Tengo que reconocer que sentí un poco de vergüenza por no
conocer el restaurante Regueiro antes, teniéndolo a poco más de una hora de casa, ya
que tuvo que ser el gran Phillippe Regol en su fantástico blog Observación Gastronómica el que me lo descubriera. A los fogones se encuentra en jovencísimo
Diego Fernández curtido en Casa Marcial y Casa Gerardo, una garantía de
aprendizaje.
Ahora se ha instalado en Tox, muy cerca de puerto de Vega en
el hotel homónimo, cerca también de la playa de Barayo.
Una vez situados en el luminoso comedor de la primera planta
nos traen las cartas de platos y no la de vinos. Disponen de dos menús, el
gastronómico a 48€ y el normal a 29. IVA incluido. También tienen una carta
reducida en la que viene una nota que dice que si no te decides, el chef
compondrá su menú.
Algo que nos llamó la atención fue una contradicción de la
maitre. Primero nos dijo que si no queríamos algo de uno de los menús podríamos
cambiarlo por otro plato del otro. Como había llámparas en el menú gastronómico
le dijimos si nos las cambiaba por algo del menú normal y nos dice que lo va a
preguntar en cocina. ¿¿??. ¿No había dicho que se podría cambiar algún plato sin
problema?. Fallo de coordinación consigo misma.
Al final nos decidimos por el menú gastronómico. Lo primero
que traen son unos aperitivos. Ricas las croquetas de jamón, muy fina la masa y
abundante el jamón, y discretos los bollinos preñaos, tan pequeños que no da
tiempo a que sepan a algo.
El primer entrante que sustituyó a las llámparas fue una crema de coliflor con anguila ahumada y algas. Empezamos a un alto nivel, con una excelente crema de coliflor montada con leche de caserío de una fantástica textura y sabor, realzada por el incisivo y salado sabor de los trozos de anguila y el toque marino de las algas. Parece simple pero hay mucha cocina en este plato.
El tercer entrante fue ventresca de bonito asada a la llama,
jugo de sus espinas y caldo de manzana verde. Perfecto el punto de la ventresca,
muy fina, con el toque ahumado que le da la llama y un rico jugo refrescado todo
por el caldo de manzana. Otro acierto.
Acabamos los entrantes con una emulsión de tuétano y ternera,
verduritas en escabeche, tandoori y champiñón. Aquí sigue jugando con los
sabores potentes e intensos suavizados con verduras y toques agridulces y el
acertado punto del tandoori. Otro plato técnico y muy bien resuelto.
Fantástico el sabor de la lubina, seguro que no de piscifactoría, con una
conseguida salsa de sidra y unas pocas pinceladas de algas. Muy rico aunque más
visto. Personalmente prefería el estilo de los entrantes ya que como decía en el
post de Casa Nestor, un plato así lo hacemos parecido en casa.
El primer postre sirvió de cortante y fue mango, piña y melón, acompañado de lo que parecía pan de especias. Muy rico y refrescante.
Pero nos gustó más la nata con manzana, romero, pan de especias y limón con unas tiras de manzana crujientes, perfecta mezcla de dulzor y acidez que solo tuvo el fallo de ser un poco pequeña la ración.
No vimos la carta de vinos ya que tomamos agua. 1,5 litros, 4,50€. El pan, de pueblo y de maiz, 1,80€ c/u. Es algo crónico en la hostelería española que te cobren el pan aparte cuando tomas un menú degustación. Por muy degustación que sea no deja de ser un menú y yo por lo menos no he visto en ningún país de Europa que te cobren el pan al pedir ningún tipo de menú.
Como el lector habrá comprobado, la comida nos gustó mucho en
conjunto pero también hubo sombras y estas se centran en el personal de
servicio, al que le hace falta más rodaje y formación y a la duración del menú.
Empiezo por esto último. Me imagino que en cocina estarán los justos pero no es
de recibo que te sientes en la mesa a las 14:30 y acabes de comer el último
postre a las 17:10. Nada menos que 160 minutos de comida en un menú que tampoco
es tan largo comparado con otros sitios. Además con mucha espera entre el último
entrante y el pescado. Sin decir nosotros una palabra, la camarera se disculpó
al traernos la cuenta diciendo que habían tenido mucha afluencia. No me parece
tanto ya que en nuestro comedor aparte de una mesa de cinco que acabaron cuando
nosotros íbamos por el tercer entrante tuvieron otras cuatro mesas de dos
personas y una de seis abajo. No me imagino que cada mesa hubiera sido de
cuatro…
En cuanto al personal de servicio, aparte del extraño detalle
del cambio de plato, no se puede preguntar al cliente lo que va a beber sin
traerle la carta de vinos como si fuera un chigre , ni traer una botella de
agua ya abierta fuera de la vista del cliente, ni poner los siguientes cubiertos
antes de retirar los platos terminados, ni no limpiar las migas de la mesa
porque les hayan robado el recogedor, ¿solo tenían uno?, ni tampoco "olvidarse"
de ponernos los petit fours que venían incluidos en el menú, por lo tanto
pagados sin probarlos. Además a la mesa de al lado tampoco se los pusieron y
escuchamos como se los reclamaban. De poco sirve que se coma muy bien si el
servicio no está a la altura, algo que demasiado frecuentemente se olvida en la
hostelería española.
A pesar de estos inconvenientes está claro que merece
totalmente el desplazamiento, ahora por fin fácil y cómodo, para conocer la
cocina de Diego Fernández en la que tras su aparente sencillez se esconde
técnica, conocimiento y buen hacer. Cuando se pulan los fallos de tiempos y
servicio puede llegar a ser uno de los grandes en Asturias.
Regueiro
Tox s/n
33793 Puerto de Vega (Asturias)
985 648 594 www.restauranteregueiro.es
Otro de los que la crítica formal y la informal ha hecho imprescindible. Iré, seguro, y espero pasarlo bien. Aunque a lo de las modas, "críticas" y asimilados empiezo a pensar seriamente en comprarles el silencio. Empezando por mí, cómo no.
ResponderEliminarNo entendí el último párrafo. ¿¿???
ResponderEliminarQue encumbramos ciertos sitios -sí, también nosotros desde los blogs- y a veces no hay tanto detrás como decimos, y luego vienen las decepciones por todas partes y los enfados. Y no lo digo por este restaurante que como he indicado no conozco, ojo. Es más autocrítica, ganas de silencio, Toni, no hagas mucho caso.
ResponderEliminarBueno, yo simplemente escribo lo que me pareció para lo bueno y para lo malo.
ResponderEliminarDesde luego, sé que es así, no era ninguna alusión o acusación contra ti, espero que no lo pareciese. Además, puestos a criticar estos entornos de aficionados al único que puedo criticar realmente es a mí, yo sí conozco lo que pueden ser errores por mi parte (o lo que entiendo así).
EliminarNo, no, no pensé en ningún momento que fuera sobre mi. Sólo quise recordar a los pocos que leen esto que yo doy mi opinión sin condicionantes.
EliminarA ver si alguien puede contar que tal está la carta de vinos y sus precios.
ResponderEliminarTiene buena pinta lo que leo pero que queréis que os diga?, estos precios, sin extrellas y en un pueblo no muy cercano - tampoco lejos- me parecen un poco altos.
Tiene buena pinta ese menú, pero tomarlo con agua (me imagino que sería por el condicionante de conducir) no puede disfrutarse igual.
ResponderEliminarEn cuanto al servicio ya lo hemos hablado tantas veces que cansa, pero no entiendo cómo incluso proyectos que invierten tanto esfuerzo, ilusión, dinero...etc, descuidan éste área.
Claro que con agua no se disfruta igual pero coche y vino mala combinación. Por eso salgo tan poco a comer fuera.
EliminarSe da un paseo y solucionado.......
ResponderEliminarA ver si nos enteramos. Con un paseo NO vale. Si vas a coger el coche alcohol NO.
EliminarA mosotros casi nos mata uno por haber bebido hace 9 años en Rueda.
Tampoco nos pongamos talibanes, dos copas de vino comiendo No das positivo coño. Y una cosa es no beber y otra coger el coche borracho o fuera del límite permitido.
EliminarEvidentemente es que lo mejor es 0 alcohol pero estando dentro de límites permitidos por la ley....
Ni dos copas ni media. Si voy a coger el coche inmediatamente después de acabar de comer, alcohol cero.
Eliminaryo comí un par de veces en el restaurante Regueiro y sinceramente, he disfrutado mas que en muchos restaurantes de estrella michelín de Asturias y fuera de Asturias, platos redondos donde predomina el sabor y la elegancia, un chico joven que abre este tipo de restaurante en una zona muy complicada y en los tiempos que corren ya tiene su merito, y encima no es ninguna tontería lo que hace...
ResponderEliminaren cuanto al servicio yo nunca he tenido ningún problema, un trato cercano, amable
"¿¿altos precios?????" estamos locos, en cualquier sidrería, chigre de cualquier zona de Asturias, comiendo por poner un ejemplo una entrada un par de pescados vino y postre no sale por menos de 40 € persona, seamos justos intentemos ayudar a la gente joven con talento, que apuesta por la calidad !!!!!
Restaurante Regueiro presente y furturo de la cocina asturiana.
Paco, gracias por pasarte por aquí. Estoy totalmente de acuerdo en tu último párrafo como digo al final del post.
EliminarEn cuanto al servicio tendría mala suerte pero en Tripadvisor hay alguna opinión bastante parecida a la mía.
Que en las sidrerías ocurra esto no exime para que me parezca el precio alto un restuarante no estrellado en un pueblo en medio de Asturias. Puedes cenar muy bien en núcleos de población mayores por menos dinero y no hablo de cualquier sitio.
EliminarPara nada es una crítica, es una obeservación teniendo en cuenta que al menos los costes del negocio son menores.
Gracioso. Los hosteleros asturianos ponen el grito en el cielo por la proposición de ley del Principado que regulará el consumo de tabaco y resulta que rebaja la ley estatal al querer permitir fumar en el espacio del retranqueo de la fachada si tiene como máximo un metro.
ResponderEliminarComo fumador agradezco que en los bares y restaurantes no se fume,en pubs y discotecas ya no lo agradezco tanto.....
ResponderEliminarAhora bien,creo que esto último que están sacando es una ida de olla y una soplapollez.....
Luis.
Pintaza. Me lo apunto!
ResponderEliminar¿Me lo recomendarías antes que el Palermo?. Parece que este está en un rango de precios menor, pero pinta muy bien.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMaría,
ResponderEliminarpor lo que sé, me da que ninguno de los por aquí habituales ha visitado los dos en fechas recientes.
Entre lo que me consta de Palermo y lo que leo de Regueiro, creo que este último tiene un puntín más de riesgo en su propuesta, mientras que el otro es un valor seguro en cuanto a nivel de producto y atención en sala.
En cuanto a precios, deben de andar por ahí. Eso sí, te advierto que la carta de vinos de Palermo es un "Tratado de Tentaciones".
¡Gracias!
ResponderEliminarSimplemente deciros que es un sitio magnífico en cuanto a comida y trato personal, a pesar de tener una oferta de gran calidad y un personal educado y profesional te sientes en tu casa. Tengo la suerte de vivir cerca de este sitio maravilloso y, por tanto, puedo ir con frecuencia. Conozco la carta de vinos, la han renovado hace poco y tienen vinos franceses, alemanes, de canarias y más, oferta amplia también en precios. También hemos hecho varias cenas de trabajo, han estado a la altura en servicio y menú, manteniendo un precio muy "popular" para todo lo que nos sirvieron. Siento que el día que fuiste hayas tenido varios "incidentes" pero como decía otro comentario, es gente joven a la que hay que apoyar, te puedo asegurar que la paleta de las migas la tienen y la manejan a la perfección. Tu artículo está escrito con gran maestría y bien documentado con esas fotos. Os animo a ir aunque sea a tomarse una cervecita con una ración, también las tienen, en la terraza. No tengo cuenta, por eso escribo en Anónimo.
ResponderEliminarGracias por darnos tu opinión.
EliminarAnda!! como se nota que anduve de vacaciones en agosto y desconectado del todo...Me quedo con el Regueiro para una visita posterior al occidente!! :-)
ResponderEliminarQue buena pinta a pesar de los incidentes de servicio, francamente.
El pitu con el arroz Excepcional.
ResponderEliminarEn cambio en El Palermo la atención de sala es muy superior (mucho más rodada). Ambos Regueiro y Palermo distintos, no comparables y recomendables (a mi disfrute)