lunes, diciembre 01, 2014

Assinatura (Lisboa) 2014




Segunda visita al restaurante Assinatura casi cuatro años después. De aquella al mando de los fogones se encontraba Henrique Mouro y en la actualidad es Vitor Areias quien detenta la responsabilidad.

La sala sigue exactamente igual que la vez anterior con el típico estilo de mesas muy juntas que se estila en muchos países aunque esta vez a nosotros nos tocó una de las mesas centrales. Decir que esta noche solo tuvieron medio aforo, raro para ser sábado noche, al contrario que la vez pasada.



 

La carta, como en el restaurante de la noche anterior, con tres entrantes, tres pescados y tres carnes, dos menús degustación y curiosamente también un menú vegetariano.
 




También curioso es que de aperitivo nos pusieron algo muy parecido a la otra vez corteza de cerdo con buey de mar, que no probé pero gustó a mi acompañante. También un plato de aceite del Alentejo de notable nivel. Decir que esto no es gratis ya que por el concepto de aperitivo cobran 4€ por persona, aunque el pan va incluído.
 

 
De entrantes esta vez pedimos dos. Uno fue la morcilla con membrillos y cebollinos en un caldo anisado, 12€, al que solo se le puede criticar lo parco de la ración porque el conjunto de una rica morcilla, muy fina, con el toque agridulce del membrillo y los cebollinos y la aportación punzante del caldo anisado resultó estupendo y muy armónico en el paladar. Excelente.



 
De notable alto también  el lomo de borrego con ensalada tibia de granada, 14€, que aparte de tener una cantidad más normal que el otro entrante resultó de una carne potente pero elegante y muy bien acompañada de la frescura y leve dulzor de la ensalada de granada. Un acierto.

 

 
Para los platos principales volvimos a escoger carne. Algo alto de precio pero excelente el cordero lechal con salsifí glaseado y pimentón casero, 32€, bien de punto, de fantástico sabor con el toque ligeramente amargo del salsifí que combinó muy bien con el del lechal y todo ello alegrado con el pimentón. Un platazo.



 
El otro plato fueron unas plumas de cerdo ibérico con pera glaseada con miel y romero, 26€. También bien conseguido el punto de la carne y sabrosa aunque la pera glaseada con miel les quedó algo dulzona aunque nada que estropeara el sabor principal. Bien.



 
Esta vez solo pedimos un postre y la verdad es que podríamos habérnoslo ahorrado ya que el helado de chirivía, chirivía glaseada con nueces y hierbas anisadas, 8€, resultó plano, sin apenas sabor, no encontramos el dulzor por ninguna parte y ni siquiera estaban demasiado presentes los propios toques anisados de la chirivía ni de las hierbas. Postre realmente extraño.




La carta de vinos, corta pero con vinos notables. Tomamos un magnífico Douro, Passadouro Reserva 2011, 49€.  También sendas copas de un moscatel dulce de Herdade de São Miguel, 6€, servido en una cantidad casi ridícula y más viendo el precio. Además, reitero el fallo de no tener una carta de vinos dulces por copas. Detalles ambos a mejorar.

El personal de servicio, en general profesional, aunque se le notó demasiado las ganas de colocarnos el vino dulce al final.

La página web, magnífica, con toda la información necesaria e incluso hasta la carta de vinos aunque con añadas algo desfasadas. Además la tienen traducida a varios idiomas incluido el español. Ejemplo que deberían tomar muchos restaurantes para sus webs.

En general salimos satisfechos obviando el postre. Areias realiza una cocina basada en la tradición portuguesa pero actualizada y por lo probado, con gran importancia del producto de calidad. Sin duda cocina “con cabeza” y que tiene todos los mimbres para gustar a casi todo el mundo. Además, estando en el centro de Lisboa, no queda duda de que es una dirección imprescindible de la capital lisboeta.


Assinatura

Rua do Vale de Pereiro, 19, 1250-270 Lisboa, Portugal
351 21 386 769  www.assinatura.com.pt/index.php/es/

4 comentarios:

  1. Este sí tiene muy buena pinta :-). Ahora lo de los vinos de postre no se entiende pero pasa en todo Portugal, a mi que no soy de postre me apetece acabar con vino dulce de vez en cuando.

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  2. Mestura un sol en la guia repsol, lo prosimo sera una estrella para gloria

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  3. Me alegro de que la sensación fuese mejor que en Avenue. A mi la cocina de Vitor Areias me gusta mucho, especialmente ese esfuerzo por ir introduciendo matices vegetales y por huir del dulce excesivo en los postres. A ver si este año tengo ocasión de volver, ya que la última vez que estuve Areias llevaba apenas 20 días al frente.

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  4. Es una espinita que tengo clavada, por haber estado cerca al poco de tu primera vez y no haber podido disfrutarlo. Viendo el post, sigue anotado.

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