El marketing ha hecho que se nos venda y no sin razón Asturias como Paraíso Natural, yo añadiría como Paraíso de personas, este Blog es testigo de ello, de la calidad humana de la gente, que lo integra.
El día empezó muy pronto, me esperaban El Dile y Jorge Díez, ambos ya son para mí como los compañeros de la extinguida “mili”, he vivido con ellos momentos que el día de mañana, cuando haga balance de mi vida, cuando en mi cabeza se agolpen momentos de placer vividos, se asomarán por las rendijas de mi existencia como parte importante. Ernesto Sábato en su novela El túnel nos contó que Vivir consiste en construir futuros recuerdos. Sin duda un gran recuerdo serán mis 24 horas en Asturias.
Rompimos el hielo en Gijón, concretamente en la zona de Viesques , ejemplo de que las zonas modernas de construcción se pueden hacer con sentido común, con orden. Allí se encuentra un sitio modesto en su tamaño pero que el vino lo hace gigante. Al mando se encuentra German Blanco, una de las personas que más me ha impresionado en el mundo del vino. La ilusión es el timón de su vida. Verle hablar, verle realizar sus sueños es señal de que a veces la vida es justa, honrada, sabe premiar con el éxito a personas que demuestran que la felicidad es posible. Sólo me queda desearle que sus vinos tengan el porvenir que se merece.
Yo he encontrado en él a otro médico de cabecera, junto a la magnífica tienda que sonrojaría a la mayoría de las tiendas de vino españolas, se encuentra otro monumento al vino en España, se puede beber “Riesling por copas”. Me refiero a
Tras la tertulia, las sobremesas de gente que ama este mundo tienen el riesgo de que se puedan convertir en prólogos de la noche. Decidimos levantarnos y darnos un paseo por la ciudad. Gijón es una ciudad habitable, limpia, cómoda para el paseo y la reflexión. Se nota que la gente está satisfecha de vivir en la misma. No se ven rostros crispados como en otras ciudades. Siempre disfruto viendo las pastelerías, de las que Gijón es generoso, que por desgracia me están vedadas, alguien que tiene el gusto por lo dulce se merece todo mi respeto, a fin de cuentas pocas cosas satisfacen más y reconfortan las penurias de la vida que la repostería. Pasear por Begoña, por
Para poner el broche final al día nos esperaba otro apóstol de la felicidad, alguien que fue bautizado un día como José Antonio Campoviejo y al que el destino le asignó una misión, la de convertir en Arriondas un Restaurante apodado como El Corral del Indianu, en centro de peregrinación, en búsqueda de emociones. Hay lugares a donde se va a comer, otros a decir que se ha estado: al Corral se va a ser feliz, a olvidarse durante horas de lo que es la vida, a recoger la mano tendida de José Antonio y Yolanda y disfrutar como en pocos sitios se puede hacer. Apuesta por el producto, por el sabor, ahora que se pone de moda, la ausencia del mismo, ante esta neocorriente, proclamo mi exilio en lugares como Arriondas, 19 Pasajes, 19 Monumentos, 19 Postales de Felicidad, 19 Muestras de gratitud.
Elegimos tres Padrinos como testigos. El primero que desfiló fue Pascal Doquet Gc LM 1996, que nos enseñó que Mesnil es una zona donde el Champagne es patrimonio de
Es imposible quedarse con un único plato ante el despliegue de creatividad que contemplamos. Platos como la marmita fresca de verano, la sardina asada, el pote, la merluza(prehistórica por su tamaño) los callos de bacalao, el pulpo, el pichón, la borona preñada, el salmonete, la chuleta, la ostra, el postre refrescante de manzana... Cada vez que nos juntemos los recordaremos como evocan los aficionados al fútbol las alineaciones míticas de sus equipos
Todo fue como una película, no como una cualquiera, sino como una de las grandes, todo fue esencial, nada trivial, cualquier plato es un compromiso de José Antonio con la cocina, con la cocina del recuerdo, con la cocina que recordaremos dentro de treinta años. Para mí la cocina del Mago de Arriondas, no está compuesta de platos si no de ensoñaciones, algún día se enseñará en las Escuelas de Cocina, como se puede conjugar ingredientes fuertes sin que resulten pesados, se mostrará como se hacen fondos de platos refrescantes que atenúan la rotundidad de su propuesta.
Cuando uno sale del Corral, la nostalgia le invade enseguida, le hace preso, está deseoso de regresar, enseguida se ponen fechas, se hacen planes, se busca un motivo para volver, avanzo
Sí, se puede ser feliz, en lugares como
Están espléndidos los champanes del 96, algunos de los mejores vinos que he tomado este año como aquel Duval Leroy que compartí con alguno de vosotros son de esa añada.
ResponderEliminarAlberto, me alegro que hayas disfrutado por nuestra tierra.
ResponderEliminarAunque lo cierto es que partías con ventaja con los anfitriones que tuviste.
La verdad es que se agradece que Campoviejo se base en los sabores de siempre. Yo creo que la base de su técnica, como lo fue de la mayoría del Nuca cuando empezó, fue recuperar sabores y recetas de siempre, aligerarlas sin hacerlas perder su esencia (la mayoría de las veces), estilizarlas y reequilibrarlas. No me va nada esta tendencia de los sopicaldos de verduras, ni el menosprecio a mi adorado Maillard (lo único que no me gusta de lo que leo de Gerardo en lo de Régol)
ResponderEliminarREvista rápida de blogs: no os perdaís, como siempre, el último de Liga, del que cada vez más me encuentro que escribe lo que a mi me gustaría hacer, pero mejor; curioso en el post de Régol lo que cuenta del uso de la Gastrovac; y fundamental el de cavas de elmundovino
ResponderEliminarAlberto, después de significativas bajas debemos defender con todo ese tesoro gastronómico que tenemos. Está ahí mismo, no necesitamos excusas para volver, sólo ganas.
ResponderEliminarGracias por la visita y la grata conversación sobre tantos temas. Enseguida habrá nuevas ocasiones.
Sobre los proyectos de Germán, decir que marchan por buen camino, que por suerte va consiguiendo las metas que se va poniendo. Habrá novedades tanto en vinos como en actos organizados en La Maleta, que se irán dando a conocer.
Sobre el menú de Campoviejo qué puedo añadir. El mayor de los comidos en El Corral, por los extras. El mejor no puedo decirlo porque siempre han sido excelentes y porque, a su manera, cada uno me parece el mejor así que no deshacemos el empate. Una dimensión superior de la gastronomía.
Seguro que algún cocinero te puede dar más detalle Eldi, pero la impresión con la gastrovac, es que más allá del tema de la implosión -que está divertido y da un resultado rico-, un horno de convección con suficiente precisión en el termostato da un resultado similar.
ResponderEliminarCoincido con Philippe que es momento para criticar -en todo el sentido de la palabra-, el vacío en la alta cocina. Para las líneas aéreas lleva valiendo desde los 70.
Bueno, otro post del Corral (José Antonio, si lo lees, no te puedes quejar de lo mucho que se te valora). Me alegro.
ResponderEliminar¿Qué platos destacaríais cada uno?
Cuando fui a la Maleta estaba llenísimo y no cabía un alma en la barra. Un sitio de mucho éxito.
ResponderEliminarGijón es la ciudad más alegre del Cantábrico, al menos para mi. La gente hace vida en la calle, como en Madrid. No es la más elegante, ni la más guapa, pero es muy abierta.
Excepcional entrada D. Albertobilbao.
ResponderEliminarPermítame que me manifieste con una entusiasta y reverente ola de admiración, ante tan primorosa exhibición de hermoso y sentido leguaje prosaico.
Siempre sigo con placer e interés sus, para mí, siempre interesantes comentarios.
Zori onak !, mila esker, ta laster arte, adiskide.
Eldi gracias por el piropo. Imagino que andarás de trabajo hasta las patas, pero se te echa de menos.
ResponderEliminarCarlos, es verdad que ando liado, aunque hoy en día eso tampoco es para quejarse. Algo de culpa también la tiene el crío, que los dos años y medio son muy disfrutables, y hay que aprovechar cada ratín, que luego ya no vuelven.
ResponderEliminarTais mu callaos, ¿no?
ResponderEliminarYo es que del post puedo decir poco, porque lo que me pasa al leerlo es que me muero de envidia al pensar que yo pude haber estado en esa festiva jornada intensiva.
Por otro lao, decir que probé el otro día el Mano Mano 2007, y fue un vino que me pareció bastante majete. A veces puede pasar esto en las vinaterías, vinotecas, vinacotecas o como coños las quieran llamar.
Ah! Otra cosa, parece que se está preparando otra concurrida pitanza para el mes que viene.
ResponderEliminarSi alguno de los aquí participantes está interesado... no tiene más que preguntar.
(Limonta, Zuhur, alberto, y demás "no residentes",
leisteis el párrafo anterior ¿verdad?, que una escapadita siempre viene bien, jejeje)
Recojo el guante que nos lanza Limonta y destaco la Marmita de verano (patatinos con bonito sobre un caldo leve pero delicioso); la sardina asada con puré de patata limón y fresa al curry, que podía parecer una mezcla rara, arriesgada, y le sentaba como un guante a la deliciosa -y abundante- sardina; el soberbio y conocido pote, ya clásico; y los callos de bacalao, que quizá hubiesen agradecido el huevo con consistencia menos hecha que la de la flor que los acompañaba pero que estaban exquisitos. Y ojo al postre de chocolate blanco con queso y helado: apunta contrastes interesantes y algo me dice que José Antonio está todavía probando con él, que puede salir algo grande de ahí. Por supuesto, del chocolate frito con helado de mantequilla ya tuve ocasión de hablar muy bien en mi último post sobre El Corral, la pasada primavera.
ResponderEliminarSe me olvidó citar el salmonete, sobre todo por ese fondo de su hígado que es un manjar privilegiado.
ResponderEliminarY aprovecho para hablar de vinos. Un poco cohibido por comentarios críticos abrí un Initiale, de Jacques Selosse. Y será el básico, no alcanzará las cumbres del Substance, pero los genes Selosse los tiene y se notan. Esas notas oxidadas, tan especiales, deliciosas para mí. Elegancia, misterio, finura. Gran nariz y mejor boca. Y eso que estaba degollado "sólo" desde enero de 2007, pero ¿quién se resiste a la tentación y lo deja envejecer? Si además salió airoso de la prueba después de hacer el camino al revés, de haber probado primero un Substance viejo, es que es bueno.
Y para que nadie diga que no hablamos de vinos de aquí, sepan ustedes que ya circula el Nibias, blanco elaborado por Gregory Pérez a base de Albarín. Es el primer Vino de la Tierra de Cangas con el que ninguna farmacia hace promoción de Omeprazol. Por algo será.
ResponderEliminarBuenas tardes
ResponderEliminarCompangu
Se agradece la invitación pero lo veo prácticamente imposible
Jorge Diez
Espero probar en breve el Nibias, y apuntado queda el Initiale
Zuhur
Recogo el guante de hasta pronto
Me gustó tanto la cena que acotarla con uno sólo plato me parece imposible
Un abrazo
Buenas tardes,
ResponderEliminarPues gracias, Jorge, por destacar algunos platos. A mi me ayuda, cuando alguien dice algo bueno de un restaurante, que me digan lo mejor de su cocina. Me resume y me quedo con la idea cuando llego al stio, veo la carta, y me encuetro con lo que me han chivado. Entonces, lo pido probablemente (si es que no quiero comemrme 19 platos).
Compangu: Yo no puedo, lo siento. Sólo me puedo escapar un fin de semana al mes de mi trabajo y el próximo mes me toca Bilbao, como éste. Pero gracias por contar con los que vivimos fuera del Paraiso.
Y no me voy hoy sin desearos un buen fin de semana a tod@s.
ResponderEliminarAquí, en Madrid, llueve, hace viento, y empieza a hacer frío. A pesar de todo me gusta pensar que pronto empezará el otoño. una nueva temporada en la ciudad, en el paisaje, cambiar la ropa y los zapatos (¡Bien!), salir del trabajo de noche, comer caliente, seguir bebiendo,...
Muchísimas gracias, D. Compangu, por tan amable deferencia.
ResponderEliminarSería un auténtico placer poder compartir mesa y mantel con personas, por mi tan apreciadas, como son todos los titulares y la mayoría de los comentaristas de este magnífico blog.
Durante un par de interminables meses, me va a tocar "disfrutar" de un ineludible compromiso que me tendrá prácticamente enclaustrado in situ.
Cuando suceda la proyectada concurrida pitanza, espero y deseo que así sea, hagan el favor de disfrutarla a tope, como de costumbre y permítanme deleitarme, posteriormente, con las habituales excelentes entradas y correspondientes comentarios, resultantes tan entrañable evento.
Cordiales saludos.
Alberto, que maravilla de jornada relatas y que fantástica capacidad para describirla... un estupendo homenaje a las cosas que nos hacen felices... Enhorabuena.
ResponderEliminarBuenos días,
ResponderEliminarAyer cené en Ramón Freixa. No quiero decir nada porque sé que alguien de aquí va a ir dentro de poco y no quisiera adelantarle lo que se va a encontrar.
Pero creo que deberíais hacer la maleta y veniros a disfrutar de este sitio ya.
Limonta,
ResponderEliminarprefiero que me dejes con los dientes largos que con la miel en los labios.
Así que regálanos uno de esos textos que tú sabes para describirnos lo de Freixá.
Y si alguien "no lo quiere" leer, es muy facil: avisas.
P.ej.:
"El siguiente comentario es la cena en el Ramón Freixá:
...
...
...
Hasta aquí."
Y problema solucionado
Lo de acercarme a Asturias mas que un deseo se empieza a convertir en una auténtica necesidad.
ResponderEliminarPerdonad la ausencia, pero el curro me dejó poco tiempo y luego tuve que ir a una boda e mi otra tierra. ESperaba estar conectado, pero no pudo ser.
ResponderEliminarGsatronómicamente poca cosa, salvo mi encuentro con la moscatel tardía de mi tierra y de los mejores boquerones en vinagre.
Yerga , si te animas prometo cuidarte tan bien como a Alberto.
También me traje una mala noticia: un jodío cólico que me va obligar a limitar la ingesta de mis amados quesos, entre otras cosas
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