. Uy como me recuerda lo que cuentas a la de Boletus que tiré el otoño pasado. Pero ya se sabe el placer de encontrarlas es grande y si encima se pueden comer....eso ya es el summum.

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