Si hay una ciudad poco conocida en España a nivel turístico
esa es Pontevedra. Su casco antiguo es sin duda uno de los más bonitos y
agradables de pasear que se pueden encontrar en nuestro país y en el tal vez,
más emblemático y fotogénico rincón, la Plaza da Leña, se encuentra el
restaurante Eirado da Leña. Al mando de los fogones está el cocinero Iñaki
Bretal, miembro del grupo Nove. Su lema es: "Tres puntos clave: 1º Producto,
2º producto y 3º producto" y está claro que de eso tienen.
Teníamos reservada la cena de una de las dos noches de
nuestra estancia en la ciudad, pero el lleno de otro de los sitios que teníamos
pensado para cenar, Bagos, hizo que la primera noche acabáramos también en el
Eirado da Leña. Por cierto, que es curioso y a la vez triste, que varios de los
llamados “gastrobares” estuvieran hasta la bandera y en cambio el Eirado estuvo
prácticamente vacío las dos noches que estuvimos.
Como hicimos dos cenas paso a relatar lo degustado como si
hubiera sido solo una.
La carta no es demasiado extensa pero sí lo suficiente para
tener unas cuantas alternativas. Nosotros en ninguna de las dos cenas pedimos
entrantes ya que ya habíamos entonado el estómago con las tapas que ponen con
los vinos que tomamos previamente. Aun
así nos pusieron algunos aperitivos de la
casa consistentes en un ceviche de ameixón, un ceviche de navaja, que no probé y
un escabeche de lamprea. Muy logrado el escabeche y perfecto para contrastar con
el sabor potente de la lamprea.
De carnes probamos el lomo de vaca. 21€. Fantástico el
sabor de la carne y perfecta de punto. A veces, qué difícil es conseguir hacer
bien lo que parece más fácil.
Muy bien también las carrilleras de cerdo ibérico guisadas,18€,
suaves, melosas, con excelente cocción y sabor.
En cuanto a los pescados, excelente el mero con quinoa y remolacha, 24€, otra vez con el punto del pescado perfecto de intenso y persistente sabor.
También probamos un tataki de atún rojo con soja y wasabi,
23€, impecable.
Muy bien el chocolate y helado de café, 6€.
pero los que más nos gustaron fueron el gin tonic, 6€, una espece de deconstrucción de los componentes del gin tonic, muy rico y refrescante y un gran
coulant de avellana, manzana y vainilla, 6€, que fue tal vez el que más nos gustó de los 4, con un conjunto de sabores muy equilibrado entre la avellana, la manzana y la vainilla.
Para acompañarlos tomamos tres copas de vinos dulces
distintas. Tostado de Costeira, 8€, muy bueno pero no tanto como para repetir
con ese precio, Casa del Inca, 2,5€ y Ochoa Moscatel, 3€, ambos con una relación
calidad/precio mucho más ajustada sobre todo el Casa del Inca.
La carta de vinos muy bien escogida y con unos precios
sensatos. Como no podía ser menos, bastantes referencias gallegas de las que
escogimos dos de la misma bodega. Extraordinario el A Torna dos Pasás Escolma
2008, 32€, toda una sorpresa este vino de intensidad y elegancia a partes
iguales. El blanco fue su “hermano” Viña de Martín Escolma 2009, 32€, muy bueno
también aunque en este caso tal vez todavía joven.
El pan, 1€ c/u, de buena calidad.
El personal de servicio se redujo a la maitre/sumiller, un
torrente de vitalidad y pasión por el vino con la que charlamos largo y tendido
aunque seguramente ayudados por el poco trabajo que tuvo, algo triste y más con
las inmejorables noches que tuvimos que invitan a salir.
Al final de la cena el propio cocinero nos puso unos petit
fours de chocolate totalmente adictivos. Para comer varios kilos.
La sensación final fue muy positiva. Cocina sin estridencias,
de sabor, con buena técnica, excelente producto y convincente en la que no te
dejas la cartera ni siquiera con los vinos. Además con la ventaja de estar
situado en pleno casco antiguo por lo que nos olvidamos del coche. El conjunto
hace que lo recomiende vivamente para quien visite la preciosa ciudad
pontevedresa.
Eirado da Leña
Plaza Leña, 3, 36002 Pontevedra
986 86 02 25
www.nove.biz/site/index.php?id_empresa=21&idioma=es
Y mira que todavía lo tengo pendiente, aunque en espera desde hace tiempo. No sé cómo me arreglo que paso por Pontevedra siempre al trote, liado con algo. No perdono el paseo pero no he hecho apenas comidas relajadas allí. La vez que más tiempo estuve fue atrincherado en Bagos, y con mucho vino para probar y juzgar ;-)
ResponderEliminarPues Pontevedra merece un largo paseo. Me parece una de las capitales más desconocidas e infravaloradas de España.
EliminarNo sé si tan desconocida ni infravalorada pero el paseo lo merece, sin duda. Además, será tranquilo y agradable.
EliminarMenudo festival vinícola de Anxo. El blanco de escolma no le acabo de pillar el gusto aunque creo que está pensado para el largo plazo. El tinto para beber ya o tiene más recorrido en botella?.
ResponderEliminarLos precios de los vinos increíble, casi como en una tienda aunque tampoco debería de ser así.
El tinto, para tomar por palets ya. Si fueran así todos los tintos gallegos, me convertía. ;-)
EliminarPodéis aconsejarme un sitio B.B.B
ResponderEliminarSe me cortó, decía un buen sitio para comer en cabrales con las tres B's
ResponderEliminarEn Arenas no estaba mal un sitio que queda en el centro del pueblo justo en el cruce que tira para Poncebos. No recuerdo el nombre pero era una casona de piedra. Comí allí muchas veces el menú del día y bien.
EliminarEn el bar anexo tienen muchas fotos de escaladores.
Una consulta a los Asturianos........Que restaurantes y sidrerias serían las mejores para degustar unos oricios?
ResponderEliminarGracias.
Manu.
Un sitio con una pinta estupenda!!!. Pontevedra merece la pena :-)
ResponderEliminarSe me hace la boca agua... Lo anoto para para próximas visitas a Pontevedra.
ResponderEliminarSi utilizáis fotos de otras personas, deberíais pedir permiso o, como mínimo, poner el nombre del autor.
ResponderEliminarLas únicas fotos que no son mías son las de la Praza da Leña y la del comedor que están en Internet. No me parece algo tan grave.
EliminarPor lo menos las mías que las use quien quiera.