miércoles, mayo 01, 2019

Errejota (Pamplona)




El restaurante Errejota se encuentra situado en pleno ensache de Pamplona y al parecer es la continuación de un clásico de la ciudad como era el Josetxo.

No acostrumbro a explicar los motivos que me llevan a escoger un restaurante cuando visito una ciudad pero en este caso lo voy a hacer.

Uno fue la cercanía al hotel, algo que vengo haciendo habitualmente en los últimos tiempos, y el otro fue que después de revisar las cartas de los restaurantes recomendados por las principales guías gastronómicas, me encontré con la sorpresa de que casi todos, por no decir todos menos Errejota, no tenían incluido el IVA en los precios.
Si queda algún lector veterano del blog, recordará que hace tiempo era una de las cosas que más criticaba de la hostelería española, pero en la actualidad casi no se encuentran sitios que mantengan esta práctica y curiosamente los he ido a encontrar en Pamplona.
Aparte de la poca legalidad del asunto, lo principal es la falta de respeto con el cliente mostrándole unos precios que a la hora de la verdad son superiores. A ver si algún día lo del "IVA no incluido" es solamente un mal recuerdo.

Viendo la decoración clásica del local ya intuimos por donde van a ir los tiros en la cocina y esta es tradicional, burguesa dirían algunos, con buen producto y sabores reconocibles.

En Errejota disponen de varios menús que vienen perfectamente reflejados en su web pero nosotros pedimos por carta.

Fuimos dos noches pero como en otras ocasiones hago el post como si fuera un única visita.





Como aperitivos de la casa nos pusieron unas magníficas croquetas.
Se suele decir que las croquetas dan la medida de la calidad de una cocina y estas claramente apuntaban que allí se iba a comer bien.





El otro aperitivo fue uno hojaldres rellenos de anchoa que aunque no nos gustaron tanto como las croquetas sí que estaban muy bien para abrir boca.






Pasando a los entrantes, la primera noche tomamos unos pimientos el Piquillo asados, cebolla dulce y papada. 17,50€. Estupendos los pimientos, muy sabrosos y con el perfecto acompañamiento de la papada y la cebolla.
Cocina de siempre y cocina rica. 





El otro entrante fue media ración de Foie gras de oca, dulce de higos y reducción de vermut. 13,50€. Uno de los mejores que hayamos tomado en los últimos años en restaurante y bastante por encima de los probados en Francia en estos años.
Muy bien.










Como pescados, uno consistió en rape, vinagreta de aceituna negra y mayonesa de soja y anchoa. 26,50€.
Supongo que el rape era negro ya que la textura les quedó perfecta, para nada chiclosa como cuando es de calidad inferior, muy bien de sabor y estupendamente acompañado de la mayonesa de soja y anchoa que les salió magnífica.
También de los mejores rapes probados en bastante tiempo.






El otro pescado fue un rodaballo salvaje al estilo de la costa. 31,50€. Tal vez la presentación podría haber estado más trabajada pero el rodaballo estaba impecable, perfecto de punto e intenso de sabor.






Para las carnes nos decidimos por un clásico: solomillo con foie, salsa de Oporto y manzana, 26€, y se podría aplicar el comentario anterior ya que todo rayaba a gran nivel: la calidad y el punto de la carne, el foie y la rica salsa de Oporto.






El otro plato de carne fue un solomillo de ciervo al vino tinto, cremoso de queso y picada de cacahuetes. 23€. Igual que el plato anterior la carne aunque aquí la salsa de vino no les quedó tan bien como la de Oporto.
De todas formas, plato satisfactorio.












Esta vez en ambas noches tomamos postres, algo poco habitual en nosotros. Rico y muy refrescante el sorbete de vozka, lima y apio. 7,50€.












Festival cítrico con la tarta de limón y merengue ligero con helado de limón. 8,50€.













Adictivo el bizcocho borracho con crema de café y helado de vainilla. 7,50€














Y muy rica también la torrija crujiente con mermelada de naranja y su helado. 8,50€.










 La carta de vinos podría ser más amplia y sobre todo en blancos como pasa habitualmente.  Tomamos un Pago de Larrainzar 2009 y
un Pago de Otazu Chardonnay 2015.  Ambos 35€.
El pan, 1,90€ c/u.



El personal de servicio de vieja escuela e impecable.

A la página web solo le faltaría colgar la carta de vinos. Por lo demás, perfecta.

En Errejota tal vez no te vayas a encontrar con las últimas modas y novedades gastronómicas ni con una creatividad desbordante, pero si quieres comer bien en Pamplona, con preparaciones clásicas y gran producto, sin duda no defraudará. Recomendado.

Errejota

Plaza Príncipe de Viana, 1 bajo derecha 31002 Pamplona
948 222 097  www.errejota.es


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