Hace casi cuatro años, Eldiletante en jefe ya nos habló del restaurante Sollun y lo que contó hizo que lo anotara en cabeza de la lista para unas futuras vacaciones en Nerja que finalmente tuvieron lugar este año.
Sollun se encuentra situado al principio de la zona peatonal de Nerja y es un pequeño local de 6/7 mesas en el interior y otras 4 en la terraza, gestionado por el albaceteño de Higueruela Juan Quintanilla y su mujer Verónica con solo una persona de ayuda en cocina. A pesar de la carencia de medios se las arreglan para que todo salga relativamente rápido incluso en días de lleno.
Sollun se encuentra situado al principio de la zona peatonal de Nerja y es un pequeño local de 6/7 mesas en el interior y otras 4 en la terraza, gestionado por el albaceteño de Higueruela Juan Quintanilla y su mujer Verónica con solo una persona de ayuda en cocina. A pesar de la carencia de medios se las arreglan para que todo salga relativamente rápido incluso en días de lleno.
Dispone de una carta amplia sobre todo en entrantes y también ofrece varios menús degustación. Tiene el fallo habitual de que los precios no tienen el IVA incluído, aunque Quintanilla nos dijo que es consciente de ello y que en breve lo rectificará cuando cambie la carta.
Como visitamos el restaurante varias veces haré los comentarios empezando por los entrantes. El primer día comimos un menú degustación por lo que en algunos platos las raciones aparecerán más pequeñas de lo normal en las fotos.
Antes de los platos priincipales siempre ponen un platín con aceite de oliva virgen extra y otro con sal, cada día distintos ambos y excelentes. Luego, antes de los entrantes también sirven un aperitivo que suele ser una versión pequeña de uno de los entrantes que no hayas pedido. Todo cortesía de la casa.
El único aperitivo que estaba fuera de lo que se ofrece en carta fue una mousse de garbanzos, puré de berenjena, miel de caña de Frigiliana y menta, estupendo para abrir boca y dejando claro dónde estábamos situados.
Del montón de entrantes, además de alguno fuera de carta, probamos los siguientes:
El único aperitivo que estaba fuera de lo que se ofrece en carta fue una mousse de garbanzos, puré de berenjena, miel de caña de Frigiliana y menta, estupendo para abrir boca y dejando claro dónde estábamos situados.
Del montón de entrantes, además de alguno fuera de carta, probamos los siguientes:
Porra antequerana con jurel, remolacha y fresas. 9,50€+IVA. Excelente interpretación de la porra que hace Quintanilla, fresca, intensa y adictiva. Ofrecida fuera de carta.
También fuera de carta tomamos la ensalada de amanita cesarea con vinagreta y mostaza. 11€+IVA. La amanita cesarea ya se puede encontrar a finales de verano y resultó estupenda con el simple aderezo de la vinagreta que dejaba mostrar todo su sabor.
También fuera de carta tomamos la ensalada de amanita cesarea con vinagreta y mostaza. 11€+IVA. La amanita cesarea ya se puede encontrar a finales de verano y resultó estupenda con el simple aderezo de la vinagreta que dejaba mostrar todo su sabor.
Ensalada de perdiz y conejo de campo en escabeche, salsa de anchoas, queso parmesano y pan frito. 10€+IVA. En principio parece que chirría la combinación del queso con el escabeche pero al final resultó todo muy armónico en un plato muy fresco y adecuado para una noche veraniega.
Tataki de atún, vinagreta de tomate, guindilla, huevas y porra de pimientos asados. 12€+IVA. Plato con aire asiático de excelente resolución en el que la vinagreta y los pimientos hacen un contrapunto agridulce estupendo a la potencia del tataki.
Mollejas y albóndigas de cordero, tabulé y yogur de higos. 11€+IVA. Tal vez el entrante que más me gustó. Otro guiño a la cocina foránea, en este caso árabe, con un cordero sabrosísimo, un tabulé (ensalada de couscous) muy bien logrado y el aderezo con el toque agridulce del yogur de higos refrescando el conjunto. Muy bueno.
Canelón de rabo de buey, vinagreta de verduras y crema de patatas. 11€+IVA. Un plato algo más convencional que los anteriores, pero a un buen nivel también. Buena calidad de la carne con una vinagreta ligera y el adorno de la crema de patatas.
Arroz con garbanzos, judías y socarrat de grasa de cerdo. Invitación. Una noche Quintanilla nos ofreció probar este plato de arroz en el que estaba trabajando para incluir en la futura carta. Le falta por afinar un poco el tiempo de cocción del arroz y la grasa, pero por lo demás puede ser un excelente plato.
En la parte de pescados solo dispone de 3 en carta aunque algún día ofreció algo más fuera de carta. Viendo otras mesas la verdad es que pudo coincidir pero predominaban las carnes.
Pez espada, pakchoi, algas, tirabeques, salsa de soja y mahonesa de wasabi. 18,50€+IVA. Otro plato de inspiración oriental. Muy rico el pez espada, perfecto de punto y con unos acompañamientos que a pesar de su potencia acompañan muy bien al sabor intenso de la carne de éste. El pakchoi es un vegetal de origen chino parecido a la acelga y el wasabi es un condimento japonés que se extrae de la raiz de la planta homónima y que se suele usar mezclado con la salsa de soja para mojar el sushi.
Pez espada, pakchoi, algas, tirabeques, salsa de soja y mahonesa de wasabi. 18,50€+IVA. Otro plato de inspiración oriental. Muy rico el pez espada, perfecto de punto y con unos acompañamientos que a pesar de su potencia acompañan muy bien al sabor intenso de la carne de éste. El pakchoi es un vegetal de origen chino parecido a la acelga y el wasabi es un condimento japonés que se extrae de la raiz de la planta homónima y que se suele usar mezclado con la salsa de soja para mojar el sushi.
Filete de corvina, crema de espárragos blancos, espárragos verdes y setas. 18,50€+IVA. Está claro que Quintanilla domina los puntos de cocción del pescado y la corvina no podía ser menos con la suave crema acompañaba bien sin eclipsar el pescado.
Lomo de bacalao, con guiso de sus callos, garbanzos, espinacas y morcilla. 18,50€+IVA. Condundente plato con un bacalao de muy buena calidad, unos callos tal vez un pelín más potentes de la cuenta y la guarnición de un cocido que hace que el plato haga recordar al del desarme. A mi me gustó pero pienso que tal vez habría que aligerarlo un poco para el comensal medio.
Atún con algas y tirabeques. 21€+IVA. Ese día Quintanilla consiguió atún de un aspecto magnífico que hablaba por si solo y lo acompañó simplemente de unas algas y tirabeques. Sencillo pero perfecto.
Atún con algas y tirabeques. 21€+IVA. Ese día Quintanilla consiguió atún de un aspecto magnífico que hablaba por si solo y lo acompañó simplemente de unas algas y tirabeques. Sencillo pero perfecto.
Cordero, couscous, mermelada de cebolla con pasas y canela. 19,90€+IVA. El cordero lo probamos dos días distintos en forma de lomo y de carré. El lomo estaba muy bien pero el carré estaba impresionante, con una carne fina y muy sabrosa y unos acompañantes de nuevo con aire árabe en que el suave dulzor de la mermelada hacía muy buenas migas con la grasa de la carne y el toque punzante de la canela. Magnífico plato.
Cochinillo, timbal de patatas y manzana. 19,90€+IVA. Un plato más convencional en el sentido de más visto. Rico el cochinillo, bien de punto con la típica compañía de la manzana y las patatas. Bien.
Venado, castañas con vainilla, membrillo y frutos rojos. 20,90€+IVA. Plato más bien otoñal con un venado sabroso sin rastro de ningún tufo y bien custodiado por el dulzor de los acompañantes.
Bizcocho de dátiles, toffe de plátano, helado de vainilla y té earl grey. 7€+IVA. Tal vez sea algo empalagoso para mucha gente pero a mi me pareció realmente original y muy rico por lo que repetí más de un día.
Batata asada, yogur y salsa de miel de caña. 6,50€+IVA. Plato de kilómetro cero. El boniato no es algo que me emocine, pero en esta caso no estaba mal y mejor por el acompañamiento de la miel de caña un descubrimiento de la zona del que me traje provisiones para una temporada.
Cremoso de chocolate con leche y queso, sopa de chocolate blanco, fruta de la pasión y frambuesa. 7,50€+IVA. Postre más habitual de encontrar algo similar que los dos anteriores y resuelto perfectamente. Parece muy pequeño pero corresponde al menú degustación del primer día.
Con estos postres la casa nos invitó algunos días a un vino dulce de garnacha de Albacete y también a un Ariyanas Terruños Pizarrosos, buen dulce malagueño.
Cremoso de chocolate con leche y queso, sopa de chocolate blanco, fruta de la pasión y frambuesa. 7,50€+IVA. Postre más habitual de encontrar algo similar que los dos anteriores y resuelto perfectamente. Parece muy pequeño pero corresponde al menú degustación del primer día.
Con estos postres la casa nos invitó algunos días a un vino dulce de garnacha de Albacete y también a un Ariyanas Terruños Pizarrosos, buen dulce malagueño.
La carta de vinos, pequeña con vinos bien escogidos pero que abusa tal vez de vinos de precios elevados. El problema es que según nos comentó Quintanilla, les falló unos días antes el proveedor y le faltaban bastantes referencias. Destacaron un Finca Sandoval 2007 y un Carmelo Rodero Pago de Valtarreña 2004.
El personal de servicio son el propio Quintanilla y su mujer Verónica siempre atenta a todos los detalles de sala. Es sorprendente como se manejan con el restaurante lleno.
Otro detalle que es casi un milagro de encontrar en España es que el pan no lo cobran y que además siempre viene con los típicos picos andaluces. Realmente difícil de ver otros restaurantes con tantos detalles como éste y los anteriormente comentados.
A priori Nerja parece una buena plaza para tener un restaurante viendo la gran cantidad de turistas que la visitan, pero lastimosamente y por lo visto durante quince días, la mayoría de estos no parece que tengan el buen comer dentro de sus inquietudes y prefieren abarrotar restaurantes de cocina ¿española? de tercera, pizzerías de serie C y diferentes restaurantes étnicos de nula calidad en los que encima no van a pagar mucho menos de lo que lo harían aquí. Supongo que valorarán más llenar la barriga sin tener muy en cuenta la calidad.
De todas formas siempre hay clientes que valoran el buen hacer por lo que Sollun puede seguir después de cinco años con una cocina muy diferente de la del entorno.
Indudablemente si se pasa cerca de Nerja una visita a Sollun es imprescindible para un aficionado a la buena gastronomía. Quintanilla es un cocinero con muy buena técnica, ideas, inquietudes y que además maneja los productos y platos locales junto a platos de otras gastronomías con soltura. No puedo más que recomendarlo sin duda alguna y desearle lo mejor.
Y como dije en mi crónica del Aponiente de El Puerto de Santa María: lástima que nos quede un poco lejos.
Nota general: 8
Emoción: 9
Sollun
Almirante Ferrándiz, 53, Nerja (Málaga)
952 525 982 www.sollunrestaurante.com
toni
El personal de servicio son el propio Quintanilla y su mujer Verónica siempre atenta a todos los detalles de sala. Es sorprendente como se manejan con el restaurante lleno.
Otro detalle que es casi un milagro de encontrar en España es que el pan no lo cobran y que además siempre viene con los típicos picos andaluces. Realmente difícil de ver otros restaurantes con tantos detalles como éste y los anteriormente comentados.
A priori Nerja parece una buena plaza para tener un restaurante viendo la gran cantidad de turistas que la visitan, pero lastimosamente y por lo visto durante quince días, la mayoría de estos no parece que tengan el buen comer dentro de sus inquietudes y prefieren abarrotar restaurantes de cocina ¿española? de tercera, pizzerías de serie C y diferentes restaurantes étnicos de nula calidad en los que encima no van a pagar mucho menos de lo que lo harían aquí. Supongo que valorarán más llenar la barriga sin tener muy en cuenta la calidad.
De todas formas siempre hay clientes que valoran el buen hacer por lo que Sollun puede seguir después de cinco años con una cocina muy diferente de la del entorno.
Indudablemente si se pasa cerca de Nerja una visita a Sollun es imprescindible para un aficionado a la buena gastronomía. Quintanilla es un cocinero con muy buena técnica, ideas, inquietudes y que además maneja los productos y platos locales junto a platos de otras gastronomías con soltura. No puedo más que recomendarlo sin duda alguna y desearle lo mejor.
Y como dije en mi crónica del Aponiente de El Puerto de Santa María: lástima que nos quede un poco lejos.
Nota general: 8
Emoción: 9
Sollun
Almirante Ferrándiz, 53, Nerja (Málaga)
952 525 982 www.sollunrestaurante.com
toni
¡Joer! Por fín conseguí más o menos poner las fotos y lo demás en su sitio pero al final Blogger siempre tiene que tocar los cataplines y esta vez fue poniendo el tamaño de letra que le salió de ahí.
ResponderEliminarDespués de leer tu post, sin duda que lo tendré en cuenta si paso por la zona.
ResponderEliminarComo me alegro que disfrutaras en lo de Juan , buen cocinero y mejor persona.
ResponderEliminarme vais a perdonar pero mañana en mejores condiciones leo el post
ResponderEliminarhoy comida en el ronda 14 de aviles
algun plato correcto, algun plato muy bueno
una buena comida, disfrute
bebi una cerveza japonesa que no decia demasiado (como todas las japos)
de tarde al cabañon, ahi si que dijeron mas las cervezas
que vicio tengo ultimamnete a la cerveza!!!!!!!!!!!!!!
y ahora me acabo de zumbar (despues de mas cervezas y recorrer la gama paulaner entera en casa) una botellina de malus mamma, una guarreria vasca de manzana que entra demasiado bien
os lo aconsejo, por lo menos investigar un poco y si teneis posibilidad, darle caña!!!!!!!!!!!
ta llueu!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Bien, por fin uno que te gustó bastante. Lo bastante como para que seas paciente con lo del IVA ;-)
ResponderEliminarLa pinta es muy buena. Pero como ya habéis dicho, lejos, muy lejos. Para mí aún más si le añado la temperatura a la distancia. Aunque nunca se sabe...
Si que tiene buena pinta si. Toni te explayas en los platos pero casi ninca con los vinos, lo echo en falta.
ResponderEliminarEse ariyanas lo probé hace poco (la cata está en blog), me gustó y me parece un muy buen vino pero los dulces y yo no nos llevamos muy bien...
Jorge, hablando de la temperatura ¿por qué crees que voy al sur de vacaciones a mediados de septiembre?. ;-)
ResponderEliminarSibarita, en este caso preferí dar más importancia a la cocina y en general también ya que lo que quiero contar casi siempre es lo que se puede esperar de los restaurantes más que como estaba el vino.
ResponderEliminarMe soprendió gratamente el Carmelo Rodeño Finca Valtarreña, muy elegante para lo que se espera de un Ribera del Duero.
Portugal no se suele conocer por sus blancos exceptuando los albariños pero también los tiene buenos como el Encontro I 2008 de la D.O. Bairrada que estoy tomando ahora.
ResponderEliminarque bueno por Juan y Vero que les vaya bien, espero pronto tener la suerte de deleitar el paladar con tan recomendadas y apetirosas delicias
ResponderEliminarReconozco que estoy gratamente sorprendido, con alguno de los protas, en esta serie de entradas "malagueñas".
ResponderEliminarMenuda castaña de vino el Borgoñón Granate 2005 de la bodega Barranco Oscuro de Granada. Tal vez me tocó una botella defectuosa pero ni con más de dos horas de aire se le fué el tufo a tostada quemada y achicoria. Y en boca el sabor era parecido y muy agresivo.
ResponderEliminarMuuuuy buena pinta. Si me voy al sur y se dan las circunstancias adecuadas, lo tendre en cuenta.
ResponderEliminarAntonio
Yo voy a ver si merco un kit para hacer cerveza en casa...a ver que tal me sale :-)
Cuando tenéis problemas con tipografias y demás en blogger, ¿es porque antes habéis redactado el texto en un procesador de textos tipo WORD?
ResponderEliminarDe ser así, pasad antes el texto (copiar y pegar) por un documento de texto plano (en el notepad, por ejemplo).
Menos mal que no faltan amigos que me traigan figos miguelinos, con los que se cumple el famoso adagio de que los más feos son los que están más buenos.
ResponderEliminarPisto, gracias por la pista.
El otro día , paseando por el Fontán, me prestó po la vida una empanada hojaldrada y caliente que cogí en El Horno del Fontán, a pesar de lo corriente del relleno (atún con tomate). Y muy rico el danés de postre en Balbona.
Pisto, yo redacto directamente en Bblogger. No cambio nada de lo que viene por defecto pero solo hay que ver los diferentes post de cualquiera de nosotros para ver que Blogger pone al final la letra que le apetece. Tampoco tiene mucha importancia.
ResponderEliminarwww.serxusolares.es personaje intrigante
ResponderEliminarComo lo prometido es deuda empiezo a colgaros aquí las crónicas de una semana extraordinaria en Asturias. Sólo me ha disgustado esa temperatura tan veraniega que os he llevado. Sólo agradeceros de corazón vuestras recomendaciones - de las que he tomado buena nota aunque no haya podido cumplir con todas - y recordaros que las quejas por la extensión desmesuarada de los textos se las podéis remitir al Sr. Díez.
ResponderEliminarEmpezando por Avilés, una ciudad que arrastra una inmerecida mala fama, pero que a nosotros nos causó una muy buen impresión. Con un centro urbano bien cuidado, plagado de edificios notables, muy buen ambiente en las calles y parques y con la adición del Centro Niemeyer que esperemos funcione. Y, aunque este no sea el espacio adecuado, especeialmente recomendable el NH Palacio de Ferrera, de lo mejorcito que me encontrado por España en los últimos tiempos.
Y empezamos el recorrido por un viejo clásico de la ciudad, CASA TATAGUYO, una vieja casa de comidas, en el mejor sentido de la expresión, muy cuidada y con una estupendo trabajo de restauración en su planta alta. Buena mano en la cocina, elaboraciones sencillas y tradicionales, producto notable y un trato casi familiar. Uno de esos que desgracidamante no abundan por otras latitudes. Magníficas croquetas de jamón, tremendas berenjenas rellenas de bonito y la tradicional y contundente longaniza de Avilés, cocida con patatas y ligeramente ahumada, imprescindible. Algo menos me convencieron los callos, en una salsa muy líquida, casi una sopa. Ricos pero algo sosos y sin apenas gelatina. Tampoco estuvo a la altura un flan algo dulzón pero eso se olvidó con un tremendo Gamonedo servido con generosidad, punzante y potente que acompañamos con una copita de Oloroso Viejo Matusalem que – felizmente – sirven por copas. La carta de vinos es notable en cuanto a referencias nacionales, con alguna botella difícil de localizar y precios razonables. A pesar de no ser muy aficionado a los albariños fermentados en barrica, me gustó el Agnusdei Palabras Mayores 2008, equilibrado y sin excesos. Servicio muy amable con mención especial para Juan Rivero, su propietario, todo atenciones. Uno de esos restaurantes para reconciliarse con la cocina tradicional fuera de casa.
Por la noche, tiempo dedicado a LLAMBER. Podríamos decir que representa una tercera vía en esto de los gastrobares. Un bar muy inteligente con recetas bien pensadas y mucho control de los ingredientes y los costes para que la factura final sea contenida. Más cocina que producto sin que esto suponga que el que se utiliza no sea notable, todo lo contrario. Excepcionales panes, buenas anchoas con pan dulce de queso La Peral y paté de aceitunas negras, generosa ración de un salmón marinado con yogur de eneldo, helado de jengibre y mantequilla de soja, más pan con tomate y una pequeña cata de aceites y un muy rico salpicón de marisco al momento con una ligera espuma de mayonesa. Todo bien servido, con presentaciones cuidadas. Cuenta, además, con una carta de vinos por copas bien pensada, buscando referencias interesantes sin que el bolsillo se resienta, aunque se echa de menos alguna referencia foránea más. Nosotros solventamos la tarde con unas copas de godello Viñaredo y alguna más de Kerpen Riesling 2010. RCP indiscutible con apenas 27 euros por cabeza con vinos. Muy recomendable.
Y algunas pistas finales en Avilés:
Muy bien servidos los G&T’s en Travelling, en el mismo comienzo de la calle Galiana. Sin tonterías pero con las medidas bien tomadas y una ginebra Tanqueray Rangpur que me gustó mucho.
Merece la pena, aunque sólo sea por verlo, entrar a echar un vistazo a La Colosal, en la calle San Francisco. Un ultramarinos de foto de los que ya quedan pocos. Además, manejan productos de calidad y son muy amables. Nosotros aprovechamos para llevarnos unas cuantas cosas de Porto Muíños.
Y, para desayunar, el Pommé Sucré de la Plaza de España sirve cafés como Dios manda y maneja dulces (financieros, bizcochos, macarrons) y salados (focaccias, empanadas) de nivel.
Mil gracias Espeto.
ResponderEliminarSiempre viene bien una "mirada externa" de lo que nos rodea. Y si "pa'encima" esa mirada la realiza alguien con el indiscutible bagaje de Espeto, la combinación es difícilmente superable. Gracias.
ResponderEliminarMe gusta que se reivindiquen sitios de los de "to la vida" como CASA TATAGUYO. Por aquí siempre somos propensos a buscar la novedad y, de manera injusta, en mi humilde opinión, no ponderamos lo suficiente sitios como éste. Espeto y nuestro querido Zuhur hace relativamente poco en el blog de Tony hablan maravillas de este local. Por algo será.
Y en cuanto a LLAMBER, de las últimas opiniones recolectadas creí vislumbrar una subida de precios y una ligera bajada en el nivel. Veo que no es así... y me alegro.
Espero con enfermiza impaciencia las siguientes Crónicas Astures.
algun restaurante, chigre o cualquier sitio que den bien de comer en san vicente de la barquera??
ResponderEliminareconomico y pa ir con las fieras
me muero de ganas de ir al annua, pero con las bestias pardas imposible, asi que bajamos peldaños jeje
bueno, san vicente o algo cercano tambien vale
ResponderEliminarGracias a vosotros, Dile.
ResponderEliminarCompangu, en Asturias tenéis la suerte de contar con buenos restaurantes de cocina tradicional - algo que casi ha desparecido en otras regiones - y, quizás por eso, buscáis la novedad. En realidad tenéis muy buenos represententantes de ambas tendencias.
Si me dices que Llamber era antes mejor y más barato me matas. Por ponerte un ejemplo, anteater dos copas de un albariño ramplón y dos tiraditos de salmón y dorada más bien escasos me costaron la friolera de 37 euros en LaMoraga de Puerto Banús.
Asturias. Parte II
ResponderEliminarContinuamos el recorrido con una breve parada en Lastres para probar los famosos llámpares en LA RULA. Con un profundo sabor a mar y un buen guiso con vino blanco, cebolla y jamón, me entusiasmaron. El sitio no pasa de ser el típico chiringuito de puerto pero manejan calidad y los precios son razonables. Tras la escala, recalamos en EL ROMPEOLAS, en Tazones. A simple vista, una sidrería de tantas que pueblan la zona, de esas a las que es mejor llevar chubasquero si la mesa de al lado pide sidra. Pero no. Menú cantado con apenas media docena de productos y alguna cosa fija en carta. Nosotros optamos por las recomendaciones del día: unos estupendos calamares fritos, frescos, firmes y sin congelador; un pixín rebozado al que precede su fama, de llorar, de los que merece un viaje por sí sólo, fresco, jugoso, con un rebozado liviano, y un bogavante jurásico de casi dos kilos, tremendo, cargado de huevas, terso, de sabor profundo, inacabable. Todo un festival que terminamos con un flan y una tarta de queso, ambos sobresalientes. Con la carta de vinos – también cantada – no tuvimos mucha suerte porque, al parecer, por allí se guardan grandes champagnes que hay que pedir al propietario. Nosotros por lo que se ve no dimos la talla y nos tuvimos que conformar con un Lusco 2008 que cumplió. Servicio algo brusco pero muy amable. Un templo del producto.
EL CORRAL DEL INDIANU, Arriondas. Llevaba mucho tiempo con ganas de conocer esta casa de la que tantas cosas buenas había leído y debo decir que mi primera impresión ha sido inmejorable. Desde la amabilidad en el recibimiento y la flexibilidad con el cliente, pasando por la propia sala, una de las más cuidadas que me he encontrado últimamente, hasta la cocina, muy sólida, con un menú sin apenas altibajos, con platos muy trabajados y bien terminados y con un producto sobresaliente, buscando lo ecológico y lo local en la medida de lo posible . Además, como digo, todo tipo de facilidades para adaptar el menú en cantidades y preferencias algo que, lamentablemente, cada día cuesta más hacer entender en los restaurantes.
ResponderEliminarSobre la mesa un pan de escanda ecológico tremendo al que sigue todo un recital de aperitivos: el bombón de cabrales y manzana asada con chocolate blanco, la riquísima croqueta, el tortu con guacamole y cebolla encurtida, los mejillones de Bouchot – o eso parecían – con crema de curry y el tembloroso de Rey Silo con avellana. Todos ellos bien terminados, equilibrados y muy sabrosos. Tras ellos, la escanda con tomate, aceite royal y albahaca, plato bien ejecutado aunque algo más plano de sabores. Muy alto el nivel con la brillante “ternera atunizada en un remake del Vitello-Tonatto”, una ternera marinada que fácilmente podría pasar por un sashimi de atún por textura y sabor, y la irreprochable “fabada (sabores de antaño, texturas de hoy)” de la que podría haberme comido tres platos. Cocina tradicional puesta al día con elegancia e inteligencia. Entre medias, el único plato al que le puedo poner una pega del menú: los interiores de pitu con ostra y papada ibérica, muy sabroso pero servido muy frío en mi opinión. Enorme nivel de nuevo con los dos platos principales: el guiso de chipirón – vaya textura – visto de otra manera y el excepcional lomo de cordero xaldu ecológico asado en su jugo con unas no menos excepcionales acelgas recién cosechadas y una esfera de Gamoneu. Incluso me convencieron los postres, ambos ligeros: el primero a base de leche (fresca, helada y cremosa) y un segundo a base de ruibarbo, migas de piña y helado de lichis.
La carta de vinos contiene referencias interesantes y, como en buena parte de Asturias, se nota la – bendita – influencia de Coalla. Nosotros escogimos un champagne Camille Sáves Grand Cru Millesimé 2002 magnífico (¡35 euros en carta!) y un enorme Borgoña, el Etienne Sauzet Puligny-Montrachet 2008 que me descubrió Weirdo hace unas semanas. Terminamos la fiesta con un enorme – por su precio – armagnac Castarede Hors Dage 20 años.
Buen servicio, con explicaciones en su justa medida, cercano pero sin agobiar, con mención para un José Antonio Campoviejo tremendamente amable y discreto ejerciendo de anfitrión y ejemplar adaptándose al cliente en todo momento. Da un poco de reparo ver esa sala vacía aunque se tratase de un lunes noche. Un restaurante de los grandes.
Vaya pinta tiene todo.
ResponderEliminarUn artículo muy completo os felicito!!!
Excelente articulo! He estado ahi un par de veces y es un lugar hermoso. La atencion por parte del personal algo fenomenal.
ResponderEliminarY tienen vinos naturales :-)
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