El restaurante Trentaitrés es sin duda uno de los referentes de la cocina
de las verduras de la huerta no solo en Navarra sino probablemente en España por
lo que a priori era una parada obligatoria en nuestra visita a Tudela.
La primera impresión no es buena porque está situado en una calle sin
salida bastante lúgubre sobre todo por la noche. Menos mal que una vez dentro
nos espera un comedor bastante luminoso y acogedor. Mientras esperábamos a que
nos trajesen la cara tomamos una caña al bonito precio de 2,78€.
En carta disponen de un menú degustación de verduras que supongo que
mantendrán todo el año ya que este fin de semana coincidió con una fiesta de la
huerta en Tudela y la mayor parte de restaurantes ofrecían sendos menús
degustación en torno a la verdura de la huerta.
Aquí no se han puesto todavía al día e incumplen la Ley al no reflejar los
precios con el IVA incluído.
Tanta verdura nos pareció demasiado así que las dejamos para los entrantes
y los acompañamientos de los platos principales. Curiosamente no nos ofrecieron
ningún aperitivo de la casa como suele ser habitual en restaurantes de este
nivel.
El microondas funcionó a toda velocidad porque no hacía medio minuto desde
que nos sirvieron el vino cuando llegaron los entrantes. Podían haber disimulado
un poco y haberlos traído algo después para que por lo menos hubiéramos
disfrutado del primer sorbo del vino.
Uno de ellos fue la corona de alcachofas con foie gras, 16,23€. Excelentes
las alcachofas de textura y sabor y mejorable el foie, pasado de plancha. De
todas formas el conjunto bastante bien.
Algo menos convincente resultó el falso arroz verde con verduras, 16,32€.
Pensábamos que sería el típico trampantojo que imita al arroz hecho con otro
ingrediente, pero no, era un arroz caldoso, tal vez demasiado caldoso, hecho con
verduras varias. Mal no estaba pero nos pareción algo flojo de sabor. Le faltaba
algo y el precio no le ayuda en su apreciación.
Para los platos principales nos decidimos por el pescado. El rodaballo
salvaje braseado con asadillo de hortalizas en forma de crema, 24,02€, vino en
una buena ración, pero se les fue la mano en el braseado y lo secaron
excesivamente con lo que el plato quedó desvirtuado a pesar del buen sabor del
asadillo. Tarjeta amarilla.
Y siguiendo con términos futbolísticos, tarjeta amarilla con apercibimiento de expulsión para el rape al aceite de hongos con pisto y yema de hongos, 23,15€, en el que el pisto estaba también bastante bueno pero el rape tenía toda la pinta de haber sido descongelado a toda prisa y mal ya que algunas partes del mismo medallón estaban frías y otras templadas mientras otro medallón estaba bien caliente. Fallo inaceptable.
Como el discurrir de la cena no estaba siendo una maravilla optamos por no
aumentar las malas vibraciones y la cuenta y no pedimos postre.
La carta de vinos como en tantos sitios bastante buena en tintos y muy
floja en blancos. Precios de media doblando al de tienda. Tomamos un Nekeas
Chardonnay Cuvée Allier 2009, 19,58€. Las copas de vinatería de segunda y el
servicio del vino manifiestamente mejorable: ausencia de presentación de botella
y de ofrecimiento de prueba; corchazo y a servir las dos copas. Al hilo de esto
comentar que el personal de servicio parecía sacado de una sidrería de tercera,
sobre todo el femenino. Brusco y con poca idea de por donde se deben colocar y
recoger los platos y cubiertos.
Tal vez hubiéramos tenido que pedir el menú de la huerta. Muy probablemente
la impresión final hubiera sido distinta, pero lo menos que se le puede pedir a
un restaurante de este prestigio y fama es que lo que tengan en carta lo hagan
bien y esto no ha sido el caso en los pescados. No descalifico al restaurante
porque como siempre digo ha sido ha sido una única visita pero lo experimentado
fue así y así lo cuento.
Treintaitrés
C/ Capuchinos, 7, 31500 - Tudela (Navarra)
948 827 606 www.restaurante33.com/
¡La virgen!. Los programadores de Blogger merecen una patada en los co... Dios y ayuda me ha costado editarlo para que quede medio bien. :-(
ResponderEliminarEsa es la clave en nuestro caso, Toni, la experiencia aislada; no tiene por qué verlo nadie como guía.
ResponderEliminarNo conozco el Treintaitrés y sin embargo hay dos comentarios repetidos: lo bueno de ese menú de verduras, el que no escogisteis, y lo poco refinado del servicio, como detallas. En cualquier caso el detalle que empañó la cena totalmente fue ese problema con el rape; ahí no hay disculpa.
Por lo que pasa siempre en los cambios de post, quiero llamar la atención a quien se incorpore en este sobre los últimos comentarios del anterior, a partir de los detalles que daba Ovetum de su visita a Mugaritz. Ahí dejamos un debate abierto.
ResponderEliminarEn mi caso, la visita al 33 me dejó con muy buen sabor de boca. Elegimos el menú de verduras y fue espectacular. El servicio no lo puedo valorar, pues nos atendió Ricardo (el dueño) en una noche muy especial (España jugaba contra Paraguay - Mundial 2010) de la que guardo gratos recuerdos. Al ver las fotos de la página veo que lo han reformado. Dos años son muchos, pero tengo ganas de repetir.
ResponderEliminarOvetum, lamento enormemente tu expe. Por saber de las expectativas, ese gustoso nerviosismo que antecede a lo que espereamos sea un acontecimiento para recordar, los kilómetros de ilusión, ese abrir los sentidos al sentarse en la mesa, ese poner de todo por una parte, .....y que la otra solo cumpla con medianía en lo que acaba siendo una decepción agridulce. Me ha pasado varias veces. Sien embargo, en Akelarre disfruté como un enano en la transición de las dos a las tres estrellas.
ResponderEliminarPor otra parte, hoy probé los afamados guisantes lágrima de Aroa, los que se ven recolectados por Berasategui al lado del mar en algún publireportaje,....y doy fe de que su fama la tienen bien ganada. Frescos , ligeros, salinos,.....una trufa de primavera.
Estuve hace un par de años, tomando el menú de verdura, y mi impresión fue similar, creo. Platos correctos, algunos muy dignos (los más tradicionales), pero otros con una sensación de cierta desgana y con precios altos para lo ofrecido.
ResponderEliminarSegún iba leyendo se me iban quitando las ganas de comer, lo digo por las fotos, poco apetitoso lo que veo.
ResponderEliminarLa verdad es que las fotos de ese Treintaytres no lo hacen muy apetitoso, pero buen post igualmente porque creo que hay que contarlo tal cual lo vives.
ResponderEliminarEmpiezo por tu duda sibaritastur: el vino de Alsacia es Riesling, puesto que le hice fotos a todos ellos y se lee claramente. Me gustó.
El cava ni fu ni fa, no soy de ese tipo de vinos, destacaría el riesling de Alsacia, el Viñas de Amburza, que me encantó y el Harmonie 09 que sin ser un Sauternes, sí que tenía cierto parecido salvando las distancias, y que también me gustó; Pero esto último no tiene mucho merito ya que a mí me “prestan” ese tipo de vinos.
Respecto al de Madeira (Uva Bual), de color tipo Oporto o Pedro Ximenez, pero sin la“densidad” de estos y la verdad es que me convenció; Nos lo puso con unos de los platos que más me gustó (Ravioli de vegetales aromáticos), digo yo que algo influiría …
Respecto al Moo de Córdoba tenia un color blanco pardusco, de olor genial y de sabor distinto a lo que yo estoy acostumbrado, un tanto plano, no te diría que es el vino de mi vida, pero me convenció.
Paso a la comida, y transcribo tal cual:
- Bromas y aceitunas, pocas o ninguna.
- Piedras comestibles
- Salsa crujiente con cidra y pimientas
- Acordes marinos de caramillo crocante
- Papel “Kraft de lino y trigo con huevas de besugo y semillas de junco marino
Una segunda parte compuesta de:
- Macarron “ombligo del monje”
- Tosta con tuétano asado, hierbas y cenizas de rábano.
- Laminas de fuagrás curado en arcilla y pimientas de Sechuan, bañadas en extracto de manzana.
- Uvas de melón con pepitas especiadas.
- Ravioli de vegetales aromáticos
- Noddles vegetales en caldo de ternera y cebollas tostadas
- Creando vínculos…. Sopa en mortero de frutos secos, gambas y verduras.
Un tercer ciclo de :
- Potaje de avellana con nacar
- Porción de queso fresco, xixas y hierbas cremosas.
- Merluza asada al horno con granos de coliflor, queso mascarpone y almendras.
- Pescado de roca, cebolla confitada en dulce y vinagre artesano.
- Pieza de vacuno asada, emulsión de carne y cristales de sal.
Vamos con los postres:
- Dados ligeros de manzana y semillas de higo con pergaminos de cacao.
- Regresando a la infancia: barquillo de leche tostada con helado de limón.
- Mantecado de helado de almendras.
- Cucurucho de flores y clavos.
En el siguiente post explico los que me convencieron y los que no me dieron más…
Saludos.
Poco marisco veo en ese menú. Asombroso. ;-)
ResponderEliminarÚltima parte de Mugaritz:sensaciones personales de la comida, y solo de la comida.
ResponderEliminarEl primer tramo del degus es pura visualización y, entiendo que técnica, pero de sabor, nada de nada.
Una crema de aceitunas que se untaba en un sobre que venía lacrado, y dentro una la frase del nombre del plato, tipo obleas….¿?¿??¿?¿?
Las piedras, que es una patata, con una crema de ajos, en Mojacar conocidas como Patatas con ajo (jajajaja).Visualmente parecen sacadas de la luna pero ahí se queda. Ricas están, eso sí.
La salsa crujiente, para quien haya comido en un chino de barrio, es tipo cortezas de cerdo, pero que al meterlas en la boca se convierten en esa salsa, y la cidra que le daba un toque fresco; de nuevo visual y visual y visual, quizás más sabor en este plato.
Los acorde marinos, eran como un canuto crujiente pero que no se a que narices sabía…..
Y sin duda el más plano de sabor de todos, el papel Kraft.
Vuelvo a insistir que técnica a raudales pero sabor… ¿Dónde está mi saborrrrr?
Con el segundo ciclo cambió a mejor la cosa;
El macarrón que os dije en el post anterior, estaba muy bien, al igual que la tosta de tuetano, muy rica. Lo mejor de este bloque junto con el Ravioli.
Las laminas de fuagras, ni fu ni fa, y eso que soy un fan del foie, iban como inundadas de manzana liquida transparente.
De nuevo me cambia a la visualización y aparecen Uvas de melón; parecían uvas pero era melón. Lo que imitaba a las pepitas eran pimientas de varios tipos; Me gusto.
El mejor plato de este grupo fue los raviolis de vegetales aromáticos. Llevaba un fondo de esos que hace el Lolo en sus post de horas y horas reduciendo… uhmmm solo con verlo se veía y olía que iba a estar tremendo, así fue. Genial.
Y el pero y el único plato que no valía NADA del degus, eran los noodles. Un caldo y la cebolla haciendo de noodles, punto. No coment.
El tercer bloque dio para unas risas, el vino hacía sus efectos y después de los noodles …..
El potaje de avellanas es eso, avellanas texturizadas con “noseque” y encima el nacar, lo probé solo (el nacar) y no me supo a nada pero aún así este plato estaba bueno pero sin más.
De nuevo el “engaño” visual nos llegó con el queso… las xixas esas que lo acompañaban son setas, una especie de guisito, el queso venía como una torta del casar en miniatura, con ese guisito acompañándolo. Estaba muy bueno….. pero NO era queso, era una especie de “noseque” que secaban al horno y bla bla bla bla. Esto de bla bla bla, es poque no me acuerdo exactamente que técnica emplearon. Entenderéis que a estas alturas de la comida, y siendo la explicación verbal era complejo retenerlo todo.
Los dos pescados y la carne muy buenos, quizás un pelín justas de tamaño pero muy ricos, aunque faltaba el famoso “Maillard” en ambos pescados o algo así, ¿no Lolo?, es decir ese toque plancha para dejar la piel marcadita, como a mí me gusta, pero igualmente, insisto, muy rico.
La merluza tal cual su enunciado, muy buena, el pescado de roca era cabracho, la cebolla venia como en “crispies” y el vinagre en daditos, muy buena.
Por último de salados, aparece un trozo de vaca con un platito blanco, con una textura tipo requesón…. Era la propia grasa al horno, enfriada y “noseque” historia más que estaba de lujo, venía en un trozo de pizarra un pelin caliente, y ese calorcete la “hacia despertar”…. Insisto muy bueno.
Pasamos a los postres:
El de los dados de manzana, genial de 10, joder que mezcla de sabores, muy bueno.
Los siguientes postres nos ofrecieron tomarlos en la terraza (tremenda terraza, te pueden dar las mil tomando copas y comentando la jugada…) y aceptamos. El regreso a la infancia no valía nada, y el mantecado era un mantecado pero con textura helado-granizado, gracioso y rico a la vez Y por último el cucurucho na de na.
Como dije en el primer post:
Conclusión: Lo recomendaría? Pues sí y no, y me explico. Gran sitio, gran atención, Buena comida pero no orgásmica que es lo que yo esperaba.
Saludos y perdón por el tostón.
Estoy alucinando con el seevicio y los precios. Menus degustacion de 25 euros en hoteles de 5 estrellas con lujos asiaticos. El servicio inmejorable, ni os lo podeis imaginar. Aun asi ya os contare que esto de la blackberry no es para mi
ResponderEliminarNi fu ni fa...
ResponderEliminarYa puede ser la de mi madre ese menú peeeeeero....
Ovetum
Muchas gracias por contarnos
Mas o menos la idea que yo tenía, juegos, sorpresas, cosas que parecen y no son y jugar con los se todos del comensal
Por lo menos este hombre no va de abanderado del sabor como otros...
Muy típico que de su laboratorio, perdón, quería decir cocina, salgan los pescados así
Para eso necesitas una sartén y una mano de un artesano detrás, unas veces saldrá mejor y otras peor
Con las medidas, los matraces y demás siempre sale todo calcao, sin alma pero calcao
Horno de vapor a x temperatura x minutos y el pescado perfecto en su absoluto punto
X ml del matraz a por encima y alguna cosa mas y ya sale el plato
Esa cocina no se diferencia mucho de una cadena de montaje de coches
Es mecánica y rutina lo que hacen la mayoría
Candasu
Aprovecha nin y si puedes queda por allí que cuando quieras volver este país no se donde estará...
Por no decir algo muy mal sonante
ResponderEliminarEn todos los periódicos de aquí salen noticias de España y no precisamente buenas (Gulf Times y Qatar Tribune)
ResponderEliminarNo me extraña Candasu. Lo que pasa por aquí no tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarÁnimo, Candasu. Ya nos irás contando.
ResponderEliminarOvetum, reitero mi agradecimiento por tu crónica. Una pena esa alternancia de "luces y sombras", porque los platos que te gustaron parece que sí eran impactantes. Claro, la exigencia ante un sitio -y un precio- así es muy alta, como tiene que ser, y cualquier lunar nos va a doler, va a ser difícil que lo disculpemos.
ResponderEliminarLolo, cogiendo por los pelos tu comparación con la cadena de montaje de coches, que tú haces con intención crítica, la aprovecho y diría que, aunque todos salen de una cadena de montaje, entre unos coches y otros (entiéndase fabricantes, marcas) hay muchas diferencias cualitativas. Y también de precio, por supuesto. Para decidir y valorar entra en juego la célebre sigla: RCP.
A ver, amigos, toque de atención. Ante un fin de semana como este pasado ¿dónde queda nuestra afición? Que si el arroz con leche en Cabranes, que si la sidra en Gascona, el Sweet Llambión en Avilés... ¿Y ni un triste comentario? ¿No ha ido nadie a alguna de esas cosillas? Estamos perdiendo forma.
ResponderEliminarYo pongo mi particular aportación del fin de semana.
ResponderEliminarDe unos quesos comprados en Coalla destaco un Saint Nectaire que estaba especialmente bueno y en su punto de maduración (quizá demasiado para el gusto de alguna gente).
A Dani P. Arruñada (Gastrobar Marejada, en Tapia) le gusta aprender de buenos maestros de los fogones y, en pequeñas dosis, nos ofrece interpretaciones interesantes de lo aprendido. Unos bocaditos a base de salmón, un juego de texturas con una zamburiña, pelearse con un cabracho sin que sea en paté o dignificar una hamburguesa fueron algunos ejemplos este fin de semana. Y si no quieres interpretar, reproduces la receta del maestro (en este caso, Luis, de Al son del indiano, en Malleza) y sacas el arroz con leche en tres texturas que me puede crear tanta adicción como un arroz con leche tradicional.
Y para rematar, un rosado que me gustó -cosa poco frecuente- y barato, el de Vilarnau, a base de pinot noir mayoritariamente. Prueba por cortesía de La Tabernilla. Nos dedicamos a especular si tendría buena salida comercial, por ser distinto a los dominantes.
Jorge ya que abriste la puerta con esa marca, tienes que probar el cava rosado que tienen de trepat, sencillo pero serio, al menos la partida que yo probé hace no mucho tiempo.
ResponderEliminarY en que es diferente ese rosado?
ResponderEliminarEstuve el año pasado en lo del Sweet Llambión pero este año me enteré a toro pasado.
ResponderEliminarY el jueves comineza el campeonato de pinchos de Oviedo. A mi que me parece que están de campeonato permanente...
ResponderEliminarMe llama la atención lo siguiente de las bases del concurso:
ResponderEliminar"Un jurado profesional valorará las propuestas que se sometan a concurso... ...La valoración de este jurado profesional contará 8.5 puntos del total y se tendrá en cuenta sabor, presentación, originalidad y aplicación comercial de cada pincho. El jurado desconocerá el establecimiento que presenta cada pincho".
¡¡Joer!! ¿No hay un gastromapa con los pinchos de cada establecimiento? ¡¡¿¿??!!
Pues con eso y con todo, Toni, no es el peor año de lo de los pinchos. Eso también fue una burbujita muy inflada que llegó al límite. Ahora hay menos, y que compitan realmente, pocos; el resto busca una promoción, un refuerzo ambiental. Así que igual hay alguna buena idea entre lo que ofrezcan, quién sabe. En todo caso esa saturación que comentas ha hecho más daño que favor, a mi entender.
ResponderEliminarBueno, imagino que esta tarde alguno de nuestros comentaristas estará en el auditorio dándole al GT y esas cosas. Si no, os quedan todavía dos horitas de Schweppes Origins, con Javier de las Muelas. Para aficionados a la coctelería.
ResponderEliminarSibarita, tendré en cuenta ese cava, aunque sabes que, si el rosado me va poco, su versión con burbujas todavía menos. Pero hay excepciones, así que lo consideraré.
ResponderEliminarEn cuanto al rosado lo que me gustó fue esa mayor "seriedad", no tanto aroma artificioso y excesivo, no tanta chispa en boca, que estalla y se va, sino algo más noble en la fruta de fondo y un sabor más seco, con más fondo, para durar un poco más. Y todo ello sin dejar de ser un vino fresco y fácil. Dejaba un postgusto amargoso suave muy agradable, y esto se integraba bien con su acidez moderada en el primer momento en boca. Me pareció más armónico que la mayoría de lo que se ofrece por copas por ahí, y de precio está parecido.
Me gusta lo último de Joan G. Pallarès. No tanto por lo que se diga de ese vino en concreto, que es uno más y que dependerá de gustos, como por romper ese tabú de no criticar a los que se supone grandes. ¿Por qué? Eso habrá que demostrarlo en la práctica, no por un nombre heredado ni por operaciones publicitarias. Lo mismo en el vino que en la gastronomía todavía los foros como este y aficionados como nosotros, que ni ganamos ni perdemos por expresar nuestra opinión, nos dejamos influenciar demasiado por cosas así.
ResponderEliminarJorge, ese cava no es gran cosa pero hace 2 años en burbujas me llamó la atención.
ResponderEliminarLos precios que salen en la contraportada de El País son una fuente inagotable de alucine. Estos son los de hoy:
ResponderEliminarHotel Colón Barcelona
-Caña: 3,30€
-Refresco: 3,35€
Al habla con un buen amigo navarrico, y tras comentar la experiencia del 33, me dice :
ResponderEliminarImportante: en el 33 tomar VERDURA.
Los pescados "del Ebro" a su paso por Tudela son prescindibles.
Je, je, está bien la última frase, pero en el Manzanares tampoco es que haya pescados muy allá y en Madrid se comen de lo mejor. ;-)
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