Cuando uno tiene que ir a una ciudad sin saberlo hasta casi
el último minuto, no tiene tiempo evidentemente de hacer una investigación en
profundidad de los restaurantes que merecen la pena ser visitados o por lo menos
tenidos en cuenta, así que en este caso, escogí Pablo Gallego por dos
razones: situación y unanimidad en recomendaciones. Por lo leído parece que nos
encontraríamos con un restaurante clásico, burgués, de producto y así
fue.
El local es pequeño, con unas paredes de piedra y un
llamativo trabajo de madera, pero acogedor. Cuando nos trajeron la carta y
echamos un vistazo tengo que reconocer que nos dieron ganas de salir corriendo.
Los enunciados de la carta no auguraban nada bueno y menos viendo la cantidad de
platos que venían acompañados de la coletilla “… con gulas”. Sorprende que un
restaurante de teórico alto nivel use este tipo de sucedáneos pero quiero pensar
que si los mantienen en carta es porque tienen éxito…
Al final nos decidimos por las sugerencias del día cantadas a
viva voz. En esto me gustaría hacer la reflexión de que no cuesta casi nada que
se imprima una hoja con los platos que tienen fuera de carta con sus precios y
se anexen a ésta, al estilo de lo que hacen en Casa Conrado de Oviedo, y así nos
ahorraríamos preguntar el precio plato a plato o llevarnos una desagradable
sorpresa a la hora de pagar.
En este caso no nos pusieron ningún aperitivo de la casa y
directamente pasamos al entrante que fue un excelente pulpo a feira, 15€,
uno de los mejores que hemos comido en los últimos años aunque la ración podría haber sido mayor. En este caso sin
cachelos y con unos trozos gruesos, ni muy blandos ni muy duros e intenso de
sabor. Muy bien.
Como ya comenté, para los principales escogimos la oferta
fuera de carta. Excelente el lomo de ventresca de atún rojo marinado en
tandoori, 21,50€, con el toque justo de plancha y sin que la salsa dominara
el sabor del atún. Venía acompañado de un salteado de arroz bastante logrado. Desconozco,
como diletante que soy, si el atún era de almadraba y congelado o procedente de
granja de engorde, pero hay que reconocer que estaba muy bien. Acierto.
También muy buena la lubina al horno, 22,50€. Lubina
de gran calidad preparada en lo que parecía
con ajada a la gallega pero acabada
con un golpe de horno. Sencillez de preparación pero con un resultado
formidable. Mucho la recordaríamos al día siguiente…
Para el postre solo pedimos uno e hicimos bien ya que la
tarta de manzana, 5€, fue servida en una ración importante y además
estaba bastante buena y acompañada de un notable helado.
La carta de vinos no muy extensa pero con suficientes
alicientes. Escogimos un Zárate El Palomar 2011, 29,50€. Se puede pensar
que el detalle del capuchón enfriador no es propio de un restaurante con
pretensiones, pero personalmente casi lo prefiero a la cubitera ya que así
puedo servir yo el vino sin problemas y no como en otros restaurantes, tener
que andar frenando al personal que quiere rellenarme al principio la copa cada 2
minutos y al cabo de un rato no aparecer ni por casualidad y hacer que me tenga
que levantar a por la botella.
El pan, 1€, mejorable y el personal de servicio muy
correcto.
La página web está bien provista de fotos y de información,
aunque les falta incluir la carta y mejorar el diseño del texto.
Me temo que este restaurante no entrará en las listas
galácticas ni en constelaciones varias pero en lo que respecta a esta cena en
concreto nos hizo salir con una sonrisa en la boca y no porque hubiésemos
probado la última novedad ni la última técnica y ni siquiera algo que no
hubiésemos podido hacer nosotros parecido en casa, todo lo contrario, sino
porque comimos buen producto y bien hecho, nada más y nada menos, y en muchas
ocasiones eso es lo más difícil de encontrar.
Pablo Gallego
Rúa Capitán Troncoso, 4, bajo, 15001 A Coruña
981 20 88 88 www.pablogallego.com
Ese záret, habiendo probado hace poco un 07 y 09 debió ser un auténtico infanticidio.
ResponderEliminarChigre clásicu, pero veo que con buena cocina, a pesar de los pequeños fallos de alrededor, si se come bien y el sitiu ye afayaizu (por todo, sitio y personal), son perdonables.
ResponderEliminarSibarita...yes un crack!! jaja, te lo digo con cariño eh!!
jajajajajaja, grande Fartón!
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