Tienen el detalle, que ya quisieran para sí muchos restaurantes de "altura", de tener un excelente aceite de oliva :“Capilla del Fraile” del Marqués de Griñón, para mojar con un pan aceptable. Yo procuro abusar bastante, aunque luego me arrepienta. Ante tal fineza extraña un poco el aperitivo que sigue : un criollo con patatas fritas, aunque tampoco dejamos nada de él.
Primero trajeron una ensalada: lechugas trocadero y hoja de roble(algo mejorables en frescura), tomate, fresas, pasas, queso cheddar de este para ensaladas, pasas y nueces, todo regado con salsa Calvé de yogur. Éramos dos y hubiera servido para cuatro.
Luego trajeron un milhojas de bacalao y oricios. El milhojas resultó ser unas patatas fritas haciendo de capas, rellenas de bacalao y coronadas por una buena cantidad de caviar de oricios Costera (o similar). Creo que sobra entrar en detalles, aunque sí decir que las patatas llegaron recien fritas y calientes.
De principal trajeron el que se ha convertido en el plato estrella de la casa: una rueda de lechazo asado en la base, con una capa de mango encima,luego otra de queso de cabra y finalmente otra de foie a la plancha. Todo regado con un buen vinagre de Módena. No apto para el que tenga problemas de colesterol (yo por si acaso no me lo miro). A mi me gusta mucho.
De postre trajeron una especie de cocktail extraño con algo de fresa que no estaba nada logrado.
Todo regado con un champán Mumm,del normalín pero que está muy rico. 75 euros dos personas , más 1 euro de cubierto, Iva aparte.
Se recomienda la visita para reponerse de actividades de gran desgaste ( por ejemplo una maratón),o bien para gente con graves deficiencias nutricionales.
Nota general: 5. Emoción: 5,75.
Todo regado con un champán Mumm,del normalín pero que está muy rico. 75 euros dos personas , más 1 euro de cubierto, Iva aparte.
Se recomienda la visita para reponerse de actividades de gran desgaste ( por ejemplo una maratón),o bien para gente con graves deficiencias nutricionales.
Nota general: 5. Emoción: 5,75.
Me sorprende. Tiene una pinta aceptable y sobre todo teniendo en cuenta lo que opino de las vinaterías de la zona de Manuel Pedregal y aledaños, Entrevinos incluido. Hablando de vinos se entiende, que lo que es comer nunca me atreví, viendo el nivel que tienen con los vinos.
ResponderEliminartoni
Sí que es una pena que sea difícil tomar un buen vino entre tanta presunta vinatería. La mayoría de las veces la conservación del vino, además, no es la mejor. En el Entrevinos tienen, entre tanta tosta de escaso interés, una Cecina del Valle del Esla que está muy bien. ESpero, de todas formas, que la crónica se entienda en "clave menor".
ResponderEliminarUna cosa que me gusta de tus crónicas es la diferenciación entre nota general y emoción. Efectivamente, hay restaurantes técnicamente impecables, pero que te dejan más frío que un frigodedo, y otros que son un puntín desastrosos en servicio, en local, en cualquier otro parámetro, pero sin embargo tienen algo que te gusta y que hace que los valores mejor que lo que sería "razonable".
ResponderEliminarA mi por ejemplo, me ocurre con La Bodega Fantástica, en Gijón, o con Casa Carreño, en Avilés, o con El Rinconin de les Campes, en Pola de Siero.
FN1.
FN1.
me pregunto por qué habrá cambiado de dueños El Diañu Burlón, me encantaba su dueño ex-ciclista y su novia, vaya majetes y el único sitio con vino Montesierra y Santa Digna rosado. Siempre estaba lleno.
ResponderEliminarLos nuevos dueños han cambiado un poco el estilo, para peor, y ya no tiene casi gente, qué pena! si funcionaba muy bien..