jueves, noviembre 05, 2015

L'Essentiel (Périgueux, Francia)



Périgueux es una bonita ciudad, capital del departamento francés de la Dordogne, aunque la zona es más conocida por su nombre histórico, Périgord.  Uno de los más emblemáticos de la ciudad es L’Essentiel que además está reconocido con una estrella en la guía Michelin.

Al hilo de esto último se podría continuar con la discusión tan manida de los diferentes criterios de concesión de estrellas o simplemente de aparición en dicha guía, diciendo que los restaurantes franceses tienen mucho más fácil el reconocimiento que los de otros países y la verdad, en el caso que nos ocupa bien lo podría parecer porque dudo mucho que un restaurante español teniendo unas mesas tan diminutas y una separación entre ellas tan pequeña fuera ni siquiera considerado por el inspector, eso sin tener en cuenta lo más importante, la cocina, de la que ahora hablaremos un poco.

Si algo me gusta de los restaurantes franceses es su sistema de menús como ya comenté en algún post antiguo. En general tienen varios de diferentes precios y composiciones en los que se escogen platos de la carta con un precio más reducido que pidiéndolos individualmente. Las raciones también son más pequeñas pero más que de sobra para quedar satisfecho con la cantidad.
Ya podían copiar este sistema nuestros restaurantes y no basarse excesivamente en el menú degustación y menos cuando éste se convierte en único.

 Nosotros pedimos el menú Gourmand de 43€ que consistía en un entrante, plato principal y postre. Pido disculpas por las fotos que fueron tomadas sin flash para no molestar a los demás comensales. Antes nos pusieron un “amuse bouche” que no recuerdo muy bien pero creo que fue una crema de calabacín con foie gras, que pasó sin pena ni gloria.


 Los entrantes consistieron en terrina de foie gras de pato confitado en su grasa con gelée de manzanas granny frescas al vinagre de jengibre y limón. Simplemente correcto y en la clasificación de todos los tomados de este estilo queda de la mitad para abajo.



 El otro entrante fue un crujiente de cabecero de ternera sobre una rebanada de foie gras de pato frito y emulsión de calabaza. La ternera estaba bastante bien, en su punto y con sabor, pero el foie gras les quedó algo apelmazado y seco y la emulsión de calabaza resultó demasiado dulzona, haciéndose pesada en combinación con el foie. Mejorable el resultado.


 Para los principales escogimos carne ya que poco pescado había en carta. Uno fue la aguja de cerdo dorada a la sartén, rebozuelos y polenta blanca cremosa y jugo de su cocción. Bien lograda la carne de cerdo tanto en sabor como en el punto, intensos y ricos los rebozuelos y muy liviana la polenta, con poco sabor. El conjunto del plato, bien.

 
No tan bien resultó el pato silvestre: filete asado en costra de peladillas, muslo en forma de salchicha, remolacha amarilla y roja en dos maneras y especias dulces. El muslo sí les quedó sabroso pero el filete volvió a adolecer de exceso de punto y además la costra se imponía en sabor a la carne aunque parezca difícil. En cambio las salas de remolacha estaban muy logradas sobre todo la roja. El conjunto no pasó de discreto.


Pasando a los postres uno consistió en una  tartaleta de higos negros escalfados, crema de limón, jugo de bergamota reducido a la vainilla y helado de almendras. Ricos higos bien refrescados por el toque agrio del limón y la bergamota y todo acompañado de un discreto helado. Correcto.


 
 El otro postre fue un cilindro crujiente de azúcar moreno, cremoso de chocolate negro Valrhona Kalapaia, crujiente de praliné, pera y caramelo líquido. Suena bien a priori todo pero sorprendentemente el sabor dominante fue el de la pera ya que el resto estaban bastante difuminados. Sin ser nada del otro mundo nos gustó más el otro.


La carta de vinos bastante más amplia de lo normal en este tipo de restaurantes en Francia. Tomamos un Domaine Roger Belland  Santenay-Beauregard Premier Crû 2011, 52€.

El personal de servicio correcto aunque un poco desbordados. El pan, bastante bueno y sin escatimarlo y además, incluido en el precio del menú, algo casi imposible de ver en España.

La página web, sencilla y sin tonterías pero con casi toda la información interesante. Bien.

La sensación final fue de claroscuro. No fue una mala cena pero creo que para un restaurante con este reconocimiento se le debería exigir más, que estamos hablando de estrella Michelin, aparte de lo comentado al principio de la incomodidad en sala. No nos gustó tan poco como el año pasado el Aubergue du Cheval Blanc de Bayona pero resumiendo, de volver a la ciudad, no repetiría y más habiendo otras opciones más baratas y que además nos gustaron más en días posteriores.


L’Essentiel

8 Rue de la Clarté, 24000 Périgueux, Francia
Teléfono:+33 5 53 35 15 15
http://restaurant-perigueux.com/

5 comentarios:

  1. Vamos a tener que poner toos un fondo común pa crear una serie Leica de cámaras pequeñas y de calidá jeje.
    El entorno parece maravilloso, pero como me fio de tus críticas, te haré caso.
    Por cierto, el otro día envié a unos amigos a La Cigaleña y quedaron encantaos.

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  2. Mi experiencia en chigres Michelin en Francia se basa en sólo uno en París...y para no volver. El tema de las mesas es más que habitual en Francia y Portugal, así que entiendo que allí los inspectores estén habituados, entiendo que no es lo mismo evaluar en España, que en Francia, que en China con las diferentes formas de concebir los chigres

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  3. Yo vengo de estar en Akrame y Arpege y sinceramente salí encantado.Ahora bien,como todo en la vida los hay que pueden gustar más y otros gustar menos.
    Pero en Francia se come de cojones......
    Luis

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  4. Muchísimas sombras, Toni, y no sólo en las fotos. Esos 140 euros se aprovechan mejor en España.
    Eso sí, el pueblo es muy bonito, la catedral espléndida, y toda la zona del Perigord maravillosa.

    Avelino.

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  5. Gracias a todos por los comentarios. Casi me habéis emocionado. ;-))

    Por mi experiencia en Francia se come muy bien en muchas brasseries y bistrots pero he estado en bastantes 1 estrella Michelin y la calidad/precio es manifiéstamente mejorable, y como digo siempre, la mayoría de los que estuve en España no tendrían la estrella ni de coña.

    Atentos. En esta semana colgaré un post de otro restaurante de Périgueux que nos gustó más y sobre todo mucho más barato.

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