La Traserilla es uno de los clásicos restaurantes palentinos
a pesar de que lleva abierto poco más de 10 años. Situado en pleno centro, al
lado de la casa del Cordón y del puente Mayor se encuentra en un edificio del
siglo XIX distribuído en tres pisos en el que los comedores se encuentran en el
de arriba.
Un detalle a corregir en el comedor sería la excesiva luz
que dan los halógenos que llega a hacerse bastante molesta en el transcurso de la
cena. Una vez nos traen las cartas observamos que tanto los entrantes como los
pescados y carnes se dividen en tradicionales e innovadores, componiendo una
carta bastante extensa lo que a priori hace enarcar una ceja ya que cartas muy
extensas muchas veces suele ser indicio de cocina no muy elaborada. Precios con
IVA incluído.
Como aperitivo de la casa nos pusieron una lasca de salmón con un vegetal que no recuerdo cual era.
Sumando a la calurosa noche palentina la intención de pedir
carne de plato principal, solo pedimos un entrante que fueron unos lomitos de
sardina con crema de manzana y vinagreta de tomate, 12,00€, plato fresco con
unos buenos lomos de sardina bien acompañados por la manzana y el tomate. Buena
combinación de salado, ácido y agridulce.
Como dije antes, para los platos principales nos tiramos a la
parte innovadora del lechazo. Muy buen nivel el de la hamburguesa de lechazo,
con fondo de vino tinto, pastel cremoso de setas y setas salteadas, 16,20€, otra
forma de comer el lechazo aparte de las clásicas preparaciones. Carne que se
deshacía en la boca, de sabor intenso pero elegante y bien flanqueada por el
pastel y las setas. Un acierto.
También muy ricos los bocaditos de lechazo crujientes con
reducción de miel y Módena, 15,50€, con un aire moruno pero sin empalagar. Otra
acertada forma de comer el lechazo deshuesado.
Llegamos a los postres. La tarta casera de yema tostada con
crema, nata y su toffe, 5,80€, prometía mucho pero se quedó a medio camino. No
es que estuviera mal pero los sabores estaban algo difuminados.
El otro postre fue un sorbete de mojito, 5,50€, refrescante para acabar pero sin más historia.
Para beber tomamos un Aalto 2009, 32,50€, servido caliente
por lo que tuvimos que pedir cubitera. Está visto que va a ver que tocar siempre
la botella antes de que la abran.
La carta de vinos muy tradicional con el predominio habitual
de Rioja y Ribera del Duero. Ya cuando la hojeábamos vimos que no ponía nada de
IVA incluído y nos temimos la picaresca habitual. Acertamos. A la hora de llegar
la cuenta el vino venía marcado a 35,75 cuando en la carta ponía 32,50. Se lo
decimos a la camarera y nos deja soprendidos cuando con todo el desparpajo nos
dice que la carta de vinos no tiene el IVA incluído. Evidentemente le decimos
que ese no es nuestro problema ya que el precio que pone la carta debe llevar el
IVA incluído y es el que vamos a pagar. Media vuelta y vuelve con la cuenta
corregida. Nos dio la impresión de que no era la primera vez que le pasaba y si
así fuera no entiendo como no corrigen un detalle que además de no ser legal da
una imagen tan mala de un restaurante en el que encima habías comido bastante
bien.
Como anécdota a añadir, la mesa de al lado al ver la
discusión revisaron su cuenta y vieron que en vez de 2 de pan les habían cobrado
4. Del vino no dijeron nada aunque evidentemente a ellos también se la estaban
clavando. ¿Por qué es tan habitual que las cuentas estén mal hechas siempre a
favor del restaurante?.
El pan, 1,55 c/u. El personal de servicio consistió en la
camarera antes mencionada, bastante apresurada y ligeramente pasota. La primera
y única vez que sirvió el vino, dejó el mantel bautizado como se puede ver en la foto.
Tampoco se puede cargar mucho las tintas sobre ella porque vete a saber si no
está a "media jornada", 12 horas, cobrando 700€ al mes o similar…
Obviando el detalle del vino fue una buena cena en conjunto,
con unas preparaciones del lechazo distintas a las tradicionales y bien
resueltas. Si el resto de la amplia carta está igual de conseguida sin duda
haría que La Traserilla sea una buena dirección a recomendar. Si además
solucionan el patinazo de la carta de vinos, mejor que mejor.
La Traserilla
Calle de San Marcos, 12 34001 Palencia
979 74 54 21 www.latraserilla.es
Como se nota que aquí interesan mucho más los post sobre restaurantes asturianos. :-)
ResponderEliminarNo es eso.Solamente que estos restaurantes......ufff.
ResponderEliminarY si a eso le sumamos lo del I.V.A.........
En general, lo que veo son precios contenidos y si encima ha estado bien...
ResponderEliminarDel post anterior:
ResponderEliminarCasa Néstor es una de las mejores cocinas de Asturias, si salvamos los estrellados o aspirantes que juegan en otra categoría estaría quizás en el podium.
Estoy bastante de acuerdo con la descripción que hace Toni (te aseguro que los problemas con los cubiertos no son desde luego habituales) aunque le faltó añadir que han incorporado (en consonancia con los nuevos tiempos)una sección de magníficas tapas a 9,50 euros, que se pueden degustar en la barra, en las mesas o combinándolas (por ejemplo un pescado o unos calamares y un par de tapas) al antojo del cliente sin ningún problema.
En cuanto a los comentarios de los compañeros:
En los barucos con vistas al mar (igual que con los de cualquier otro puerto), las tapas son más caras, los calamares y los pescados de sabe Dios dónde, y de los aceites y métodos de cocina, en general, mejor no hablar.
En El Hórreo, los pescados y mariscos son inmejorables, si no los tiene él no los tiene nadie, pero no hay cocina propiamente dicha (todo es plancha u horno) y los precios son iguales o más caros que en Néstor.
Toni, lo que se nota es agosto :-))) Por otra parte, Palencia es terreno que piso poco, no puedo decirte nada más.
ResponderEliminarPues yo paso por Palencia un par de veces al año y este no lo conocía, y por lo visto/leído no tiene mala pinta.
ResponderEliminarHabrá que probarlo.
Saludos
alógeno, na.
ResponderEliminar(De alo- y ‒́geno).
1. adj. Dicho de una persona: Extranjera o de otra raza, en oposición a los naturales de un país. U. t. c. s.halógeno, na.
(De halo- y ‒́geno).
1. adj. Quím. Se dice de cada uno de los elementos de un grupo de la clasificación periódica, integrado por el flúor, cloro, bromo, yodo y el elemento radiactivo ástato, algunas de cuyas sales son muy comunes en la naturaleza, como el cloruro sódico o sal común. U. t. c. s.
2. adj. Dicho de una lámpara o de una bombilla: Que contiene alguno de estos elementos químicos y produce una luz blanca y brillante. U. t. c. s.
"EL VENGADOR LÉXICO"
Tiene usted toda la razón señor vengador léxico. Corregido.
EliminarToni, yo con don Xurde, Agosto y en un pais foriatu, asi que la conexion se reducia a alguna chigre con WIFI, jeje y lo mismo, Palencia capital hace mil años que no paso, la ultima vez a un Palencia-Oviedo con mi padre y mi güelu que vilvimos por Payares porque no habia ni Güerna, con eso te digo bastante. Por la privincia paso algo más (Cervera, Aguilar, Fromista...) si alguna vez vuelvo a Palencia paro aqui a ver
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