Anfiteatro
es el restaurante de la escuela de hostelería de Ponta Delgada. Tiene un
magnífico emplazamiento en el puerto donde atracan los trasatlánticos y desde el
comedor se tiene una excelente vista del puerto y un buen trozo de la costa. En
la parte de abajo se sitúa un gastrobar al que ellos llaman lounge del que
también probamos un día a la hora de comer un par de platos.
Una vez en
el restaurante, como en A Colmeia, aquí tampoco nos sirvieron el despliegue
habitual de platillos de entrantes y solamente la última noche nos pusieron un
entrante como invitación de la casa que fueron un par de rabas con una
vinagreta. Es más, no nos pusieron ningún día ni pan y tuvimos que pedirlo
siempre, no lo ponían por defecto como en cualquier sitio. En cambio
sorprendentemente no nos lo cobraron. Eso sí, era malo con avaricia.
Fuimos tres
veces por lo que hago el relato como si de una visita se tratara.
Como
entrantes probamos dos, uno titulado 5 sentidos: ala de pollo con pasta de
chorizo, terrina de morcilla con piña, “alheira” de Santa María con huevo de
codorniz y helado de queso de San Jorge y chip de pan dulce, 5€, todo muy
resultón y en plan gastrobar.
El otro
entrante consistió en un tabouleh de couscous, tempura de pulpo, escabeches de
calamar, pimienta y emulsión de ajo francés. 5€. Correcto el couscous, simpático
el pulpo a la gabardina y un poco simples los escabeches de calamar. De todas
formas por 5€ estuvo correcto.
Como en el
restaurante A Colmeia, aquí también probamos pescados autóctonos de las Azores.
Uno de ellos fue la brótola roja con habas nuevas y su ensalada, tomate
confitado y jugo de carne. 16,50€. Por lo que leí a la brótola se le llama en
Asturias barbada y como buen diletante no recuerdo haberla probado nunca. Es al
parecer un pariente de la merluza pero con un sabor más incisivo y potente. Bien
el punto del pescado, bien acompañado por la ensalada de habas y tomate y con
unas pinceladas de un suave jugo de carne. Nos gustó.
También buen nivel el del pez espada a la parrilla, flan de patata dulce, compota de chorizo y salsa romesco. 16,50€. También bien logrado el punto de parrilla, buen sabor del pez espada, intenso, con acertado contrapunto de un excelente flan de boniato, sabrosa la salsa romesco, y aunque no aportaba demasiado la compota de chorizo, por si sola estaba buena. Bien también.
El taco de
atún, judías verdes con menta, patata nueva, chalota glaseada y salsa
“Pissaladiére”, 17€, a pesar de haberlo pedido muy poco hecho, llegó con el
demasiado habitual fallo de más pasado de la cuenta. No perdía su sabor pero el
plato quedaba desvirtuado a pesar del buen nivel de los acompañantes. Por todos
los platos de atún probados en las Azores, pierden claramente la comparación con
los que probé en varias vacaciones en Cádiz.
Acabamos
los pescados con otro autóctono de las Azores y también de Canarias: vieja al
vapor, tagine de legumbres, patata fondant y emulsión de cítricos. 15€. Un poco
escasa la ración de una vieja sabrosa y bien de punto esta vez, perfectamente
guarnecida por unas ricas legumbres y el conjunto agridulce que formaron las
patatas con un toque dulce y la emulsión de cítricos. Buen plato.
El nivel
general bajó al pedir la última noche carnes. La careta de cerdo confitada a
baja temperatura, frijolada y jugo de su cocción, 16€, hubiera estado mucho
mejor de haberla hecho un par de horas menos por muy baja que fuera la
temperatura ya que les quedó reseca totalmente. Patinazo.
Tampoco
mejoró mucho el nivel el medallón de novillo salteado, ganache de colifor,
sémola de maiz y jugo de mostaza, 19€, ya que a pesar de que esta vez sí tenía
la carne el punto solicitado, el sabor de ésta era bastante neutro y
perfectamente olvidable. Desconozco si la carne era de las Azores, supongo que
sí ya vacas vimos un montón, pero harían bien en mejorar la materia prima.
Los que sí
que merecen mención especial son los postres que alcanzaron un nivel notable.
Muy rica la Locura de Chocolate 2013: mousse de chocolate negro con arroz
trufado, ganache de chocolate, panna-cotta de chocolate blanco, sorbete de
chocolate negro y salsa de chocolate con leche. 6€. Poco más que decir. Un
festival para los amantes del chocolate con alto nivel en todas las
preparaciones. Excelente.
Pero
incluso mejor estuvo el parfait de lima con sorbete de fresa y albahaca, 4,50€,
toda una explosión de sabores con un perfecto equilibrio dulzor-acidez.
Magnífico.
Y por
último un guiño al producto autóctono, semifrío de banana, espuma de café, trufa
de chocolate con queso picante y arena de cacahuete. 4,50€. Excelentes todas las
partes del postre, sobre todo la banana y la espuma de café con mención especial
para la trufa picante. De nota.
La carta de
vinos bastante mejor que la del A Colmeia. Tomamos una auténtica rareza de las
Azores de la casta Terrantez de la isla de Pico con una producción de solo 602 botellas y elegido el año pasado como uno
de los mejores blancos portugueses: Fita Preta Terrantez do Pico by Antonio
Maçanita 2011. 35€. Muy buen vino, totalmente mineral y con buen paso de boca
con cierto parecido a un buen albariño y que creo que tiene amplio margen de
mejora. Me gustaría ver lo que cuesta en tienda ya que no lo tenían en ningún
sitio, tampoco muy extraño dada la minúscula producción.
La segunda noche
tomamos un espumoso del Douro, Vértice 2005, 22€, que resultó tener un muy buen
nivel y todavía vivo. Como curiosidad, el servicio del espumosos le sirvió a la
camarera/monitora para enseñar a dos de las chicas que tenían en la solapa una
chapa que ponía que eran alumnas del primer curso. La verdad es que las
estudiantes durante la cena lo hicieron mejor que el personal de algún sitio de teórico
primer nivel en el que estuvimos en el pasado.
El último
vino fue un tinto, Preto 2007, 28€, tinto del Alentejo, potente y con buena
estructura del que curiosamente el enólogo fue también Antonio Maçanita el mismo
del Fita Preta Terrantez de la primera noche. Aquí el fallo estuvo en que estaba
caliente, por lo menos a 21-22 grados. Se lo decimos a la camarera/sumiller, que debía ser una de las monitoras ya que no tenía la chapa de alumna y debió de pensar que nosotros también estábamos
entre el alumnado ya que nos dijo: “es un vino tinto y debe ser tomado a
temperatura ambiente”. Está claro que deben revisar el temario a la hora del
servicio de vino y además insistir en el hecho de que con el cliente no se
discute si te pide una cubitera.
También
tomamos una noche un par de copas de Moscatel de Setubal, 2,50€ y Lajido, 3,€,
este pensé que era un dulce que vi en alguna tienda y resultó ser la versión
seca de vino licoroso. No le pude dar la vuelta ya que vinieron ya servidos en
las copas. Fallo a corregir urgentemente y más en una escuela de
hostelería.
La
sensación general fue buena aunque hubiera sido mejor si no hubiésemos probado
las carnes de la última noche y si pulieran algún fallo de concepto en el servicio. No
olvidemos que se trata de una escuela de hostelería y por lo tanto evidentemente
están aprendiendo, pero el conjunto general es satisfactorio y si recordamos
los postres, mucho mejor.
Anfiteatro
Avenida Infante Dom Henrique, Ponta Delgada, São Miguel,
Azores, (Portugal)
Muy buena pinta el sitio , ese pez espada me resulta de lo mas apetitoso. Eso si el atun tiene un aspecto de "turrao" que tira pa atras. Ojala pillaramos por aquí esos precios sobre todo en los entrantes y el postre.
ResponderEliminarParece mucho mejor experiencia que la del artículo anterior. Además, tiene su gracia eso de comer en la Escuela, entre prácticas ;-) También con los vinos diste con hallazgos, buen resultado.
ResponderEliminarSí, en general no estuvo mal y más teniendo en cuenta que es una escuela de hostelería. Y aunque es secundario, hay que reconocer que es estimulante estar cenando cuando anochece, con vistas al puerto y la linea de costa.
ResponderEliminarDe secundario nada, una buena cena con un buen escenario mejora mucho y no digamos con buena compañía :-)
ResponderEliminarEn cualquier caso, presta estar en una escuela de hostelería tiene sue encanto.
Rica la barbada Toni, la comi en el menu del dia este jueves en la Niña Bonita y la semana pasada la tenian en la pescaderia que hay al lado del alimerca de la plaza de toros,recuerda que lo mejor de las vacaciones es planificarlas y regresar a casina.ALFONSO.
ResponderEliminarJe, je, no, lo mejor es estar allí y después llegar a casa y recordarlas.
EliminarMuy buen vino para los aproximandamente 10€ que cuesta el Adaro 2009 de Prado Rey.
ResponderEliminarHay que fastidiarse y ver que vienen de fuera a descubrirnos un restaurante con una pinta fantástica en el occidente: Regueiro en Tox.
ResponderEliminarDe la escuela de Manzano......
ResponderEliminarLo conocí hace unos meses y me pareció muy interesante.
Luis.
Buen apunte ese de Regueiro, lo anoto a pesar de lo poco que visito occidente.
ResponderEliminarHoy llevo la mañana de reflexión sobre el medio ambiente, de la mano de Radio 3. Primero, en Placeres Mundanos con el proyecto de Foodtopía, y después, en El Bosque Animado y su preocupación por las masas arbóreas. Así que completo ese círculo sugiriendo la lectura del último artículo del Gourmet de Provincias en su blog sobre la pesca sostenible. Consideraciones interesantes.
ResponderEliminarPhilippe Regol sigre descubriéndonos, o recordándonos, buenos sitios en Asturias. Otro en el que no he estado: El Retiro.
ResponderEliminarY si de nuevo es interesante llamar la atención sobre el artículo de Regoll yo me permito sugerir otra vez lo siguiente del Gourmet de Provincias, sobre el coste de la alimentación (así, en trazo grueso).
ResponderEliminarPhilippe Regol sigue contando su gira asturiana. Esta vez en El Corral del Indianu.
ResponderEliminarEstupendo blog el que descubrí hoy: Spanish Sabores. Lástima que sea en inglés.
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